Escrituras de Precicad Mi Evangelio

Génesis 2:24 Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se allegará a su mujer, y serán una sola carne.


Génesis 14:18 Entonces Melquisedec, rey de Salem, el cual era sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino,

19 y le bendijo, diciendo, Bendito sea Abram del Dios Altísimo, poseedor de los cielos y de la tierra;

20 y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó a tus enemigos en tus manos. Y le dio Abram los diezmos de todo.


Éxodo 4:10 Entonces dijo Moisés a Jehová: ¡Ay, Señor! Yo no soy hombre de fácil palabra, ni en el pasado, ni desde que tú hablas a tu siervo, porque soy tardo en el habla y torpe de lengua.

11 Y Jehová le respondió: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿O quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo, Jehová?


Éxodo 20:3 No tendrás dioses ajenos delante de mí.

4 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de cosa alguna que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.

5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás, porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y la cuarta generación de los que me aborrecen,

6 y que hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.

7 No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano, porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano.

Éxodo 20:8 Acuérdate del día del reposo para santificarlo.

9 Seis días trabajarás y harás toda tu obra,

10 mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no harás en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni el extranjero que está dentro de tus puertas.

11 Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó.

Éxodo 20:12 Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.

13 No matarás.

14 No cometerás adulterio.

15 No hurtarás.

16 No dirás contra tu prójimo falso testimonio.

17 No codicirás la casa de tu prójimo; no codiciarás la esposa de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.


Éxodo 31:3 y lo he llenado del espíritu de Dios, en sabiduría, y en inteligencia, y en ciencia y en toda clase de artesanía,

4 para inventar diseños, para trabajar en oro, y en plata, y en bronce,

5 y en el labrado de piedras para engastar las y en el tallado de madera, y para trabajar en toda clase de artesanía.


Éxodo 31:12 Habló además Jehová a Moisés, diciendo:

13 Y tú hablarás a los hijos de Israel, diciendo: De cierto vosotros guardaréis mis días de reposo, porque es señal entre yo y vosotros por vuestras generaciones, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico.

14 Así que guardaréis el día de reposo, porque santo es para vosotros; el que lo profanare de cierto morirá, porque cualquiera que haga obra alguna en él, aquella alma será talada de en medio de su pueblo.

15 Seis día se trabajará, pero el día séptimo es día de reposo consagrado a Jehová; cualquiera que trabaje en el día de reposo ciertamente morirá.

16 Guardarán, pues, el día de reposo los hijos de Israel, celebrándolo por sus generaciones coo convenio perpetuo.

17 Señal es para siempre entre yo y los hijos de Israel; porque en seis día hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y reposó.


Levitico 27:30 Y todo el diezmo de la tierra, tanto de la semilla de la tierra como del fruto de los árboles, es de Jehová; es cosa consagrada a Jehová.

31 Y si alguno quiere redimir algo de su diezmo, le añadirá la quinta parte.

32 Y todo diezmo de vacas o de ovejas, de todo lo que pasa bajo la vara, la décima cabeza será consagrada a Jehová.

33 No mirará si es bueno o malo, ni lo cambiará por otro; y si lo cambia, él y su sustituto serán cosas sagradas; no se redimirán.


Josué 24:15 Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.


1 Samuel 3:7 Y Samuel no había conocido aún a Jehová, ni la palabra de Jehová le había sido revelada.


1 Reyes 19:11 Y él dijo: Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová. Y he aquí que Jehová psaba, y un grande y poderoso viento rompía los montes y quebraba las peñas delante de Jehová, pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento, un terremoto, pero Jehová no estaba en el terremoto.


12 Y tras el terremoto, un fuego, pero Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego, una voz apacible y delicada.


2 Reyes 5:1 Naamán, general del ejército del rey de Siria, era un gran hombre delante de su señor y tenido en alta estima, porque por medio de él Jehová había librado a Siria. Este hombre era valeroso en extremo, pero leproso.

2 Y de Siria habían salido tropas y habían llevado cautiva de la tierra de Israel a una muchacha, la cual servía a la esposa de Naamán.

3 Y ella dijo a su señora: Si rogase mi señor al profeta que está en Samaria, él lo sanaría de su lepra.

4 Y entró Naamán y habló as su señor, diciendo: Así y así ha dicho una muchacha que es de la tierra de Israel.

5 Y le dijo el rey de Siria: Anda, ve, y yo enviaré una carta al rey de Israel. Partió, pues, él, llevando consigo diez talentos de plata, y seis mil piezas de oro y diez mudas de ropa.

6 Y llevó la carta al rey de Israel, que decía así: Cuando llegue a ti esta carta, he aquí, sabrás que yo he enviado a ti a i siervo Naamán, para que lo sanes de su lepra.

7 Y sucedió que cuando el rey de Israel leyó la carta, rasgó sus vestido y dijo: ¿Acaso soy yo Dios, que da muerte y que da vida, para que este envíe a mí a un hombre a fin de que lo sane de su lepra? Considerad ahora, y ved cómo busca ocasión contra mí.

8 Y aconteció que cuando Eliseo, el hombre de Dios, oyó que el rey de Israel había rasgado sus vestidos, envió a decir al rey: ¿Por qué has rasgado tus vestidos? Venga él ahora a mí y sabrá que hay profeta en Israel.

9 Y llegó Naamán con sus caballos y con su carro, y se paró a las puertas de la casa de Eliseo.

10 Entonces Eliseo le envió, un mensajero, diciendo: Ve y lávate siete veces en el Jordán, y tu carne se te restaurará y serás limpio.

11 Y Naamán se fue enojado, diciendo: He aquí yo decía para mí: Ciertamente él saldrá y, estando de pie, invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano y, moviéndola sobre la parte enferma, sanará la lepra.

12 El Abana y el Farfar, ríos de Damasco, ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? Si me lavo en ellos, ¿no seré también limpio? Y se volvió y se fue enojado.

13 Pero sus criados se acercaron a él, y le hablaron, diciendo: Padre mío, si el profeta te mandara alguna gran cosa, ¿no la harías? ¡Cuánto más si solo te ha dicho: Lávate, y serás limpio!

14 Él entonces descendió y se sumergió siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del hombre de Dios; y su carne se volvió como la carne de un niño, y quedó limpio.


Nehemías 8:8 Y leían claramente en el libro de la ley de Dios y explicaban el sentido, de modo que entendiesen la lectura.


Salmos 46:10 Quedaos tranquilos, y sabed que yo soy Dios; seré exaltado entre las naciones; exaltado seré en la tierra.


Salmos 65:4 Bienaventurado el que tú escojas y hagas que se acerque a ti, para que habite en tus atrios. Seremos saciados del bien de tu casa, de tu santo templo.


Salmos 147:3 Él sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas.


Proverbios 13:10 Ciertamente la soberbia producirá contienda, pero con los bien aconsejados está la sabiduría.


Proverbios 15:10 La disciplina es molesta al que deja el camino; el que aborrece la reprensión morirá.


Proverbios 22:6 Instruye al niño en su camino; y aun cuando fuere viejo, no se apartará de él.


Proverbios 28:25 El altivo de ánimo suscita contiendas, pero el que confía en Jehová prosperará.


Eclesiatés 12:7 y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios, quien lo dio.


Eclesiatés 12:13 El fin de todo este asunto que has oído es este: Teme a Dios y guarda sus mandamientos, porque esto es el todo del hombre.


Isaías 24:5 Y la tierra se contaminó bajo sus moradores, porque traspasaron las leyes, cambiaron la ordenanza, quebrantaron el convenio sempiterno.


Isaías 29:4 Entonces serás humillada; hablarás desde la tierra, y tu habla saldrá del polvo; y será tu voz desde la tierra como la de uno que evoca a los espíritus, y tu habla susurrará desde el polvo.


Isaías 29:11 Y os será toda visión como palabras de libro sellado, el cual darán al que saber leer y le dirán: Lee ahora esto, y él dirá: No puedo, porque está sellado.

12 Y si se da el libro al que no sabe leer, diciéndole: Lee ahora esto, él dirá: No sé leer.

13 Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se me acerca con su boca y con sus labios me honra, pero ha alejado su corazón de mí, y su temor de mí ha sido enseñado por mandamiento de hombres;

14 por tanto, he aquí que nuevamente haré una obra maravillosa entre este pueblo, una obra maravillosa y un prodigio; porque perecerá la sabiduría de sus sabios, y se desvanecerá la prudencia de sus prudentes.

15 ¡Ay de los que se esconden de Jehová, encubriendo en las profundidades sus designios, y sus obras están en las tinieblas, y dicen: ¿Quién nos ve, y quién nos conoce?!

16 Vuestra obra de trastornar las cosas de arriba abajo ciertamente será considerada como barro de alfarero. ¿Acaso la obra dirá de su hacedor: No me hizo? ¿O dirá la vasija de aquel que la ha formado: No entiende?

17 ¿No será de aquí a muy poco tiempo que el Líbano se convertirá en un campo fértil, y el campo fértil será considerado un bosque?

18 Y en aquel día los sordos oirán las palabras del libro, y los ojos de los ciego verán en medio de la oscuridad y de las tinieblas.


Isaías 55:8 Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dice Jehová.

9 Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis camino más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.

Isaías 58:3 Dicen: ¿Por qué ayunamos y no hiciste caso; humillamos nuestras almas, y no te diste por entendido? He aquí que en el día de vuestro ayuno buscáis vuestro propio gusto y oprimís a vuestros trabajadores.

4 He aquí que para contiendas y debates ayunáis y para herir con el puño de iniquidad; no ayunéis como lo hacéis hoy, para que vuestra voz sea oída en lo alto.

5 ¿Es este el ayuno que yo escogí, un día en que el hombre aflija su alma, en que encorve su cabeza como junco y haga cama de cilicio y de ceniza? ¿Llamaréis esto ayuno y día agradable a Jehová?

Isaías 58:6 ¿No es más bien el ayuno que yo escogí: desatar las ligaduras de la maldad, soltar las cargas de opresión, y dejar libres a los quebrantados y romper todo yugo?

7 ¿No consiste en que compartas tu pan con el hambriento y a los pobres errantes alojes en tu casa; en que cuando veas al desnudo, lo cubras y no te escondas del que es tu propia carne?

8 Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salud se manifestará pronto; e irä tu rectitud delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia.

9 Entonces invocarás, y te responderá Jehová; clamarás, y dirá él: Heme aquí. Si quitas de en medio de ti el yugo, el señalar con el dedo y el hablar vanidad;

10 y si extiendes tu alma al hambriento y sacias al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía;

11 y Jehová te guiará siempre, y en las sequías saciará tu alma y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego y como manantial cuyas aguas nunca faltan.

12 Y los tuyos edificarán las ruinas antiguas; los cimientos de generación en generación levantarás; y serás llamado reparador de brechas, restaurador de calzada para habitar.

Isaías 58:13 Si retraes del día de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y lo llamas delicia, santo, glorioso de Jehová, y lo veneras, no andando en tus propios caminos, ni buscado tu propia voluntad ni hablando tus propias palabras,

14 entonces te deleitarás en Jehová; y yo te haré cabalgar sobre las alturas de la tierra y te daré a comer la heredad de Jacob, tu padre, porque la boca de Jehová lo ha hablado.


Jeremías 1:5 Antes que te formase en el vientre, te conocí; y antes que nacieses, te santifiqué; te di por profeta a las naciones.


Ezequiel 33:1 Y vino a mí la palabra de Jehová, diciendo:

2 Hijo de hombre, habla a los hijos de tu pueblo y diles: Cuando yo traiga espada sobre la tierra, y el pueblo de la tierra tome a un hombre de su territorio y lo ponga por atalaya,

3 y él vea venir la espada sobre la tierra, y toque la trompeta y avise al pueblo.

4 cualquiera que oiga el sonido de la trompeta y no se dé por advertido, y al llegar la espada se lo lleva, su sangre será sobre su propia cabeza.

5 El sonido de la trompeta oyó, pero no se dio por advertido; su sangre será sobre él; pero el que se dé por advertido salvará su vida.

6 Pero si el atalaya ve venir la espada y no toca la trompeta, y el pueblo no se apercibe, y al llegar la espada se lleva a alguno de entre ellos, él, por causa de su iniquidad, será llevado, pero demandaré su sangre de mano del atalaya.


Ezequiel 37:15 Y vino a mí la palabra de Jehová, diciendo:

16 Y tú, hijo de hombre, toma ahora un palo y escribe en él: Para Judá, y para los hijos de Israel, sus compañeros. Toma después otro palo y escribe en él: Para José, palo de Efraín, y para toda la casa de Israel, sus compañeros.

17 Júntalos luego el uno con el otro, para que sean uno solo, y serán uno solo en tu mano.


Amós 3:7 Porque no hará nada Jehová el Señor sin que revele su secreto a sus siervos los profetas.


Amós 8:11 He aquí, vienen días, dice Jehová el Señor, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan ni sed de agua, sino de oír la palabra de Jehová.

12 E irán errantes de mar a mar; desde el norte hasta el oriente andarán buscando la palabra de Jehová y no la hallarán.


Malaquías 3:7 Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis estatutos, y no los habéis guardado. Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos. Pero dijisteis: ¿En qué hemos de volvernos?

Malaquías 3:8 ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas.

9 Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado.

Malaquías 3:10 Traed todos los diezmos al alfolí, y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.

11 Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos.

12 Y todas las naciones os llamarán bienaventurados, porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos.


Malaquías 4:5 He aquí, yo os envío a Elías el Profeta antes que venga el día de Jehová, grande y terrible.

6 Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición.


Mateo 3:13 Entonces Jesús vino de Galilea al Jordán, a Juan, para ser bautizado por él.

14 Pero Juan se lo impedía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?

15 Pero respondiendo Jesús, le dijo: Permítelo ahora, porque así nos conviene cumplir toda justicia. Entonces se lo permitió.

16 Y Jesús, después que fue bautizado, subió inmediatamente del agua; y he aquí, los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma y se posaba sobre él.

17 Y he aquí, una voz de los cielos que decía: Este es mi Hijo amado, en quien me complazco.


Mateo 4:19 Y les dijo: Venid en pos de mí, y os hará pescadores de hombres.


Mateo 4:23 Y Jesús recorría toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.


Mateo 5:6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.


Mateo 5:27 Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio.

28 Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya ha cometido adulterio con ella en su corazón.


Mateo 5:48 Sed, pues, vosotros perfectos, así como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.


Mateo 6:1 Mirad que no deis vuestra limonsna delante de los hombres para ser vistos por ellos; de otra manera, no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos.

2 Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.

3 Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha,

4 para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre, que ven en lo secreto, te recompensará en público.


Mateo 6:16 Y cuando ayunéis, no pongáis un semblante como los hipócritas, porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.

17 Mas tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro,

18 para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre, que ven en lo secreto, te recompensará en público.


Mateo 7:7 Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.

8 Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.


Mateo 7:24 A cualquiera, pues, que me oye estas palabras y las hace, le compararé a un hombre prudente que edificó su casa sobre la roca.

25 Y descendió la lluvia, y vinieron rós, y soplaron vientos y azotaron aquella casa; pero no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.

26 Y a cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato que edificó su casa sobre la arena.

27 Y descendió la lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.


Mateo 8:1 Y cuando Jesús descendió del monte, le seguía mucha gente.

2 Y he aquí vino un leprosos y le adoraba, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.

3 Y extendiendo Jesús su mano, le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante su lepra fue limpiada.

4 Entonces Jesús le dijo: Mira, no lo digas a nadie; sino ve, muéstrate al sacerdote y presenta la ofrenda que mandó Moisés, para testimonio a ellos.


Mateo 9:1 Entonces, entrado Jesús en la barca, pasó al otro lado y vino a su ciudad.

2 Y he aquí le trajeron un paralítico tendido en una cama; y Jesús viendo la fe de ellos, dijo al paralítico: Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados.

3 Y he aquí, algunos de los escribas decían dentro de sí: Este blasfema.

4 Y percibiendo Jesús sus pensamientos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones?

5 Porque, ¿qué es más fácil, decir: Tus pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda?

6 Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo entonces al paralítico): ¡Levántate!, toma tu lecho y vete a tu casa.

7 Entonces él se levantó y se fue a su casa.

8 Y cuando la gente lo vio, se maravilló y glorificó a Dios, que había dado tal potestad a los hombres.


Mateo 10:1 Entonces, llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera y sanasen toda enfermedad y toda dolencia.

2 Y los nombres de los doce apóstoles son estos: el primero, Simón, que es llamado Pedro, y su hermano Andrés; Jacobo hijo de Zebedeo y su hermano Juan;

3 Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el publicano; Jacobo hijo de Alfeo, y Lebeo, por sobrenombre Tadeo;

4 Simón el Cananita, y Judas Iscariote, el que además le entregó.

5 A estos doce envió Jesús, a los cuales dio mandamiento, diciendo: Por camino de gentiles no vayás, y en ciudad de samaritanos no entréis;

6 sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel.

7 Y yendo, predicad, diciendo: El reinó de los cielos se ha acercado.

8 Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.

9 No llevéis oro, ni plata, ni cobre en vuestras bolsas;

10 ni alforja para el camino, ni dos ropas de vestir, ni calzado ni bordón, porque el obrero es digno de su alimento.


Mateo 10:19 Pero cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o de qué hablaréis, porque en aquella hora os será dado lo que habéis de hablar.

20 Pues no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros.

21 Y el hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y los hijos se levantarán contra los padres y los harán morir.

Mateo 10:22 Y seréis aborrecidos por todos por causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el fin, este será salvo.


Mateo 22:36 Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento de la ley?

37 Y Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma y con toda tu mente.

38 Este es el primero y grande mandamiento.

39 Y el segundo es semejante a este: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

40 De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas.


Mateo 23:12 Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.


Mateo 24:9 Entonces os entregarán para ser afligidos y os matarán; y seréis aborrecidos por todas las naciones por causa de mi nombre.

10 Y muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán.

11 Y muchos falsos profetas se levantarán y engañarán a muchos.


Mateo 25:34 Entonces el Rey dirá a los que estén a su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.

35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis;

36 estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; estuve en la cárcel, y vinisteis a mí.

37 Entones los justos le responderán, diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te sustentamos?, ¿o sediento y te dimos de beber?

38 ¿Y cuándo te vimos forastero y te recogimos?, ¿o desnudo y te cubrimos?

39¿Y cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?

40 Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos, mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.

41 Entonces dirá también a los que estén a la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.

42 Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber;

43 fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo y en la cárcel, y no me visitasteis.

44 Entonces también ellos le responderán, diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, o sediento, o forastero, o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te servimos?

45 Entonces les responderá, diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis.

46 E irán estos al tormento eterno, y los justos a la vida eterna.


Mateo 26:39 Y yéndose un poco más adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.


Marcos 12:1 Y comenzó a hablarles por parábolas: Un hombre plantó una viña, y la cercó con un muro, y cavó un lagar, y edificó una torre, y la arrendó a labradores y partió lejos.

2 Y envió un siervo a los labradores en su debido tiemplo, para que recibiese de los labradores del fruto de la viña.

3 Pero ellos, tomándole, le golpearon y le enviaron con las manos vacías.

4 Y volvió a enviarles otro siervo; mas apedreándole, le hirieron en la cabeza y le despidieron afrentado.

5 y volvió a enviar otro, y a este ataron; y así a otros muchos, a unos golpearon y a otros los ataron.

6 Teniendo, pues, aún un hijo suyo, bien amado, por último lo envió también a ellos, diciendo: Tendrán respeto a mi hijo.

7 Pero aquellos labradores dijeron entre sí: Este es el heredero; venid, matémosle, y la heredad será nuestra.

8 Y apresándole, le mataron y le echaron fuera de la viña.

9 ¿Qué, pues, hará el señor de la viña? Vendrá, y destruirá a esos labradores y dará su viña a otros.


Marcos 13:11 Y cuando os traigan para entregaros, no os preocupéis por lo que habéis de decir, ni lo penséis; sino lo que os sea dado en aquella hora, eso hablad, porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu Santo.


Marcos 1:17 Y les dijo Jesús: Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres.


Marcos 1:21 Y entraron en Capernaúm; y enseguida en el día de reposo, entrando en la sinagoga, enseñaba.

22 Y se admiraban de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas.

23 Y había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu inmundo, el cual dio voces,

24 diciendo: ¡Ah!, ¿qué tienes con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres el Santo de Dios.

25 Y Jesús le reprendió, diciendo: ¡Enmudece y sal de él!

26 Y el espíritu inmundo, sacudiéndole con violencia y clamado a gran voz, salió de él.

27 Y todos se maravillaron, de tal manera que discutían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿qué nueva doctrina es esta, que con autoridad manda aun a los espíritus inmundos, y le obedecen?

28 Y su fama se difundió rápidamente por toda la provincia alrededor de Galilea.


Lucas 7:12 Y cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que sacaban a un difunto, unigénito de su madre, que era viuda; y había con ella mucha gente de la ciudad.

13 Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella y le dijo: No llores.

14 Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y dijo: Joven, a ti te digo, ¡levántate!

15 Entonces se incorporó el que había muerto y comenzó a hablar. Y Jesús se lo entregó a su madre.


Lucas 6:13 Y cuando fue de día, llamó a sus discípulos y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles:


Lucas 9:1 Y reuniendo a sus doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios y para sanar enfermedades.

2 Y los envió a predicar el reino de Dios y a sanar a los enfermos.

3 Y les dijo: No toméis nada para el camino, ni bastón, ni alforja, ni pan ni dinero; ni llevéis dos túnicas cada uno.

4 Y en cualquier casa en que entréis, hospedaos allí y de allí salid.

5 Y dondequiera que no os recibieren, salid de aquella ciudad y sacudid el polvo de vuestros pies en testimonio contra ellos.

6 Y saliendo, recorrían todas las aldeas, anunciando el evangelio y sanado por todas partes.


Lucas 12:11 Y cuando os lleven a las sinagogas, y a los magistrados y a las autoridades, no os preocupéis por cómo o qué habréis de responder, o qué habréis de decir,

12 porque el Espíritu Santo os enseñará en la misma hora lo que debéis decir.


Lucas 15:1 Y se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírle.

2 Y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe y con ellos come.

3 Y él les relató esta parábola, diciendo:

4 ¿Qué hombre de vosotros, si tiene cien ovejas y se le pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto y va tras la que se le perdió, hasta que la halla?

5 Y al encontrarla, la pone sobre sus hombros gozoso;

6 y cuando llega a casa, reúne a los amigos y a los vecinos, diciéndoles: Alegraos conmigo, porque he hallado mi oveja que se había perdido.

7 Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.

Lucas 15:8 ¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una dracma, no enciende una lámpara, y barre la casa y busca con diligencia hasta hallarla?

9 Y cuando la encuentra, reúne a las amigas y a las vecinas, diciendo: Alegraos conmigo, porque he hallado la dracma que había perdido.

10 Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.

Lucas 15:11 También dijo: Un hombre tenía dos hijos,

11 También dijo: Un hombre tenía dos hijos,

12 y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes.

13 Y no muchos días después, juntándolo todo, el hijo menor se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente.

14 Y cando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia y comenzó a pasar necesidad.

15 Entonces fue y se acercó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el que le envió a su haciendo para que apacentase cerdos.

16 Y deseaba llenar su vientre con las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie se las daba.

17 Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!

18 Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti;

19 ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.

20 Entones, se levantó y fue a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello y le besó.

21 Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo.

22 Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad la mejor ropa y vestidle; y poned un anillo en su mano y sandalias en sus pies.

23 Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta,

24 porque este, mi hijo, muerto era y ha revivido; se había perdido y ha sido hallado. Y comenzaron a regocijarse.

25 Y su hijo mayor estaba en el campo, y cuando vino y llegó cerca de la casa, oyó la música y las danzas,

26 y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello.

27 Y el criado le dijo: Tu hermano ha venido, y tu padre ha hecho matar el becerro gordo por haberle recibido sano y salvo.

28 Entonces se enojó y no quería entrar. Salió, por tanto, su padre y le rogaba que entrase.

29 Pero él, respondiendo, dijo al padre: He aquí tantos años hace que te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para alegrarme con mis amigos.

30 Pero cuando vino este,tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo.

31 Él entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas.

32 Pero era menester hacer fiesta y regocijarnos, porque este, tu hermano, muerto era y ha revivido; se había perdido y ha sido hallado.


Lucas 22:15 Y les dijo: En gran manera he deseado comer con vosotros esta Pascua antes que yo padezca,

16 porque os digo que no comeré más de ella hasta que se cumpla en el reino de Dios.

17 Y tomando la copa, después de haber dado gracias, dijo: Tomad esto y repartidlo entre vosotros,

18 porque os digo que no beberé más del fruto de la vid hasta que el reino de Dios venga.

19 Entones tomó el pan, y habiendo dado gracias, lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí.

20 Asimismo, tomó también la copa, después que hubo cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo convenio en mi sangre, que por vosotros se derrama.


Lucas 24:1 Y el primer de la semana, muy de mañana, ellas fueron al sepulcro, llevando las especias aromáticas que habían preparado, y algunas otras mujeres con ellas.

2 Y hallaron removida la piedra del sepulcro.

3 Y, al entrar, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús.

4 Y aconteció que, estando ellas perplejas por esto, he aquí se pusieron de pie junto a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes;

5 y como ellas tuvieron temor e inclinaron el rostro a tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?

6 No está aquí, sino que ha resucitado; acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en Galilea,

7 diciendo: Es menester que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado y resucite al tercer día.

8 Entonces ellas se acordaron de sus palabras,

9 y volviendo del sepulcro, dieron nuevas de todas estas cosas a los once y a todos los demás.

10 Y eran María Magdalena, y Juana, y María, madre de Jacobo, y las demás con ellas, las que dijeron estas cosas a los apóstoles.


Lucas 24:13 Y he aquí, dos de ellos iban el mismo día a una aldea llamada Emaús, que estaba como a sesenta estadios de Jerusalén.

14 E iban hablando entre sí de todas aquellas cosas que habían acaecido.

15 Y aconteció que, mientras hablaban entre sí y se preguntaban el uno al otro, Jesús mismo se acercó e iba con ellos juntamente.

16 Pero los ojos de ellos estaban velados, para que no le conociesen.

17 Y les dijo: ¿Qué pláticas son estas que tenéis entre vosotros mientras camináis, estando tristes?

18 Y respondiendo uno de ellos, que se llamaba Cleofas, le dijo: ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no ha sabido las cosas que en ella han acontecido en estos días?

19 Entonces él les dijo: ¿Qué cosas? Y ellos le dijeron: De Jesús nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo;

20 y cómo le entregaron los principales sacerdotes y nuestros gobernantes a sentenia de muerte y le crucificaron.

21 Mas nosotros esperábamos que él era el que iba a redimir a Israel; y ahora, además de todo esto, hoy es el tercer día desde que esto ha acontecido.

22 Aunque también nos han asombrado unas mujeres de entre nosotros, las que fueron temprano al sepulcro;

23 y como no hallaron su cuerpo, vinieron diciendo que también habían visto visión de ángeles, quienes les dijeron que él vive.

24 Y fueron algunos de los nuestros al sepulcro y hallaron así como las mujeres habían dicho, pero a él no le vieron.

25 Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho!

26 ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas y que entrara en su gloria?

27 Y comenzando desde Moisés y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían.

28 Y llegaron a la aldea adonde iban; y él hizo como que iba más lejos.

29 Pero ellos le insistieron, diciendo: Quédate con nosotros, porque se hace tarde, y el día ya ha declinado. Entró, pues, a quedarse con ellos.

30 Y aconteció que, estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan, lo bendijo, y lo partió y les dio.

31 Entonces fueron abiertos los ojos de ellos y le reconocieron; mas él se desapareció de su vista.

32 Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros mientras nos hablaba en el camino y cuando nos abría las Escrituras?


Lucas 24:36 Y mientras ellos aún hablaban de estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos y les dijo: Paz a vosotros.

37 Entonces ellos, espantados y atemorizados, pensaban que veían un espíritu.

38 Mas él les dijo: ¿Por qué estáis turbados y surgen dudas en vuestros corazones?

39 Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad y ved, porque un espíritu no tiene carne ni huesos como veis que yo tengo.


Juan 1:1 En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios.

2 Este estaba en el principio con Dios.

3 Todas las cosas por medio de él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho fue hecho.

TJS 1 En el principio fue predicado el evangelio por medio del Hijo. Y el evangelio era el verbo, y el verbo estaba con el Hijo, y el Hijo estaba con Dios, y el Hijo era de Dios.

TJS 2 Este estaba en el principio con Dios.

TJS 3 Todas las cosas por medio de él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.


Juan 3:1 Y había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos.

2 Este vino a Jesús de noche y le dijo: Rabí, sabemos que eres maestro que ha venido de Dios, porque nadie puede hacer estos milagros que tú haces si no está Dios con él.

3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo que el que no naciere de nuevo no puede ver el reino de Dios.

4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede el hombre nacer siendo viejo? ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer?

Juan 3:5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo que el que no naciere de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios.

6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.

7 Ne te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.

8 El viento sopla por donde quiere, y oyes su sonido; pero no saber de dónde viene ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.

9 Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto?

10 Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tú maestro de Israel y no sabe esto?

11 De cierto, de cierto te digo que de lo que sabemos, hablamos, y de lo que hemos visto, testifícamos; pero no recibís nuestro testimonio.


Juan 3:15 para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna.

16 Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna.

17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.

Juan 3:18 El que en él cree no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.

19 Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, pero los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.


Juan 4:46 Vino, pues, Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Y había en Capernaúm un oficial del rey, cuyo hijo estaba enfermo.

47 Cuando oyó aquel que Jesús había llegado de Judea a Galilea, fue a él y le rogó que descendiese y sanase a su hijo, porque estaba a punto d morir.

48 Entonces Jesús le dijo: Si no veis señales y prodigios, no creeréis.

49 El oficial del rey le dijo: Señor, desciende antes que mi hijo muera.

50 Jesús le dijo: Ve, tu hijo vive. Y elhobre creyó la palabra que Jesús le dijo y se fue.

51 Y cuando ya él descendía, los siervos salieron a recibirle y le diron nuevas, diciendo: Tu hijo vive.

52 Entonces él les preguntó a qué hora había comenzado a estar mejor. Y le dijeron: Ayer a la hora séptima le dejó la fiebre.

53 El padre entonces entendió que aquella era la hora cuando Jesús le dijo: Tu hijo vive; y creyó él con toda su casa.

54 Este segundo milagro hizo Jesús cuando fue de Judea a Galilea.


Juan 5:22 Porque el Padre a nadie juzga, sino que ha dado todo el juicio al Hijo,


Juan 5:39 Escudriñad las Escrituras, porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.


Juan 7:17 El que quiera hacer la voluntad de él conocerá si la doctrina es de Dios o si yo hablo por mí mismo.


Juan 10:16 También tengo otras ovejas que no son de este redil; a aquellas también debo traer, y oirán mi voz, y habrá un rebaño y un pastor.


Juan 13:1 Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado para que pase de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin.

2 Y acabada la cena, como el diablo ya había puesto en el corazón de Judas hijo de Simón Iscariote que le entregase,

3 sabiendo Jesús que el Padre le había dado todas las cosas en las manos, y que había salido de Dios y a Dios iba,

4 se levantó de la cena, y se quitó su manto y, tomando una toalla, se la ciñó.

5 Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla con que estaba ceñido.

6 Entonces llegó a Simón Pedro; y Pedro le dijo: Señor, ¿tú me lavas los pies?

7 Respondió Jesús y le dijo: Lo que yo hago, tü no lo entiendes ahora; pero lo entenderás después.

8 Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Le respondió Jesús: Si no te lavo, no tendrás parte conmigo.

9 Le dijo Simón Pedro: Señor, no solo mis pies, sino también las manos y la cabeza.

10 Jesús le dijo: El que está lavado no necesita sino lavarse los pies, pues está todo limpio; y vosotros limpios estáis, aunque no todos.

11 Porque sabía quién le iba a entregar; por eso dijo: No estáis limpios todos.

12 Así que, después que les hubo lavado los pies, tomó su manto, volvió a sentarse a la mesa y les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho?

13 Vosotros me llamáis Maestro y Señor; y decís bien, porque lo soy.

14 Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros.

15 Porque ejemplo os he dado, para que así como yo os he hecho, vosotros también hagáis.

16 De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió.


Juan 14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.


Juan 14:15 Si me amáis, guardad mis mandamientos.


Juan 14:21 El que tiene mis mandamientos y los guarda, ese es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré y me manifestaré a él.


Juan 14:26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que os he dicho.

27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo.


Juan 15:16 No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis u llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.


Juan 15:26 Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el que procede del Padre, él dará testimonio de mí.


Juan 16:13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por sí mismo, sino que hablará todo lo que oiga y os hará saber las cosas que han de venir.

14 Él me glorificará, porque tomará de lo mío y os lo hará saber.


Juan 16:8 Y cuando él venga, reprenderá al mundo acerca del pecado, y de la justicia y del juicio.


Juan 17:3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.


Juan 20:31 Pero estas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.


Hecho 2:14 Entonces Pedro, poniéndose de pie con los once, alzó la voz y les habló, diciendo: Varones judíos y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras.

15 Porque estos no están borrachos, como vosotros suponéis, ya que es la hora tercera del día;

16 sino que esto es lo que fue dicho por el profeta Joel:

17 Y acontecerá en los postreros días, dice Dios, que derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras jijas profetizarán; y vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños;

18 y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días derramaré de mi Espíritu, y profetizarán.

19 Y daré prodigios arriba en el cielo y señales abajo en la tierra, sangre y fuego y vapor de humo;

20 el so se convertirá en tinieblas y la luna en sangre, antes que venga el día del Señor, grande y glorioso;

21 y todo aquel que invocare el nombre del Señor será salvo.

22 Varones israelitas, oíd estas palabras:Jesús de Nazaret, varón aprobado por Dios entre vosotros con maravillas, y prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como también vosotros sabéis;

23 a este, entregado por el determinado consejo y presciencia de Dios, prendisteis y matasteis por manos de los inicuos, crucificándole;

24 a quien Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella.

25 Porque David dice de él: Veía al Señor siempre delante de mí;

26 Por lo cual mi corazón se alegró, y se gozó mi lengua; y aun mi carne descansará en esperanza,

27 porque no dejarás mi alma en el Hades, ni permitirás que tu Santo vea corrupción.

28 Me hiciste conocer los caminos de la vida; me llenarás de gozo con tu presencia.

29 Varones hermanos, se os puede decir libremente del patriarca David, que murió, y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy.

30 Pero siendo profeta y sabiendo que con juramento Dios le había jurado que del fruto de sus lomos, en cuanto a la carne, levantaría al Cristo que se sentaría sobre su trono,

31 viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción.

32 A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.

33 Así que, exaltado a la diestra de Dios y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís.

34 Porque David no subió a los cielos, pero él mismo dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra,

35 hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.

36 Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.

Hecho 2:37 Entonces al oír esto, se compungieron de corazón y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?

38 Y Pedro les dijo: Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo.

39 Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios Llamare.


15

Hecho 3:19 Así que, arrepentíos y convertíos para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan tiempos de refrigerio de la presencia del Señor,

20 y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado;

21 a quien de cierto es menester que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempos antiguos.


Hecho 4:29 Y ahora, Señor, mira sus amenazas y concede a tus siervos que con toda osadía hablen tu palabra,

30 mientras extiendas tu mano para que se hagan sanidades, y milagros y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús.

31 Y después que hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo y hablaron la palabra de Dios con osadía.

32 Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía que era suyo nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común.

33 Y los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con gran poder, y había abundante gracia sobre todos ellos.


Hecho 8:14 Y cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan,

15 quienes, habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo

16 (porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús).

17 Entonces les impusieron las manos, y recibieron el Espíritu Santo.


Hecho 10:34 Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas,

35 sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace lo justo.

36 Dios envió la palabra a los hijos de Israel, anunciando el evangelio de la paz por medio de Jesucristo; este es el Señor de todos.

37 Vosotros sabéis lo que se divulgó por toda Judea, comenzando desde Galiea, después del bautismo que predicó Juan,

38 en cuanto a Jesús de Nazaret: cómo le ungió Dios con el Espíritu Santo y con poder, y cómo anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.

39 Y nosotros somo testigos de todas las cosas que Jesús hizo en la tierra de Judea y en Jerusalén, a quien mataron, colgándole en un madero.

40 A este levantó Dios al tercer día e hizo que se apareciese,

41 no a todo el pueblo, sino a los testigos que Dios había escogido de antemano, a nosotros que comimos y bebimos con él después que resucitó de entre los muertos.

42 Y nos mandó que predicásemos al pueblo y testificásemos que él es el que Dios ha puesto por Juez de los vivos y de los muertos.

43 De él dan testimonio todos los profetas, de que todos los que crean en él recibirán perdón de pecados por su nombre.

44 Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el mensaje.


Hecho 17:26 Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habitasen sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos y los límites de la habitación de ellos,

Hecho 17:27 para que buscasen a Dios, si en alguna manera, palpando, le hallasen; aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros.

28 Porque en él vivimos, y nos movemos y somos; como algunos de vuestros propios poetas también dijeron: Porque linaje suyo somos.

29 Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea semejante a oro, o a plata, o a piedra, escultura de arte y de imaginación de hombres.


Hecho 19:1 Y aconteció que mientras Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Éfeso, y hallando a ciertos discípulos,

2 les dijo: ¿Habéis recibido el Espíritu Santo después que creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo.

3 Entonces dijo: ¿En qué, pues fuisteis bautizados? Y ellos dijeron: En el bautismo de Juan.

4 Y dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en el que había de venir después de él, a saber, en Jesús el Cristo.

5 Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.

6 Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas y profetizaban.


Hecho 20:28 Por tanto, mirad por vosotros y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.

29 Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces que no perdonarán al rebaño;

30 y de entre vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas, para arrastrar a los discípulos tras sí.


Romanos 1:26 Por esto Dios Dios los entregó a pasiones vergonzosas, pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza.

27 Del mismo modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en sus concupiscencias los unos con los otros, cometiendo actos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución correspondiente a su extravío.

28 Y como ellos no les pareció tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente depravada, para hacer lo que no conviene,

29 estando llenos de toda injusticia, de fornicación, de perversidad, de avaricia, de maldad; lleno de envidia, de homicidios, de contiendas, de engaños y de malignidades; de murmuradores,

30 de detractores, de aborrecedores de Dios, de injuriosos, de soberbios, de altivos, de inventores de males, de desobedientes a los padres,

31 e necios, de desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia;

32 quienes, habiendo entendido el juicio de Dios, que los que hacen tales cosas son dignos de muerte, no solo las hacen, sino que aun consienten a los que las hacen.


Romanos 3:23 por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios,


Romanos 5:3 Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia;

4 y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza;

5 y la esperanza no avergüenza, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que no fue dado.


Romanos 6:4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por medio del bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.


Romanos 8:14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios.

15 Porque no habéis recibido el espíritu de servidumbre para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!

Romanos 8:16 Porque el Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios.

17 Y se hijos, también herederos; herederos de Dios, y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.


Romanos 8:24 Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, ya no es esperanza, porque lo que se ve, ¿para qué esperarlo?

25 Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo esperamos.


Romanos 10:17 Así que la fe viene por el oír, y el oír por la palabra de Dios.


Romanos 15:13 Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.


1 Corintios 2:4 y ni mi palabra ni mi predicación fueron con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder,

5 para que vuestra fe no estuviese fundada en la sabiduría de hombres, sino el poder de Dios.


1 Corintios 2:9 Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido al corazón del hombre, son las que Dios ha preparado para aquellos que le aman.

10 Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu, porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.

11 Porque, ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.

12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que es de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha dado;

13 lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por humana sabiduría, sino con las enseñadas por el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.

14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.


1 Corintios 3:2 Os di a beber leche, y no alimento sólido; porque aún no erais capaces, ni aún lo sois ahora,


1 Corintios 3:16 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?

17 Si alguno profanare el templo de Dios, Dios le destruirá a él porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.

1 Corintios 6:19 ¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros, el que tenéis de Dios, y que no sois vuestros?

20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.


1 Corintios 9:20 Me he hecho a los judío, para ganar a los judíos; a los que están sujetos a la ley (aunque yo no estoy sujeto a la ley) como sujeto a la ley, para ganar a los que están sujetos a la ley;

21 a los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley (no estando yo sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo), para ganar a los que están sin ley.

22 Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos.

23 Y esto hago por causa del evangelio, para hacerme copartícipe de él.


1 Corintios 11:23 Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan,

24 y habiendo dado gracias, lo partió y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí.

25 Asimismo, tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo convenio en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebáis, en memoria de mí.

26 Porque todas las veces que comáis este pan, y bebáis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.

27 De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor.

28 Por tanto, examínese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa.

29 Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, combe y bebe juicio para sí.


1 Corintios 12:1 Y acerca de los dones espirituales, no quiero, hermanos, que seáis ignorantes.

2 Sabéis que cuando erais gentiles, ibais, tal como erais llevados, a los ídolos mudos.

3 Por tanto, os hago saber, que nadie que hable por el Espíritu de Dios, llama anatema a Jesús; y nadie puede afirmar que Jesús es el Señor, sino por el Espíritu Santo.

4 Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo.

5 Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo.

6 Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo.

7 Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.

8 Porque a la verdad, a este es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de conocimiento según el mismo Espíritu;

9 a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu;

10 a otro, el hacer milagros; y a otro, profecía; y a otro, discernimiento de espíritus; y a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas.

11 Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.

12 Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo.


1 Corintios 12:31 Procurad, pues, los mejores dones; mas yo os muestro un camino aún más excelente.


1 Corintios 13:1 Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo caridad, vengo a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe.

2 Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y todo conocimiento, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo caridad, nada soy.

3 Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo caridad, de nada me sirve.

4 La caridad es sufrida, es benigna; la caridad no tiene envidia, la caridad no se jacta, no se envanece;

5 no se comporta indebidamente, no busca lo suyo, no se irrita, no piensa el mal;

6 no se regocija en la maldad, sino que se regocija en la verdad;

7 todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

8 La caridad nunca deja de ser; mas las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y el conocimiento se acabará;

9 porque en parte conocemos, y en parte profetizamos;

10 mas cuando venga lo que es perfecto, entonces lo que es en parte se acabará.

11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño.

12 Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido.

13 Y ahora permanecen la fe, la esperanza y la caridad, estas tres; pero la mayor de ellas es la caridad.


1 Corintios 14:1 Seguid la caridad y procurad los dones espirituales, pero sobre todo, que profeticéis.


1 Corintios 14:12 Así también vosotros, puesto que anheláis dones espirituales, procurad que abunden en vosotros para la edificación de la iglesia.


1 Corintios 15:20 Pero ahora Cristo ha resucitado de entre los muertos; y llegó a ser primicias de los que durmieron.

21 Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos.

22 Porque así como en Adán todos mueren, así también en Cristo todos serán vivificados.

23 Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida.


1 Corintios 15:29 De otro modo, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos, si en ninguna manera los muertos resucitan? ¿Por qué, pues, se bautizan por los muertos?


1 Corintios 15:40 Y hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrestres; as ciertamente una es la gloria de los celestiales, y otra la de los terrestres.

TJS 40 Y hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrestres y cuerpos telestiales; mas ciertamente una es la gloria de los celestiales, y otra la de los terrestres y otra la de los telestiales.

1 Corintios 15:41 Una es la gloria del sol, y otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas, pues una estrelle es diferente de otra en gloria.

42 Así también es la resurrección de los muertos: Se siembra en corrupción, resucitará en incorrupción;


1 Corintios 5:6 Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entretanto que estamos en el cuerpo, peregrinamos ausentes del Señor

7 (porque por fe andamos, no por vista);


2 Corintios 6:1 Y así nosotros, como colaboradores juntamente con él, os exhortamos también a que no recibáis en vano la gracia de Dios

2 (porque dice: En tempo aceptable te he oído, y en el día de salvación te he socorrido; he aquí ahora es el tiempo aceptable; he aquí ahora es el día de salvación).

3 No damos a nadie ningún motivo de tropiezo, para que nuestro ministerio no sea vituperado.

4 Antes bien, nos recomendamos en todas las cosas como ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustia,

5 en azotes, en cárceles, en alborotos, en trabajos, en desvelos, en ayunos;

6 en pureza, en conocimiento, en longanimidad, en bondad, en el Espíritu Santo, en amor no fingido;

7 en palabra de verdad, en poder de Dios, con armas de justicia a diestra y a siniestra;

8 por honra y por deshonra, por mala fama y por buena fama; como engañadores, pero veraces;

9 como desconocidos, pero bien conocidos; como moribundos, pero he aquí, vivimos; como castigados, pero no muertos;

10 como entristecidos, pero siempre gozosos; como pobres, pero enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, pero poseyéndolo todo.


2 Corintios 7:9 Ahora me regocijo, no porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento, porque habéis sido contristado según Dios, para que ninguna pérdida padecieseis por nuestra parte.

10 Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de lo cual no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte.


2 Corintios 13:1 Esta es la tercera vez que voy a vosotros. Por boca de dos o de tres testigos se establecerá toda palabra.


Gálatas 1:6 Estoy asombrado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente.

7 No es que haya otro, sino que hay algunos que os perturban, y quieren pervertir el evangelio de Cristo.

8 Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare un evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.

9 Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os anunciare un evangelio deferente del que habéis recibido, sea anatema.

Gálatas 5:22 Pero el fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz, longanimidad, benignidad, bondad, fe,

23 Mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.

24 Porque los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y concupiscencias.

25 Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.


Efesios 1:10 de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, tanto las que están en los cielos, como las que están en la tierra.


Efesios 1:13 En él esperasteis también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación; en él también, habiendo creído, fuisteis sellados con el Santo Espíritu de la promesa,

14 quien es la garantía de nuestra herencia, para la redención de la posesión adquirida para alabanza de su gloria.


Efesios 2:8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;


Efesios 2:19 Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos con los santos, y miembros de la familia de Dios;

20 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo,


Efesios 4:5 un Señor, una fe, un bautismo,

Efesios 4:11 Y él mismo constituyó a unos apóstoles; y a otros, profetas; y a otros, evangelistas; y a otros, pastores y maestros;

12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,

13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;

14 para que y no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que, para engañar,emplean con astucia las artimañas del error,


Efesios 5:3 Pero fornicación y toda impureza, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a los santos;

4 ni palabras indecentes, ni necedades, ni relatos groseros, que no convienen; sino antes bien acciones de gracias.

5 Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o impuro, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios.


Efesios 5:25 Maridos, amad a vuestras esposas, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,


Efesios 6:4 Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos; sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.


Filipenses 2:7 sin embargo, se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres;


Filipenses 2:12 Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, labrad vuestra salvación con temor y temblor;


Filipenses 4:8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si hay algo digno de alabanza, en esto pensad.


2 Tesalonicenses 2:1 Pero os rogamos, hermanos, en cuanto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y a nuestro recogimiento con él,

2 que no cambiéis fácilmente vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca.

TJS 2 que no cambiéis fácilmente vuestro modo de pensar, ni os conturbéis por carta, salvo que la recibáis de nosotros; ni por espíritu ni por palabra, en el sentido de que el día del Señor está cerca.

3 No os engañe nadie de ninguna manera, porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición,

TJS 3 No engañe nadie de ninguna manera, porque antes vendrá la apostasía, y se manifestará el hombre de pecado, el hijo de perdición,

4 oponiéndose y levantándose contra todo lo que se llama Dios, o lo que se adora; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.

5 ¿No os acordáis de que cuando yo estaba todavía con vosotros, os decía esto?

6 Y ahora vosotros sabéis lo que impide que a su debido tiempo sea manifestado.

7 Porque ya está actuando el misterio de la iniquidad; solamente espera hasta que sea quitado de en medio el que ahora lo impide;

8 y entonces se manifestará aquel inicuo, al que el Señor matará con el espíritu de su boca y destruirá con el resplandor de su venida;

9 a aquel inicuo, cuyo advenimiento es según la obra de Satanás, con todo poder, y señales, y prodigios mentirosos,

TJS 7 porque ya está actuando el misterio de la iniquidad; y él es el que ahora actúa, y Cristo le permite actuar, hasta que se cumpla el tiempo en que sea quitado de en medio.

TJS 8 Y entonces se manifestará aquel inicuo, al que el Señor matará con el espíritu de su boca y destruirá con el resplandor de su venida.

TJS 9 Sí, el Señor, el mismo Jesús, cuya venida no se efectuará sino hasta después que venga la apostasía, por obra de Satanás con todo poder, y señales y prodigios mentirosos.

10 y con todo engaño de iniquidad para los que perecen, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.

11 Por tanto, Dios les envía un poderoso engaño, para que crean en la mentira,

12 a fin de que sean condenados todos los que no creyeron en la verdad, sino que se complacieron en la iniquidad.


1 Timoteo 4:1 Pero el Espíritu dice claramente que, en los últimos tiempos, algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios;

2 que con hipocresía hablarán mentira, teniendo cauterizada la conciencia.

3 Que prohibirán casarse y andarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad.


1 Timoteo 4:12 Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, en conducta, en amor, en espíritu, en fe y en pureza.


1 Timoteo 5:8 Porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo.


2 Timoteo 3:1 Esto también debes saber: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos.

2 Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a sus padres, ingratos, impíos,

3 sin afecto natural, implacables, calumniadores, sin dominio propio, crueles, aborrecedores de lo bueno,


2 Timoteo 3:14 Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido;

15 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.

16 Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia,

17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente instruido para toda buena obra.


2 Timoteo 4:3 Porque vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina; sino que, teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias,

4 y apartarán el oido de la verdad y se volverán a las fábulas.


Hebreos 5:4 Y nadie toma para sí esta honra, sino el que es llamado por Dios, como fue Aarón.


Hebreos 5:12 Porque debiendo ser ya maestros después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros principios de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido.


Hebreos 6:10 Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo ministrado y ministrando aún a los santos.

11 Pero en cuanto a vosotros, oh amados, estamos persuadidos de cosas mejores que pertenecen a la salvación, aunque hablamos así.

12 a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.

13 Porque cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juró pos sí mismo,

14 diciendo: De cierto, te bendeciré grandemente y te multiplicaré en gran manera.

15 Y habiendo esperado con gran paciencia, alcanzó la promesa.

16 Porque los hombres ciertamente por uno mayor que ellos juran; y el din de todas sus controversias es el juramento para confirmación.

17 Por lo cual, queriendo Dios mostrar más abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, la confirmó con un juramento,

18 para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo, los que buscamos refugio para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros;

19 la cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que penetra hasta dentro del velo;

20 donde Jesús entró por nosotros como precursor, hecho sumo sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec.


Hebreos 7:1 Porque este Melquísedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, que salió a recibir a Abraham que volvía de la derrota de los reyes, y le bendijo,

2 a quien asimismo dio Abraham los diezmos de todo, cuyo nombre significa primeramente Rey de justicia, y también Rey de Salem, esto es, Rey de paz;


Hebreos 11:1 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.


Hebreos 12:9 Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban y los reverenciábamos, ¿por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?


Hebreos 13:17 Obedeced a vuestros pastores y sujetaos a ellos, porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta, para que lo hagan con alegría, y sin quejarse, porque esto no os es provechoso.

18 Orad por nosotros, pues confiamos en que tenemos buena conciencia, deseando comportarnos bien en todo.


Santiago 1:5 Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, quien da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.


Santiago 1:27 La religión pura y sin mácula delante de Dios el Pare es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.


Santiago 2:17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.

18 Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras; muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.

19 Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.

20¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?

21 ¿No fue justificado por las obras nuestro padre Abraham, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar?

22 ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras?

23 Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios.

24 Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe.

25 Asimismo, Rahab, la ramera, ¿no fue justificada por la obras, cuando recibió a los mensajeros, y los envió por otro camino?

26 Porque como el cuerpo sin el espíritu está muerto, así también la fe sin obras es muerta.


Santiago 5:10 Hermanos míos, tomad como ejemplo de aflicción y de paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor.

11 He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y havéis visto la finalidad del Señor, porque el Señor es muy misericordioso y compasivo.


Santiago 5:14 ¿Está alguno enfermos entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren ellos por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor.

15 Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y se ha cometido pecados, le serán perdonados.


1 Pedro 2:21 Porque para esto fuisteis llamados, pues también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pasos;


1 Pedro 3:18 Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en el espíritu;

19 en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados,

20 los que en otro tiempo fueron desobedientes, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, a saber, ocho, fueron salvadas por agua.

21 El símbolo de la cual corresponde al bautismo que ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la petición de una buena conciencia ante Dios) por la resurrección de Jesucristo,

22 quien, habiendo subido al cielo, está a la diestra de Dios, y a él están sujetos los ángeles, y las autoridades y los poderes.


1 Pedro 4:6 Porque por esto también ha sido predicado el evangelio a los muertos; para que sean juzgados en la carne según los hombres, pero vivan en el espíritu según Dios.

7 Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios y velad en oración.

8 Y sobre todo, tened entre vosotros ferviente amor, porque el amor cubrirá multitud de pecados.


TJS 1 Pedro 4:8 Y ante todo, tened entre vosotros ferviente caridad; porque la caridad evita multitud de pecados.


2 Pedro 1:3 Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, por el conocimiento de aquel que nos ha llamado por medio de su gloria y virtud,

4 por conducto de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas lleguéis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo por la concupiscencia.

5 Vosotros también, por esto mismo, poned toda diligencia en añadir a vuestra fe virtud; y a la virtud, conocimiento;

6 y al conocimiento, templanza; y a la templanza, paciencia; y a la paciencia, piedad;

7 y a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.

8 Porque si en vosotros están estas cosas y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.


2 Pedro 1:20 entendiendo primero esto: que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada,

21 porque la profecía nunca fue dada por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.


2 Pedro 2:1 Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros que introducirán encubiertamente herejías destructivas, y hasta negarán al Señor que los recató, atrayendo sobre sí mismos una destrucción repentina.

2 Y muchos seguirán sus lascivias, y por causa de ellos, el camino de la verdad será blasfemado;


1 Juan 1:7 Pero si andamos en la luz, como él está en la luz, tenemos comunión los unos con los otros, y la sangre de Jesucristo, su Hijo, nos limpia de todo pecado.

8 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.


1 Juan 3:8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.

9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. <10>10 Si decimos que no hemos pecado, lo hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.


1 Juan 3:4 Todo aquel que comete pecado traspasa también la ley, pues el pecado es transgresión de la ley.


1 Juan 4:7 Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios.

8 El que no ama, no conoce a Dios, porque Dios es amor.

9 En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros: en que Dios envió a su Hijo Unigénito al mundo para que vivamos por medio de él.


3 Juan 1:9 Yo he escrito a la iglesia; pero Diótrefes, que desea ser el primero entre ellos, no nos recibe.

10 Por esta causa, se yo voy, recordaré las obras que hace, parloteando con palabras malignas contra nosotros; y no contento con estas cosas, no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlos se lo prohíbe y los echas de la iglesia.


1 Nefi 1:1 Yo, Nefi, nací de buenos padres y recibí, por tanto, alguna instrucción en toda la ciencia de mi padre; y habiendo conocido muchas aflicciones durante el curso de mi vida, siendo, no obstante, altamente favorecido del Señor todos mis días; sí, habiendo logrado un conocimiento grande de la bondad y los misterios de Dios, escribo, por tanto, la historia de los hechos de mi vida.

2 Sí, hago la relación en el lenguaje de mi padre, que se compone de la ciencia de los judíos y el idioma de los egipcios.

Y sé que la historia que escribo es verdadera; y la escribo de mi propia mano, con arreglo a mis conocimientos.


1 Nefi 2:3 Y aconteció que fue obediente a la palabra del Señor; por tanto, hizo lo que el Señor le mandó.


1 Nefi 2:16 Y sucedió que yo, Nefi, siendo muy joven todavía, aunque grande de estatura, y teniendo grandes deseos de conocer los misterios de Dios, clamé por tanto al Señor; y he aquí que él me visitó y enterneció mi corazón, de modo que creí todas las palabras que mi padre había hablado; así que no me rebelé en contra de él como lo habían hecho mis hermanos.

17 Y le hablé a Sam, declarándole las cosas que el Señor me había manifestado por medio de su Santo Espíritu. Y aconteció que él creyó en mis palabras.


1 Nefi 3:7 Y sucedió que yo, Nefi, dije a mi padre: Iré y haré lo que el Señor ha mandado, porque sé que él nunca da mandamientos a los hijos de los hombres sin prepararles una vía para que cumplan lo que les ha mandado.


1 Nefi 4:6 E iba guiado por el Espíritu, sin saber de antemano lo que tendría hacer.


1 Nefi 6:4 Porque toda mi intención es persuadir a los hombres a que vengan al Dios de Abraham, y al Dios de Isaac, y al Dios de Jacob, y sean salvos.

5 De modo que no escribo las cosas que agradan al mundo, sino las que agradan a Dios y a los que no son del mundo.

6 Por tanto, daré un mandamiento a mis descendientes de que no ocupen estas planchas con cosas que no sean de valor para los hijos de los hombres.


1 Nefi 7:12 Sí, y, ¿cómo es que habéis olvidado que el Señor tiene poder de hacer todas las cosas según su voluntad, para los hijos de los hombres, si es que ejercen la fe en él? Por tanto, seámosle fieles.


1 Nefi 7:15 Y ahora bien, he aquí os digo que si volvéis a Jerusalén, también pereceréis con ellos. Así pues, si lo preferís, subid allá, y recordad las palabras que os hablo, que si vais, también pereceréis; porque así me constriñe a hablar el Espíritu del Señor.


1 Nefi 8:11 Y aconteció que me adelanté y comí de su fruto; y percibí que era de lo más dulce, superior a todo cuanto yo había probado antes. Sí, y vi que su fruto era blanco, y excedía a toda blancura que yo jamás hubiera visto.

12 Y al comer de su fruto, mi alma se llenó de un gozo inmenso; por lo que deseé que participara también de él mi familia, pues sabía que su fruto era preferible a todos los demás.


1 Nefi 9:3 Sin embargo, he recibido un mandato del Señor de que hiciera esta planchas para el objeto especial de que se grabase una relacón del ministerio de mi pueblo.

4 Sobre las otras planchas se debe grabar la historia del reinado de los reyes, y las guerras y contiendas de mi pueblo; por lo tanto, estas planchas son mayormente para el ministerio; y las otras son principalmente para el reinado de los reyes, y las guerras y contenciones de mi pueblo.

5 Por tanto, el Señor me ha mandado hacer estas planchas para un sabio propósito suyo, el cual me es desconocido.


1 Nefi 10:17 Y aconteció que después que yo, Nefi, hube oído todas las palabras de mi padre concernientes a las cosas que había visto en su visión, y también las cosas que habló por el poder del Espíritu Santo, poder que recibió por la fe que tenía en el Hijo de Dios--y el Hijo de Dios era el Mesías que habría de venir--yo, Nefi sentí deseos de que también yo viera, oyera y supiera de estas cosas, por el poder del Espíritu Santo, que es el don de Dios para todos aquellos que lo buscan diligentemente, tanto en tiempos pasados come en el tiempo en que se manifieste él mismo a los hijos de los hombres.

18 Porque él es siempre el mismo ayer, hoy y para siempre; y la vía ha sido preparada para todos los hombres desde la fundación del mundo, si es que se arrepienten y vienen a él.

1 Nefi 10:19 Porque el que con diligencia busca, hallará; y los misterios de Dios le serán descubiertos por el poder del Espíritu Santo, lo mismo en estos días como en tiempos pasados, y lo mismo en tiempos pasados como en los venideros; por tanto, la vía del Señor es un giro eterno.


1 Nefi 10:20 Recuerda, pues, oh hombre, que por todos tus hechos será traído a juicio.

21 Por lo que, si habéis procurado hacer lo malo en los días de vuestra probación, entonces os halláis impuros ante el tribunal de Dios; y ninguna cosa impura puede morar con Dios; así que, debéis ser desechados para siempre.

22 Y el Espíritu Santo me da autoridad para que declare estas cosas y no las retenga.


1 Nefi 11:32 Y aconteció que me habló otra vez el ángel, diciendo: ¡Mira! Y miré, y ve al Cordero de Dios, y que el pueblo lo apresó; sí, vi que el Hijo del sempiterno Dios fue juzgado por el mundo; y yo vi, y doy testimonio.

33 Y yo, Nefi, vi que fue levantado sobre la cruz y muerto por los pecados del mundo.

34 Y después que fue muerto, vi a las multitudes de la tierra, y que estaban reunidas para combatir contra los apóstoles del Cordero; porque así llamó a los doce el ángel del Señor.


1 Nefi 13:4 Y aconteció que vi entre las naciones de los gentiles la formación de una grande iglesia.

5 Y el ángel me dijo: He aquí la formación de una iglesia que es la más abominable de todas las demás iglesias, que mata a los santos de Dios, sí, y los atormenta y los oprime, y los unce con un yugo de hierro, y los reduce al cautiverio.

6 Y aconteció que vi esta grande y abominable iglesia, y vi que el diablo fue su fundador.

7 Y vi también oro y plata y sedas y escarlatas y linos de fino tejido y toda especie de vestiduras preciosas; y vi muchas ramera.


1 Nefi 13:20 Y ocurrió que yo, Nefi, vi que prosperaron en la tierra; y vi un libro, y lo llevaban entre ellos.

21 Y me dijo el ángel: ¿Sabes tú el significado del libro?

22 Y le respondí: No lo sé.

23 Y dijo: He aquí, proviene de la boca de un judío. Y yo, Nefi, miré el libro; y el ángel me dijo: El libro que ves es una historia de los judíos, y el ángel me dijo: El libro que ves es una historia de los judíos, el cual contiene los convenios que el Señor ha hecho con la casa de Israel; y también contiene muchas de las profecías de los santos profetas; y es una narración semejante a los grabados sobre las planchas de bronce, aunque menos en número. No obstante, contienen los convenios que el Señor ha hecho con la casa de Israel; por tanto, son de gran valor para los gentiles.

24 Y el ángel del Señor me dijo: Has visto que el libro salió de la boca de un judío, y cuando salió de la boca del judío, contenía la plenitud del evangelio del Señor, de quien dan testimonio los doce apóstoles, y ellos testifican conforme a la verdad que está en el Cordero de Dios.

25 Por lo tanto, estas cosas proceden en su pureza de los judíos a los gentiles, según la verdad que está en Dios.

1 Nefi 13:26 Y después que proceden por la mano de los doce apóstoles del Cordero, de los judíos a los gentiles, tú ves la formación de una iglesia grande y abominable, que es la más abominable de todas las demás iglesias, pues, he aquí ha despojado el evangelio del Cordero de muchas partes que son claras y sumamente preciosas, y también ha quitado muchos de los convenios del Señor.

27 Y ha hecho todo esto para pervertir las vías correctas del Señor, para cegar los ojos y endurecer el corazón de los hijos de los hombres.

28 Por tanto, ves tú que después que el libro ha pasado por las manos de esa grande y abominable iglesia, se han quitado muchas cosas claras y preciosas del libro, el cual es el libro del Cordero de Dios.

29 Y después que se quitaron estas cosas claras y de gran valor, va entre todas las naciones de los gentiles; y luego que va entre todas las naciones de los gentiles, sí, aun hasta el otro lado de las muchas aguas que has visto, entre los gentiles que han salido del cautiverio, tú ves que--a causa de las muchas cosas claras y preciosas que se han quitado del libro, cosas que eran claras al entendimiento de los hijos de los hombres, según la claridad que hay en el Cordero de Dios--a causa de estas cosas que se han suprimido del evangelio del Cordero, muchísimos tropiezan, sí, de tal modo que Satanás tiene gran poder sobre ellos.

30 No obstante, tú ves que los gentiles que han salido de la cautividad, y que, gracias al poder de Dios, han sido elevados sobre todas las demás naciones que hay en la superficie de la tierra, que es una tierra escogida sobre todas las demás, la cual es la tierra que el Señor Dios dio a tu padre por convenio para que fuese la herencia de sus descendientes; por tanto, ves que el Señor Dios no permitirá que los gentiles destruyan completamente a los de la mezcla de tu descendencia que se hallan entre tus hermanos.

31 Ni permitirá tampoco que los gentiles destruyan a la posteridad de tus hermanos.

32 Ni permitirá el Señor Dios que los gentiles permanezcan para siempre en ese horrible estado de ceguedad, en el que ves que están a causa de las partes claras y sumamente preciosas del evangelio del Cordero que ha suprimido esa iglesia abominable, cuya formación tú has visto.

33 Por tanto, dice el Cordero de Dios: Seré misericordioso con los gentiles, aun al grado de visitar al resto de la case de Israel con gran juicio.

34 Y aconteció que el ángel del Señor me habló, diciendo: He aquí, dice el Cordero de Dios, después que haya visitado al resto de la casa de Israel--y este resto del que hablo es la posteridad de tu padre--por lo tanto, después que los haya visitado con juicio, y los haya herido por la ano de los gentiles, y después que los gentiles tropiecen muchísimo a cause de las partes más claras y preciosas que fueron suprimidas del evangelio del Cordero por esa abominable iglesia, que es la madre de las ramera, dice el Cordero, seré misericordioso con los gentiles en aquel día, de tal modo que haré llegar a ellos, por medio de mi propio poder, mucho de mi evangelio que será claro y precioso, dice el Cordero.

35 Porque he aquí, dice el Cordero: Yo mismo me manifestaré a los de tu posteridad, por lo que escribirán muchas cosas que yo les suministraré, las cuales serán claras y preciosas; y después que tu posteridad sea destruida degenere en la incredulidad, lo mismo que la de tus hermanos, he aquí que estas cosas serán escondidas, a fin de que sean manifestadas a los gentiles por el don y el poder del Cordero.

36 Y en ellas estará escrito mi evangelio, dice el Cordero, y mi roca y mi salvación.

1 Nefi 13:37 Y bienaventurados aquellos que procuren establecer a mi Sion en aquel día, porque tendrán el don y el poder del Espíritu Santo; y se perseveran hasta el fin, serán enaltecidos en el último día y se salvarán en el reino eterno del Cordero; y los que publiquen la paz, sí, nuevas de gran gozo, ¡cuán bellos serán sobre las montañas!

38 Y aconteció que vi al resto de la posteridad de mis hermanos, y también vi que el libro del Cordero de Dios, que había salid de la boca del judío, llegó de los gentiles al resto de la posteridad de mis hermanos.

1 Nefi 13:39 Y después que hubo llegado a ellos, vi otros libros que vinieron por el poder del Cordero, de los gentiles e ellos, para convencer a los gentiles y al resto del la posteridad de mis hermanos, y también a los judíos que se encontraban esparcidos sobre toda la superficie de la tierra, de que los escritos de los profetas y de los doce apóstoles del Cordero son verdaderos.

40 Y el ángel me habló, diciendo: Esto últimos anales que has visto entre los gentiles, establecerán la verdad de los primeros, los cuales son los de los doce apóstoles del Cordero, y darán a conocer las cosas claras y preciosas que se les han quitado, y manifestarán a todas las familias, lenguas y pueblos que el Cordero de Dios es el Hijo del Eterno Padre, y es el Salvador del mundo; y que es necesario que todos los hombres vengan a él, o no serán salvos.

41 Y han de venir conforme a las palabras que serán establecidas por boca del Cordero; y las palabras del Cordero se darán a conocer en los anales de tu posteridad, como también en los anales de los doce apóstoles del Cordero; por lo que los dos serán reunidos en uno solo; porque hay un Dios y un Pastor sobre toda la tierra.


1 Nefi 15:7 Y dijeron: He aquí, no podemos comprender las palabras que nuestro padre ha hablado concernientes a las ramas naturales del olivo; y también con respecto a los gentiles.

8 Y les dije: ¿Habéis preguntado al Señor?

9 Y me contestaron: No, porque el Señor no nos da a conocer tales cosas a nosotros.

10 He aquí, les dije: ¿Cómo es que no guardáis los mandamientos del Señor? ¿Cómo es que no guardáis los mandamientos del Señor? ¿Cómo es que queréis perecer a causa de la dureza de vuestros corazones?

11 ¿No recordáis las cosas que el Señor ha dicho: Si no endurecéis vuestros corazones, y me pedís con fe, creyendo que recibiréis, guardando diligentemente mis mandamientos, de seguro os serán manifestadas esta cosas?


1 Nefi 16:1 Y aconteció que después que yo, Nefi, hube terminado de hablar a mis hermanos, he aquí, ellos me dijeron: Tú nos has declarado cosas duras, más de lo que podemos aguantar.

2 Y sucedió que les dije que yo sabía que había hablado palabras duras contra los inicuos, según la verdad; y a los justos he justificado, y testificado que ellos habrían de ser enaltecidos en el postrer día; por tanto, los culpables hallan la verdad dura, porque los hiere hasta el centro.

3 Ahora bien, mis hermanos, si vosotros fuerais justos y desearais escuchar la verdad y prestarle atención, a fin de andar rectamente delante de Dios, no murmuraríais por causa de la verdad, ni diríais: Tú hablas cosas duras en contra de nosotros.


1 Nefi 17:36 He aquí, el Señor creó la tierra para que fuese habitada; y ha creado a sus hijos para que la posean.


1 Nefi 19:9 Y el mundo, a causa de su iniquidad, lo juzgará como cosa de ningún valor; por tanto, lo azotan, y él lo soporta; lo hieren y él lo soporta. Sí, escupen sobre él, y él lo soporta, por motivo de su amorosa bondad y su longanimidad para con los hijos de los hombres.


1 Nefi 19:22 Y aconteció que yo, Nefi, les enseñé estas cosas a mis hermanos; y sucedió que les leí muchas cosas que estaban grabadas sobre las planchas de bronce, a fin de que supieran acerca de los hechos del Señor en otras tierras, entre los pueblos de la antigüedad.

1 Nefi 19:23 Y les leí muchas cosas que estaban escritas en los libros de Moisés; pero a fin de convencerlos más plenamente de que creyeran en el Señor su Redentor, les leí lo que escribió el profeta Isaías; porque comparé todas las Escrituras a nosotros mismos para nuestro provecho e instrucción.


2 Nefi 2:6 Por tanto, la redención viene en el Santo Mesías y por medio de él, porque él es lleno de gracia y de verdad.

7 He aquí, él se ofrece a sí mismo en sacrificio por el pecado, para satisfacer los fines de la ley, por todos los de corazón quebrantado y de espíritu contrito; y por nadie más se pueden satisfacer los fines de la ley.

8 Por lo tanto, cuán grande es la importancia de dar a conocer estas cosas a los habitantes de la tierra, para que sepan que ninguna carne puede morar en la presencia de Dios, sino por medio de los méritos, y misericordia, y gracia del Santo Mesías, quien da su vida, según la carne, y la vuelve a tomar por el poder del Espíritu, para efectuar la resurrección de los muertos, siendo el primero que ha de resucitar.


2 Nefi 2:21 Y los días de los hijos de los hombres fueron prolongados, según la voluntad de Dios, para que se arrepintiesen mientras se hallaran en la carne; por lo tanto, su estado llegó a ser un estado de probación, y su tiempo fue prolongado, conforme a los mandamientos que el Señor Dios dio a los hijos de los hombres se arrepintieran; pues mostró a todos los hombres que estaban perdidos a causa de la transgresión de sus padres.


2 Nefi 2:26 Y el Mesías vendrá en la plenitud de los tiempos, a fin de redimir a los hijos de los hombres de la caída. Y porque son redimidos de la caída, han llegado a quedar libres para siempre, discerniendo el bien del mal, para actuar pos sí mismos, y no para que se actúe sobre ellos, a menos que sea por el castigo de la ley en el grande y último día, según los mandamientos que Dios ha dado.

27 Así pues, los hombres son libres según la carne; y les son dadas todas las cosas que para ellos son propias. Y son libres para escoger la libertad y la vida eterna, por medio del gran Mediador de todos los hombres, o escoger la cautividad y la muerte, según la cautividad y el poder del diablo; pues él busca que todos los hombres sean miserables como él.

28 Y ahora bien, hijos míos, quisiera que confiaseis en el gran Mediador y que escuchaseis sus grandes mandamientos; y sed fieles a sus palabras y escoged la vida eterna, según la voluntad de su Santo Espíritu;

29 y no escojáis la muerte eterna según el deseo de la carne y la iniquidad que hay en ella, que da al espíritu del diablo el poder de cautivar, de hundiros en el infierno, a fin de poder reinar sobre vosotros en su propio reino.


2 Nefi 3:7 Sí, José verdaderamente dijo: Así me dice el Señor: Levantaré a un vidente escogido del fruto de tus llomos, y será altamente estimado entre los de tu simiente. Y a él daré el mandamiento de que efectúe una obra para el fruto de tus lomos, sus hermanos, la cual será de mucho valor para ellos, aun para llevarlos al conocimiento de los convenios que yo he hecho con tus padres.

8 Y le daré el mandamiento de que no haga ninguna otra obra, sino la que yo le mande. Y lo haré grande a mis ojos, porque ejecutará mi obra.

9 Y será grande como Moisés, de quien dije que os lo levantaría para librar a mi pueblo, ¡oh casa de Israel!

10 Y levantaré a Moisés para librar a tu pueblo de la tierra de Egipto.

11 Pero del fruto de tus lomos levantaré a un vidente, y a él daré poder para llevar mi palabra a los de tu descendencia; y no solamente para llevarles mi palabra, dice el Señor, sino para convencerlos de mi palabra que ya se habrá declarado entre ellos.

12 Por lo tanto, el fruto de tus lomos escribir[a, y el fruto de los lomos de Judá escribirá; y lo que escribe el fruto de tus lomos, y también lo que escriba el fruto de los lomos de Judá, crecerán juntamente para confundir las falsas doctrinas, y poner fin a las contenciones, y establecer la paz entre los del fruto de tus lomos, y llevarlos al conocimiento de sus padres en los postreros días, y también al conocimiento de mis convenios, dice el Señor.

13 Y de la debilidad él será hecho fuerte, el día en que mi obra empiece entre todo mi pueblo para restaurarte, oh case de Israel, dice el Señor.

14 Y así profetizó José, diciendo: He aquí, el Señor bendecirá a ese vidente, y los que traten de destruirlo serán confundidos; porque se cumplirá esta promesa que he recibido del Señor tocante al fruto de mis lomos. He aquí, estoy seguro del cumplimiento de esta promesa;

15 y su nombre será igual que el mío; y será igual que el nombre de su padre. Y será semejante a mí, porque aquello que el Señor lleve a efecto por su mano, por el poder del Señor, guiará a mi pueblo a la salvación.

16 Sí, José así profetizó: Estoy seguro de esto, así como estoy seguro de la promesa de Moisés; porque el Señor me ha dicho: Preservaré a tu descendencia para siempre.

17 Y ha dicho el Señor: Levantaré a un Moisés; y le daré poder en una vara, y le daré prudencia para escribir. Mas no desataré su lengua para que hable mucho, porque no lo haré grande en cuanto a la palabra. Pero le escribiré mi ley, con el dedo de mi propia mano, y prepararé a un portavoz para él.

18 Y también me dijo el Señor: Levantaré a uno para el fruto de tus lomos, y prepararé para él un portavoz. Y he aquí, le concederé que escriba la escritura del fruto de tus lomos, para el fruto de tus lomos; y el portavoz de tus lomos la declarará.

19 Y las palabras que él escriba serán las que yo en mi sabiduría juzgue conveniente que lleguen al fruto de tus lomos; y será como si los del fruto de tus lomos les hubiesen clamado desde el polvo, porque conozco su fe.

20 Y clamarán desde el polvo; sí, el arrepentimiento a sus hermanos, sí, aun después de haber pasado sobre ellos muchas generaciones. Y sucederá que su clamor saldrá, sí, según la sencillez de sus palabras.

21 A causa de su fe sus palabras saldrán de mi boca a sus hermanos, que son el fruto de tus lomos; y la debilidad de sus palabras yo fortaleceré en su fe, a fin de que recuerden mi convenio que hice con tus padres.

22 Y ahora bien, he aquí, mi hijo José, así fue como profetizó mi padre de antaño.

23 Por lo tanto, bendito eres por causa de este convenio; porque tus descendientes no serán destruidos, pues escucharán las palabras del libro.

24 Y se levantará entre ellos uno poderoso que efectuará mucho bien, tanto en palabras como en obras, siendo un instrumento en las manos de Dios, con gran fe, para obrar potentes maravillas y realizar aquello que es grande a la vista de Dios, para efectuar mucha restauración a la casa de Israel y a la posteridad de tus hermanos.


2 Nefi 3:12 Por lo tanto, el fruto de tus lomos escribirá, y el fruto de los lomos de Juda escribirá; y lo que escriba el fruto de tus lomos, y también lo que escriba el fruto de los lomos de Judá, crecerán juntamente para confundir las falsas doctrinas, y poner fin a las contenciones, y establecer la paz entre los del fruto de tus lomos, y llevarlos al conocimiento de sus padres en los postreros días, y también al conocimiento de mis convenios, dice el Señor.


2 Nefi 4:15 Y sobre estas escribo las cosas de mi alma, y muchas de las Escrituras que están grabadas sobre las planchas de bronce. Porque mi alma se deleita en las Escrituras, y mi corazón las medita, y las escribo para la instrucción y el beneficio de mis hijos.

16 He aquí, mi alma se deleita en las cosas del Señor, y mi corazón medita continuamente en las cosas que he visto y oído.

2 Nefi 4:17 Sin embargo, a pesar de la gran bondad del Señor al mostrarme sus grandes y maravillosas obras, mi corazón exclama: ¡Oh, miserable hombre que soy! Sí, mi corazón se entristece a causa de mi carne. Mi alma se aflige a causa de mis iniquidades.

18 Me veo circundado a causa de las tentaciones y pecados que tan fácilmente me asedian.

19 Y cuando deseo regocijarme, mi corazón gime a causa de mis pecados; no obstante, sé en quién he confiado.

20 Mi Dios ha sido mi apoyo; él me ha guiado por entre mis aflicciones en el desierto; y me ha preservado sobre las aguas del gran mar.

21 Me ha llenado con su amor hasta consumir mi carne.


2 Nefi 4:27 Y, ¿por qué he de ceder al pecado a causa de mi carne? Sí, ¿y por qué sucumbiré a las tentaciones, de modo que el maligno tenga lugar en mi corazón para destruir mi paz y contristar mi alma? ¿Por qué me enojo a causa de mi enemigo?

28 ¡Despierta, alma mía! No desfallezcas más en el pecado. ¡Regocíjate, oh corazón mío, y no des más lugar al enemigo de mi alma!

29 No vuelvas a enojarte a causa de mis enemigos. No debilites mi fuerza por motivo de mis aflicciones.

30 ¡Regocíjate, oh mi corazón, y clama al Señor y dile: Oh Señor, te alabaré para siempre! Sí, mi alma se regocijará en ti, mi Dios, y la roca de mi salvación.

31 ¿Redimirás mi alma, oh Señor? ¿Me librarás de las manos de mis enemigos? ¿Harás que yo tiemble al aparecer el pecado?

32 ¡Estén cerradas continuamente delante de mí las puertas del infierno, pues quebrantado está mi corazón y contrito mi espíritu! ¡No cierres, oh Señor, las puertas de tu justicia delante de mí, para que yo ande por la senda del apacible valle, para que me ciña al camino llano!

33 ¡Oh Señor, envuélveme con el manto de tu justicia! ¡Prepara, oh Señor, un camino para que escape delante de mis enemigos! ¡Endereza mi sendero delante de mí! No pongas tropiezo en mi camino, antes bien despeja mis vías ante mí; y no obstruyas mi sendero, sino más bien las vías de mi enemigo.

34 ¡Oh Señor, en ti he puesto mi confianza, y en ti confiaré para siempre! No pondré mi confianza en el brazo de la carne; porque sé que maldito es aquel que confía en el brazo de la carne. Sí, maldito es aquel qhe pone su confianza en el hombre, o hace de la carne su brazo.

35 Sí,sé que Dios dará liberalmente a quien pida. Sí mi Dios me dará, si no pido impropiamente. Por lo tanto, elevaré hacia ti mi voz; sí, clamaré a ti, mi Dios, roca de mi rectitud. He aquí, mi voz ascenderá para siempre hacia ti, mi roca y mi Dios sempiterno. Amén.


2 Nefi 9:1 Ahora bien, amados hermanos míos, he leído estas cosas para que sepáis de los convenios del Señor que ha concertado con toda la casa de Israel,

2 que él ha declarado a los judíos por boca de sus santos profetas, aun desde el principio, de generación en generación, hasta que llegue la época en que sean restaurados a la verdadera iglesia y redil de Dios, cuando sean reunidos en las tierras de su herencia, y sean establecidos en todas sus tierras de promisión.

3 He aquí, mis amados hermanos, os hablo estas cosas para que os regocijéis y levantéis vuestras cabezas para siempre, a causa de las bendiciones que el Señor Dios conferirá a vuestros hijos.

4 Porque sé que habéis escudriñado mucho, un gran número de vosotros, para saber acerca de cosas futuras; por tanto, yo sé que vosotros sabéis que nuestra carne tiene que perecer y morir; no obstante, en nuestro cuerpo veremos a Dios.

5 Sí, yo sé que sabéis que él se manifestará en la carne a los de Jerusalén, de donde vinimos, porque es propio que sea entre ellos; pues conviene que el gran Creador se deje someter al hombre en la carne y muera por todos los hombres, a fin de que todos los hombres queden sujetos a él.

2 Nefi 9:6 Porque así como la muerte ha pasado sobre todos los hombres, para cumplir el misericordioso designio del gran Creador, también es menester que haya un poder de resurrección, y la resurrección debe venir al hombre por motivo de la caída; y la caída vino a cause de la transgresión; y por haber caído el hombre, fue desterrado de la presencia del Señor.

7 Por tanto, es preciso que sea una expiación infinita, pues a menos que fuera una expiación infinita, esta corrupción no podría revestirse de incorrupción infinita, esta corrupción no podría revestirse de incorrupción. De modo que el primer juicio que vino sobre el hombre habría tenido que permanecer infinitamente. Y siendo así, esta carne tendría que descender para pudrirse y desmenuzarse en su madre tierra, para no levantarse jamás.

2 Nefi 9:8 ¡Oh, la sabiduría de Dios, su misericordia y gracia! Porque he aquí, si la carne no se levantara más, nuestros espíritus tendrían que estar sujetos a ese ángel que cayó de la presencia del Dios Eterno, y se convirtió en el diablo, para no levantarse más.

9 Y nuestros espíritus habrían llegado a ser como él, y nosotros seríamos diablos, ángeles de un diablo, par ser separados de la presencia de nuestro Dios y permanecer con el padre de las mentiras, en la miseria como él; sí, iguales a ese ser que engañó a nuestros primeros padres, quien se transforma casi en ángel de luz, e incita a los hijos de los hombres a combinaciones secretas de asesinato y a toda especie de obras secretas de tinieblas.

10¡Oh cuán grande es la bondad de nuestro Dios, que prepara un medio para que escapemos de las garras de este terrible monstruo; sí, ese monstruo, muerte e infierno, que llamo la muerte del cuerpo, y también la muerte del espíritu!

11 Y a causa del medio de la liberación de nuestro Dios, el Santo de Israel, esta muerte de la cual he hablado, que es la temporal, entregará sus muertos; y esta muerte es la tumba.

12 Y esta muerte de que he hablado, que es la muerte espiritual, entregará sus muertos; y esta muerte espiritual es el infierno. De modo que la muerte y el infierno han de entregar sus muertos, y el infierno ha de entregar sus espíritus cautivos, y la tumba sus cuerpos cautivos, y los cuerpos y los espíritus de los hombres serán restaurados los unos a los otros; y es por el poder de la resurrección del Santo de Israel.

13 ¡Oh cuán grande es el plan de nuestro Dios! Porque por otra parte, el paraíso de Dios ha de entregar los espíritus de los justos, y la tuba los cuerpos de los justos; y el espíritu y el cuerpo son restaurados de nuevo el uno al otro, y todos los hombres se tornan incorruptibles e inmortales; y son almas vivientes, teniendo un conocimiento perfecto semejante a nosotros en la carne, salvo que nuestro conocimiento será perfecto.

14 Por lo que tendremos un conocimiento perfecto de toda nuestra culpa, y nuestra impureza, y nuestra desnudez; y los justos, hallándose vestidos de pureza, sí, con el manto de rectitud, tendrán un conocimiento perfecto de su gozo y de su rectitud.

15 Y acontecerá que cuando todos los hombres hayan pasado de esta primera muerte a vida, de modo que hayan llegado a ser inmortales, deben comparecer ante el tribunal del Santo de Israel; y entonces viene el juicio, y luego deben ser juzgados según el santo juicio de Dios.

16 Y tan cierto como vive el Señor, porque el Señor Dios lo ha dicho, y es su palabra eterna que no puede dejar de ser, aquellos que son justos serán justos todavía, y los que son inmundos serán inmundos todavía; y los que son inmundos serán inmundos todavía; por lo tanto, los inmundos son el diablo y sus ángeles; e irán al fuego eterno, preparado para ellos; y su tormento es como un lago de fuego y azufre, cuya llama asciende para siempre jamás, y no tiene fin.

17 ¡Oh, la grandeza y la justicia de nuestro Dios! Porque él ejecuta todas sus palabras, y han salido de su boca, y su ley se debe cumplir.

18 Mas he aquí, los justos, los santos del Santo de Israel, aquellos que han creído en el Santo de Israel, quienes han soportado las cruces del mundo y menospreciado la vergüenza del ello, estos heredarán el reino de Dios que fue preparado para ellos desde la fundación del mundo, y su gozo ser completo para siempre.

19 ¡Oh, la grandeza de la misericordia de nuestro Dios, el Santo de Israel! Pues él libra a sus santos de ese terrible monstruo, el diablo y muerte e infierno, y de ese lago de fuego y azufre, que es tormento sin fin.

20 ¡Oh, cuán grande es la santidad de nuestro Dios! Pues él sabe todas las cosas, y no existe nada sin que él lo sepa.

21 Y viene al mundo para salvar a todos los hombres, si estos escuchan su voz; porque he aquí, él sufre los dolores de todos los hombres, sí, los dolores de toda criatura viviente, tanto hombres como mujeres y niños, que pertenecen a la familia de Adán.

2 Nefi 9:22 Y sufre esto a fin de que la resurrección llegue a todos los hombres, para que todos comparezcan ante él en el gran día del juicio.

23 Y él manda a todos los hombres que se arrepientan y se bauticen en su nombre, teniendo perfecta fe en el Santo de Israel, o no pueden ser salvos en el reino de Dios.

2 Nefi 9:24 Y si no se arrepienten, ni creen en su nombre, ni se bautizan en su nombre, ni perseveran hasta el fin, deben ser condenados; pues el Señor Dios, el Santo de Israel, lo ha dicho


2 Nefi 9:27 ¡Pero ay de aquel a quien la ley es dada; sí, que tiene todos los mandamientos de Dios, como nosotros, y que los quebranta, y malgasta los días de su probación, porque su estado es terrible!

28 ¡Oh ese sutil plan del maligno! ¡Oh las vanidades, y las flaquezas, y las necedades de los hombres! Cuando son instruidos se creen sabios, y no escuchan el consejo de Dios, porque lo menosprecian, suponiendo que saben por sí mismos; por tanto, su sabiduría es locura, y de nada les sirve; y perecerán.

29 Pero bueno es ser instruido, si hacen caso de los consejos de Dios.


2 Nefi 9:50 Venid, hermanos míos, todos los que tengáis sed, venid a las aguas; y venga aquel que no tiene dinero, y compre y coma; sí, venid y comprad vino y leche, sin dinero y sin precio.

51 Por lo tanto, no gastéis dinero en lo que no tiene valor, ni vuestro trabajo en lo que no puede satisfacer. Escuchadme diligentemente, y recordad las palabras que he hablado; y venid al Santo de Israel y saciaos de lo que no perece ni se puede corromper, y deleitase vuestra alma en la plenitud.


2 Nefi 25:4 Por tanto,escuchad, oh pueblo mío, que sois de la casa de Israel, y dad oídos a mis palabras; pues aunque las palabras de Isaías no os son claras a vosotros, sin embargo, son claras para todos aquellos que son llenos del espíritu de profecía. Pero os declaro una profecía, de acuerdo con el espíritu que hay en mí; por tanto, profetizaré según la claridad que en mí ha habido desde la ocasión en que salí de Jerusalén con mi padre; porque, he aquí, mi alma se deleita en la claridad para con mi pueblo, a fin de que aprenda.


2 Nefi 25:7 Mas, he aquí, procedo con mi propia profecía, de acuerdo con mi claridad, en la que sé que nadie puede errar; sin embargo, en los días en que se cumplan las profecías de Isaías, en la época que se realicen, los hombres sabrán de seguro.


2 Nefi 25:23 Porque nosotros trabajamos diligentemente para escribir, a fin de persuadir a nuestros hijos, así como a nuestros hermanos, a creer en Cristo y a reconciliarse con Dios; pues sabemos que es por la gracia por la que nos salvamos, después de hacer cuanto podamos;

24 y a pesar de que creemos en Cristo, observamos la ley de Moisés, y esperamos anhelosamente y con firmeza en Cristo, hasta que la ley sea cumplida.

25 Pues para este fin se dio la ley; por tanto, para nosotros la ley ha muerto, y somos vivificados en Cristo a causa de nuestra fe; guardamos, empero, la ley, a causa de los mandamientos.

2 Nefi 25:26 Y hablamos de Cristo, nos regocijamos en Cristo, predicamos de Cristo, profetizamos de Cristo y escribimos según nuestras profecías, para que nuestros hijos sepan a qué fuente han de acudir para la remisión de sus pecados.

27 Por lo tanto, hablamos concerniente a la ley para que nuestros hijos sepan que la ley ya no rige; miren ellos adelante hacia aquella vida que está en Cristo, y sepan con qué fin fue dada la ley. Y para que, después de cumplirse la ley en Cristo, no endurezcan contra él sus corazones, cuando la ley tenga que ser abrogada.

28 Y ahora bien, he aquí, pueblo mío, sois gente dura de cerviz; por tanto, os he hablado claramente, para que no podáis malentender. Y las palabras que he hablado quedarán como un testimonio contra vosotros; pues bastan para enseñar a cualquier hombre la vía correcta, porque la vía correcta consiste en creer en Cristo y no negarlo; porque al negarlo, también negáis a los profetas y la ley.

29 Y ahora bien, he aquí, os digo que la vía correcta es creer en Cristo y no negarlo; y Cristo es el Santo de Israel; por tanto, debéis inclinaros ante él y adorarlo con todo vuestro poder, mente y fuerza, y con toda vuestra alma; y si hacéis esto, de ninguna manera seréis desechados.


2 Nefi 26:13 y que se manifiesta por el poder del Espíritu Santo a cuantos en él creen; sí, a toda nación, tribu, lengua y pueblo, obrando grandes milagros, señales y maravillas entre los hijos de los hombres, según su fe.

14 Mas he aquí, os profetizo concerniente a los postreros días, los días en que el Señor Dios manifestará estas cosas a los hijos de los hombres.

2 Nefi 26:15 Después que mi posteridad y la posteridad de mis hermanos hayan degenerado en la incredulidad, y hayan sido heridos por los gentiles; sí, después que el Señor Dios haya acampado en contra de ellos por todos lados, y los haya sitiado con baluarte y levantado fuertes contra ellos; y después que hayan sido abatidos hasta el polvo, aun hasta dejar de existir, con todo esto, las palabras de los justos serán escritas, y las oraciones de los fieles serán oídas, y todos los que hayan degenerado en la incredulidad no serán olvidados;

16 porque aquellos que serán destruidos les hablarán desde la tierra, y sus palabras susurrarán desde el polvo, y su voz será como uno que evoca a los espíritus; porque el Señor Dios le dará poder para que susurre concerniente a ellos, como si fuera desde la tierra; y su habla susurrará desde el polvo.


2 Nefi 26:20 Y los gentiles se ensalzan con la soberbia de sus ojos, y han tropezado a causa de lo grande de su tropezadero, y han establecido muchas iglesias; sin embargo, menosprecian el poder y los milagros de Dios, y se predican su propia sabiduría y su propia instrucción, para enriquecerse y moler la faz de los pobres.

21 Y se edifican muchas iglesias que causan envidias, y contiendas, y malicia.


2 Nefi 26:30 He aquí, el Señor ha vedado esto; por tanto, el Señor Dios ha dado el mandamiento de que todos los hombres tengan caridad, y esta caridad es amor. Y a menos que tengan caridad, no son nada. Por tanto, si tuviesen caridad, no permitirían que pereciera el obrero en Sion.


2 Nefi 27:5 Porque he aquí, el Señor ha derramado sobre vosotros el espíritu de un profundo sueño; pues he aquí que habéis cerrado vuestros ojos y rechazado a los profetas, y a vuestros gobernantes y a los videntes él ha cubierto a causa de vuestra iniquidad.


2 Nefi 28:4 y contenderán una con otra; y sus sacerdotes disputarán entre sí, y enseñarán con su conocimiento, y negarán al Espíritu Santo, el cual inspira a hablar.


2 Nefi 28:5 Y niegan el poder de Dios, el Santo de Israel, y dicen al pueblo: Escuchadnos y oíd nuestro precepto; pues he aquí, hoy no hay Dios, porque el Señor y Redentor ha acabado su obra y ha dado su poder a los hombres;

6 he aquí, escuchad mi precepto: Si dijeren que hay un milagro hecho por la mano del Señor, no lo creáis, pues hoy ya no es un Dios de milagros; ya ha terminado su obra.


2 Nefi 28:23 Sí, son atrapados por la muerte y el infierno; y la muerte, el infierno y el diablo, y todos los que hayan caído en su poder deben presentarse ante el trono de Dios y ser juzgados según sus obras, de donde tendrán que ir al lugar preparado para ellos, sí, un lago de fuego y azufre, que es tormento sin fin.


2 Nefi 28:30 Pues he aquí, así dice el Señor Dios: Daré a los hijos de los hombres línea por línea, precepto por precepto, un poco aquí y un poco allí; y benditos son aquellos que escuchan mis preceptos y prestan atención a mis consejos, porque aprenderán sabiduría; pues a quien reciba, le daré más; y a los que digan: Tenemos bastante, les será quitado aun lo que tuvieren.


2 Nefi 29:1 Mas he aquí muchos--el día en que yo proceda a ejecutar una obra maravillosa entre ellos, a fin de que yo recuerde mis convenios que he hecho con los hijos de los hombres, para que extienda mi mano por segunda vez, para restaurar a los de mi pueblo que son de la casa de Israel;

2 y también para que yo recuerde las promesas que te he hecho a ti, Nefi, y también a tu padre, que me acordaría de tu posteridad; y que las palabras de tu posteridad procederían de mi boca a tu posteridad; y mis palabras resonarán hasta los extremos de la tierra, por estandarte a los de mi pueblo que son de la casa de Israel;

2 Nefi 29:3 y porque mis palabras resonarán--muchos de los gentiles dirán: ¡Una Biblia! ¡Una Biblia! ¡Tenemos una Biblia, y no puede haber más Biblia!

4 Mas así dice el Señor Dios: Oh necios, tendrán una Biblia; y procederá de los judíos, mi antiguo pueblo del convenio. ¿Y qué agradecimiento manifiestan a los judíos por la Biblia que de ellos recibieron? Sí, ¿qué pretenden decir con eso los gentiles? ¿Recuerdan ellos los afanes y los trabajos y las aflicciones de los judíos, y su diligencia para conmigo en llevar la salvación a los gentiles?

5 Oh gentiles, ¿os habéis acordado de los judíos, mi antiguo pueblo del convenio? No; sino que los habéis maldecido y aborrecido, y no habéis procurado recuperarlos. Mas he aquí, yo haré volver todas estas cosas sobre vuestra propia cabeza; porque yo, el Señor, no he olvidado a mi pueblo.

6 ¡Oh necio, que dirás: Una Biblia; tenemos una Biblia y no necesitamos más Biblia! ¿Tendríais una Biblia, de no haber sido por los judíos?

2 Nefi 29:7 ¿No sabéis que hay más de una nación? ¿No sabéis que yo, el Señor vuestro Dios, he creado a todos los hombres, y que me acuerdo de los que viven en las islas del mar; y que gobierno arriba en los cielos y abajo en la tierra; y manifiesto mi palabra a los hijos de los hombres, sí, sobre todas las naciones de la tierra?

8 ¿Por qué murmuráis por tener que recibir más de mi palabra? ¿No sabéis que el testimonio de dos naciones os es un testigo de que yo soy Dios, que me acuerdo tanto de una nación como de otra? Por tanto, hablo las mismas palabras, así a una como a otra nación. Y cuando las dos naciones se junten, el testimonio de las dos se juntará también.

9 Y hago esto para mostrar a muchos que soy el mismo ayer, hoy y para siempre; y que declaro mis palabras según mi voluntad. Y no supongáis que porque hablé una palabra, no puedo hablar otra; porque aún no está terminada mi obra; ni se acabará hasta el fin del hombre; ni desde entones para siempre jamás.

10 Así que no por tener una Biblia debéis suponer que contiene todas mis palabras; ni tampoco debéis suponer que no he hecho escribir otras más.

2 Nefi 29:11 Porque mando a todos los hombres, tanto en el este, como en el oeste, y en el norte, así como en el sur y en las islas del mar, que escriban las palabras que yo les hable; porque de los libros que se escriban juzgaré yo al mundo, cada cual según sus obras, conforme a lo que esté escrito.

12 Porque he aquí, hablaré a los judíos, y lo escribirán; y hablaré también a los nefitas, y estos lo escribirán; y también hablaré a las otras tribus de la casa de Israel que he conducido lejos, y lo escribirán; y también hablaré a todas las naciones de la tierra, y ellas lo escribirań.

13 Y acontecerá que los judíos tendrán las palabras de los nefitas, y los nefitas tendrán las palabras de los judíos; y los nefitas y los judíos tendrán las palabras de las tribus perdidas de Israel; y estas poseerán las palabras de los nefitas y los judíos.

14 Y sucederá que mi pueblo, que es de la casa de Israel, será reunido sobre las tierras de sus posesiones; y mi palabra se reunirá también en una. Y manifestaré a los que luchen contra mi palabra y contra mi pueblo, que es de la casa de Israel, que yo soy Dios, y que hice convenio con Abraham de que me acordaría de su posteridad para siempre.


2 Nefi 31:1 Y ahora, amados hermanos míos, yo, Nefi, ceso de profetizaros. Y no puedo escribir sino unas cuantas cosas que de cierto sé que han de acontecer; ni tampoco puedo escribir más que unas pocas de las palabras de mi hermano Jacob.

2 Por tanto, las cosas que he escrito me bastan, con excepción de unas pocas palabras que debo hablar acerca de la doctrina de Cristo; por tanto, os hablaré claramente, según la claridad de mis profecías.

3 Porque mi alma se deleita en la claridad; porque así es como el Señor Dios obra entre los hijos de los hombres. Porque el Señor Dios ilumina el entendimiento; pues él habla a los hombres de acuerdo con el idioma de ellos, para que entiendan.

4 Por tanto, quisiera que recordaseis que os he hablado concerniente a ese profeta que el Señor me ha mostrado, el cual ha de bautizar al Cordero de Dios, que quitará los pecados del mundo.

5 Ahora bien, se el Cordero de Dios, que es santo, tiene necesidad de ser bautizado en el agua para cumplir con toda justicia, ¡cuánto mayor es, entonces, la necesidad que tenemos nosotros, siendo impuros, de ser bautizados, sí, en el agua!

6 Y ahora, quisiera preguntaros, amados hermanos míos, ¿cómo cumplió el Cordero de Dios con toda justicia bautizándose en el agua?

7 ¿No sabéis que era santo? Mas no obstante que era santo, él muestra a los hijos de los hombres que, según la carne, él se humilla ante el Padre, y testifica al Padre que le sería obediente al observar sus mandamientos.

8 Por tanto, después que fue bautizado con agua, el Espíritu Santo descendió sobre él en forma de paloma.

9 Y además, esto muestra a los hijos de los hombres la angostura de la senda, y la estrechez de la puerta por la cual ellos deben entrar, habiéndoles él puesto el ejemplo por delante.

2 Nefi 31:10 Y dijo a los hijos hombres: Seguidme. Por tanto, mis amados hermanos, ¿podemos seguir a Jesús, a menos que estemos dispuestos a guardar los mandamientos del Padre?

11 Y el Padre dijo: Arrepentíos, arrepentíos y se bautizados en el nombre de mi Amado Hijo.

12 Y además, vino a mí la voz del Hijo, diciendo: A quien se bautice en mi nombre, el Padre dará el Espíritu Santo, como a mí; por tanto, seguidme y haced las cosas que me habéis visto hacer.

13 Por tanto, amados hermanos míos, sé que si sequís al Hijo con íntegro propósito de corazón, sin acción hipócrita y sen engaño ante Dios, sino con verdadera intención, arrepintiéndoos de vuestros pecados, testificando al Padre que estáis dispuestos a tomar sobre vosotros el nombre de Cristo por medio del bautismo, sí, siguiendo a vuestro Señor y Salvador y descendiendo al agua, según su palabra, he aquí, entonces recibiréis el Espíritu Santo; sí, entonces viene el bautismo de fuego y del Espíritu Santo; y entonces podéis hablar con lengua de ángeles y prorrumpir en alabanzas al Santo de Israel.

14 Mas he aquí, amados hermanos míos, así vino a mí la voz del Hijo, diciendo: Después de haberos arrepentido de vuestros pecados y testificado al Padre, por medio del bautismo de agua, que estáis dispuestos a guardar mis mandamientos, y habéis recibido el bautismo de fuego y del Espíritu Santo y podéis hablar con una nueva lengua, sí, con la lengua de ángeles, si después de esto me negáis, mejor os habría sido no haberme conocido.

15 Y oí la voz del Padre que decía: Sí, las palabras de mi Amado son verdaderas y fieles. Aquel que persevere hasta el fin, este será salvo.

16 Y ahora bien, amados hermanos míos, por esto sé que a menos que el hombre persevere hasta el fin, siguiendo el ejemplo del Hijo del Dios viviente, no puede ser salvo.

17 Por tanto, haced las cosas que os he dicho que he visto que hará vuestro Señor y Redentor; porque por esta razón se me han mostrado, para que sepáis cuál es la puerta por la que debéis entrar. Porque la puerta por la cual debéis entrar es el arrepentimiento y el bautismo en el agua; y entonces viene una remisión de vuestros pecados por fuego y por el Espíritu Santo.

18 Y entonces os halláis en este estrecho y angosto camino que conduce a la vida eterna; sí, habéis entrado por la puerta; habéis obrado de acuerdo con los mandamientos del Padre y del Hijo; y habéis recibido el Espíritu Santo, que da testimonio del Padre y del Hijo, para que se cumpla la promesa hecha por él, que lo recibiríais se entrabais en la senda.

2 Nefi 31:19 Y ahora bien, amados hermanos míos, después de haber entrado en esta estrecha y angosta senda, quisiera preguntar se ya quedó hecho todo. He aquí, os digo que no; porque no habéis llegado hasta aquí sino por la palabra de Cristo, con fe inquebrantable en él, confiando íntegramente en los méritos de aquel que es poderoso para salvar.

20 Por tanto, debéis seguir adelante con firmeza en Cristo, teniendo un fulgor perfecto de esperanza y amor por Dios y por todos los hombres. Por tanto, se marcháis adelante, deleitándoos en la palabra de Cristo, y perseveráis hasta el fin, he aquí, así dice el Padre: Tendréis la vida eterna.

21 Y ahora bien, amados hermanos míos, esta es la senda; y no hay otro camino, ni nombre dado debajo del cielo por el cual el hombre pueda salvarse en el reino de Dios. Y ahora bien, he aquí, esta es la doctrina de Cristo, y la única y verdadera doctrina del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, que son un Dios, sin fin. Amén.


2 Nefi 32:1 Y ahora bien, he aquí, amados hermanos míos, supongo que estaréis meditando en vuestros corazones en cuanto a lo que debéis hacer después que hayáis entrado en la senda. Mas he aquí, ¿por qué meditáis estas cosas en vuestros corazones?

2 ¿No os acordáis que os dije que después que hubieseis recibido el Espíritu Santo, podríais hablar con lengua de ángeles?

3 Los ángeles hablan por el poder del Espíritu Santo; por lo que declaran las palabras de Cristo. Por tanto, os dije: Deleitaos en las palabras de Cristo; porque he aquí, las palabras de Cristo os dirán todas las cosas que debéis hacer.

4 Por tanto, se después de haber hablado yo estas palabras, no podéis entenderlas, será porque no pedís ni llamáis; así que no sois llevados a la luz, sino que debéis perecer en las tinieblas.

5 Porque he aquí, os digo otra vez, que si entráis por la senda y recibís el Espíritu Santo, él os mostrará todas las cosas que debéis hacer.

6 He aquí, esta es la doctrina de Cristo, y no se dará otra doctrina sino hasta después que él se os manifieste en la carne. Y cuando se os manifieste en la carne, las cosas que él os diga os esforzaréis por cumplir.

2 Nefi 32:7 Y ahora bien, yo, Nefi, no puedo decir más; el Espíritu hace cesar is palabras, y quedo a solas para lamentar a causa de lo incredulidad, y la maldad, y la ignorancia y la obstinación de los hombres; porque no quieren buscar conocimiento, ni entender el gran conocimiento, cuando les es dado con claridad, sí, con toda la claridad de la palabra.

8 Y ahora bien, amados hermanos míos, percibo que aún estáis meditando en vuestros corazones; y me duele tener que hablaros concerniente a esto. Porque si escuchaseis al Espíritu que enseña al hombre a orar, sabríais que os es menester orar; porque el espíritu malo no enseña al hombre a orar, sino le enseña que no debe orar.

9 Mas he aquí, os digo que debéis orar siempre, y no desmayar; que nada debéis hacer ante el Señor, sin que primero oréis al Padre en el nombre de Cristo, para que él os consagre vuestra acción, a fin de que vuestra obra sea para el beneficio de vuestras almas.


2 Nefi 33:1 Y ahora bien, Nefi, no puedo escribir todas las cosas que se enseñaron entre mi pueblo; ni soy tan poderoso para escribir como para hablar; porque cuando un hombre habla por el poder del Santo Espíritu, el poder del Espíritu Santo lo lleva al corazón del los hijos de los hombres.

2 Pero he aquí, hay muchos que endurecen sus corazones contra el Espíritu Santo, de modo que no tiene cabida en ellos; por tanto, desechan muchas cosas que están escritas y las consideran como nada.


2 Nefi 33:13 Y ahora bien, amados hermanos míos, todos los que sois de la casa de Israel, y todos vosotros, ¡oh extremos de la tierra!, os hablo como la voz de uno que clama desde el polvo: Adiós, hasta que venga ese gran día.

14 Y vosotros, los que no queréis participar de la bondad de Dios, ni respetar las palabras de los judíos, ni mis palabras, ni las palabras que saldrán de la boca del Cordero de Dios, he aquí, me despido de vosotros para siempre, porque estas palabras os condenarán en el postrer día.

15 Pues lo que sello en la tierra será presentado contra vosotros ante el tribunal del juicio; porque así me lo ha mandado el Señor, y yo debo obedecer. Amén.


Jacob 1:4 Y que si hubiese predicaciones que fuesen sagradas, o revelación que fuese grande, o profecías, yo debería grabas sus puntos principales sobre estas planchas, y tratar estas cosas cuanto me fuera posible, por causa de Cristo y por el bien de nuestro pueblo.

5 Porque, por causa de la fe y el gran afán, verdaderamente se nos había hecho saber concerniente a nuestro pueblo y las cosas que le habían de sobrevenir.

6 Y también tuvimos muchas revelaciones y el espíritu de muchas profecía; por tanto, sabíamos de Cristo y su reino, que había de venir.

7 Por lo que trabajamos diligentemente entre los de nuestro pueblo, a fin de persuadirlos a venir a Cristo, y a participar de la bondad de Dios, para que entraran en su reposo, no fuera que de algún modo él jurase en su ira que no entrarían, como en la provocación en los días de tentación, cuando los hijos de Israel estaban en el desierto.


Jacob 2:28 porque yo, el Señor Dios, me deleito en la castidad de las mujeres. Y las fornicaciones son una abominación para mí; así dice el Señor de los Ejércitos.


Jacob 4:1 Ahora bien, he aquí, aconteció que yo, Jacob, había ministrado mucho a mi pueblo de palabra (y no puedo escribir sino muy pocas de mis palabras por lo difícil que es grabar nuestras palabras sobre planchas), y sabemos que lo que escribamos sobre planchas debe permanecer;

2 mas lo que escribamos sobre cualquiera otra cosa que no sea planchas, ha de perecer y desvanecerse; pero podemos escribir sobre planchas unas cuantas palabras que darán a nuestros hijos, y también a nuestros amados hermanos, una pequeña medida de conocimiento concerniente a nosotros, o sea, a sus padres;

3 y en esto nos regocijamos; y obramos diligentemente para grabar estas palabras sobre planchas, esperando que nuestros amados hermanos y nuestros hijos las reciban con corazones agradecidos, y las consideren para que sepan con gozo, no con pesar, ni con desprecio, lo que atañe a sus primeros padres.

Jacob 4:4 Porque hemos escrito estas cosas para este fin, que sepan que nosotros sabíamos de Cristo y teníamos la esperanza de su gloria muchos siglos antes de su venida; y no solamente teníamos nosotros una esperanza de su gloria, sino también todos los santo profetas que vivieron antes que nosotros.

5 He aquí, ellos creyeron en Cristo y adoraron al Padre en su nombre; y también nosotros adoramos al Padre en su nombre. Y con este fin guardamos la ley de Moisés, dado que orienta nuestras almas hacia él; y por esta razón se nos santifica como obra justa, así como le fue contado a Abraham en el desierto el ser obediente a los mandamientos de Dios al ofrecer a su hijo Isaac, que es una semejanza de Dios y de su Hijo Unigénito.

Jacob 4:6 Por tanto, escudriñamos los profetas, y tenemos muchas revelaciones y el espíritu de profecía; y teniendo todos esto testimonios, logramos una esperanza, y nuestra fe se vuelve inquebrantable, al grado de que verdaderamente podemos mandar en el nombre de Jesús, y los árboles mismos nos obedecen, o los montes, o las olas del mar.

7 No obstante, el Señor Dios nos manifiesta nuestra debilidad para que sepamos que es por su gracia y sus grandes condescendencias para con los hijos de los hombres por las que tenemos poder para hacer estas cosas.


Jacob 4:12 Y ahora bien, amados míos, no os maravilléis de que os diga estas cosas; pues, ¿por qué no hablar de la expiación de Cristo, y lograr un perfecto conocimiento de él, así como el conocimiento de una resurrección y del mundo venidero?

13 He aquí, mis hermanos, el que profetizare, profetice al entendimiento de los hombres; porque el Espíritu habla la verdad, y no miente. Por tanto, habla de las cosas coo realmente son, y de las cosas como realmente serán; así que estas cosas nos son manifestadas claramente para la salvación de nuestras almas. Mas he aquí, nosotros no somos los únicos testigos de estas cosas; porque Dios las declaró también a los profetas de la antigüedad.


Jacob 5:11 Y el Señor de la viña hizo que se cavara alrededor, y se podara y se nutriera, y dijo a su siervo: Me aflige que tenga que perder este árbol; por tanto, para que tal vez pueda yo preservar sus raíces a fin de que no perezcan y pueda yo preservarlas para mí, he hecho esto.

12 Por tanto, ve; cuida el árbol y nútrelo, según mis palabras.

13 Y estos yo pondré en la parte más baja de mi viña, donde bien me parezca, esto no te incumbe; y lo hago a fin de preservar para mí las ramas naturales del árbol; y también con objeto de guardar para mí su fruto para la estación; porque me aflige que tenga que perder este árbol y su fruto.


Jacob 5:61 ve, pues, y llama siervos para que trabajemos diligentemente con todo nuestro empeño en la viña, a fin de que podamos preparar el camino para que yo produzca otra vez el fruto natural, el cual es bueno y más precioso que cualquier otro fruto.

62 Por tanto, vayamos y trabajemos con nuestra fuerza esta última vez; porque he aquí, se acerca el fin, y esta es la última vez que podaré mi viña.

63 Injerta las ramas; empieza por las últimas, para que sean las primeras, y que las primeras sean las últimas; y cava alrededor de los árboles, viejos así como nuevos, los primeros y los últimos; y los últimos y los primeros, a fin de que todos sean nutridos de nuevo por la postrera vez.

64 Por tanto, cava alrededor de ellos, y pódalos, y abónalos de nuevo por última vez, porque el fin se acerca. Y si acaso estos últimos injertos crecen y producen el fruto natural, entonces les preparará el camino para que crezcan.


Jacob 5:70 Y aconteció que el Señor de la viña envió a su siervo, y este fue e hizo lo que el Señor le había mandado, y trajo otros siervos; y eran pocos.

71 Y les dijo el Señor de la viña: Id y trabajad en la viña con vuestro poder. Porque he aquí, esta es la última vez que nutriré mi viña; porque el fin se aproxima y la estación viene rápidamente; y si vosotros trabajáis conmigo con vuestro poder, os regocijaréis en el fruto que recogeré para mí mismo, para el tiempo que pronto llegará.

72 Y sucedió que los siervos fueron y trabajaron con todas sus fuerzas; y el Señor de la viña también trabajó con ellos; y en todo obedecieron los mandatos del Señor de la viña.

73 Y empezó de nuevo a producirse el fruto natural en la viña; y las ramas naturales comenzaron a crecer y a medrar en sumo grado; y empezaron luego a arrancarse las ramas silvestres y a echarse fuera; y conservaron iguales la raíz y la copa, según su fuerza.

74 Y así trabajaron con toda diligencia, según los mandamientos del Señor de la viña, sí, hasta que lo malo hubo sido echado de la viña, y el Señor hubo logrado para sí que los árboles volviesen nuevamente al fruto natural; y llegaron a ser como un cuerpo; y los frutos fueron iguales, y el Señor de la viña había preservado para sí mismo el fruto natural, que fue sumamente precioso para él desde el principio.

75 Y aconteció que cuando el Señor de la viña vio que su fruto era bueno y que su viña ya no estaba corrompida, llamó a sus siervos y les dijo: He aquí, hemos nutrido mi viña esta última vez; y veis que he obrado según mi voluntad; y he preservado el fruto natural que es bueno, aun como lo fue en el principio. Y benditos sois, porque a causa de que habéis sido diligentes en obrar conmigo en mi viña, y habéis guardado mis mandamientos, y me habéis traído otra vez el fruto natural, de modo que mi viña ya no está más corrompida, y lo malo se ha echado fuera, he aquí, os regocijaréis conmigo a causa del fruto de mi viña.


Jacob 6:8 He aquí, ¿rechazaréis estas palabras? ¿Rechazaréis las palabras de los profetas; y rechazaréis todas las palabras que se han hablado en cuanto a Cristo, después que tantos han hablado acerca de él?, ¿y negaréis la buena palabra de Cristo y el poder de Dios y el don del Espíritu Santo, y apagaréis el Santo Espíritu, y haréis irrisión del gran plan de redención que se ha dispuesto para vosotros?

9 ¿No sabéis que si hacéis estas cosas, el poder de la redención y de la resurrección que está en Cristo os llevará a presentaros con vergüenza y con terrible culpa ante el tribunal de Dios?


Jacob 7:7 Y has desviado a muchos de los de este pueblo, de manera que pervierten la vía correcta de Dios y no guardan la ley de Moisés, que es la vía correcta; y conviertes la ley de Moisés en la adoración de un ser que dices vendrá de aquí a muchos siglos. Y ahora bien, he aquí, yo, Sherem, te declaro que esto es una blasfemia, pues nadie sabe en cuanto a tales cosas; porque nadie pude declarar lo que está por venir. Y así era como Sherem contendía contra mí.

8 Mas he aquí que el Señor Dios derramó su Espíritu en mi alma, de tal modo que lo confundí en todas sus palabras.

9 Y le dije: ¿Niegas tú al Cristo que ha de venir? Y él dijo: Si hubiera un Cristo, no lo negaría; mas sé que no hay Cristo, ni lo ha habido, ni jamás lo habrá.

10 Y le dije: ¿Crees tú en las Escrituras? Y dijo él: Sí.

11 Y le dije yo: Entonces no las entiendes; porque en verdad testifican de Cristo. He aquí, te digo que ninguno de los profetas ha escrito ni profetizado sin que haya hablado concerniente a este Cristo.

Jacob 7:12 Y esto no es todo. Se me ha manifestado, porque he oído y visto; y también me lo ha manifestado el poder del Espíritu Santo; por consiguiente, yo sé que si no se efectuara una expiación, se perdería todo el género humano.


Enós 1:1 He aquí, aconteció que yo, Enós, sabía que mi padre era un varón justo, pues me instruyó en su idioma y también me crio en disciplina y amonestación del Señor--y bendito sea el nombre de mi Dios por ello--

2 y os diré de la luncha que tuve ante Dios, antes de recibir la remisión de mis pecados.

Enós 1:3 He aquí, salí a cazar bestias en los bosques; y las palabras que frecuentemente había oído a mi padre hablar, en cuanto a la vida eterna y el gozo de los santos, penetraron mi corazón profundamente.

4 Y mi alma tuvo hambre; y me arrodillé ante mi Hacedor, y clamé a él con potente oración y súplica por mi propia alma; y clamé a él todo el día; sí, y cuando anocheció, aún elevaba mi voz en alto hasta que llegó a los cielos.

5 Y vino a mí una voz, diciendo: Enós, tus pecados te son perdonados, y serás bendecido.

6 Y yo, Enós, sabía que Dios no podía mentir; por tanto, mi culpa fue expurgada.

7 Y dije yo: Señor, ¿cómo se lleva esto a efecto?

8 Y él me dijo: Por tu fe en Cristo, a quien nunca jamás has oído ni visto. Y pasarán muchos años antes que él se manifieste en la carne; por tanto, ve, tu fe te ha salvado.

9 Ahora bien, sucedió que cuando hube oído estas palabras, empecé a anhelar el bienestar de mis hermanos los nefitas; por tanto, derramé toda mi almas a Dios por ellos.

10 Y mientras así me hallaba luchando en el espíritu, he aquí, la voz del Señor de nuevo penetró mi mente, diciendo: Visitaré a tus hermanos según su diligencia en guardar mis mandamientos. Les he dado esta tierra, y es una tierra santa; y no la maldigo sino por cusa de iniquidad. Por tanto, visitaré a tus hermanos según lo que he dicho; y sus transgresiones haré bajar con dolor sobre su propia cabeza.

11 Y después que yo, Enós, hube oído estas palabras, mi fe en el Señor empezó a ser inquebrantable; y oré a él con mucho y prolongado ahínco por mis hermanos, los lamanitas.

12 Y aconteció que después que hube orado y me hube afanado con toda diligencia, me dijo el Señor: Por tu fe, te concederé conforme a tus deseos.

13 Y ahora bien, he aquí, este era el deseo que anhelaba de él: Que si acaso mi pueblo, el pueblo nefita, cayera en transgresión, y fuera de algún modo destruido, y los lamanitas no lo fueran, que el Señor Dios preservara una historia de mi pueblo, los nefitas, aun cuando fuera por el poder de su santo brazo, para que algún día futuro fuera llevada a los lamanitas, para que tal vez fueran conducidos a la salvación;

14 porque por ahora nuestros esfuerzos para restaurarlos a la verdadera fe han sido en vano. Y juraron en su ira que, de ser posible, destruirían nuestros anales junto con nosotros, y también todas las tradiciones de nuestro padres.

Enós 1:15 Por tanto, sabiendo yo que el Señor Dios podía preservar nuestro anales, le suplicaba continuamente, pues él me había dicho: Cualquier cosa que pidas con fe, creyendo que recibirás en el nombre de Cristo, la obtendrás.


Jarom 1:2 Y como estas planchas son pequeñas, y ya que estas cosas se escriben con el propósito de beneficiar a nuestros hermanos los lamanitas, es preciso, pues, que escriba un poco; pero no escribiré lo de mis profecías ni de mis revelaciones. Pues, ¿qué más podría yo escribir de lo que mis padres han escrito? ¿Acaso no han revelado ellos el plan de salvación? Os digo que sí; y esto me basta.


Omni 1:25 Y aconteció que empecé a envejecer; y no teniendo descendencia, y sabiendo que el rey Benjamín es un varón justo ante el Señor, le entregaré, por tanto, estas planchas, exhortando a todos los hombres a que vengan a Dios, el Santo de Israel, y crean en la profecía y en revelaciones y en la ministración de ángeles, en el don de hablar en lenguas, en el don de interpretación de lenguas, y en todas las cosas que son buenas; porque nada hay, que sea bueno, que no venga del Señor; y lo que es malo viene del diablo.

26 Y ahora bien, mis amados hermanos, quisiera que vinieseis a Cristo, el cual es el Santo de Israel, y participaseis de su salvación y del poder de su redención. Sí, venid a él y ofrecedle vuestras almas enteras como ofrenda, y continuad ayunando y orando, y perseverad hasta el fin; y así como vive el Señor, seréis salvos.


Palabras de Mormón 1:3 Y ahora hablo algo referente a lo que he escrito; porque después que hube hecho un compendio de las planchas de Nefi, hasta el reinado de este rey Benjamín, del cual habló Amalekí, busqué entre los anales que habían sido entregados en mis manos, y encontré estas planchas que contenían esta breve narración de los profetas, desde Jacob hasta el reinado de este rey Benjamín, y también muchas de las palabras de Nefi.

4 Y complacido con las cosas que se hallan escritas en estas planchas, a causa de las profecías del la venida de Cristo, y sabiendo mis padres que muchas de ellas se han cumplido -- sí, y yo también sé que se han cumplido cuantas cosas se han profetizado concernientes a nosotros hasta el día de hoy, y cuantas se extienden más allá de este día ciertamente se cumplirán,

5 escogí, por tanto, estas cosas para concluir mi relato sobre ellas, y tomaré de las planchas de Nefi este resto de mi registro; y no puedo escribir ni la centésima parte de las cosas de mi pueblo.

6 Mas he aquí, tomaré estas planchas que contienen estas profecías y revelaciones, y las pondré con el resto de mis anales, porque me son preciosas, y sé que serán preciosas para mis hermanos.

7 Y hago esto para un sabio propósito; pues así se me susurra, de acuerdo con las impresiones del Espíritu del Señor que está en mí. Y ahora bien, no sé todas las cosas; mas el Señor sabe todas las cosas que han de suceder; por tanto, él obra en mí para que yo proceda conforme a su voluntad.

8 Y mi oración a Dios es concerniente a mis hermanos, que ellos vuelvan una vez más al conocimiento de Dios, sí, la redención de Cristo, para que de nuevo sean un pueblo deleitable.


Mosíah 2:9 Y estas son las palabras que él habló e hizo escribir: Hermanos míos, todos los que os habéis congregado, vosotros que podéis oír las palabras que os declararé hoy; porque no os he mandado subir hasta aquí para tratar livianamente las palabras que os hable, sino para que me escuchéis, y abráis vuestros oídos para que podáis oír, y vuestros corazones para que podáis entender, y vuestras mentes para que los misterios de Dios sean desplegados a vuestra vista.


Mosíah 2:17 Y he aquí, os digo estas cosas para que aprendáis sabiduría; para que sepáis que cuando os halláis al servicio de vuestros semejantes, solo estáis al servicio de vuestro Dios.


Mosíah 2:41 Y además, quisiera que consideraseis el bendito y feliz estado de aquellos que guardan los mandamientos de Dios. Porque he aquí, ellos son bendecidos en todas las cosas, tanto temporales como espirituales; y si continúan fieles hasta el fin, son recibidos en el cielo, para que así moren con Dios en un estado de interminable felicidad. ¡Oh recordad, recordad que estas cosas son verdadera!, porque el Señor Dios lo ha declarado.


Mosíah 3:17 Y además, te digo que no se dará otro nombre, ni otra senda ni medio, por el cual la salvación llegue a los hijos de los hombres, sino en el nombre de Cristo, el Señor Omnipotente, y por medio de ese nombre.

Mosíah 3:19 Porque el hombre natural es enemigo de Dios, y lo ha sido desde la caída de Adán, y lo será para siempre jamás, a menos que se someta al influjo del Santo Espíritu, y se despoje del hombre natural, y se haga santo por la expiación de Cristo el Señor, y se vuelva como un niño: sumiso, manso, humilde, paciente, lleno de amor y dispuesto a someterse a cuanto el Señor juzgue conveniente infligir sobre él, tal como un niño se somete a su padre.


Mosíah 3:23 Y ahora he declarado las palabras que el Señor Dios me ha mandado.

24 Y así dice el Señor: Estarán como reluciente testimonio contra los de este pueblo en el día del juicio, y por ellas serán juzgados, todo hombre según sus obras, ya sea que fueren buenas o que fueren malas.

25 Y si fueren malas, serán consignados al horrendo espectáculo de su propia culpa y abominaciones, que los hará retroceder de la presencia del Señor a un estado de miseria y tormento sin fin, de donde no podrán ya volver; por tanto, han bebido condenación para sus propias almas.


Mosíah 4:6 --os digo que si habéis llegado al conocimiento de la bondad de Dios, y de su incomparable poder, y su sabiduría, su paciencia y su longanimidad para con los hijos de los hombres; y también la expiación que ha sido preparada desde la fundación del mundo, a fin de que por ese medio llegara la salvación a quel que pusiera su confianza en el Señor y fuera diligente en guardar sus mandamientos, y perseverara en la fe hasta el fin de su vida, quiero decir la vida del cuerpo mortal--

7 digo que este es el hombre que recibe la salvación, por medio de la expiación que fue preparada desde la fundación del mundo para todo el género humano que ha existido desde la caída de Adán, o que existe, o que existirá jamás hasta el fin del mundo.

8 Y este es el medio por el cual viene la salvación. Y no hay otra salvación aparte de esta de que se ha hablado; ni hay tampoco otras condiciones según las cuales el hombre pueda ser salvo, sino por las que os he dicho.

Mosíah 4:9 Creed en Dios; creed que él existe, y que creó todas las cosas, tanto en el cielo como en la tierra; creed que él tiene toda sabiduría y todo poder, tanto en el cielo como en la tierra; creed que el hombre no comprende todas las cosas que el Señor puede comprender.

10 Y además, creed que debéis arrepentiros de vuestros pecados, y abandonarlos, y humillaros ante Dios, y pedid con sinceridad de corazón que él os perdone; y ahora bien, si creéis todas estas cosas, mirad que las hagáis.

Mosíah 4:11 Y otra vez os digo, según dije antes, que así como habéis llegado al conocimiento de la gloria de Dios, o si habéis sabido de su bondad, y probado su amor, y habéis recibido la remisión de vuestros pecados, lo que ocasiona tan inmenso gozo en vuestras almas, así quisiera que recordaseis y retuvieseis siempre in vuestra memoria la grandeza de Dios, y vuestra propia nulidad, y su bondad y longanimidad para con vosotros, indignas criaturas, y os humillaseis aun en las profundidades de la humildad, invocando el nombre del Señor diariamente, y permaneciendo firmes en la fe de lo que está por venir, que fue anunciado por boca del ángel.

12 Y he aquí, os digo que si hacéis esto, siempre os regocijaréis, y seréis llenos del amor de Dios y siempre retendréis la remisión de vuestros pecados; y aumentaréis en el conocimiento de la gloria de aquel que os creó, o sea, en el conocimiento de lo que es justo y verdadero.

13 Y no tendréis deseos de injuriaros el uno al otro, sino de vivir pacíficamente, y de dar a cada uno según lo que le corresponda.

Mosíah 4:14 Ni permitiréis que vuestros hijos anden hambrientos ni desnudos, ni consentiréis que quebranten las leyes de Dios, ni que contiendan y riñan unos con otros y sirvan al diablo, que es el maestro del pecado, o sea, el espíritu malo de quien nuestros padres han hablado, ya que él es el enemigo de toda rectitud.

15 Mas les enseñaréis a andar por las vías de la verdad y la seriedad; les enseñaréis a amarse mutuamente y a servirse el uno al otro.

Mosíah 4:16 Y además, vosotros mismos socorreréis a los que necesiten vuestro socorro; impartiréis de vuestros bienes al necesitado; y no permitiréis que el mendigo os haga su petición en vano, y sea echado fuera para perecer.

17 Tal vez dirás: El hombre ha traído sobre sí su miseria; por tanto, detendré mi mano y no le daré de mi alimento, ni le impartiré de mis bienes para evitar que padezca, porque sus castigo son justos.

18 Mas, ¡oh hombre!, yo te digo que quien esto hiciere tiene gran necesidad de arrepentirse; y a menos que se arrepienta de lo que ha hecho, perece para siempre, y no tiene parte en el reino de Dios.

19 Pues he aquí, ¿no somos todos mendigos? ¿No dependemos todos del mismo Ser, sí, de Dios, por todos los bienes que tenemos; por alimento y vestido; y por oro y plata y por las riquezas de toda especie que poseemos?

20 Y he aquí, ahora mismo habéis estado invocando su nombre, suplicando la remisión de vuestros pecados. ¿Y ha permitido él que hayáis pedido en vano? No;él ha derramado su Espíritu sobre vosotros, y ha hecho que vuestros corazones se llenaran de alegría, y ha hecho callar vuestras bocas de modo que no pudisteis expresaros, tan extremadamente grande fue vuestro gozo.

21 Y ahora bien, si Dios, que os ha creado, de quien dependéis por vuestras vidas y por todo lo que tenéis y sois, os concede cuanta cosa justa le pedís con fe, creyendo que recibiréis, ¡oh cómo debéis entonces impartiros el uno al otro de vuestros bienes!

22 Y si juzgáis al hombre que os pide de vuestros bienes para no perecer, y lo condenáis, cuánto más justa será vuestra condenación por haberle negado vuestros bienes, los cuales no os pertenecen a vosotros sino a Dios, a quien también vuestra vida pertenece; y con todo, ninguna petición hacéis, ni os arrepentís de lo que habéis hecho.

23 Os digo: ¡Ay de tal hombre, porque sus bienes perecerán con él! Y digo estas cosas a los que son ricos en lo que toca a las cosas de este mundo.

24 Y además, digo a los pobres, vosotros que no tenéis, y sin embargo, tenéis suficiente para pasar de un día al otro; me refiero a todos vosotros que rehusáis al mendigo porque no tenéis; quisiera que en vuestros corazones dijeseis: No doy porque no tengo, mas si tuviera, daría.

25 Ahora bien, si decís esto en vuestros corazones, quedáis sin culpa; de otro modo, sois condenados; y vuestra condenación es justa, pues codiciáis lo que no habéis recibido.

Mosíah 4:26 Y ahora bien, por causa de estas cosas que os he hablado--es decir, a fin de retener la remisión de vuestros pecados de día en día, para que andéis sin culpa ante Dios--quisiera que de vuestros bienes dieseis al pobre, cada cual según lo que tuviere, tal como alimentar al hambriento, vestir al desnudo, visitar al enfermo, y ministrar para su alivio, tanto espiritual como temporalmente, según sus necesidades.

27 Y mirad que se hagan todas estas cosas con prudencia y orden; porque no se exige que un hombre corra más aprisa de lo que sus fuerzas le permiten. Y además, conviene que sea diligente, para que así gane el galardón; por tanto, todas las cosas deben hacerse en orden.


Mosíah 4:29 Y por último, no puedo deciros todas las cosas mediante las cuales podéis cometer pecado; porque hay varios modos y medios, tantos que no puedo enumerarlos.


Mosíah 5:1 Y ahora bien, aconteció que cuando el rey Benjamín hubo hablado así a su pueblo, mandó indagar entre ellos, deseando saber si creían las palabras que les había hablado.

2 Y todos clamaron a una voz, diciendo: Sí, creemos todas las palabras que nos has hablado; y además, sabemos de su certeza y verdad por el Espíritu del Señor Omnipotente, el cual ha efectuado un potente cambio en nosotros, o sea, en nuestros corazones, por lo que ya no tenemos más disposición a obrar mal, sino a hacer lo bueno continuamente.

3 Y también nosotros mismos, por medio de la infinita bondad de Dios y las manifestaciones de su Espíritu, tenemos grandes visiones de aquello que está por venir; y si fuere necesario, podríamos profetizar de todas las cosas.

4 Y es la fe que hemos tenido en las cosas que nuestro rey nos ha hablado lo que nos ha llevado a este gran conocimiento, por lo que nos regocijamos con un gozo tan sumamente grande.

Mosíah 5:5 Y estamos dispuestos a concertar un convenio con nuestro Dios de hacer su voluntad y ser obedientes a sus mandamientos en todas las cosas que él nos mande, todo el resto de nuestros días, para que no traigamos sobre nosotros un tormento sin fin, como lo ha declarado el ángel, para que no bebamos del cáliz de la ira de Dios.

6 Ahora bien, estas palabras eran las que de ellos deseaba el rey Benjamín; y por lo tanto, les dijo: Habéis declarado las palabras que yo deseaba; y el convenio que habéis hecho es un convenio justo.

Mosíah 5:7 Ahora pues, a causa del convenio que habéis hecho, seréis llamados progenie de Cristo, hijos e hijas de él, porque he aquí, hoy él os ha engendrado espiritualmente; pues decís que vuestros corazones han cambiado por medio de la fe en su nombre; por tanto, habéis nacido de él habéis llegado a ser sus hijos y sus hijas.

8 Y bajo este título sois librados, y no hay otro título por medio del cual podáis ser librados. No hay otro nombre dado por el cual venga la salvación; por tanto, quisiera que tomaseis sobre vosotros el nombre de Cristo, todo vosotros que habéis hecho convenio con Dios de ser obedientes hasta el fin de vuestras vidas.

9 Y sucederá que quien hiciere esto, se hallará a la diestra de Dios, porque sabrá el nombre por el cual es llamado; pues será llamado por el nombre de Cristo.

10 Y acontecerá que quien no tome sobre sí el nombre de Cristo, tendrá que ser llamado por algún otro nombre; por tanto, se hallará a la izquierda de Dios.

11 Y quisiera que también recordaseis que este es el nombre que dije que os daría, el cual nunca sería borrado, sino por transgresión; por tanto, tened cuidado de no transgredir, para que el nombre no sea borrado de vuestros corazones.

12 Yo os digo: Quisiera que os acordaseis de conservar siempre escrito este nombre en vuestros corazones para que no os halléis a la izquierda de Dios, sino que oigáis y conozcáis la voz por la cual seréis llamados, y también el nombre por el cual él os llamará.

Mosíah 5:13 Porque ¿cómo conoce un hombre al amo a quien no ha servido, que es un extraño para él, y se halla lejos de los pensamientos y de las intenciones de su corazón?

14 Y además, ¿toma un hombre un asno que pertenece a su vecino, y lo guarda? Yo os digo que no; ni siquiera permitirá que pazca entre sus rebaños, sino que lo ahuyentará y lo echará fuera. Os digo que así será entre vosotros si no sabéis el nombre por el cual se os llame.

15 Por tanto, quisiera que fueseis firmes e inmutables, abundando siempre en buenas obras para que Cristo, el Señor Dios Omnipotente, pueda sellaros como suyos, a fin de que seáis llevados al cielo, y tengáis salvación sin fin, y vida eterna mediante la sabiduría, y poder, y justicia, y misericordia de aquel que creó todas las cosas en el cielo y en la tierra, el cual es Dios sobre todo. Amén.


Mosíah 6:1 Y ahora bien, el rey Benjamín consideró prudente, después de haber acabado de hablar al pueblo, tomar los nombres de todos los que habían hecho convenio con Dios de guardar sus mandamientos.

2 Y sucedió que no hubo ni un alma, salvo los niños pequeños, que no hubiese hecho convenio y toado sobre sí el nombre de Cristo.

3 Y además, aconteció que cuando el rey Benjamín hubo dado fin a todas estas cosas, y hubo consagrado a su hijo Mosíah para que fuera el gobernante y rey de su pueblo, y le hubo dado todo cargo concerniente al reino, y también hubo nombrado sacerdotes para enseñar al pueblo, a fin de que así pudiesen oír y saber los mandamientos de Dios, y despertar en ellos el recuerdo del juramento que habían hecho, despidió a la multitud; y se volvieron, cada cual, según sus familias, a sus propias casas.


Mosíah 8:3 Y ammón también les declaró las últias palabras que el rey Benjamín les había enseñado, y las explicó al pueblo del rey Limhi para que entendieran todas las palabras que él habló.


Mosíah 8:13 Luego Ammón le dijo: Puedo de seguro decirte, oh rey, de un hombre que puede traducir los anales; pues él tiene algo con lo que puede mirar y traducir todos los anales que son de fecha antigua; y es un don de Dios. Y las cosas se llamen intérpretes, y nadie puede mirar en ellos a menos que le sea mandado, no sea que busque lo que no debe, y así perezca. Y a quien se le manda mirar en ellos, a ese se le llama vidente.

14 Y he aquí, el rey del pueblo que se halla en la tierra de Zarahemla es el hombre a quien se manda hacer estas cosas, y es el que tiene este alto don de Dios.

15 Y dijo el rey que un vidente es mayor que un profeta.

16 Y Ammón dijo que un vidente es también revelador y profeta; y que no hay mayor don que un hombre pueda tener, a menos que posea el poder de Dios, que nadie puede tener; sin embargo, el hombre puede recibir gran poder de Dios.

17 Mas un vidente puede saber de cosas que han pasado y también de cosas futuras; y por este medio todas las cosas serán reveladas, o mejor dicho, las cosas secretas serán manifestadas, y las cosas ocultas saldrán a la luz; y lo que no es sabido, ellos lo darán a conocer; y también manifestarán cosas que de otra manera no se podrían saber.

18 Así Dios ha dispuesto un medio para que el hombre, por la fe, pueda efectuar grandes milagros; por tanto, llega a ser un gran beneficio para sus semejantes.


Mosíah 13:12 Ahora bien, recordaréis que os dije: No te harás ninguna imagen tallada, ni ninguna semejanza de cosas que estén arriba en el cielo, o que estén abajo en la tierra, o en las aguas debajo de la tierra.

13 Y además: No te postrarás ante ellas, ni las servirás; porque yo, el Señor tu Dios, soy un Dios celoso, que visito las iniquidades de los padres sobre los hijos, hasta la tercera y la cuarta generación de los que me aborrecen;

14 y manifiesto misericordia a miles de los que me aman y guardan mis mandamientos.

15 No tomarás el nombre del Señor tu Dios en vano; porque el Señor no tendrá sin culpa al que tomare su nombre en vano.

16 Acuérdate del día de reposo para santificarlo.

17 Seis días trabajarás, y harás toda tu obra;

18 mas el día séptimo, el reposo del Señor tu Dios, no harás ningún trabajo, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu criado, ni tu criada, ni tu ganado, ni el extranjero que se halle dentro de tus puertas;

19 porque en seis días el Señor hizo el cielo, y la tierra, y el mar, y todo lo que en ellos hay; por consiguiente, el Señor bendijo el día de reposo y lo santificó.

20 Honra a tu padre y a tu madre, para que se prolonguen tus días sobre la tierra que el Señor tu Dios te da.

21 No matarás.

22 No cometerá adulterio. No robarás.

23 No dirás falso testimonio contra tu prójimo.

24 No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su criado, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna que sea de tu prójimo.


Mosíah 15:7 Sí, aun de este modo será llevado, crucificado y muerto, la carne quedando sujeta hasta la muerte, la voluntad del Hijo siendo absorbida en la voluntad del Padre.

8 Y así Dios rompe las ligaduras de la muerte, habiendo logrado la victoria sobre la muerte; dado al Hijo poder para interceder por los hijos de los hombres,

Mosíah 15:9 habiendo ascendido al cielo, henchidas de misericordia sus entrañas, lleno de compasión por los hijos de los hombres; interponiéndose entre ellos y la justicia; habiendo quebrantado los lazos de la muerte, tomado sobre sí la iniquidad y las transgresiones de ellos, habiéndolos redimido y satisfecho las exigencias de la justicia.


Mosíah 15:11 He aquí, os digo que quien ha oído las palabras de los profetas, sí, todos los santos profetas que han profetizado concerniente a la venida del Señor, os digo que todos aquellos que han escuchado sus palabras y creído que el Señor redimirá a su pueblo, y han esperado anhelosamente ese día para la remisión de sus pecados, os digo que estos son su posteridad, o sea, son los herederos del reino de Dios.

12 Porque estos son aquellos cuyos pecados él ha tomado sobre sí; estos son aquellos por quines ha muerto, para redimirlos de sus transgresiones. Y bien, ¿no son ellos su posteridad?


Mosíah 18:1 Y sucedió que Alma, quien había huido de los siervos del rey Noé, se arrepintió de sus pecados e iniquidades, y fue secretamente entre el pueblo, y empezó a enseñar las palabras de Abinadí;

2 sí, concerniente a lo que había de venir, y también acerca de la resurrección de los muertos y la redención del pueblo, que iba a realizarse por medio del poder, y los padecimientos, y la muerte de Cristo, y su resurrección y ascensión al cielo.

3 Y enseñaba a cuantos querían oír su palabra. Y los instruía secretamente para que no llegara a oídos del rey. Y muchos creyeron en sus palabras.

4 Y aconteció que cuantos le creyeron fueron a un lugar llamado Mormón, nombre que había recibido del rey, y el cual se hallaba en las fronteras del país, y a veces, o sea, por estaciones, estaba infestado de animales salvajes.

5 Y ahora bien, había en Mormón una fuente de agua pura, y Alma allí acudía; y cerca del agua había un paraje poblado de árboles pequeños, donde se ocultaba, durante el día, de las pesquisas del rey.

6 Y aconteció que cuantos le creían, se dirigían allí para oír sus palabras.

7 Y sucedió que después de muchos días, se hallaba reunido un buen número en el paraje de Mormón, para oír las palabras del Alma. Sí, todos los que creían en su palabra se habían reunido para oírlo. Y les enseñó, y les predicó el arrepentimiento y la redención y la fe en el Señor.

Mosíah 18:8 Y aconteció que les dijo: He aquí las aguas de Mormón (porque así se llamaban); y ya que deseáis entrar en el redil de Dios y ser llamados su pueblo, y estáis dispuestos a llevar las cargas los unos de los otros para que sean ligeras;

9 sí, y estáis dispuestos a llorar con los que lloran; sí, y a consolar a los que necesitan de consuelo, y ser testigos de Dios en todo tiempo, y en todas las cosas y en todo lugar en que estuvieseis, aun hasta la muerte, para que seáis redimidos por Dios, y seáis contados con los de la primera resurrección, para que tengáis vida eterna;

Mosíah 18:10 os digo ahora, se este es el deseo de vuestros corazones, ¿qué os impide ser bautizados en el nombre del Señor, como testimonio ante él de que habéis concertado un convenio con él de que lo serviréis y guardaréis sus mandamientos, para que él derrame su Espíritu más abundantemente sobre vosotros?

11 Y ahora bien, cuando los del pueblo hubieron oído estas palabras, batieron sus manos de gozo y exclamaron: Ese es el deseo de nuestros corazones.

12 Y luego sucedió que Alma tomó a Helam, que era uno de los primeros, y fue y entró en el agua, y clamó, diciendo: ¡Oh Señor, derrama tu Espíritu sobre tu siervo para que haga esta obra con santidad de corazón!

13 Y cuando hubo dicho estas palabras, el Espíritu del Señor vino sobre él, y dijo: Helam, teniendo autoridad del Dios Todopoderoso, te bautizo como testimonio de que has hecho convenio de servirle hasta que mueras en cuanto al cuerpo mortal; y sea derramando sobre ti el Espíritu del Señor, y concédate él vida eterna mediante la redención de Cristo, a quien él ha preparado desde la fundación del mundo.

14 Y después que Alma hubo dicho estas palabras, él y Helam se sepultaron juntamente en el agua; y se levantaron y salieron del agua regocijándose, pues fueron llenos del Espíritu.


Mosíah 18:17 Y fueron llamados la iglesia de Dios, o la iglesia de Cristo, desde ese tiempo en adelante. Y aconteció que quienquiera que era bautizado por el poder y autoridad de Dios, era agregado a su iglesia.

18 Y aconteció que Alma, teniendo autoridad de Dios, oredenó sacerdotes; sí, un sacerdote por cada cincuenta de ellos ordenó él para predicarles y para enseñarles en cuanto a las cosas pertenecientes al reino de Dios.

19 Y les mandó que no enseñaran nada, sino las cosas que él había enseñado, y que habían sido declarados por boca de los santos profetas.

20 Sí, les mandó que no predcaran nada, salvo el arrepentimiento y la fe en el Señor, que había redimido a su pueblo.


Mosíah 24:9 Porque Amulón conocía a Alma y sabía que había sido uno de los sacerdotes del rey, y que era el que creyó en las palabras de Abinadí, y fue echado de ante el rey, y por tanto, estaba enojado con él; pues estaba sujeto al rey Lamán; sin embargo, ejerció autoridad sobre ellos y les impuso tareas y les fijó capataces.

10 Y aconteció que fueron tan grandes sus aflicciones, que empezaron a clamar fervorosamente a Dios.

11 Y Amulón les mandó que cesaran sus clamores, y les puso guardias para vigilarlos, a fin de que al que descubriesen invocando a Dios fuese muerto.

12 Y Alma y su pueblo no alzaron la voz al Señor su Dios, pero sí le derramaron sus corazones; y él entendió los pensamientos de sus corazones.

13 Y aconteció que la voz del Señor vino a ellos en sus aflicciones, diciendo: Alzad vuestras cabezas y animaos, pues sé del convenio que habéis hecho conmigo; y yo haré convenio con mi pueblo y lo libraré del cautiverio.

14 Y también aliviaré las cargas que pongan sobre vuestros hombros, de manera que no podréis sentirlas sobre vuestras espaldas, mientras estéis en servidumbre; y esto haré yo para que me seáis testigo en lo futuro, y para que sepáis de seguro que yo, el Señor Dios, visito a mi pueblo en sus aflicciones.

15 Y aconteció que las cargas que se imponían sobre Alma y sus hermanos fueron aliviadas; sí, el Señor los fortaleció de modo que pudieron soportar sus cargas con facilidad, y se sometieron alegre y pacientemente a toda la voluntad del Señor.

16 Y sucedió que era tan grande su fe y su paciencia, que la voz del Señor vino a ellos otra vez, diciendo: Consolaos, porque mañana os libraré del cautiverio.


Mosíah 23:21 Con todo, el Señor considera conveniente disciplinar a su pueblo; sí, él prueba su paciencia y su fe.


Mosíah 26:18 Sí, bendito es este pueblo que está dispuesto a llevar mi nombre; porque en mi nombre serán llamados; y son míos.


Mosíah 26:21 Y el que quiera oír mi voz será mi oveja; y lo recibirás en la iglesia, y yo también lo recibiré.

22 Porque he aquí, esta es mi iglesia: Quienquiera que sea bautizado, será bautizado para arrepentimiento. Y aquel a quien recibas, deberá creer en mi nombre; y yo lo perdonaré liberalmente.

23 Porque soy yo quien tomo sobre mí los pecados del mundo; porque soy yo el que he creado al hombre; y soy yo el que concedo un lugar a mi diestra al que crea hasta el fin.

24 Porque he aquí, en mi nombre son llamados; y si me conocen, saldrán; y tendrán un lugar a mi diestra eternamente.

25 Y acontecerá que cuando suene la segunda trompeta, entones saldrán los que nunca me conocieron, y comparecerán ante mí.

26 Y entonces sabrán que yo soy el Señor su Dios, que soy su Redentor; mas ellos no quisieron ser redimidos.

27 Y entonces les confesaré que jamás los conocí; e irán al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles.


Mosíah 26:30 Sí, y cuantas veces mi pueblo se arrepienta, le perdonaré sus transgresiones contra mí.


Mosíah 27:14 Y dijo además el ángel: He aquí, el Señor ha oído las oraciones de su pueblo, y también las oraciones de su siervo Alma, que es tu padre; porque él ha orado con mucha fe en cuanto a ti, para que seas traído al conocimiento de la verdad; por tanto, con este fin he venido para convencerte del poder y la autoridad de Dios, para que las oraciones de sus siervos sean contestadas según su fe.


Mosíah 27:25 Y el Señor me dijo: No te maravilles de que todo el género humano, sí, hombres y mujeres, toda nación, tribu, lengua y pueblo, deban nacer otra vez; sí, nacer de Dios, ser cambiados de su estado carnal y caído, a un estado de rectitud, siendo redimidos por Dios, convirtiéndose en sus hijos e hijas;

26 y así llegan a ser nuevas criaturas; y a menos que hagan esto, de ningún modo pueden heredar el reino de Dios.


Mosíah 27:35 Y viajaron por toda la tierra de Zarahemla y entre todo el pueblo que se hallaba bajo el reinado del rey Mosíah, esforzándose celosamente por reparar todos los daños que habían causado a la iglesia, confesando todos sus pecados, proclamando todas las cosas que habían visto y explicando las profecías y las Escrituras a cuantos deseaban oírlos.


Mosíah 28:1 Ahora bien, aconteció que después que los hijos de Mosíah hubieron hecho todas estas cosas, llevaron un pequeño número de personas consigo, y volvieron a su padre el rey, y le expresaron su deseo de que les concediera subir a la tierra de Nefi, con aquellos que habían escogido, para predicar las cosas que habían oído, e impartir la palabra de Dios a sus hermanos los lamanitas,

2 para que tal vez los trajeran al conocimiento del Señor su Dios, y los convencieran de la iniquidad de sus padres; y quizá pudieran curarlos de su odio por los nefitas, para que también fueran conducidos a regocijarse en el Señor su Dios, para que fuesen amigables los unos con los otros y no hubiese más contenciones en toda la tierra que el Señor su Dios les había dado.

Mosíah 28:3 Pues estaban deseosos de que la salvación fuese declarada a toda criatura, porque no podían soportar que alma humana alguna pereciera; sí, aun el solo pensamiento de que alma alguna tuviera que padecer un tormento sin fin los hacía estremecer y temblar.

4 Y así obró en ellos el Espíritu del Señor, porque habían sido los más viles pecadores. Y el Señor, en su infinita misericordia, juzgó prudente perdonarlos; no obstante, padecieron mucha angustia de alma por causa de sus iniquidades, sufriendo mucho, y temiendo ser rechazados para siempre.

5 Y aconteció que durante muchos días le suplicaron a su padre que los dejara subir a la tierra de Nefi.

6 Y el rey Mosíah fue y preguntó al Señor si debía dejar ir a sus hijos entre los lamanitas para predicar la palabra.

7 Y el Señor dijo a Mosíah: Déjalos ir; porque muchos creerán en sus palabra, y tendrán vida eterna; y yo libraré a tus hijos de las manos de los lamanitas.

8 Y aconteció que Mosíah concedió que fuesen e hiciesen de acuerdo con lo que solicitaban.

9 Y emprendieron su viaje hacia el desierto para ir a predicar la palabra entre los lamanitas; y más adelante haré una relación de sus hechos.


Alma 4:12 Sí, vio una desigualdad muy grande entre el pueblo, algunos que se ensalzaban en su orgullo, despreciando a otros, volviendo las espaldas al necesitado y al desnudo, y a aquellos que tenían hambre, y a los que tenían sed, y a los que estaban enfermos y afligidos.

13 Ahora bien, esto fue un gran motivo de lamentaciones entre el pueblo, mientras que otros se humillaban, socorriendo a los que necesitaban su socorro, a saber, repartiendo de sus bienes al pobre y al necesitado, dando de comer al hambriento y sufriendo toda clase de aflicciones por causa de Cristo, quien había de venir según el espíritu de profecía,


Alma 5:15 Y les mostró muchas señales, y maravillas, y símbolos, y figuras, concernientes a su venida; y también les hablaron santos profetas referente a su venida; y sin embargo, endurecieron sus corazones, y no comprendieron que la ley de Moisés nada logra salvo que sea por la expiación de su sangre.

16 Y aun si fuese posible que los niños pequeños pecasen, no podrían salvarse; mas te digo que son benditos; pues he aquí, así como en Adían, o por naturaleza, ellos caen, así también la sangre de Cristo expía sus pecados.

17 Y además, te digo que no se dará otro nombre, ni otra senda ni medio, por el cual la salvación llegue a los hijos de los hombres, sino en el nombre de Cristo, el Señor Omnipotente, y por medio de ese nombre.

18 Pues he aquí, él juzga, y su juicio es justo; y el niño que muere en su infancia no perece; as los hombres beben condenación para sus propias alas, a menos que se humillen y se vuelvan como niños pequeños, y crean que la salvación fue, y es, y ha de venir en la sangre expiatoria de Cristo, el Señor Omnipotente, y por medio de ella.

19 Os digo: ¿Podréis mirar a Dios en aquel día con un corazón puro y manos limpias? ¿Podréis alzar vista, teniendo la imagen de Dios grabada en vuestros semblantes?

20 Os digo:¿Podréis pensar en ser salvos cuando os habéis sometido para quedar sujetos al diablo?

21 Os digo que en aquel día sabréis que no podéis ser salvos; porque nadie puede ser salvo a menos que sus vestidos hayan sido lavados hasta quedar blancos; sí, sus vestidos deben ser purificados hasta quedar limpios de toda mancha, mediante la sangre de aquel de quien nuestros padres han hablado, el cual habrá de venir para redimir a su pueblo de sus pecados.


Alma 5:26 Y ahora os digo, hermanos míos, si habéis experimentado un cambio en el corazón, y si habéis sentido el deseo de cantar la canción del amor que redime, quisiera preguntaros: ¿podéis sentir esto ahora?

27 ¿Habéis caminado, conservándoos irreprensibles delante de Dios? Si os tocase morir en este momento, ¿podríais decir, dentro de vosotros, que habéis sido suficientemente humildes? ¿que vuestros vestidos han sido lavados y blanqueados mediante la sangre de Cristo, que vendrá para redimir a su pueblo de sus pecados?

28 He aquí, ¿os halláis despojados del orgullo? Si no, yo os digo que no estáis preparados para comparecer ante Dios. He aquí, debéis disponeros prontamente; porque el reino de los cielos pronto se acerca, y el que no esté preparado no tendrá vida eterna.

29 He aquí, digo: ¿hay entre vosotros quien no esté despojado de la envidia? Os digo que este no está preparado; y quisiera que se preparase pronto, porque la hora está preparado; y quisiera que se preparase pronto, porque la hora está cerca, y no sabe cuándo llegará el momento; porque tal persona ne se halla sin culpa.


Alma 5:43 Y ahora bien, hermanos míos, quisiera que me escuchaseis, porque hablo con la fuerza de mi alma; porque, he aquí, os he hablado claramente de modo que no podéis errar, o sea, he hablado según los mandamientos de Dios.

44 Porque soy llamado para hablar de este modo, según el santo orden de Dios que está en Cristo Jesús; sí, se me manda que me levante y testifique a este pueblo las cosas que han hablado nuestros padres concernientes a lo que está por venir.

45 Y esto no es todo. ¿No suponéis que sé de estas cosas yo mismo? He aquí, os testifico que yo sé que estas cosas de que he hablado son verdaderas. Y, ¿cómo suponéis que yo sé de su certeza?

Alma 5:45 Y esto no es todo. ¿No suponéis que sé de estas cosas yo mismo? He aquí, os testifico que yo sé que estas cosas de que he hablado son verdaderas. Y, ¿cómo suponéis que yo sé de su certeza?

46 He aquí, os digo que el Santo Espíritu de Dios me las hace saber. He aquí, he ayunado y orado muchos días para poder saber estas cosas por mí mismo. Y ahora sé por mí mismo que son verdaderas; porque el Señor Dios me las ha manifestado por su Santo Espíritu; y este es el espíritu de revelación que está en mí.

47 Y además, os digo que así se me ha revelado, que las palabras que nuestros padres han hablado son verdaderas, aun de conformidad con el espíritu de profecía que en mí se halla, el cual también es por la manifestación del Espíritu de Dios.

48 Os digo yo que sé por mí mismo, que cuanto os diga concerniente a lo que ha de venir es verdad; y os digo que sé que Jesucristo vendrá; sí, el Hijo, el Unigénito del Padre, lleno de gracia, de misericordia y de verdad. Y he aquí, él es el que viene a quitar los pecados del mundo, sí, los pecados de todo hombre que crea firmemente en su nombre.

Alma 5:49 Y ahora os digo que este es el orden según el cual soy llamado, sí, para predicar a mis amados hermanos, sí, y a todo el que mora sobre la tierra; sí, os digo, a los de edad avanzada y también a los de edad mediana y a la nueva generación; sí, para declarales que deben arrepentirse y nacer de nuevo.


Alma 5:62 Os hablo por vía de mandamiento a vosotros que pertenecéis a la iglesia; y por vía de invitación os hablo a los que no pertenecéis a ella, diciendo: Venid y bautizaos para arrepentimiento, a fin de que también participéis del fruto del árbol de la vida.


Alma 6:6 No obstante, se mandó a los hijos de Dios que se congregaran frecuentemente, y se unieran en ayuno y ferviente oración por el bien de las almas de aquellos que no conocían a Dios.


Alma 7:11 Y él saldrá, sufriendo dolores, aflicciones y tentaciones de todas clases; y esto para que se cumpla la palabra que dice: Tomará sobre sí los dolores y las enfermedades de su pueblo.

12 Y tomará sobre sí la muerte, para soltar las ligaduras de la muerte que sujetan a su pueblo; y sus debilidades toaré él sobre sí, para que sus entrañas sean llenas de misericordia, según la carne, a fin de que según la carne sepa cómo socorrer a los de su pueblo, de acuerdo con las debilidades de ellos.

13 Ahora bien, el Espíritu sabe todas las cosas; sin embargo, el Hijo de Dios padece según la carne, a fin de tomar sobre sí los pecados de su pueblo, para borrar sus transgresiones según el poder de su liberación; y he aquí, este es el testimonio que hay en mí.


Alma 7:14 Ahora os digo que debéis arrepentiros y nacer de nuevo; pues el Espíritu dice que se no nacéis otra vez, no podéis heredar el reino de los cielos. Venid, pues, y sed bautizados para arrepentimiento, a fin de que seáis lavados de vuestros pecados, para que tengáis fe en el Cordero de Dios, que quita los pecados del mundo, que es poderoso para salvar y para limpiar de toda iniquidad.

15 Sí, os digo, venid y no temáis, y desechad todo pecado, pecado que fácilmente os envuelve, que os liga hasta la destrucción; sí, venid y adelantos, y manifestad a vuestro Dios que estáis dispuestos a arrepentiros de vuestros pecados y a concertar un convenio con él de guardar sus mandamientos, y testificádselo hoy, yendo a las aguas del bautismo.

16 Y el que hiciere esto y guardare los mandamientos de Dios de allí en adelante, se acordará que le digo, sí, se acordará que le he dicho, según el testimonio del Santo Espíritu que testifica en mí, que tendrá la vida eterna.


Alma 7:23 Y ahora quisiera que fueseis humildes, que fueseis sumisos y dóciles; fáciles de ser tratables; llenos de paciencia y longanimidad; siendo moderados en todas las cosas; siendo diligentes en guardar los mandamientos de Dios en todo momento; pidiendo las cosas que necesitéis, tanto espirituales como temporales; siempre dando gracias a Dios por las cosas que recibís.

24 Y mirad que tengáis fe, esperanza y caridad, y entonces siempre abundaréis en buenas obras.


Alma 8:14 Y aconteció que mientras viajaba hacia allá, agobiado por la aflicción, pasando por mucha tribulación y angustia en el alma por causa de la iniquidad de la gente que se hallaba en la ciudad de Ammoníah, sucedió que mientras agobiaba a Alma esta afliccón, he aquí, se le apareció un ángel del Señor, diciendo:

15 Bendito eres, Alma; por tanto, levanta la cabeza y regocíjate, pues tienes mucho por qué alegrarte; pues has sido fiel en guardar los mandamientos de Dios, desde la ocasión en que recibiste de él tu primer mensaje. He aquí, yo soy quien te lo comuniqué.

Alma 8:18 Y aconteció que después que hubo recibido su mensaje del ángel del Señor, Alma se volvió el la ciudad por otro camino; sí, por el que queda al sur de la ciudad de Aammoníah.

19 Y tuvo hambre al entrar en la ciudad, y dijo a un hombre: ¿Quieres dar algo de comer a un humilde siervo de Dios?

20 Y le dijo el hombre: Soy nefita, y sé que eres un santo profeta de Dios, porque tú eres el hombre de quien un ángel dijo en una visión: Tú lo recibirás. Por tanto, ven conmigo a mi case, y te daré de mi alimento; y sé que serás una bendición para mí y para mi casa.

21 Y sucedió que este hombre lo recibió en su casa; y se llamaba Amulkek; y trajo pan y carne y los puso delante de Alma.

22 Y ocurrió que Alma comió pan y quedó satisfecho; y bendijo a Amulek y a su casa, y dio gracias a Dios.


Alma 10:7 Mientras me dirigía a ver a un pariente muy cercano, he aquí, se me apareció un ángel del Señor y me dijo: Amulek, vuélvete a tu propia case porque darás de comer a un profeta del Señor; sí, un hombre santo que es un varón escogido de Dios; porque ha ayunado muchos días a causa de los pecados de este pueblo, y tiene hambre; y lo recibirás en tu casa y lo alimentarás, y él te bendecirá a ti y a tu case; y la bendición del Señor reposará sobre ti y tu casa.


Alma 10:17 Ahora bien, no sabían que Amulek podía conocer sus intenciones. Pero ocurrió que al comenzar a interrogarlo, él percibió sus pensamientos, y les dijo: ¡Oh generación malvada y perversa, vosotros, abogados e hipócritas, puesto que estáis poniendo los cimiento del diablo!; porque estáis armando asechanzas y trampas para enredar a los santos de Dios.


Alma 11:22 Y le dijo Amulek: Sí, si va de acuerdo con el Espíritu del Señor que hay en mí; porque nada diré que sea contrario al Espíritu del Señor que hay en mí; porque nada diré que sea contrario al Espíritu del Señor. Y le dijo Zeezrom: He aquí seis ontíes de plata; te los daré todos si niegas la existencia de un Ser Supremo.


Alma 11:40 y vendrá al mundo para redimir a su pueblo; y toará sobre sí las transgresiones de aquellos que crean en su nombre; y estos son los que tendrán vida eterna, y a nadie más viene la salvación.

41 Por tanto, los malvados permanecen como si no se hubiese hecho ninguna redención, a menos que sea el rompimiento de las ligaduras de la muerte; pues he aquí, viene el día en que todos se levantarán de los muertos y comparecerán delante de Dios, y serán juzgados según sus obras.

Alma 11:42 Ahora bien, hay una muerte que se llama la muerte temporal; y la muerte de Cristo desatará las ligaduras de esta muerte temporal, de modo que todos se levantarán de esta muerte.

43 El espíritu y el cuerpo serán reunidos otra vez en su perfecta forma; los miembros así como las coyunturas serán restaurados a su propia forma, tal como nos hallamos ahora; y seremos llevados ante Dios, conociendo tal como ahora conocemos, y tendremos un vivo recuerdo de toda nuestra culpa.

44 Pues bien, eta restauración vendrá sobre todos, tanto viejos como jóvenes, esclavos así como libres, varones así como mujeres, malvados así como justos; y no se perderá ni un solo pelo de su cabeza, sino que todo será restablecido a su perfecta forma, o en el cuerpo, cual se encuentra ahora, y serán llevados a comparecer ante el tribunal de Cristo el Hijo, y Dios el Padre, y el Santo Espíritu, que son un Eterno Dios, para ser juzgados según sus obras, sean buenas o malas.

45 Ahora bien, he aquí, to he hablado concerniente a la muerte del cuerpo mortal y también acerca de la resurrección del cuerpo mortal. Te digo que este cuerpo mortal se levanta como cuerpo inmortal, es decir, de la muerte, sí, de la primera muerte a vida, de modo que no pueden morir ya más; sus espíritus se unirán a sus cuerpos para no ser separados nunca más; por lo que esta unión se torna espiritual e inmortal, para no volver a ver corrupción.


Alma 12:1 Entonces Alma, notando que las palabras de Amulek habían callao a Zeezrom, pues vio que Amulek lo había sorprendido en sus mentiras y ardides para destruirlo, y viendo que Zeezrom, consciente de su culpabilidad, empezaba a temblar, Alma abrió su boca y comenzó a hablarle y a afirmar las palabras de Amulek, y a explicar loas cosas, o aclarar las Escrituras más de lo que Amulek había hecho.


Alma 12:3 Bien, Zeezrom, ya que se te ha sorprendido en tus mentiras y artificios, pues no solamente has mentido a los hombres, sino que has mentido a Dios; porque he aquí, él conoce todos tus pensamientos, y ya ves que tus pensamientos nos son manifestados por su Espíritu;


Alma 12:7 Ahora bien, cuando Alma hubo hablado estas palabras, Zeezrom empezó a temblar sobremanera, porque más y más se convencía del poder de Dios; y también estaba convencido de que Alma y Amulek sabían de él, puse se había convencido de que conocían los pensamientos e intenciones de su corazón; porque les era dado el poder para sabe de aquellas cosas de acuerdo con el espíritu de profecía.


Alma 12:12 Y Amulek ha hablado con claridad acerca de la muerte y de ser levantados de esta existencia mortal a un estado de inmortalidad, y ser llevados ante el tribunal de Dios para ser juzgados según nuestras obras.

13 Así que, si nuestros corazones se han endurecido, sí, si hemos endurecido nuestros corazones contra la palabra, al grado de que no se halla en nosotros, entonces nuestra condición será terrible, porque seremos condenados.

14 Porque nuestras palabras nos condenarán, sí, todas nuestras obras nos condenarán; no nos hallaremos sin mancha, y nuestro pensamientos también nos condenarán. Y en esta terrible condición no nos atreveremos a mirar a nuestro Dios, sino que nos daríamos por felices si pudiéramos mandar a las piedras y montañas que cayesen sobre nosotros, para que nos escondiesen de su presencia.


Alma 12:21 ¿Qué significa la Escritura que dice que Dios colocó querubines y una espada encendida al oriente del Jardín de Edén, no fuese que nuestros primeros padres entrasen y comiesen del fruto del árbol de la vida y viviesen para siempre?

22 Luego le dijo Alma: Esto es lo que estaba a punto de explicar. Veos que Adán cayó por comer del fruto prohibido, según la palabra de Dios; y así veos que por su caída, toda la humanidad llegó a ser pueblo perdido y caído.

23 Y he aquí, te digo que de haber sido posible que Adán hubiese comido del fruto del árbol de la vida en esa ocasión, no habría habido muerte, y la palabra habría resultado nula, y habría colocado a Dios en el papel de embustero, porque él había dicho: Si coieres, de cierto morirá.

24 Y vemos que la muerte viene sobre el género humano; sí, la muerte de que ha hablado Amulek, que es la muerte temporal; no obstante, se le concedió un tiempo al hombre en el cual pudiera arrepentirse; así que esta vida llegó a ser un estado de probación; un tiempo de preparación para presentarse ante Dios; un tiempo do prepararse para ese estado sin fin del cual hemos hablado, que viene después de la resurrección de los muertos.


Alma 12:31 Por tanto, dio mandamientos a los hombres, habiendo estos transgredido previamente los primeros mandamientos concernientes a las cosas que eran temporales, llegando a ser como dioses, discerniendo el bien del mal, colocándose, o siendo colocados, en condiciones de actuar según su voluntad y placer, ya para hacer el mal, ya para hacer el bien;

Alma 12:32 por tanto, después de haberles dado a conocer el plan de redención, Dios les dio mandamientos de no cometer iniquidad, el castigo de lo cual sería una segunda muerte, que era una muerte eterna respecto de las cosas pertenecientes a la rectitud; porque en estos el plan de redención no tendría poder, pues de acuerdo con la suprema bondad de Dios, las obras de la justicia no podían ser destruidas.

33 Pero Dios llamó a los hombres, en el nombre de su Hijo (pues este era el plan de redención que se estableció), diciendo: Si os arrepentís, y no endurecéis vuestros corazones, entonces tendré misericordia de vosotros por medio de mi Hijo Unigénito;

34 por tanto, el que se arrepienta, y no endurezca su corazón, tendrá derecho a reclamar la misericordia, por medio de mi Hijo Unigénito, para la remisión de sus pecados; y ellos entrarán en mi descanso.

35 Y el que endureciere su corazón, y cometiere iniquidad, he aquí, juro en mi ira que no entrará en mi descanso.


Alma 13:1 Y además, hermanos míos, quisiera dirigir vuestros pensamientos hacia la época en que el Señor Dios dio estos mandamientos a sus hijos; y quisiera que os acordaseis de que el Señor Dios ordenó sacerdotes, según su santo orden, que era según el orden de su Hijo, para enseñar estas cosas al pueblo.

2 Y esos sacerdotes fueron ordenados según el orden de su Hijo, de una manera que haría saber al pueblo el modo de esperar anhelosamente a su Hijo para recibir la redención.

3 Y esta es la manera conforme a la cual fueron ordenados, habiendo sido llamados y prepardos desde la fundación del mundo de acuerdo con la presciencia de Dios, por causa de su fe excepcional y buenas obras, habiéndoseles concedido primeramente escoger el bien o el mal; por lo que, habiendo escogido el bien y ejercido una fe sumamente grande, son llamados con un santo llamamiento, sí, con ese santo llamamiento que, con una redención preparatoria y de conformidad con ella, se dispuso para tales seres.

4 Y así, por motivo de su fe, han sido llamados a este santo llamamiento, mientras que otros rechazaban el Espíritu de Dios a causa de la dureza de sus corazones y la ceguedad de su mente, cuando de no haber sido por esto, hubieran podido tener tan grande privilegio como sus hermanos.

5 O en una palabra, al principio se hallaban en la misma posición que sus hermanos; así se preparó este santo llamamiento desde la fundación del mundo para aquellos que no endurecieran sus corazones, haciéndose en la expiación y por medio de la expiación del Hijo Unigénito, que fue preparado;

6 y así son llamados mediante este santo llamamiento y ordenados al sumo sacerdocio del santo orden de Dios, para enseñar sus mandamientos a los hijos de los hombres, para que también entren en su reposo;

7 este sumo sacerdocio era según el orden de su Hijo, el cual orden existía desde la fundación del mundo, o en otras palabras, es sin principio de días ni fin de años, preparado de eternidad en eternidad, según su presciencia de todas las cosas;

8 ahora bien, de esta manera los ordenaban: Eran llamados con un santo llamamiento, y ordenados con una santa ordenanza, y tomaban sobre sí el sumo sacerdocio del santo orden; y este llamamiento, ordenanza y sumo sacerdocio no tienen principio ni fin;

9 por tanto, llegan a ser sumos sacerdotes para siempre, según el orden del Hijo, el Unigénito del Padre, el cual no tiene principio de días ni fin de años, y es lleno de gracia, equidad y verdad. Y así es. Amén.

10 Pues como decía respecto al santo orden, o sea, este sumo sacerdocio, hubo muchos que fueron ordenados y llegaron a ser sumos sacerdotes de Dios; y fue por motivo de su fe excepcional y arrepentimiento, y su rectitud ante Dios, porque prefirieron arrepentirse y obrar rectamente más bien que perecer;

11 por tanto, fueron llamados según este santo orden, y fueron santificados, y sus vestidos fueron blanqueados mediante la sangre del Cordero.

12 Ahora bien, ellos, después de haber sido santificados por el Espíritu Santo, habiendo sido blanqueados sus vestidos, encontrándose puros y sin mancha ante Dios, no podían ver el pecado sino con repugnancia; y hubo muchos, muchísimos, que fueron purificados y entraron en el reposo del Señor su Dios.

13 Y ahora bien, hermanos míos, quisiera que os humillaseis ante Dios y dieseis frutos dignos de arrepentimiento, para que también podáis entrar en ese reposo.

14 Sí, humillaos así como el pueblo en los días de Melquisedec, quien también fue un sumo sacerdote según este mismo orden de que he hablado, que también tomó sobre sí el sumo sacerdocio para siempre.

Alma 13:15 Y fue a este mismo Melquisedec a quien Abraham pagó diezmos; sí, aun nuestro padre Abraham pagó como diezmo una décima parte de todo lo que poseía.

16 Y estas ordenanzas se conferían según esta manera, para que por ese medio el pueblo esperara anhelosamente al Hijo de Dios, ya que era un símbolo de su orden, es decir,era su orden, y esto para esperar anhelosamente de él la remisión de sus pecados a fen de entrar en el reposo del Señor.

Alma 13:17 Pues bien, este Melquisedec era rey de la tierra de Salem; y su pueblo había aumentado en la iniquidad y abominaciones; sí, se habían extraviado todos; se habían entregado a todo género de iniquidades;

18 pero Melquisedec, habiendo ejercido una fe poderosa, y recibido el oficio del sumo sacerdocio según el santo orden de Dios, predicó el arrepentimiento a su pueblo. Y he aquí, se arrepintieron; y Melquisedec estableció la paz en la tierra durante sus días; por tanto, fue llamado el príncipe de paz, pues era rey de Salem; y reinó bajo su padre.

19 Hubo muchos antes que él, y también hubo muchos después, mas ninguno fue mayor que él; por tanto, han hecho de él mención más particular.


Alma 13:23 Y nos son manifestadas en términos claros para que entendamos, de modo que no erremos; y se hace así porque somos peregrinos en una tierra extraña; por tanto, somos altamente favorecidos, porque nos han sido declaradas estas alegres nuevas en todas partes de nuestra viña.


Alma 13:24 Porque he aquí, ángeles las están declarado a muchos en nuestra tierra en este tiempo, y esto con objeto de preparar el corazón de los hijos de los hombres para recibir su palabra al tiempo de su venida en su gloria.


Alma 13:28 sino que os humilléis ante el Señor, e invoquéis su santo nombre, y veléis y oréis incesantemente, para que no seáis tentados más de lo que podáis resistir, y así seáis guiados por el Santo Espíritu, volviéndoos humildes, mansos, sumisos, pacientes, llenos de amor y de toda longanimidad;


Alma 14:11 Mas le dijo Alma: El Espíritu me constriña a no extender la mano; pues he aquí, el Señor los recibe para sí mismo en gloria; y él permite que el pueblo les haga esto, según la dureza de sus corazones, para que los juicios que en su ira envíe sobre ellos sean justos; y la sangre del inocente será un testimonio en su contra, sí, y clamará fuertemente contra ellos en el postrer día.


Alma 16:16 Y no había desigualdad entre ellos; y el Señor derramó su Espíritu sobre toda la faz de la tierra a fin de preparar la mente de los hijos de los hombres, o sea, preparar sus corazones para recibir la palabra que se enseñaría entre ellos en el día de su venida,

17 a fin de que no se endurecieran contra la palabra, para que no fuesen incrédulos y procediesen a la destrucción; sino que recibieran la palabra con gozo, y que, como rama, fuesen injertados en la verdadera vid para que entraran en el repose del Señor su Dios.


Alma 17:2 Estos hijos de Mosíah estaban con Alma en la ocasión en que el ángel se le apareció por primera vez; por tanto, Alma se alegró muchísimo de ver a sus hermanos; y lo que aumentó más su gozo fue que aún eran sus hermanos en el Señor; sí, y se habían fortalecido en el conocimiento de la verdad; porque eran hombres de sano entendimiento, y habían escudriñado diligentemente las Escrituras para conocer la palabra de Dios.

3 Mas esto no es todo; se habían dedicado a mucha oración y ayuno; por tanto, tenían el espíritu de profecía y el espíritu de revelación, y cuando enseñaban, lo hacían con poder y autoridad de Dios.


Alma 17:10 Y sucedió que el Señor los visitó con su Espíritu, y les dijo: Sed consolados; y fueron consolados.

11 Y les dijo también el Señor: Id entre los lamanitas, vuestros hermanos, y estableced mi palabra; empero seréis pacientes en las congojas y aflicciones, para que les deis buenos ejemplos en mí; y os haré instrumentos en mis manos, para la salvación de muchas almas.


Alma 17:19 Y Ammón fue a la tierra de Ismael, que así se llamaba por los hijos de Ismael, los cuales también se hicieron lamanitas.

20 Y al entrar Ammón en la tierra de Ismael, los lamanitas lo tomaron y lo ataron como acostumbraban atar a todos los nefitas que caían en sus manos y llevarlos ante el rey; y así se dejaba al gusto del rey matarlos, o retenerlos en el cautiverio, o echarlos en la cárcel, o desterrarlos, según su voluntad y placer.

21 Y así Ammón fue llevado ante el rey que gobernaba en la tierra de Ismael; y se llamaba Lamoni, y era descendiente de Ismael.

22 Y el rey preguntó a Ammón se era su deseo vivir en esa tierra entre los lamanitas, o sea, entre el pueblo del rey.

23 Y le dijo Ammmón: Sí; deseo morar entre este pueblo por algún tiempo; sí, y quizá hasta el día que muera.

24 Y sucedió que el rey Lamoni quedó muy complacido con Ammón, e hizo que le soltaran las ligaduras; y quería que él tomara por esposa a una de sus hijas.

25 Mas le dijo Ammón: No, sino seré tu siervo. Por tanto, Ammón se hizo siervo del rey Lamoni. Y sucedió que lo pusieron con otros siervos para que cuidara los rebaños de Lamoni, según la costumbre de los lamanitas.


Alma 18:8 Y sucedió que el rey Lamoni preguntó a sus siervos, diciendo: ¿En dónde está este hombre que tiene tan grande poder?

9 Y le dijeron: He aquí, está dando de comer a tus caballos. Ahora bien, antes que salieran a abrevar sus rebaños, el rey había mandado a sus siervos que prepararan sus caballos y carros y lo llevaran a la tierra de Nefi; porque el padre de Lamoni, que era el rey de toda esa tierra, había mandado preparar una gran fiesta en la tierra de Nefi.

10 Y cuando oyó el rey Lamoni que Ammón estaba preparando sus caballos y sus carros, se asombró más a causa de la fidelidad de Ammón, y dijo: Ciertamente no ha habido entre todos mis siervos ninguno que haya sido tan fiel como este hombre; pues se acuerda de todas mis órdenes para ejecutarlas.


Alma 18:16 Y aconteció que Ammón, estando lleno del Espíritu de Dios, percibió los pensamientos del rey. Y le dijo: ¿Es porque has oído que defendí a tus siervos y tus rebaños, y maté a siete de sus hermanos con la honda y con la espada, y les corté los brazos a otros, a fin de defender tus rebaños y tus siervos? ¿He aquí, es esto lo que causa tu asombro?


Alma 18:20 Y dijo el rey: ¿Cómo sabes los pensamientos de mi corazón? Puedes hablar sin temor y decirme concerniente a estas cosas; y dime, también, con qué poder mataste y cortaste los brazos a mis hermanos que esparcieron mis rebaños.


Alma 18:32 Y dijo Ammón: Sí, y su mirada está sobre todos los hijos de los hombres; y conoce todos los pensamientos e intenciones del corazón; porque por su mano todos fueron creados desde el principio.

33 Y dijo el rey Lamoni: Creo todas estas cosas que has hablado. ¿Eres enviado por Dios?

34 Y Ammón le dijo: Soy un hombre; y en el principio el hombre fue creado a imagen de Dios; y su Santo Espíritu me ha llamado para enseñar estas cosas a los de este pueblo, a fin de que lleguen al conocimiento de lo que es justo y verdadero;

35 y mora en mí parte de ese Espíritu, el cual me da conocimiento, y también poder, de conformidad con mi fe y mis deseos que están en Dios.

36 Y cuando Ammón hubo dicho estas palabras, empezó por la creación del mundo, y también la creación de Adán; y le declaró todas las cosas concernientes a la caída del hombre, y le repitió y explicó los anales y las Santas Escrituras del pueblo, las cuales los profetas habían declarado, aun hasta la época en que su padre Lehi salió de Jerusalén.


Alma 19:6 Y esto era lo que Ammón deseaba, pues sabía que el rey Lamoni se hallaba bajo el poder de Dios; sabía que el obscuro velo de incredulidad se estaba disipando de su mente, y la luz que iluminaba su mente, que era la luz de la gloria de Dios, que era una maravillosa luz de su bondad, sí, esta luz había infundido tal gozo en su alma, que la nube de obscuridad se había desvanecido, y la luz de la vida sempiterna se había encendido dentro de su alma; sí, sabía que esto había dominado el cuerpo natural del rey, y que había sido transportado en Dios.


Alma 22:3 Y ahora, ¡oh rey!, si tú nos concedes la vida, seremos tus siervos. Y les dijo el rey: Levantaos, porque os concederé vuestras vidas, y no permitiré que seáis mis siervos; pero sí insistiré en que me ministréis, porque mi mente ha estado algo perturbada por razón de la generosidad y grandeza de las palabras de vuestro hermano Ammón; y dese saber la causa por la cual él no ha subido desde Middoni contigo.


Alma 22:12 Y aconteció que al ver que el rey creería sus palabras, Aarón empezó por la creación de Adán leyendo al rey las Escrituras, de cómo cró Dios al hombre a su propia imagen, y que Dios le dio mandamientos, y que, a causa de la transgresión, el hombre había caído.

13 Y Aarón le explicó las Escrituras, desde la creación de Adán, exponieéndole la caída del hombre, y su estado carnal, y también el plan de redención que fue preparado desde la fundación del mundo, por medio de Cristo, para cuantos quisieran creer en su nombre.

14 Y en vista de que el hombre había caído, este no podía merecer nada de sí mismo; mas los padecimientos y muerte de Cristo expían sus pecados mediante la fe y el arrepentimiento, etcétera; y que él quebranta las ligaduras de la muerte, para arrebatarle la victoria a la tumba, y que el aguijón de la muerte sea consumido en la esperanza de gloria; y Aarón le explicó todas estas cosas al rey.


Alma 24:8 Y he aquí, doy gracias a mi gran Dios por habernos dado una porción de su Espíritu para ablandar nuestros corazones, de modo que hemos iniciado relaciones con estos hermanos, los nefitas.


Alma 26:12 Sí, yo sé que nada soy; en cuanto a mi fuerza, soy débil; por tanto, no me jactaré de mí mismo, sino que me gloriaré en mi Dios, porque con su fuerza puedo hacer todas las cosas; sí, he aquí que hemos obrado muchos grandes milagros en esta tierra, por los cuales alabaremos su nombre para siempre jamás.


Alma 26:27 Y cuando nuestros corazones se hallaban desanimados, y estábamos a punto de regresar, he aquí, el Señor nos consoló, y nos dijo: Id entre vuestros hermanos los lamanitas, y sufrid con paciencia vuestras aflicciones, y os daré el éxito.


Alma 29:1 ¡Oh, si fuera yo un ángel y se me concediera el deseo de mi corazón, para salir y hablar con la trompeta de Dios, con una voz que estremeciera la tierra, y proclamar el arrepentimiento a todo pueblo!

2 Sí, declararía yo a toda alma, como con voz de trueno, el arrepentimiento y el plan de redención:

3 Mas he aquí, soy hombre, y peco en mi deseo; porque debería estar conforme con lo que el Señor me ha concedido.

4 No debería, en mis desos, perturbar los firmes decretos de un Dios justo, porque sé que él concede a los hombres según lo que deseen, ya sea para muerte o para vida; sí, sé que él concede a los hombres, sí, les decreta decretos que son inalterables según la voluntad de ellos, ya sea para salvación o destrucción.


Alma 29:8 Pues he aquí, el Señor les concede a todas las naciones que, de su propia nación y lengua, enseñen su palabra, sí, con sabiduría, cuanto él juzgue conveniente que tengan; por lo tanto, vemos que el Señor aconseja en sabiduría, de conformidad con lo que es justo y verdadero.


Alma 30:44 Mas Alma le dijo: Ya has tenido bastantes señales; ¿quieres tentar a tu Dios? ¿Dirás: Muéstrame una señal, cuando tienes el testimonio de todos estos tus hermanos, y también de todos los santos profeta? Las Escrituras están delante de ti; sí, y todas las cosas indican que hay un Dios, sí, y también todos los planetas que se mueven en su orden regular testifican que hay un Creador Supremo.


Alma 31:4 Y los nefitas temían en gran manera que los zoramitas establecieran relaciones con los lamanitas, y resultara en una pérdida muy grande para los nefitas.

5 Y como la predicación de la palabra tenía gran propensión a impulsar a la gente a hacer lo que era justo -- sí, había surtido un efecto más potente en la mente del pueblo que la espada o cualquier otra cosa que les había acontecido--por tanto, Alma consideró prudente que pusieran prueba la virtud de la palabra de Dios.


Alma 31:31 ¡Oh Señor, mi corazón se halla afligido en sumo grado; consuela mi alma en Cristo! ¡Oh Señor, concédeme que tenga fuerzas para sufrir con paciencia estas aflicciones que vendrán sobre mí, a causa de la iniquidad de este pueblo!

32 ¡Oh Señor, conuela mi alma y concédeme el éxito, así como a mis consiervos que se hallan conmigo; sí, Ammón y Aarón y Omner, como también Amulek y Zeezrom, y también mis dos hijos! Sí, conforta a todos estos, ¡oh Señor! Sí, consuela sus almas en Cristo.

33 ¡Concédeles que tengan fuerza para poder sobrellevar las aflicciones que les sobrevendrán por motivo de las iniquidades de este pueblo!

34 ¡Oh Señor, concédenos lograr el éxito al traerlos nuevamente a ti en Cristo!

35 ¡He aquí, sus almas son preciosas, oh Señor, y muchos de ellos son nuestro hermanos; por tanto, danos, oh Señor, poder y sabiduría para que podamos traer a estos, nuestro hermanos, nuevamente a ti!


Alma 32:1 Y acaeció que salieron y empezaron a predicar al pueblo la palabra de Dios, entrando en sus sinagogas y en sus casas; sí, y aun predicaron la palabra en sus calles.

2 Y sucedió que después de trabajar mucho entre ellos, empezaron a tener éxito entre la clase pobre; pues he aquí, estos eran echados de las sinagogas a causa de la pobreza de sus ropas.

3 Por tanto, no les era permitido entrar en sus sinagogas para adorar a Dios porque eran considerados como la hez; por tanto, eran pobres; sí, sus hermanos los consideraban como la escoria; de modo que eran pobres en cuanto a las cosas del mundo, y también eran pobres de corazón.

4 Y mientras Alma estaba enseñando y hablando al pueblo sobre el cerro Onida, fue a él una gran multitud compuesta de aquellos de quienes hemos estado hablando, de aquellos que eran pobres de corazón a causa de su pobreza en cuanto a las cosas del mundo.

5 Y llegaron a Alma; y el principal entre ellos le dijo: He aquí, ¿qué harán estos, mis hermanos? Pues son despreciados por todos los hombres a causa de su pobreza; sí, y más particularmente por nuestros sacerdotes, porque nos han echado de nuestra sinagogas, que con tanto trabajo hemos edificado con nuestras propias manos; y nos han echado a causa de nuestra suma pobreza; y no tenemos un lugar para adorar a nuestro Dios. He aquí, ¿qué haremos?

6 Y cuando Alma oyó esto, volvió su rostro directamente hacia él, y los observó con gran gozo; porque vio que sus aflicciones realmente los habían humillado, y que se hallaban preparados para oír la palabra.

7 Por tanto, no dijo más a la otra multitud; sino que extendió la mano y clamó a los que veía, aquellos que en verdad estaban arrepentidos, y les dijo:

8 Veo que sois mansos de corazón; y si es así, benditos sois.

9 He aquí, vuestro hermano ha dicho: ¿Qué haremos?, porque somos echados de nuestras sinagogas, de modo que no podemos adorar a nuestro Dios.

10 He aquí, os digo: ¿Suponéis que no podéis adorar a Dios más que en vuestras sinagogas?

11 Y además, quisiera preguntar: ¿Suponéis que no debéis adorar a Dios sino una vez por semana?

12 Yo os digo que está bien que seáis echados de vuestras sinagogas, para que seáis humildes y aprendáis sabiduría; porque es necesario que aprendáis sabiduría; porque es por motivo de que sois echados, debido a que vuestros hermanos os desprecian a causa de vuestra suma pobreza, que habéis llegado a la humildad de corazón; pues necesariamente se os hace ser humildes.

13 Y porque sois obligados a ser humildes, benditos sois; porque en ocasiones el hombre, si se ve obligado a ser humilde, busca el arrepentimiento; y de seguro, el que se arrepienta hallará misericordia; y quien halle misericordia y persevere hasta el fin, será salvo.

14 Y como ya os he dicho, que por haber sido obligados a ser humildes, fuisteis bendecidos, ¿no suponéis que son más bendecidos aún aquellos que se humillan verdaderamente a causa de la palabra?

15 Sí, el que verdaderamente se humille y se arrepienta de sus pecados, y persevere hasta el fin, será bendecido; sí, bendecido mucho más que aquellos que se ven obligados a ser humildes por causa de su extrema pobreza.

16 Por tanto, benditos son aquellos que se humillan sin verse obligados a ser humildes; o más bien, en otras palabras, bendito es el que cree en la palabra de Dios, y es bautizado sin obstinación de corazón; sí, sin habérsele llevado a conocer la palabra, o siquiera compelido a saber, antes de creer.

17 Sí, hay muchos que dicen: Si nos muestras una señal del cielo, de seguro luego sabremos; y entonces creeremos.

18 Ahora yo os pregunto: ¿Es fe esto? He aquí, os digo que no; porque si un hombre sabe una cosa, no tiene necesidad de creer, porque la sabe.

19 Y ahora bien, ¿cuánto más aldito es aquel que conoce la voluntad de Dios y no la cumple, que el que solo cree o solamente tiene motivo para creer, y cae en transgresión?

20 Ahora bien, sobre este asunto vosotros habéis de juzgar. He aquí, os digo que así es por una parte como lo es por la otra; y a todo hombre se hará según sus obras.

Alma 32:21 Y ahora bien, como decía concerniente a la fe: La fe no es tener un conocimiento perfecto de las cosas; de modo que si tenéis fe, tenéis esperanza en cosas que no se ven, y que son verdaderas.

22 Y ahora bien, he aquí, ahora os digo, y quisiera que recordaseis, que Dios es misericordioso para con todos los que creen en su nombre; por tanto, él desea ante todo que creáis, si, en su palabra.

23 Y ahora bien, él comunica su palabra a los hombres por medio de ángeles; sí, no solo a los hombres, sino a las mujeres también. Y esto no es todo; muchas veces les son dadas a los niños palabras que confunden al sabio y al erudito.

24 Y ahora bien, amados hermanos míos, ya que habéis deseado saber de mí qué debéis hacer, porque sois afligidos y desechados--y no quiero que penséis que es mi intención juzgaros sino de acuerdo con lo que es verdad--

25 porque no quiero decir que todos vosotros habéis sido compelidos a humillaros; porque verdaderamente creo yo que entre vosotros hay algunos que se humillarían, pese a las circunstancias en que se hallaran.

Alma 32:26 Pues como dije acerca de la fe, que no era un conocimiento perfecto, así es con mis palabras. No podéis, al principio, saber a la perfección acerca de su veracidad, así como tampoco la fe es un conocimiento perfecto.

27 Mas he aquí, se despertáis y aviváis vuestras facultades hasta experimentar con mis palabras, y ejercitáis un poco de fe, sí, aunque no sea más que un deseo de creer, dejad que este deseo obre en vosotros, sí, hasta creer de tal modo que deis cabida a una porción de mis palabras.

28 Compararemos, pues, la palabra a una semilla. Ahora bien, si dais lugar para que sea sembrada una semilla en vuestro corazón, he aquí, si es una semilla verdadera, o semilla buena, y no la echáis fuera por vuestra incredulidad, resistiendo al Espíritu del Señor, he aquí, empezará a hincharse en vuestro pecho; y al sentir esta sensación de crecimiento, empezaréis a decir dentro de vosotros: Debe ser que esta es una semilla buena, o que la palabra es buena, porque empieza a ensanchar mi alma; sí, empieza a iluminar mi entendimiento; sí, empieza a ser deliciosa para mí.

29 He aquí, ¿no aumentaría esto vuestra fe? Os digo que sí, sin embargo, no ha llegado a ser un conocimiento perfecto.

30 Mas he aquí, al paso que la semilla se hincha y brota y empieza a crecer, entonces no podéis menos que decir que la semilla es buena; pues he aquí, se hincha y brota y empieza a crecer.

31 Y he aquí, ¿estáis seguros ahora de que es una semilla buena? Os digo que sí; porque toda semilla produce según su propia especie.

32 Por tanto, si una semilla crece, es semilla buena; pero si no crece, he aquí que no es buena; por lo tanto, es desechada.

33 Y he aquí, por haber probado el experimento y sembrado la semilla, y porque esta se hincha, y brota, y empieza a crecer, sabéis por fuerza que la semilla es buena.

34 Y ahora bien, he aquí, ¿es perfecto vuestro entendimiento? Sí, vuestro conocimiento es perfecto en esta cosa, y vuestra fe queda inactiva; y esto porque sabéis, pues sabéis que la palabra ha henchido vuestras almas, y también sabéis que ha brotado, que vuestro entendimiento empieza a iluminarse y vuestra mente comienza a ensancharse.

35 Luego, ¿no es verdadero? Os digo que sí, porque es luz; y lo que es luz, es bueno, porque se puede discernir; por tanto, debéis saber que es bueno; y ahora bien, he aquí, ¿es perfecto vuestro conocimiento después de haber gustado esta luz?

36 He aquí, os digo que no; ni tampoco debéis dejar a un lado vuestra fe, porque tan solo habéis ejercitado vuestra fe para sembrar la semilla, a fin de llevar a cabo el experimento para saber si la semilla era buena.

37 Y he aquí, a medida que el árbol empiece a crecer, diréis: Nutrámoslo con gran cuidado para que eche raíz, crezca y nos produzca fruto. Y he aquí, si lo cultiváis con mucho cuidado, echará raíz, y crecerá, y dará fruto.

38 Mas si desatendéis el árbol, y sois negligentes en nutrirlo, he aquí, no echará raíz; y cuando el calor del sol llegue y lo abrase, se secará porque no tiene raíz, y lo arrancaréis y lo echaréis fuera.

39 Y esto no es porque la semilla no haya sido buena, ni tampoco es porque su fruto no sea deseable; sino porque vuestro terreno es estéril y no queréis nutrir el árbol; por tanto, no podréis obtener su fruto.

40 Y por lo mismo, si no cultiváis la palabra, mirando hacia adelante con el ojo de la fe a su fruto, nunca podréis recoger el fruto del árbol de la vida.

41 Pero si cultiváis la palabra, sí, y nutrís el árbol mientras empiece a crecer, mediante vuestra fe, con gran diligencia y con paciencia, mirando hacia adelante a su fruto, echará raíz, y he aquí, será un árbol que brotará para vida sempiterna.

42 Y a causa de vuestra diligencia, y vuestra fe y vuestra paciencia al nutrir la palabra para que eche raíz en vosotros, he aquí que con el tiempo recogeréis su fruto, el cual es sumamente precioso, y el cual es más dulce que todo lo dulce, y más blanco que todo lo blanco, sí, y más puro que todo lo puro; y comeréis de este fruto hasta quedar satisfecho, de modo que no tendréis hambre ni tendréis sed.

43 Entonces, hermanos míos, segaréis el galardón de vuestra fe, y vuestra diligencia, y paciencia, y longanimidad, esperando que el árbol os dé fruto.


Alma 34:1 Y aconteció que después que Alma les hubo hablado estas palabras, se sentó en el suelo, y Amulek se levantó y empezó a instruirlos, diciendo:


Alma 34:8 Y he aquí, ahora yo os testificaré de mí mismo que estas cosas son verdaderas. He aquí, os digo que yo sé que Cristo vendrá entre los hijos de los hombres para tomar sobre sí las transgresiones de su pueblo, y que expirá los pecados del mundo, porque el Señor Dios lo ha dicho.

9 Porque es necesario que se realice una expiación; pues según el gran plan del Dios Eterno, debe efectuarse una expiación, o de lo contrario, todo el género humano inevitablemente debe perecer; sí, todos se han endurecido; sí, todos han caído y están perdidos, y, de no ser por la expiación que es necesario que se haga, deben perecer.

10 Porque es preciso que haya un gran y postrer sacrificio; sí, no un sacrificio de hombre, ni de bestia, ni de ningún género de ave; pues no será un sacrificio humano, sino deber ser un sacrificio infinito y eterno.

11 Y no hay hombre alguno que sacrifique su propia sangre, la cual expíe los pecados de otro. Y si un hombre mata, he aquí, ¿tomará nuestra ley, que es justa, la vida de su hermano? Os digo que no.

12 Sino que la ley exige la vida de aquel que ha cometido homicidio; por tanto, no hay nada, a no ser una expiación infinita, que responda por los pecados del mundo.

Alma 34:13 De modo que es menester que haya un gran y postrer sacrificio; y entonces se podrá, o será preciso que se ponga fin al derramamiento de sangre; entonces quedará cumplida la ley de Moisés; sí, será totalmente cumplida, sin faltar ni una jota ni una tilde, y nada se habrá perdido.

14 Y he aquí, este es el significado entero de la ley, pues todo ápice señala a ese gran y postrer sacrificio; y ese gran y postrer sacrificio será el Hijo de Dios, sí, infinito y eterno.

15 Y así él trae la salvación a cuanto crean en su nombre; ya que es el propósito de este último sacrificio poner en efecto las entrañas de misericordia, que sobrepujan a la justicia y proveen a los hombres la manera de tener fe para arrepentimiento.

16 Y así la misericordia satisface las exigencias de la justicia, y ciñe a los hombres con brazos de seguridad; mientras que aquel que no ejerce la fe para arrepentimiento queda expuesto a las exigencias de toda la ley de la justicia; por lo tanto, únicamente para aquel que tiene fe para arrepentimiento se realizará el gran y eterno plan de la redención.

17 Por tanto, hermanos míos, Dios os conceda empezar a ejercitar vuestra fe para arrepentimiento, para que empecéis a implorar su santo nombre, a fin de que tenga misericordia de vosotros;

Alma 34:18 sí, imploradle misericordia, porque es poderoso para salvar.

19 Sí, humillaos y persistid en la oración a él.

20 Clamad a él cuando estéis en vuestros campos, sí, por todos vuestros rebaños.

21 Clamad a él en vuestras casas, sí, por todos los de vuestra casa, tanto por la mañana, como al mediodía y al atardecer.

22 Sí, clamad a él contra el poder de vuestros enemigos.

23 Sí, clamad a él contra el diablo, que es el enemigo de toda rectitud.

24 Clamad a él por las cosechas de vuestros campos, a fin de que prosperéis en ellas.

25 Clamad por los rebaños de vuestros capos para que aumenten.

26 Mas esto no es todo; debéis derramar vuestra alma en vuestros aposentos, en vuestros sitios secretos y en vuestros yermos.

27 Sí, y cuando no estéis clamando al Señor, dejad que rebosen vuestro corazones, entregados continuamente en oración a él por vuestro bienestar, así como por el bienestar de los que os rodean.

Alma 34:28 Y he aquí, amados hermanos míos, os digo que no penséis que esto es todo; porque se después de haber hecho todas estas cosas, volvéis la espalda al indigente y al desnudo, y no visitás al enfermo y afligido, y se no dais de vuestros bienes, si los tenéis, a los necesitados, os digo que si no hacéis ninguna de estas cosas, he aquí, vuestra oración es en vano y no os vale nada, y sois como los hipócritas que niegan la fe.

29 Por tanto, si no os acordáis de ser caritativos, sois como la escoria que los refinadores desechan (por no tener valor) y es hollada por los hombres.


Alma 34:34 No podréis decir, cuando os halléis ante esa terrible crisis: e arrepentiré, me volveré a mi Dios. No, no podréis decir esto; porque el mismo espíritu que posea vuestros cuerpos al salir de esta vida, ese mismo espíritu tendrá poder para poseer vuestro cuerpo en aquel mundo eterno.


Alma 37:2 y también te mando que lleves una historia de este pueblo, como lo he hecho yo, sobre las planchas de Nefi; y que conserves sagradas todas estas cosas que he guardado, así como yo las he preservado; porque se conservan para un sabio propósito.


Alma 37:14 Y ahora recuerda, hijo mío, que Dios te ha confiado estas cosas que son sagradas, que él ha conservado sagradas, y que también guardará y preservará para un sabio propósito suyo, para manifestar su poder a las generaciones futuras.


Alma 37:17 Porque él cumplirá todas las promesas que te haga, pues ha cumplido sus promesas que él ha hecho a nuestros padres.


Alma 37:36 Sí, e implora a Dios todo tu sostén; sí, sean todos tus hechos en el Señor, y dondequiera que fueres, sea en el Señor; deja que todos tus pensamientos se dirijan al Señor; sí, deja que los afectos de tu corazón se funden en el Señor para siempre.

37 Consulta al Señor en todos tus hechos, y él te dirigirá para bien; sí, cuando te acuestes por la noche, acuéstate en el Señor, para que él te cuide en tu sueño; y cuando te levantes por la mañana, rebose tu corazón de gratitud a Dios; y se haces estas cosas, serás enaltecido en el postrer día.


Alma 38:12 Usa valentía, mas no prepotencia; y procura también refrenar todas tus pasiones para que estés lleno de amor; procura evitar la ociosidad.


Alma 39:3 Y esto no es todo, hijo mío. Tú hiciste lo que para mí fue penoso; porque abandonaste el ministerio y te fuiste a la tierra de Sirón, en las fronteras de los lamanitas, tras la ramera Isabel.

4 Sí, ella se conquistó el corazón de muchos; pero no era excusa para ti, hijo mío. Tú debiste haber atendido al ministerio que se te confió.

5 ¿No sabes tú, hijo mío, que estas cosas son una abominación a los ojos del Señor; sí, más abominables que todos los pecados, salvo el derramar sangre inocente o el negar al Espíritu Santo?


Alma 40:11 Ahora bien, respecto al estado del alma entre la muerte y la resurrección, he aquí, un ángel me ha hecho saber que los espíritus de todos los hombres, en cuanto se separan de este cuerpo mortal, sí, los espíritus de todos los hombres, sean buenos o malos, son llevados de regreso a ese Dios que les dio la vida.

12 Y sucederá que los espíritus de los que son justos serán recibidos en un estado de felicidad que se llama paraíso: un estado de descanso, un estado de paz, donde descansarán de todas sus aflicciones, y de todo cuidado y pena.

13 Y entonces acontecerá que los espíritus de los malvados, sí, los que son malos--pues he aquí, no tienen parte ni porción del Espíritu del Señor, porque escogieron las malas obras en lugar de las buenas; por lo que el espíritu del diablo entró en ellos y se posesionó de su casa--estos serán echados a las tinieblas de afuera; habrá llantos y lamentos y el crujir de dientes, y esto a causa de su propia iniquidad, pues fueron llevados cautivo por la voluntad del diablo.

14 Así que este es el estado de las almas de los malvados; sí, en tinieblas y en un estado de terrible y espantosa espera de la ardiente indignación de la ira de Dios sobre ellos; y así permanecen en este estado, como los justos en el paraíso, hasta el tiempo de su resurrección.


Alma 40:23 El alma será restaurada al cuerpo, y el cuerpo al alma; sí, y todo miembro y coyuntura serán restablecidos a su cuerpo; sí, ni un cabello de la cabeza se perderá, sino que todo será restablecido a su propia y perfecta forma.


Alma 41:1 Y ahora bien, hijo mío, tengo algo que decirte sobre la restauración de que se ha hablado; porque he aquí, algunos han tergiversado las Escrituras y se han desviado lejos a causa de esto. Y veo que tu mente también ha estado preocupada en cuanto a este asunto; mas he aquí, te lo explicaré.

Alma 41:10 No vayas a suponer, porque se ha hablado concerniente a la restauración, que serás restaurado del pecado a lo felicidad. He aquí, te digo que la maldad nunca fue felicidad.

11 Y así, hijo mío, todos los hombres que se hallan en un estado natural, o más bien diría, en un estado carnal, están en la hiel de amargura y en las ligaduras de la iniquidad; se encuentran sin Dios en el mundo, y has obrado en contra de la naturaleza de Dios; por tanto, se hallan en un estado que es contrario a la naturaleza de la felicidad.


Alma 42:2 He aquí, hijo mío, te explicaré esto. Pues, he aquí, luego que el Señor Dios expulsó a nuestros primeros padres del Jardín de Edén, para cultivar la tierra de la que fueron toados, sí, sacó al hombre, y colocó al extremo oriental del Jardín de Edén querubines, y una espada encendida que daba vueltas por todos lados, para guardar el árbol de la vida,

3 vemos, pues, que el hombre había llegado a ser como Dios, conociendo el bien y el mal; y para que no extendiera su mano, y tomara también del árbol de la vida, y comiera y viviera para siempre, el Señor Dios colocó querubines y la espada encendida, para que el hombre no comiera del fruto.

4 Y así vemos que le fue concedido al hombre un tiempo para que se arrepintiera; sí, un tiempo de probación, un tiempo para arrepentirse y servir a Dios.

5 Porque he aquí, si Adán hubiese extendido su mano inmediatamente y comido del árbol de la vida, habría vivido para siempre, según la palabra de Dios, sin tener un tiempo para arrepentirse; sí, y también habría sido vana la palabra de Dios, y se habría frustrado el gran plan de salvación.

6 Mas he aquí, le fue señalado al hombre que muriera--por tanto, como fueron separados del árbol de la vida, así iban a ser separados de la faz de la tierra--y el hombre se vio perdido para siempre; sí, se tornó en hombre caído.

7 Y ahora bien, ves por esto que nuestros primeros padres fueron separados de la presencia del Señor, tanto temporal como espiritualmente; y así vemos que llegaron a ser personas libres de seguir su propia voluntad.

8 Y he aquí, no era prudente que el hombre fuese rescatado de esta muerte temporal, porque esto habría destruido el gran plan de felicidad.

9 Por tanto, como el ala nunca podía morir, y ya que la caída había traído una muerte espiritual, así como una temporal, sobre todo el género humano, es decir, fueron separados de la presencia del Señor, se hizo menester que la humanidad fuese rescatada de esta muerte espiritual.

10 Por tanto, ya que se habían vuelto carnales, sensuales y diabólicos por naturaleza, este estado de probación llegó a ser para ellos un estado para preparase; se tornó en un estado preparatorio.


Alma 42:13 por tanto, según la justicia, el plan de redención no podía realizarse sino de acuerdo con las condiciones del arrepentimiento del hombre en este estado probatorio, sí, este estado preparatorio; porque a menos que fuera por estas condiciones, la misericordia no podría surtir efecto, salvo que destruyese la obra de la justicia. Pero la obra de la justicia no podía ser destruida; de ser así, Dios dejaría de ser Dios.

14 Y así vemos que toda la humanidad se hallaba caída, y que estaba en manos de la justicia; sí, la justicia de Dios que los sometía para siempre a estar separados de su presencia.

15 Ahora bien, no se podría realizar el plan de la misericordia salvo que se efectuase una expiación; por tanto, Dios mismo expía los pecados del mundo, para realizar el plan de la misericordia, para apaciguar las demandas de la justicia, para que Dios sea un Dios perfecto, justo y misericordioso también.


Alma 42:21 Y si no se hubiese dado ninguna ley, ¿qué podría hacer la justicia se los hombres pecasen? ¿O la misericordia? Pues no tendrían derecho a reclamar al hombre.

Alma 42:22 Mas se ha dado una ley, y se ha fijado un castigo, y se ha concedido un arrepentimiento, el cual la misericordia reclama; do otro modo, la justicia reclama al ser humano y ejecuta la ley, y la ley impone el castigo; pues de no ser así, las obras de la justicia serían destruidas, y Dios dejaría de ser Dios.

23 Mas Dios no cesa de ser Dios, y la misericordia reclama al que se arrepiente; y la misericordia viene a causa de la expiación; y la expiación lleva a efecto la resurrección de los muertos; y la resurrección de los muertos lleva a los hombres de regreso a la presencia de Dios; y así son restaurados a su presencia, para ser juzgados según sus obras, de acuerdo con la ley y la justicia.

24 Pues he aquí, la justicia ejerce todos sus derechos, y también la misericordia reclama cuanto le pertenece; y así, nadie se salva sino los que verdaderamente se arrepienten.

25 ¿Qué, supones tú que la misericordia puede robar a la justicia? Te digo que no, ni un ápice. Si fuera así, Dios dejaría de ser Dios.


Alma 42:29 Si me amas, me servirás y guardarás todos mis mandamientos.


Alma 42:31 Y ahora bien, oh hijo mío, eres llamado por Dios para predicar la palabra a este pueblo. Ve, hijo mío; declara la palabra con verdad y con circunspección, para que lleves almas al arrepentimiento, a fin de que el gran plan de misericordia pueda reclamarlas. Y Dios te conceda según mis palabras. Amén.


Alma 56:45 Y te digo, mi amado hermano Moroni, que jamás había visto yo tan grande valor, no, ni aun entre todos los nefitas.

46 Pues como yo siempre los había llamado hijos míos (pues eran todos muy jóvenes), he aquí, me contestaron de esta manera: Padre, he aquí, nuestro Dios está con nosotros y no nos dejará caer; así pues, avancemos. No mataríamos a nuestros hermanos si nos dejasen en paz; por tanto, avancemos, no sea que derroten el ejército de Antipus.

Alma 56:47 Hasta entonces nunca habían combatido; no obstante, no temían la muerte, y estimaban más la libertad de sus padres que sus propias vidas; sí, sus madres les habían enseñado que si no dudaban, Dios los libraría.

48 Y me repitieron las palabras de sus madres, diciendo: No dudamos que nuestras madres lo sabían.


Alma 57:21 Sí, y obedecieron y procuraron cumplir con exactitud toda orden; sí, y les fue hecho según su fe; y me acordé de las palabras que, según me dijeron, sus madres les habían enseñado.

22 Y he aquí, es a estos, mis hijos, y a los hombres que habíamos elegido para escoltar a los prisioneros, a quienes debemos esta gran victoria; porque fueron ellos los que vencieron a los lamanitas; por tanto, los hicieron retroceder hasta la ciudad de Manti.

23 Y nosotros retuvimos nuestra ciudad de Cumeni, y no fuimos todos destruidos por la espada; no obstante, habíamos sufrido grandes bajas.

24 Y aconteció que después de haber huido los lamanitas, inmediatamente di órdenes de que mis hombres que habían sido heridos fuesen recogidos de entre los muertos, e hice que les vendaran sus heridas.

25 Y aconteció que doscientos, de mis dos mil sesenta, se habían desmayado por la pérdida de sangre. Sin embargo, mediante la bondad de Dios, y para nuestro gran asombro, y también para el gozo de todo nuestro ejército, ni uno solo de ellos había perecido; sí, y no hubo entre ellos uno solo que no hubiese recibido muchas heridas.

Alma 57:26 Y su preservación fue asombrosa para todo nuestro ejército; sí, que ellos hubiesen sido librados mientras que hubo un millar de nuestros hermanos que fueron muertos. Y lo atribuimos con justicia al milagroso poder de Dios, por motivo de su extraordinaria fe en lo que se les había enseñado a creer: que había un Dios justo, y que todo aquel que no dudara, sería preservado por su maravilloso poder.

27 Esta, pues, fue la fe de aquellos de que he hablado; son jóvenes, y sus mentes son firmes, y ponen su confianza en Dios continuamente.


Alma 58:10 Por lo tanto, derramamos nuestras almas a Dios en oración, pidiéndole que nos fortaleciera y nos librara de las manos de nuestros enemigos, sí, y que también nos diera la fuerza para retener nuestras ciudades, nuestras tierras y nuestras posesiones para el sostén de nuestro pueblo.


Alma 62:45 Por tanto, Helamán y sus hermanos salieron y declararon la palabra de Dios con mucho poder, convenciendo a mucha gente de sus iniquidades, lo que los hizo arrepentirse de sus pecados y ser bautizados para el señor su Dios.


Helamán 5:9 ¡Oh recordad, recordad hijos míos, las palabras que el rey Benjamín habló a su pueblo! Sí, recordad que no hay otra manera ni medio por los cuales el hombre pueda ser salvo, sino por la sangre expiatoria de Jesucristo, que ha de venir; sí, recordad que él viene para redimir al mundo.

Helamán 5:10 Y acordaos también de las palabras que Amulek habló a Zeezrom en la ciudad de Ammoníah; pues le dijo que el Señor de cierto vendrá para redimir a su pueblo; pero que no vendría para redimirlos en sus pecados, sino para redimirlos de sus pecados.

11 Y ha recibido poder, que le ha sido dado del Padre, para redimir a los hombres de sus pecados por motivo del arrepentimiento; por tanto, ha enviado a sus ángeles para declarar las nuevas de las condiciones del arrepentimiento, el cual conduce al poder del Redentor, para la salvación de sus almas.

12 Y ahora bien, recordad, hijos míos, recordad que es sobre la roca de nuestro Redentor, el cual es Cristo, el Hijo de Dios, donde debéis establecer vuestro fundamento, para que cuando el diablo lance sus impetuosos vientos, sí, sus dardos en el torbellino, sí, cuando todo su granizo y furiosa tormenta os azoten, esto no tenga poder para arrastraros al abismo de miseria y angustia sin fin, a causa de la roca sobre la cual estáis edificados, que es un fundamento seguro, un fundamento sobre el cual, si los hombres edifican, no caerán.


Helamán 5:18 Y acaeció que Nefi y Lehi predicaron a los lamanitas con tan gran poder y autoridad, porque se les había dado poder y autoridad para hablar, y también les había sido indicado lo que debían hablar,


Helamán 5:30 Y ocurrió que cuando oyeron esta voz, y percibieron que no era una voz de trueno, ni una voz de un gran ruido tumultuoso, mas he aquí, era una voz apacible de perfecta suavidad, cual si hubiese sido un susurro, y penetraba hasta el alma misma;


Helamán 10:1 Y aconteció que surgió una división entre el pueblo, de tal modo que se separaron, unos por un lado y otros por otro, y siguieron sus caminos, dejando a Nefi solo mientras se hallaba en medio de ellos.

2 Y sucedió que Nefi se dirigió hacia su propia casa, meditando sobre las cosas que le había manifestado el Señor.

Helamán 10:3 Y acaeció que mientras así meditaba--hallándose muy desanimado por motivo de la perversidad de los nefitas, sus secretas obras de tinieblas, y sus asesinatos, y sus robos, y toda clase de iniquidades--sucedió que mientras meditaba de esta manera en su corazón, he aquí, llegó a él una voz, diciendo:

4 Bienaventurado eres tú, Nefi, por las cosas que has hecho; porque he visto que has declarado infatigablemente a este pueblo la palabra que te he dado. Y no les has tenido miedo, ni te has afanado por tu propia vida, antes bien, has procurado mi voluntad y el cumplimiento de mis mandamientos.

5 Y porque has hecho esto tan infatigablemente, he aquí, te bendeciré pare siempre, y te haré poderoso en palabra y en hecho, en fe y en obras; sí, al grado de que todas las cosas te serán hechas según tu palabra, porque tú no pedirás lo que sea contrario a mi voluntad.


Helamán 10:17 Y sucedió que así fue en el Espíritu, de multitud en multitud, declarando la palabra de Dios, hasta que se la hubo declarado a todos ellos, o sea, la hubo mandado entre todo el pueblo.


Helamán 13:3 Mas he aquí, vino a él la voz del Señor de que volviera otra vez y profetizara al pueblo todas las cosas que le vinieran al corazón.

4 Y aconteció que no permitieron que él entrase en la ciudad; por tanto, fue y se subió sobre la muralla, y extendió la mano y clamó en alta voz, y profetizó al pueblo todas las cosas que el Señor le puso en el corazón

5 Y les dijo: He aquí, yo, Samuel, un lamanita, declaro las palabras del Señor que él pone en mi corazón; y he aquí, él me ha puesto en el corazón que diga a los de este pueblo que la espada de la justicia se cierne sobre ellos; y no pasarán cuatrocientos años sin que caiga sobre ellos la espada de la justicia.


Helamán 14:15 Pues he aquí, de cierto tiene que morir para que venga la salvación; sí, a él le corresponde y se hace necesario que muera para efectuar la resurrección de los muertos, a fin de que por este medio los hombres sean llevados a la presencia del Señor.

16 Sí, he aquí, esta muerte lleva a efecto la resurrección, y redime a todo el género humano de la primera muerte, esa muerte espiritual; porque, hallándos separados de la presencia del Señor por la caída de Adán, todos los hombres son considerados como si estuvieran muertos, tanto en lo que respecta a cosas temporales como a cosas espirituales.

17 Pero he aquí, la resurrección de Cristo redime al género humano, sí, a toda la humanidad, y la trae de vuelta a la presencia del Señor.

18 Sí, y lleva a efecto la condición del arrepentimiento, que aquel que se arrepienta no será talado y arrojado al fuego; pero el que no se arrepienta será talado y echado en el fuego; y viene otra vez sobre ellos una muerte espiritual; sí, una segunda muerte, porque quedan nuevamente separados de las cosas que conciernen a la justicia.

19 Por tanto, arrepentíos, arrepentíos, no sea que por saber estas cosas, y por no cumplirlas, os dejéis caer bajo condenación, y seáis arrastrados a esta segunda muerte.


Helamán 14:30 Así pues, recordad, recordad, mis hermanos, que el que perece, perece por causa de sí mismo; y quien comete iniquidad, lo hace contra sí mismo; y quien comete iniquidad, lo hace contra sí mismo; pues he aquí, sois libres; se os permite obrar por vosotros mismos; pues he aquí, Dios os ha dado el conocimiento y os ha hecho libres.

31 Él os ha concedido que discernáis el bien del mal, y os ha concedido que escojáis la vida o la muerte; y podéis hacer lo bueno, y ser restaurados a lo que es bueno, es decir, que os sea restituido lo que es bueno; o podéis hacer lo malo, y hacer que lo que es malo os sea restituido.


Helamán 15:7 Y he aquí, sabéis por vosotros mismos, porque lo habéis presenciado, que cuanto de ellos llegan al conocimiento de la verdad, y a saber de las inicuas y abominable tradiciones de sus padres, y son conducidos a creer las Santas Escrituras, sí, las profecías escritas de los santo profetas, que los llevan a la fe en el Señor y al arrepentimiento, ese fe y arrepentimiento que efectúan un cambio de corazón en ellos;

8 por lo tanto, cuantos han llegado a este punto, sabéis por vosotros mismos que son firmes e inmutables en la fe, y en aquello con lo que se les ha hecho libres.


3 Nefi 5:14 Y ha sido menester, de acuerdo con la voluntad de Dios, a fin de que se cumplan, según su fe, las oraciones de los que han muerto, que fueron santos, que yo haga una relación de estas cosas que se han verificado;

15 sí, una breve historia de lo que ha transcurrido desde la época en que Lehi salió de Jerusalén, hasta el presente.

3 Nefi 7:17 Y les ministró muchas cosas a ellos; y no todas se pueden escribir, y parte de ellas no bastaría; por tanto, no se escriben en este libro. Y Nefi ministró con poder y gran autoridad.

18 Y aconteció que se enojaron con él, sí, porque tenía mayor poder que ellos; pues no era posible que descreyeran sus palabras, pues tan grande era su fe en el Señor Jesucristo que ángeles le ministraban diariamente.


3 Nefi 9:13 ¡Oh vosotros, todos los que habéis sido preservados porque fuisteis más justos que ellos!, ¿no os volveréis a mí ahora, y os arrepentiréis de vuestros pecados, y os convertiréis para que yo os sane?

3 Nefi 11:1 Y aconteció que se hallaba reunida una gran multitud del pueblo de Nefi en los alrededores del templo que se encontraba en la tierra de Abundancia, y estaban maravillándose entre sí, y mostrándose los unos a los otros el grande y maravilloso cambio que se había verificado.

2 Y también estaban conversando acerca de este Jesucristo, de quien se había dado la señal tocante a su muerte.

3 Nefi 11:3 Y aconteció que mientras así conversaban, unos con otros, oyeron una voz como si viniera del cielo; y miraron alrededor, porque no entendieron la voz que oyeron; y no era una voz áspera ni una voz fuerte; no obstante, y a pesar de ser una voz suave, penetró hasta lo más profundo de los que la oyeron, de tal modo que no hubo parte de su cuerpo que no hiciera estremecer; sí, les penetró hasta el alma misma, e hizo arder sus corazones.

4 Y sucedió que de nuevo oyeron la voz, y no la entendieron.

5 Y nuevamente por tercera vez oyeron la voz, y aguzaron el oído para escucharla; y tenán la vista fija en dirección del sonido; y miraban atentamente hacia el cielo, de donde venía el sonido.

6 Y he aquí, la tercera vez entendieron la voz que oyeron; y les dijo:

7 He aquí a mi Hijo Amado, en quien me complazco, en quien he glorificado mi nombre: a él oíd.

8 Y aconteció que al entender, dirigieron la vista hacia el cielo otra vez; y he aquí, vieron a un Hombre que descendía del cielo; y estaba vistido con una túnica blanca; y descendió y se puso en medio de ellos. Y los ojos de toda la multitud se fijaron en él, y no se atrevieron a abrir la boca, ni siquiera el uno al otro, y no sabían lo que significaba, porque suponían que era un ángel que se les había aparecido.

9 Y aconteció que extendió la mano, y habló al pueblo, diciendo:

10 He aquí, yo soy Jesucristo, de quien los profetas testificaron que vendría al mundo

11 Y he aquí, soy la luz y la vida del mundo; y he bebido de la amarga copa que el Padre me ha dado, y he glorificado al Padre, tomando sobre mí los pecados del mundo, con lo cual me he sometido a la voluntad del Padre en todas las cosas desde el principio.

12 Y sucedió que cuando Jesús hubo hablado estas palabras, toda la multitud cayó al suelo; pues recordaron que se había profetizado entre ellos que Cristo se les manifestaría después de su ascensión al cielo.

13 Y ocurrió que les habló el Señor, diciendo:

14 Levantaos y venid a mí, para que metáis vuestras manos en mi costado, y para que también palpéis las marcas de los clavos en mis manos y en mis pies, a fin de que sepáis que soy el Dios de Israel, y el Dios de toda la tierra, y que he sido muerto por los pecados del mundo.

15 Y aconteció que los de la multitud se adelantaron y metieron las manos en su costado, y palparon las marcas de los clavos en sus manos y en sus pies; y esto hicieron, yendo uno por uno, hasta que todos hubieron llegado; y vieron con los ojos y palparon con las manos, y supieron con certeza, y dieron testimonio de que era él, de quien habían escrito los profetas que había de venir.

16 Y cuando todos hubieron ido y comprobado por sí mismos, exclamaron a una voz, diciendo:

17 ¡Hosanna! ¡Bendito se el nombre del Más Alto Dios! Y cayeron a los pies de Jesús, y lo adoraron.

18 Y aconteció que le habló a Nefi (porque Nefi se hallaba entre la multitud), y le mandó que se acercara.

19 Y se levantó Nefi, y se acercó y se inclinó ante el Señor, y le besó los pies.

20 Y el Señor le mandó que se levantara; y se levantó y se puso de pie ante él.

3 Nefi 11:21 Y el Señor le dijo: Te doy poder para que bautices a los de este pueblo cuando yo haya ascendido al cielo otra vez.

22 Y además, el Señor llamó a otros, y les habló de igual manera, y les dio poder para bautizar. Y les dijo: De esta manera bautizaréis; y no habrá disputas entre vosotros.

23 De cierto os digo que a quienes se arrepientan de sus pecados a causa de vuestras palabras, y deseen ser bautizados en mi nombre, de esta manera los bautizaréis: He aquí, descenderéis y, estando de pie en el agua, en mi nombre los bautizaréis.

24 Y he aquí, estas son las palabras que pronunciaréis, llamándolos por su nombre, diciendo:

25 Habiéndoseme dado autoridad de Jesucristo, yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

26 Y entonces los sumergiréis en el agua, y saldréis del agua.

27 Y según esta manera bautizaréis en mi nombre, porque he aquí, de cierto os digo que el Padre, y el Hijo, y el Espíritu Santo son uno; y yo soy en el Padre, y el Padre en mí, y el Padre y yo somos uno.

28 Y de acuerdo con lo que os he mandado, así bautizaréis; y no habrá disputas entre vosotros, como hasta ahora ha habido; ni habrá disputas entre vosotros concernientes a los puntos de mi doctrina, como hasta aquí las ha habido.

29 Porque en verdad, en verdad os digo que aquel que tiene el espíritu de contención no es mío, sino es del diablo, que es el padre del las contención, y él irrita los corazones de los hombres, para que contiendan con ira unos con otros.

30 He aquí, esta no es mi doctrina, agitar con ira el corazón de los hombres, el uno contra el otro; antes bien mi doctrina es esta, que se acaben tales cosas.

31 He aquí, en verdad, en verdad os digo que os declararé mi doctrina.

32 Y esta es mi doctrina, y es la doctrina que el Padre me ha dado; y yo doy testimonio del Padre, y el Padre da testimonio de mí, y el Espíritu Santo da testimonio del Padre y de mí; y yo testifico que el Padre manda a todos los hombres, en todo lugar, que se arrepientan y crean en mí.

33 Y cualquiera que crea en mí, y sea bautizado, este será salvo; y son ellos los que heredarán el reino de Dios.

34 Y quien no crea en mí, ni sea bautizado, será condenado.

35 De cierto, de cierto os digo que esta es mi doctrina, y del Padre yo doy testimonio de ella; y quien en mí cree, también cree en el Padre; ye el Padre le testificará a él de mí, porque lo visitará con fuego y con el Espíritu Santo.

36 Y así dará el Padre testimonio de mí, y el Espíritu Santo le dará testimonio del Padre y de mí, porque el Padre, y yo, y el Espíritu Santo somos uno.

37 Y también os digo que debéis arrepentiros, y volveros como un niño pequeñito, y ser bautizados en mi nombre, o de ninguna manera recibiréis estas cosas.

38 Y otra vez os digo que debéis arrepentiros, y ser bautizados en mi nombre, y volveros como un niño pequeñito, o de ningún modo heredaréis el reino de Dios.

39 De cierto, de cierto os digo que esta es mi doctrina; y los que edifican sobre esto, edifican sobre mi roca, y las puertas del infierno no prevalecerán en contra de ellos.

40 Y quienes declaren más o menos que esto, y lo establezcan como mi doctrina, tales proceden del mal, y no están fundados sobre mi roca; sino que edifican sobre un cimiento de arena, y las puertas del infierno estarán abiertas para recibirlos, cuando vengan las inundaciones y los azoten los vientos.

41 Por tanto, id a este pueblo, y declarad las palabras que he hablado, hasta los extremos de la tierra.


3 Nefi 12:1 Y aconteció que cuando Jesús hubo hablado estas palabras a Nefi y a los que habían sido llamados (y llegaba a doce el número de los que habían sido llamados, y recibieron el poder y la autoridad para bautizar), he aquí, él extendió la mano hacia la multitud, y les proclamó, diciendo: Bienaventurados sois si prestáis atención a las palabras de estos doce que yo he escogido de entre vosotros para ejercer su ministerio en bien de vosotros y ser vuestros siervos; y a ellos les he dado poder para que os bauticen en el agua; y después que seáis bautizado en el agua, he aquí, os bautizaré con fuego y con el Espíritu Santo. Por tanto, bienaventurados sois si creéis en mí y sois bautizados, después que me habéis visto y sabéis que yo soy.

2 Y también, más bienaventurados son aquellos que crean en vuestras palabras por razón de que testificaréis que me habéis visto y que sabéis que yo soy. Sí, bienaventurados son los que crean en vuestras palabras, y desciendan a lo profundo de la humildad y sean bautizados, porque serán visitados con fuego y con el Espíritu Santo, y recibirán una remisión de sus pecados.


3 Nefi 12:27 He aquí, fue escrito por los antiguos que no cometerás adulterio;

28 mas yo os digo que quien mire a una muer para codiciarla ya ha cometido adulterio en su corazón,

29 He aquí, os doy el mandamiento de que no permitáis que ninguna de estas cosas entre en vuestro corazón,

30 porque mejor es que os privéis de estas cosas, tomando así vuestra cruz, que ser arrojados en el infierno.


3 Nefi 12:48 Por tanto, quisiera que fueseis perfectos así como yo, o como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.


3 Nefi 13:32 Porque vuestro Padre Celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.

33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.


3 Nefi 14:9 O, ¿qué hombre hay de vosotros, que si su hijo pide pan, le dará una piedra,

10 o se pide un pescado, le dará una serpiente?

11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestro hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le piden?


3 Nefi 15:9 He aquí, yo soy la ley y la luz. Mirad hacia mí, y perseverad hasta el fin, y viviréis; porque al que persevere hasta el fin, le daré vida eterna.


3 Nefi 17:7 ¿Tenéis enfermos entre vosotros? Traedlos aquí. ¿Tenéis cojos, o ciegos, o lisiados, o mutilados, o leprosos, o atrofiados, o sordos, o quines estén afligidos de manera alguna? Traedlos aquí y yo los sanaré, porque tengo compasión de vosotros; mis entrañas rebosan de misericordia.


3 Nefi 17:21 Y cuando hubo dicho estas palabras, lloró, y la multitud dio testimonio de ello; y tomó a sus niños pequeños, uno por uno, y los bendijo, y rogó al Padre por ellos.


3 Nefi 18:1 Y aconteció que Jesús mandó a sus discípulos que le llevasen pan y vino.

2 Y mientras fueron a traer el pan y el vino, mandó a la multitud que se sentara en el suelo.

3 Y cuando los discípulos hubieron llegado con pan y vino, tomó el pan y lo partió y lo bendijo; y dio a los discípulos y les mandó que comiesen.

4 Y cuando hubieron comido y fueron llenos, mandó que dieran a la multitud.

5 Y cuando la multitud comió y fue llena, dijo a los discípulos: He aquí, uno de vosotros será ordenado; y a él le daré poder para partir pan y bendecirlo y darlo a los de mi iglesia, a todos los que crean y se bauticen en mi nombre.

6 Y siempre procuraréis hacer esto, tal como yo lo he hecho, así como he partido pan y lo he bendecido y os lo he dado.

7 Y haréis esto en memoria de mi cuerpo que os he mostrado. Y será un testimonio al Padre de que siempre os acordáis de mí. Y si os acordáis siempre de mí, tendréis mi Espíritu para que esté con vosotros.

8 Y sucedió que cuando hubo dicho estas palabras, mandó a sus discípulos que tomaran del vino de la copa y bebieran de él, y que dieran también a los de la multitud para que bebiesen.

9 Y aconteció que así lo hicieron, y bebieron y fueron llenos; y dieron a los de la multitud, y estos bebieron y fueron llenos.

10 Y cuando los discípulos hubieron hecho esto, Jesús les dijo: Benditos sois por esto que habéis hecho; porque esto cumple mis mandamientos, y esto testifica al Padre que estáis dispuestos a hacer lo que os he mandado.

11 Y siempre haréis esto por todos los que se arrepientan y se bauticen en mi nombre; y lo haréis en memoria de mi sangre, que he vertido por vosotros, para que testifiquéis al Padre que siempre os acordáis de mí. Y si os acordáis siempre de mí, tendréis mi Espíritu para que esté con vosotros.

12 Y os doy el mandamiento de que hagáis estas cosas. Y si hacéis siempre estas cosas, benditos sois, porque estáis edificados sobre mi roca.

13 Pero aquellos que de entre vosotros hagan más o menos que esto, no están edificados sobre mi roca, sino sobre un cimiento arenoso; y cuando caiga la lluvia, y vengan los torrentes, y soplen los vientos, y den contra ellos, caerán, y las puertas del infierno están y abiertas para recibirlos.

14 Por tanto, benditos sois vosotros, si guardáis mis mandamientos que el Padre me ha mandado que os dé.

15 De cierto, de cierto os digo que debéis velar y orar siempre, no sea que el diablo os tiente, y seáis llevados cautivos por él.

16 Y así como he orado entre vosotros, así oraréis en mi iglesia, entre los de mi pueblo que se arrepientan y se bauticen en mi nombre. H aquí, yo soy la luz; yo os he dado el ejemplo.

17 Y ocurrió que cuando Jesús hubo hablado estas palabras a sus discípulos, se volvió de nuevo a la multitud, y dijo:

18 He aquí, en verdad, en verdad os digo que debéis velar y orar siempre, no sea que entréis en tentación; porque Satanás desea poseeros para zarandearos como a trigo.


3 Nefi 18:19 Por tanto, siempre debéis orar al Padre en mi nombre;

20 y cualquier cosa que pidáis al Padre en mi nombre, si es justa, creyendo que recibiréis, he aquí, os será concedida.

3 Nefi 18:21 Orad al Padre en vuestra familias, siempre en mi nombre, para que sean bendecidos vuestras esposas y vuestros hijos.

22 Y he aquí, os reuniréis con frecuencia; y a nadie le prohibiréis estar con vosotros cuando os reunáis, sino permitidles que se alleguen a vosotros, y no los vedéis;

23 sino que oraréis por ellos, y no los echaréis fuera; y se sucede que vienen vosotros a menudo, rogaréis al Padre por ellos en mi nombre.

24 Alzad, pues, vuestra luz para que brille ante el mundo. He aquí, yo soy la luz que debéis sostener en alto: aquello que e habéis visto hacer. He aquí, habéis visto que he orado al Padre, y todos vosotros habéis sido testigos.

25 Y habéis visto que he mandado que ninguno de vosotros se alejara, sino más bien he mandado que vinieseis a mí, a fin de que palpaseis y vieseis; así haréis vosotros al mundo; y el que quebranta este mandamiento, se deja llevar a la tentación.


3 Nefi 18:32 No obstante, no lo echaréis de vuestras sinagogas ni de vuestros lugares donde adoráis, porque debéis continuar ministrando por estos; pues no sabéis si tal vez vuelvan, y se arrepientan, y vengan a mí con íntegro propósito de corazón, y yo los sane; y vosotros seréis el medio de traerles la salvación.


3 Nefi 18:36 Y aconteció que cuando Jesús hubo dado fin a estas palabras, tocó con la mano a los discípulos que había elegido, uno por uno, hasta que los hubo tocado a todos, y les hablaba a medida que los tocaba.

37 Y la multitud no oyó las palabras que él habló; por tanto, no di testimonio; pero los discípulos dieron testimonio de que les dio el poder para conferir el Espíritu Santo. Y más adelante os mostraré que este testimonio es verdadero.


3 Nefi 19:1 Y sucedió que cuando Jesús hubo ascendido al cielo, se dispersó la multitud, y todo hombre tomó a su esposa y sus hijos, y volvió a su propia casa.

2 Y se divulgó inmediatamente entre el pueblo, antes que llegara la noche, que la multitud había visto a Jesús, y que él había ejercido su ministerio entre ellos, y que por la mañana otra vez se iba a mostrar a la multitud.

3 Sí, y aun durante toda la noche se divulgaron las nuevas concernientes a Jesús; y a tal grado se esparcieron entre el pueblo, que hubo muchos, sí, un número extremadamente grade, que trabajaron afanosamente toda la noche para poder estar a la mañana siguiente en el paraje donde Jesús se iba a mostrar a la multitud.

4 Y sucedió que por la mañana, cuando la multitud se hallaba reunida, he aquí, Nefi y su hermano, a quien él había levantado de entre los muertos, y cuyo nombre era Timoteo, como también su hijo, cuyo nombre era Jonás, y también Matoni, y Matoníah, su hermano, y Kumen, y Kumenoni, y Jeremías, y Shemnón, y Jonás, y Sedquías, e Isaías--y estos eran los nombres de los discípulos que Jesús había escogido--y aconteció que avanzaron y se colocaron en medio de la multitud.

5 Y he aquí, tan grande era la multitud, que hicieron que se dividiese en doce grupos.

6 Y los doce instruyeron a la multitud; y he aquí, hicieron que la multitud se arrodillase en el suelo y orase al Padre en el nombre de Jesús.

7 Y los discípulos oraron también al Padre en el nombre de Jesús. Y aconteció que se levantaron y ministraron al pueblo.

8 Y cuando hubieron ministrado las mismas palabras que Jesús había hablado, sin variar en nada las palabras que Jesús había hablado, he aquí, se arrodillaron de nuevo y oraron al Padre en el nombre de Jesús.

9 Y oraron por lo que más deseaban; y su deseo era que les fuese dado el Espíritu Santo.

10 Y cuando hubieron orado de este modo, descendieron al la orilla del agua, y los siguió la multitud.

11 Y sucedió que Nefi entró en el agua, y fue bautizado.

12 Y salió del agua y empezó a bautizar; y bautizó a todos aquellos a quienes Jesús había escogido;

3 Nefi 19:13 y aconteció que cuando todos fueron bautizados, y hubieron salido del agua, el Espíritu Santo descendió sobre ellos, y fueron llenos del Espíritu Santo y de fuego.


3 Nefi 19:24 Y aconteció que cuando Jesús hubo orado así al Padre, volvió a sus discípulos, y he aquí, continuaban orando a él sin cesar; y no multiplicaban muchas palabras, porque les era manifestado lo que debían suplicar, y estaban llenos de anhelo.


3 Nefi 23:1 Y he aquí, ahora os digo que debéis escudriñar estas cosas. Sí, un mandamiento os doy de que escudriñéis diligentemente, porque grandes son las palabras de Isaías.


3 Nefi 26:1 Y acaeció que cuando Jesús hubo declarado estas cosas, las explicó a la multitud; y les explicó todas las cosas, grandes así como pequeñas.


3 Nefi 27:1 Y sucedió que mientras los discípulos de Jesús andaban viajando y predicando las cosas que habían oído y visto, y bautizando en el nombre de Jesús, sucedió que se hallaban congregados los discípulos y unidos en poderosa oración y ayuno.

2 Y Jesús se les manifestó de nuevo, porque pedían al Padre en su nombre; y vino Jesús y se puso en medio de ellos, y les dijo: ¿Qué queréis que os dé?

3 Y ellos le dijeron: Señor, deseamos que nos digas el nombre por el cual hemos de llamar esta iglesia; porque hay disputas entre el pueblo concernientes a este asunto.

4 Y el Señor les dijo: De cierto, de cierto os digo: ¿Por qué es que este pueblo ha de murmurar y disputar a causa de esto?

5 ¿No han leído las Escrituras que dicen que debéis tomar sobre vosotros el nombre de Cristo, que es mi nombre? Porque por este nombre seréis llamados en el postrer día;

6 y el que tome sobre sí mi nombre, y persevere hasta el fin, este se salvará en el postrer día.

7 Por tanto, cualquier cosa que hagáis, la haréis en mi nombre, de modo que daréis mi nombre a la iglesia; y en mi nombre pediréis al Padre que bendiga a la iglesia por mi causa.

8 ¿Y cómo puede ser mi iglesia salvo que lleve mi nombre? Porque si una iglesia lleva el nombre de Moisés, entonces es la iglesia de Moisés; o si se le da el nombre de algún hombre, entonces es la iglesia de ese hombre; pero si lleva mi nombre, entonces es mi iglesia, se es que están fundados sobre mi evangelio.

9 En verdad os digo que vosotros estáis edificados sobre mi evangelio. Por tanto, cualesquiera cosas que llaméis, las llamaréis en mi nombre; de modo que si pedís al Padre, por la iglesia, si lo hacéis en mi nombre, el Padre os escuchará;

10 y si es que la iglesia está edificada sobre mi evangelio, entonces el Padre manifestará sus propias obras en ella.

11 Pero si no está edificada sobre mi evangelio, y está fundada en los hechos de los hombres, o en las obras del diablo, de cierto os digo que gozarán de su obra por un tiempo, y de aquí a poco viene el fin, y son cortados y echados en el fuego, de donde no se vuelve.

12 Pues sus obras los siguen, porque es por sus obras que son talados; recordad, pues, las cosas que os he dicho.

3 Nefi 27:13 He aquí, os he dado mi evangelio, y este es el evangelio que os he dado: que vine al mundo a cumplir la voluntad de mi Pare, porque mi Padre me envió.

14 Y mi Padre me envió para que fuese levantado sobre la cruz; y que después de ser levantado sobre la cruz, pudiese atraer a mí mismo a todos los hombres, para que así como he sido levantado por los hombres, así también los hombres sean levantados por el Padre, par comparecer ante mí, para ser jugados por sus obras, ya fueren buenas o malas;

15 y por esta razón he sido levantado; por consiguiente, de acuerdo con el poder del Padre, atraeré a mí mismo a todos los hombres, para que sean juzgados según sus obras.

16 Y sucederá que cualquiera que se arrepienta y se bautice en mi nombre, será lleno; y se persevera hasta el fin, he aquí, yo lo tendré sin culpa ante mi Padre el día en que me presente para juzgar al mundo.

3 Nefi 27:17 Y aquel que no persevera hasta el fin, este es el que también es cortado y echado en el fuego, de donde nunca más puede volver, por motivo de la justicia del Padre.

18 Y esta es la palabra que él ha dado a los hijos de los hombres; y por esta razón él cumple las palabras que ha dado; y no miente, sino que cumple todas sus palabras.

3 Nefi 27:19 Y nada impuro puede entrar en su reino; por tanto, nada entra en su reposo, sino aquellos que han lavado sus vestidos en mi sangre, mediante su fe, y el arrepentimiento de todos sus pecados y su fidelidad hasta el fin.

20 Y este es el mandamiento: Arrepentíos, todos vosotros, extremos del la tierra, y venid a mí y sed bautizados en mi nombre, para que seáis santificados por la recepción del Espíritu Santo, a fin de que en el postrer día os presentéis ante mí sin mancha.

21 En verdad, en verdad os digo que este es mi evangelio; y vosotros sabéis las cosas que debéis hacer en mi iglesia; pues las obras que me habéis visto hacer, esas también las haréis; porque aquello que me habéis visto hacer, eso haréis vosotros.

22 De modo que si hacéis estas cosas, benditos sois, porque seréis enaltecidos en el postrer día.

3 Nefi 27:23 Escribid las cosas que habéis visto y oído, salvo aquellas que están prohibidas.

24 Escribid los hechos de este pueblo, que serán, tal como se ha escrito, de aquello que ya ha pasado.

25 Pues he aquí, por los libros que se han escrito, y los que se escribirán, será juzgado este pueblo, porque por medio de ellos serán dadas a conocer sus obras a los hombres.

26 Y he aquí, todas las cosas son escritas por el Padre; por consiguiente, el mundo será juzgado por los libros que se escriban.

27 Y sabed que vosotros seréis los jueces de este pueblo, según el juicio que yo os daré, el cual será justo. Por lo tanto, ¿qué clase de hombres habéis de ser? En verdad os digo, aun como yo soy.

28 Y ahora voy al Padre. Y de cierto os digo, cualesquiera cosas que pidáis al Padre en mi nombre, os serán concedidas.

29 Por consiguiente, pedid, y recibiréis; llamad, y se os abrirá; porque el que pide, recibe; y al que llama, se le abrirá.

30 Y, he aquí, mi gozo es grande, aun hasta la plenitud, por causa de vosotros, y también de esta generación; sí, y aun el Padre se regocija, y también todos los santos ángeles, por causa de vosotros y los de esta generación; porque ninguno de ellos se pierde.

31 He aquí, quisiera que me entendieseis, porque me refiero a los de esta generación que ahora viven; y ninguno de ellos se pierde; y mi gozo es completo en ellos.

32 Pero he aquí, me aflijo por motivo de los de la cuarta generación a partir de esta, porque serán llevados cautivos por él, así como lo fue el hijo de perdición; porque me venderán por plata y por oro, y por aquello que la polilla corrompe, y que los ladrones minan y hurtan. Y en aquel día los visitaré, sí, haciendo volver sus obras sobre sus propias cabezas.

33 Y aconteció que cuando Jesús hubo concluido estas palabras, dijo a sus discípulos: Entrad por la puerta estrecha, porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que conduce a la vida, y pocos son los que lo hallan; pero ancha es la puerta, y espacioso el camino que conduce a la muerte, y muchos son los que lo transitan, hasta que llega la noche, en la que nadie puede trabajar.


3 Nefi 28:4 Y cuando les hubo hablado, se volvió hacia los tres y les dijo: ¿Qué queréis que haga por vosotros, cuando haya ido al Padre?

5 Y se contristó el corazón de ellos, porque no se atrevían a decirle lo que deseaban.

6 Y él les dijo: He aquí, conozco vuestros pensamientos, y habéis deseado lo que de mí deseó Juan, mi amado, quien me acompañó en mi ministerio, antes que yo fuese levantado por los judíos.

7 Por tanto, más benditos sois vosotros, porque nunca probaréis la muerte; sino que viviréis para ver todos los hecho del Padre para con los hijos de los hombres, aun hasta que se cumplan todas las cosas según la voluntad del Padre, cuando yo venga en mi gloria con los poderes del cielo.

8 Y nunca padeceréis los dolores de la muerte; sino que cuando yo venga en mi gloria, seréis cambiados de la mortalidad a la inmortalidad en un abrir y cerrar de ojos; y entonces seréis bendecidos en el reino de mi Padre.

9 Y además, no sentiréis dolor mientras viváis en la carne, ni pesar, sino por los pecados del mundo; y haré todo esto por motivo de lo que habéis deseado de mí, porque habéis deseado traer a mí las almas de los hombres, mientras exista el mundo.

10 Y por esta cause tendréis plenitud de gozo; y os sentaréis en el reino de mi Padre; sí, vuestro gozo será competo, así como el Padre me ha dado plenitud de gozo; y seréis tal como yo soy, y yo soy tal come el Padre; y el Padre y yo somos uno.


3 Nefi 29:5 ¡Ay de aquel que desdeñe los hechos del Señor; sí, ay do aquel que niegue al Cristo y sus obras!

3 Nefi 29:6 Sí, ¡ay de aquel que niegue las revelaciones del Señor, y del que diga que el Señor ya no obra por revelación, ni por profecía, ni por dones, ni por lenguas, ni por sanidades, ni por el poder del Espíritu Santo!


4 Nefi 1:27 Y sucedió que cuando hubieron transcurrido doscientos diez años, ya había en la tierra un gran número de iglesias; sí, había muchas iglesias que profesaban conocer al Cristo, y sin embargo, negaban la mayor parte de su evangelio, de tal modo que toleraban toda clase de iniquidades, y administraban lo que era sagrado a quienes les estaba prohibido por motivo de no ser dignos.


Mormón 3:16 Y sucedió que terminantemente me negué a marchar contra mis enemigos, e hice lo que el Señor me había mandado; y fui testigo pasivo para manifestar al mundo las cosas que yo vi y oí, según las manifestaciones del Espíritu que había dado testimonio de cosas venideras.

Mormón 7:8 Por tanto, arrepentíos y sed bautizados en el nombre de Jesús, y asíos al evangelio de Cristo, que no solo en estos anales os será presentado, sino también en los anales que llegarán de los judíos a los gentiles, anales que vendrán de los gentiles a vosotros.

9 Porque he aquí, se escriben estos con el fin de que creáis en aquellos; y si creéis en aquellos, también creeréis en estos; y si creéis en estos, sabréis concerniente a vuestros padres, y también las obras maravillosas que se efectuaron entre ellos por el poder de Dios.

10 Y sabréis también que sois un resto de la descendencia de Jacob; por tanto sois contados entre los del pueblo del primer convenio; y si es que creéis en Cristo, y sois bautizados, primero en el agua, y después con fuego y con el Espíritu Santo, siguiendo el ejemplo de nuestro Salvado, de conformidad con lo que él nos ha mandado, entonces os irá bien en el día del juicio. Amén.


Mormón 9:7 Y también os hablo a vosotros que negáis las revelaciones de Dios y decís que ya han cesado, que no hay revelaciones, ni profecías, ni dones, ni sanidades, ni hablar en lenguas, ni la interpretación de lenguas.


Mormón 8:35 He aquí, os hablo como si os hallaseis presentes, y sin embargo, no lo estáis. Pero he aquí, Jesucristo me os ha mostrado, y conozco vuestras obras.


Éter 12:2 Y Éter era profeta del Señor; por tanto, Éter salió en los días de Coriántumr y empezó a profetizar al pueblo, porque no se le podía restringir, debido al Espíritu del Señor que había en él.

3 Porque clamaba desde la mañana hasta la puesta del sol, exhortando a los del pueblo a creer en Dios para arrepentimiento, no fuese que quedaran destruidos, diciéndoles que por medio de la fe todas las cosas se cumplen:

4 de modo que los que creen en Dios pueden tener la firme esperanza de un mundo mejor, sí, aun un lugar a la diestra de las almas de los hombres y los hace seguros y firmes, abundado siempre en buenas obras, siendo impulsados a glorificar a Dios.

5 Y acaeció que Éter profetizó al pueblo cosas grandes y maravillosas, las cuales no creyeron, porque no las veían.

Éter 12:6 Y ahora yo, Moroni, quisiera hablar algo concerniente a estas cosas. Quisiera mostrar al mundo que la fe es las cosas que se esperan y no se ven; por tanto, no contendáis porque no veis, porque no recibís ningún testimonio sino hasta después de la prueba de vuestra fe.

7 Porque fue por la fe que Cristo se manifestó a nuestros padres, después que él hubo resucitado de los muertos; y no se manifestó a ellos sino hasta después que tuvieron fe en él; por cosiguiente, fue indispensable que algunos tuvieran fe en él, puesto que no se mostró al mundo.

8 Pero por motivo de la fe de los hombres, él se ha manifestado al mundo, y ha glorificado el nombre del Padre, y preparado un medio por el cual otros pueden ser partícipes del don celestial, para que tengan esperanza en las cosas que no han visto.

9 Por lo tanto, vosotros también podéis tener esperanza, y participar del don, si tan solo tenéis fe.

10 He aquí, fue por la fe que los de la antigüedad fueron llamados según el santo orden de Dios.

11 Por tanto, la ley de Moisés se dio por la fe. Mas en el don de su Hijo, Dios ha preparado un camino más excelente; y es por la fe que se ha cumplido.

12 Porque si no hay fe entre los hijos de los hombres, Dios no puede hacer ningún milagro entre ellos; por tanto, no se mostró sino hasta después de su fe.

13 He aquí, fue la fe de Alma y de Amulek lo que hizo que se derribara la prisión.

14 He aquí, fue la fe de Nefi y de Lehi lo que obró el cambio en los lamanitas, de modo que fueron bautizados con fuego y con el Espíritu Santo.

15 He aquí, fue la fe de Ammón y de sus hermanos lo que obró tan gran milagro entre los lamanitas.

16 Sí, y todos cuantos han obrado milagros los han obrado por la fe, tanto aquellos que fueron ante de cristo, como los que fueron después de él.

17 Y fue por la fe que los tres discípulos obtuvieron la promesa de que no gustarían la muerte; y no obtuvieron la promesa sino hasta después de tener fe.

18 Y en ningún tiempo persona alguna ha obrado milagros sino hasta después de su fe; por tanto, primero creyeron en el Hijo de Dios.

19 Y hubo muchos cuya fe era tan sumamente fuerte, aun antes de la venida de Cristo, que no se les pudo impedir penetrar el velo, sino que realmente vieron con sus propios ojos las cosas que habían visto con el ojo de la fe; y se regocijaron.

20 Y he aquí, hemos visto en estos anales que uno de esto fue el hermano de Jared; porque tan grande era su fe en Dios, que cuando Dios extendió su dedo, no lo pudo ocultar de la vista del hermano de Jared, por motivo de la palabra que le había obtenido el hermano de Jared, el Señor no pudo ocultarle nada de su vista; por consiguiente, le mostró todas las cosas, porque ya no se le podía mantener fuera del velo.

Éter 12:21 Y después que el hermano de Jared hubo visto el dedo del Señor, debido a la promesa que por la fe había obtenido el hermano de Jared el Señor no pudo ocultarle nada de su vista; por consiguiente, le mostró todas las cosas, porque ya no se le podía mantener fuera del velo.

22 Y es por la fe que mis padres han obtenido la promesa de que estas cosas han de llegar a sus hermanos por medio de los gentiles; por tanto, el Señor me ha mandado, sí, aun Jesucristo mismo.


Éter 12:27 y si los hombres vienen a mí, les mostraré su debilidad. Doy a los hombres debilidad para que sean humildes; y basta mi gracia a todos los hombres que se humillan ante mí; porque si se humillan ante mí, y tienen fe en mí, entonces haré que las cosas diles sean fuertes para ellos. 28 He aquí, mostraré a los gentiles su debilidad, y les mostraré que la fe, la esperanza y la caridad conducen a mí, la fuente de toda rectitud.


Éter 12:32 Y también me acuerdo de que has dicho que tienes preparada una morada para el hombre, sí, entre las mansiones de tu Padre, en lo cual el hombre puede tener una esperanza más excelente; por tanto, el hombre debe tener esperanza, o no pued recibir una herencia en el lugar que tú has preparado.

33 Y además, recuerdo que tú has dicho que has amado al mundo, aun al grado de dar tu vida por el mundo, a fin de volverla a tomar, con objeto de preparar un lugar para los hijos de los hombres.

34 Y ahora sé que este amor que has tenido por los hijos de los hombres es la caridad; por tanto, a menos que los hombres tengan caridad, no pueden heredar ese lugar que has preparado en las mansiones de tu Padre.


Moroni 4:1 La forma en que sus élderes y presbíteros administraban la carne y la sangre de Cristo a la iglesia; y las administraban de acuerdo con los mandamientos de Cristo; por tanto, sabemos que la manera es correcta; y el élder o el presbítero las administraba.

2 Y se arrodillaban con la iglesia, y oraban al Padre en el nombre de Cristo, diciendo:

3 Oh Dios, Padre Eterno, en el nombre de Jesucristo, tu Hijo, te pedimos que bendigas y santifiques este pan para las almas de todos los que participen de él, para que lo coman en memoria del cuerpo de to Hijo, y testifiquen ante ti, oh Dios, Padre Eterno, que están dispuestos a tomar sobre sí el nombre de tu Hijo, y a recordare siempre, y a guardar sus mandamientos que él les ha dado, para que siempre puedan tener su Espíritu consigo. Amén.


Moroni 5:1 La manera de administrar el vino. He aquí, tomaban la copa y decían:

2 Oh Dios, Padre Eterno, en el nombre de Jesucristo, tu Hijo, te pedimos que bendigas y santifiques este vino para las almas de todos los que lo beban, para que lo hagan en memoria de la sangre de tu Hijo, que pos ellos se derramó; para que testifiquen ante ti, oh Dios, Padre Eterno, que siempre se acuerdan de él, para que puedan tener su Espíritu consigo. Amén.


Moroni 6:1 Y ahora hablo concerniente al bautismo. He aquí, eran bautizados élderes, presbíteros y maestros; y no eran bautizados a menos que dieran frutos apropiados para manifestar que eran dignos del ello.

2 Ni tampoco recibían a nadie para el bautismo, a menos que viniese con un corazón quebrantado y un espíritu contrito, y testificase a la iglesia que verdaderamente se había arrepentido de todos sus pecados.

3 Y a nadie recibían para el bautismo, a menos que tomara sobre sé el nombre de Cristo, teniendo la determinación de servirle hasta el fin.

4 Y después que habían sido recibidos por el bautismo, y el poder del Espíritu Santo había obrado en ellos y los había purificado, eran contados entre los del pueblo de la iglesia de Cristo; y se inscribían sus nombres, a fin de que se hiciese memoria de ellos y fuesen nutridos por la buena palabra de Dios, para guardarlos en la vía correcta, para conservarlos continuamente atentos a orar, confiando solamente en los méritos de Cristo, que era el autor y perfeccionador de su fe.

Moroni 6:5 Y la iglesia se reunía a menudo para ayunar y orar, y para hablar unos con otros concerniente al bienestar de sus almas.

6 Y se reunían con frecuencia para participar del pan y vino, en memoria del Señor Jesús.

7 Y se esforzaban estrictamente por que no hubiese iniquidad entre ellos; y a quienes hallaban que habían cometido iniquidad, y eran condenados ante los élderes por tres testigos de la iglesia, y si no se arrepentían ni confesaban, sus nombres eran borrados, y no eran contados entre el pueblo de Cristo.

Moroni 6:8 Mas cuantas veces se arrepentían y pedían perdón, con verdadera intención, se les perdonaba.

9 Y los de la iglesia dirigían sus reuniones de acuerdo con las manifestaciones del Espíritu, y por el poder del Espíritu Santo; porque conforme los guiaba el poder del Espíritu Santo, bien fuese predicar, o exhortar, orar, suplicar o cantar, así se hacía.


Moroni 7:12 Por consiguiente, todo lo que es bueno viene de Dios, y lo que es malo viene del diablo; porque el diablo es enemigo de Dios, y lucha contra él continuamente, e invita e induce a pecar y a hacer lo que es malo sin cesar.

13 Mas he aquí, lo que es de Dios invita e induce a hacer lo bueno continuamente; de manera que todo aquello que invita e induce a hacer lo bueno, y a amar a Dios y a servirle, es inspirado por Dios.

14 Tened cuidado, pues, amados hermanos míos, de que no juzguéis que lo que es malo sea de Dios, ni que lo que es bueno y de Dios sea del diablo.

15 Pues he aquí, mis hermanos, os es concedido juzgar, a fin de que podáis discernir el bien del mal; y la manera de juzgar es tan clara, a fin de que sepáis con un perfecto conocimiento, como la luz del día lo es de la obscuridad de la noche.

Moroni 7:16 Pues he aquí, a todo hombre se da el Espíritu de Cristo para que sepa discernir el bien del mal; por tanto, os muestro la manera de juzgar; porque toda cosa que invita a hacer lo bueno, y persuade a creer en Cristo, es enviada por el poder y el don de Cristo, por lo que sabréis, con un conocimiento perfecto, que es de Dios.

17 Pero cualquier cosa que persuade a los hombres a hacer lo malo, y a no creer en Cristo, y a negarlo, y a no servir a Dios, entonces sabréis, con un conocimiento perfecto, que es del diablo; porque de este modo obra el diablo, porque él no persuade a ningún hombre a hacer lo bueno, no, ni a uno solo; ni lo hacen sus ángeles; ni los que a él se sujetan.

18 Ahora bien, mis hermanos, en vista de que conocéis la luz por la cual podéis juzgar, la cual es la luz de Cristo, cuidaos de juzgar equivocadamente; porque con el mismo juicio con que juzguéis, seréis también juzgados.

19 Por tanto, os suplico, hermanos, que busquéis diligentemente en la luz de Cristo, para que podáis discernir el bien del mal; y si os aferráis a todo lo bueno, y no lo condenáis, ciertamente seréis hijos de Cristo.


Moroni 7:27 Por tanto, amados hermanos míos, ¿han cesado los milagros porque Cristo ha subido a los cielos, y se ha sentado a lo diestra de Dios para reclamar del Padre sus derechos de misericordia que él tiene sobre los hijos de los hombres?

28 Porque él ha cumplido los fines de la ley, y reclama a todos los que tienen fe en él; y los que tienen fe en él se allegarán a todo lo bueno; por tanto, él aboga por la causa de los hijos de los hombres; y mora eternamente en los cielos.


Moroni 7:32 Y obrando de este modo, el Señor Dios prepara la senda para que el resto de los hombres tengan fe en Cristo, a fin de que el Espíritu Santo tenga cabida en sus corazones, según su poder; y de este modo el Padre lleva a efecto los convenios que ha hecho con los hijos de los hombres.

33 Y Cristo ha dicho: Si tenéis fe en mí, tendréis poder para hacer cualquier cosa que me sea conveniente.

Moroni 7:34 Y él ha dicho: Arrepentíos, todos vosotros, extremos de la tierra, y venid a mí, y sed bautizados en mi nombre, y tened fe en mí, para que seáis salvos.

35 Y ahora bien, amados hermanos míos, se resulta que estas cosas de que os hablo son verdaderas, y en el postrer día Dios os mostrará con poder y gran gloria que son verdaderas, y si son verdaderas, ¿ha cesado el día de los milagros?

36 ¿O han cesado los ángeles de aparecer a los hijos de los hombres? ¿O les ha retenido él el poder del Espíritu Santo? ¿O lo hará, mientras dure el tiempo, o exista la tierra, o haya sobre la faz de ella un hombre a quien salvar?

37 He aquí, os digo que no; porque es por la fe que se obran milagros; y es por la fe que aparecen ángeles y ejercen su ministerio a favor de los hombres; por tanto, si han cesado estas cosa, ¡ay de los hijos de los hombres, porque es a causa de la incredulidad, y todo es inútil!

38 Porque, según las palabras de Cristo, ningún hombre puede ser salvo a menos que tenga fe en su nombre; por tanto, si estas cosas han cesado, la fe también ha cesado; y terrible es la condición del hombre, pues se halla como si no se hubiera efectuado redención alguna.

39 Mas he aquí, mis amados hermanos, opino de vosotros cosas mejores, porque juzgo que tenéis fe en Cristo a causa de vuestra mansedumbre; porque si no tenéis fe en él, entonces no sois dignos de ser contados entre el pueblo de su iglesia.

40 y además, amados hermanos míos, quisiera hablaros concerniente a la esperanza. ¿Cómo podéis lograr la fe, a menos que tengáis esperanza?

41 Y, ¿qué es lo que habéis de esperar? He aquí, os digo que debéis tener esperanza, por medio de la expiación de Cristo y el poder de su resurrección, en que seréis levantados a vida eterna, y esto por causa de vuestra fe en él, de acuerdo con la promesa.

42 De manera que si un hombre tiene fe, es necesario que tenga esperanza; porque sin fe no puede haber esperanza.

43 Y además, he aquí os digo que el hombre no puede tener fe ni esperanza, a menos que sea manso y humilde de corazón.

Moroni 7:44 Porque si no, su fe y su esperanza son vanas, porque nadie es aceptable a Dios sino los mansos y humildes de corazón; y si un hombre es manso y humilde de corazón, y confiesa por el poder del Espíritu Santo que Jesús es el Cristo, es menester que tenga caridad; porque si no tiene caridad, no es nada; por tanto, es necesario que tenga caridad.

45 Y la caridad es sufrida y es benigna, y no tiene envidia, ni se envanece, no busca lo suyo, no se irrita fácilmente, no piensa el mal, no se regocija en la iniquidad, sino se regocija en la verdad; todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

46 Por tanto, amados hermanos míos, si no tenéis caridad, no sois nada, porque la caridad nunca deja de ser. Allegaos, pues, a la caridad, que es mayor que todo, porque todas las cosas han de perecer;

Moroni 7:47 pero la caridad es el amor puro de Cristo, y permanece para siempre; y a quien la posea en el postrer día, le irá bien.

48 Por consiguiente, amados hermanos míos, pedid al Padre con toda la energía de vuestros corazones, que seáis llenos de este amor que él ha otorgado a todos los que son discípulos verdaderos de su Hijo Jesucristo; para que lleguéis a ser hijos de Dios; para que cuando él aparezca, seamos semejantes a él, porque lo veremos tal como es; para que tengamos esta esperanza; para que seamos purificados así como él es puro. Amén.


Moroni 8:11 Y sus niños pequeños no necesitan el arrepentimiento, ni tampoco el bautismo. He aquí, el bautismo es para arrepentimiento a fin de cumplir los mandamientos para la remisión de pecados.

12 Mas los niños pequeños viven en Cristo, aun desde la fundación del mundo; de no ser así, Dios es un Dios parcial, y también un Dios variable que hace acepción de personas; porque, ¡cuántos son los pequeñitos que han muerto sin el bautismo!


Moroni 8:25 Y las primicias del arrepentimiento es el bautismo; y el bautismo viene por la fe para cumplir los mandamientos; y el cumplimiento de los mandamientos trae la remisión de los pecados;

26 y la remisión de los pecados trae la mansedumbre y la humildad de corazón; y por motivo de la mansedumbre y la humildad de corazón viene la visitación de Espíritu Santo, el cual Consolado llena de esperanza y de amor perfecto, amor que perdura por la diligencia en la oración, hasta que venga el fin, cuando todo los santos morarán con Dios.


Moroni 9:6 Y ahora bien, mi querido hijo, pese a su dureza, trabajemos diligentemente; porque si dejaos de obrar, incurriremos en la condenación. Porque tenemos una obra que debemos efectuar mientras estemos en este tabernáculo de barro, a fin de vencer al enemigo de toda rectitud, y dar reposo a nuestras almas en el reino de Dios.


Moroni 10:2 Y sello estos anales, después que os haya hablado unas palabras por vía de exhortación.

Moroni 10:3 He aquí, quisiera exhortaros a que, cuando leáis estas cosas, si Dios juzga prudente que las leáis, recordéis cuán misericordioso ha sido el Señor con los hijos de los hombres, desde la creación de Adán hasta el tiempo en que recibáis estas cosas, y que lo meditéis en vuestros corazones.

4 Y cuando recibáis estas cosas, quisiera exhortaros a que preguntéis a Dios el Eterno Padre, en el nombre do Cristo, si no son verdaderas estas cosas; y si pedís con un corazón sincero, con verdadera intención, teniendo fe en Cristo, él os manifestará la verdad de ellas por el poder del Espíritu Santo;

5 y por el poder del Espíritu Santo podréis conocer la verdad de todas las cosas.

6 Y cualquier cosa que es buena, es justa y verdadera; por lo tanto, nada que sea bueno niega al Cristo, antes bien, reconoce que él existe.

Moroni 10:7 Y por el poder del Espíritu Santo podréis saber que él existe; por lo que quisiera exhortaros a que no neguéis el poder de Dios; porque él obra por poder, de acuerdo con la fe de los hijos de los hombres, lo mismo hoy, y mañana, y para siempre.

Moroni 10:8 Y además os exhorto, hermanos míos, a que no neguéis los dones de Dios, porque son muchos, y vienen del mismo Dios. Y hay diversas maneras de administrar estos dones, pero es el mismo Dios que obra todas las cosas en todo; y se dan a los hombres por las manifestaciones del Espíritu de Dios para beneficiarlos.

9 Porque he aquí, a uno le es dado por el Espíritu de Dios enseñar la palabra de sabiduría;

10 y a otro, enseñar la palabra de conocimiento por el mismo Espíritu;

11 y a otro, una fe sumamente grande; y a otro, los dones de sanar por el mismo Espíritu;

12 y además, a otro, obrar poderosos milagros;

13 y además a otro, profetizar concerniente a todas las cosas;

14 y además, a otro, ver ángeles y espíritus ministrantes;

15 y además, a otro, todo género de lenguas;

16 y además, a otro, la interpretación de idiomas y diversas clases de lenguas.

17 Y todos estos dones vienen por el Espíritu de Cristo; y vienen a todo hombre, respectivamente, de acuerdo con su voluntad.

18 Y quisiera exhortaros, mis amados hermanos, a que tengáis presente que toda buena dádiva viene de Cristo.


D&C 1:23 para que la plenitud de mi evangelio sea proclamada por los débiles y sencillos hasta los cabos de la tierra, y ante reyes y gobernantes.

24 He aquí, soy Dios, y lo he declarado; estos mandamientos son míos, y se dieron a mis siervos en su debilidad, según su manera de hablar, para que alcanzasen entendimiento;


D&C 1:29 Y para que mi siervo José Smith, hijo, después de haber recibido los anales de los nefitas, tuviera el poder para traducir el Libro de Mormoón mediante la misericordia y el poder de Dios.


D&C 1:30 Y también, para que aquellos a quienes se dieron estos mandamientos tuviesen el poder para establecer los cimientos de esta iglesia y de hacerla salir de la obscuridad y de las tinieblas, la única iglesia verdadera y viviente sobre la faz de toda la tierra, con la cual yo, el Señor, estoy bien complacido, hablando a la iglesia colectiva y no individualmente,

31 porque yo, el Señor, no puedo considerar el pecado con el más mínimo grado de tolerancia.

32 No obstante, el que se arrepienta y cumpla los mandamientos del Señor será perdonado;


D&C 1:37 Escudriñad estos mandamientos porque son verdaderos y fidedignos, y las profecías y promesas que contienen se cumplirán todas.

38 Lo que yo, el Señor, he dicho, yo lo he dicho, y no me disculpo; y aunque pasaren los cielos y la tierra, mi palabra no pasará, sino que toda será cumplida, sea por mi propia voz o por la voz de mis siervos, es lo mismo.


D&C 3:16 Sin embargo, mi obra avanzará, pues por cuanto el conocimiento de un Salvador ha venido al mundo, mediante el testimonio de los judíos, así también llegará a mi pueblo el conocimiento de un Salvador,

17 y a los nefitas, a los jacobitas, a los josefitas y a los zoramitas, mediante el testimonio de sus padres,

18 y este testimonio llegará al conocimiento de los lamanitas, los lemuelitas y los ismalitas, que degeneraron en la incredulidad a causa de la iniquidad de sus padres, a quienes el Señor permitió que destruyeran a sus hermanos, los nefitas, a causa de sus maldades y abominaciones.

D&C 3:19 Y para este propósito mismo se preservan estas planchas que contienen esta historia, a fin de que se cumplan las promesas del Señor a su pueblo;

20 y para que los lamanitas lleguen al conocimiento de sus padres, y sepan de las promesas del Señor, y crean en el evangelio y tengan confianza en los méritos de Jesucristo, y sean glorificados por medio de la fe en su nombre, y se salven mediante su arrepentimiento. Amén.


D&C 4:1 He aquí, una obra maravillosa está a punto de aparecer entre los hijos de los hombres.

2 Por tanto, oh vosotros que os embarcáis en el servicio de Dios, mirad que le sirváis con todo vuestro corazón, alma, mente y fuerza, para que aparezcáis sin culpa ante Dios en el último día.

D&C 4:3 De modo que, si tenéis deseos de servir a Dios, sois llamados a la obra;

4 pues he aquí, el campo blanco está ya para la siega; y he aquí, quien mete su hoz con su fuerza atesora para sí, de modo que no perece, sino que trae salvación a su alma;

5 y fe, esperanza, caridad y amor, con la mira puesta únicamente en la gloria de Dios, lo califican para la obra.

6 Tened presente la fe, la virtud, el conocimiento, la templanza, la paciencia, la bondad fraternal, piedad, caridad, humildad, diligencia.

7 Pedid, y recibiréis; llamad, y se os abrirá. Amén.


D&C 6:14 De cierto, de cierto te digo, bendito eres por lo que has hecho; porque me has consultado, y he aquí, cuantas veces lo has hecho, has recibido instrucción de mi Espíritu. De lo contrario, no habrías llegado al lugar done ahora estás.

15 He aquí, tú sabes que me has preguntado y yo te iluminé la ente; y ahora te digo estas cosas para que sepas que te ha iluminado el Espíritu de verdad;


D&C 6:22 De cierto, de cierto te digo: Si deseas más testimonio, piensa en la noche en que me imploraste en tu corazón, a fin de saber tocante a la verdad de estas cosas.

23 ¿No hablé paz a tu mente en cuanto al asunto? ¿Qué mayor testimonio puedes tener que de Dios?


D&C 8:2 Sí, he aquí, hablaré a tu mente y a tu corazón por medio del Espíritu Santo que vendrá sobre ti y orará en tu corazón.

3 Ahora, he aquí, este es el espíritu de revelación; he aquí, es el espíritu mediante el cual Moisés condujo a los hijos de Israel a través del mar Rojo sobre tierra seca.


D&C 8:10 Recuerda que sin fe no puedes hacer nada; por tanto, pide con fe. No juegues con estas cosas; no pidas lo que no debes.


D&C 9:7 He aquí, no has entendido; has supuesto que yo te lo concedería cuando no pensaste sino en pedirme.

8 Pero he aquí, te digo que debes estudiarlo en tu mente; entonces has de preguntarme si está bien; y se así fuere, haré que tu pecho arda dentro de ti; por tanto, sentirás que está bien.

9 Mas si no estuviere bien, no sentirás tal cosa, sino que te sobrevendrá un estupor de pensamiento que te hará olvidar lo que está mal; por lo tanto, no puedes escribir lo que es sagrado a no ser que lo recibas de mí.


D&C 10:4 No corras más aprisa, ni trabajes más de lo que tus fuerzas y los medios proporcionados te permitan traducir; mas sé diligente hasta el fin.


D&C 10:46 Y he aquí, el resto de esta obra contiene todas aquellas partes de mi evangelio que mis santos profetas, sí, y también mis discípulos pidieron en sus oraciones que llegaran a este pueblo.

47 Y les dije que les sería concedido según su fe en sus oraciones;

48 sí, y esta fue su fe: que mi evangelio, el cual les enterqué a fin de que lo predicasen en sus días, llegara a sus hermanos los lamanitas, y también a todos los que hubieren llegado a ser lamanitas a causa de sus disensiones.


D&C 11:12 Y ahora, de cierto, de cierto te digo: Pon tu confianza en ese Espíritu que induce a hacer lo bueno, sí, a obrar justamente, a andar humildemente, a juzgar con rectitud; y este es mi Espíritu.

13 De cierto, de cierto te digo: Te daré de mi Espíritu, el cual iluminará tu mente y llenará tu alma de gozo;

14 y entonces conocerás, o por este medio sabrás, todas las cosas que de mí deseares, que corresponden a lo rectitud, con fe, creyendo en mí que recibirá.


D&C 11:21 No intentes declarar mi palabra, sino primero procura obtenerla, y entonces será desatada tu lengua; luego, si lo deseas, tendrás mi Espíritu y mi palabra, sí, el poder de Dios para convencer a los hombres.

22 Mas por ahora guarda silencio; estudia mi palabra que ha salido entre los hijos de los hombres, y también estudia mi palabra que saldrá entre ellos, o lo que ahora se está traduciendo, si hasta que hayas logrado todo cuanto concederé a los hijos de los hombres en esta generación, y entonces se añadirán a esto todas las cosas.


D&C 12:8 Y nadie puede ayudar en ella a menos que sea humilde y lleno de amor, y tenga fe, esperanza y caridad, y sea moderado en todas las cosas, cualesquiera que le fueren confiadas.


D&C 13:1 Sobre vosotros, mis consiervos, en el nombre del Mesías, confiero el Sacerdocio de Aarón, el cual tiene las llaves del ministerio de ángeles, y del evangelio de arrepentimiento, y del bautismo por inmersión para la remisión de pecados; y este sacerdocio nunca más será quitado de la tierra, hasta que los hijos de Leví de nuevo ofrezcan al Señor un sacrificio en rectitud.


D&C 14:7 Y si guardas mis mandamientos y perseveras hasta el fin, tendrás la vida eterna, que es el mayor de todos los dones de Dios.


D&C 14:8 Y acontecerá que si pides al Padre en mi nombre, con fe, creyendo, recibirás el Espíritu Santo, el cual inspira a hablar, para que seas testigo del las cosas que oirás y verás, y también para que declares el arrepentimiento a los de esta generación.


D&C 15:4 porque muchas veces has deseado saber de mí lo que para ti sería de mayor valor.

5 He aquí, bendito eres por esto, y por haber declarado mis palabras que, de conformidad con mis mandamientos, yo te he comunicado.

D&C 15:6 Y ahora bien, he aquí, te digo que lo que será de mayor valor para ti será declarar el arrepentimiento a este pueblo, a fin de que traigas almas a mí, para que con ellas reposes en el reino de mi Padre. Amén.


D&C 16:4 porque muchas veces has deseado saber de mí lo que para ti sería de mayor valor.

5 He aquí, bendito eres por esto, y por haber declarado mis palabras que, de conformidad con mis mandamientos, yo te he comunicado.

6 Y ahora bien, he aquí, te digo que lo que será de mayor valor para ti será declarar el arrepentimiento a este pueblo, a fin de que traigas almas a mí, para que con ellas reposes en el reino de mi Padre. Amén.


D&C 17:6 Y ha traducido el libro, sí, la parte que le he mandado; y vive vuestro Señor y vuestro Dios, que es verdadero.


D&C 18:10 Recordad que el valor de las almas es grande a la vista de Dios;

11 porque he aquí, el Señor vuestro Redentor padeció la muerte en la carne; por tanto, sufrió el dolor de todos los hombres, a fin de que todo hombre pudiese arrepentirse y venir a él.

12 Y ha resucitado de entre los muertos, para traer a todos los hombres a él, mediante las condiciones del arrepentimiento.

13 ¡Y cuán grande es su gozo por el alma que se arrepiente!

14 Así que, sois llamados a proclamar el arrepentimiento a este pueblo.

15 Y si acontece que trabajáis todos vuestros días proclamando el arrepentimiento a este pueblo y me traéis aun cuando fuere una sola alma, ¡cuán grande será vuestro gozo con ella en el reino de mi Padre!

16 Y ahora, si vuestro gozo será grande con un alma que me hayáis traído al reino de mi Padre, ¡cuán grande no será vuestro gozo si me trajereis muchas almas!


D&C 18:32 y he aquí, sois vosotros los que sois ordenados por mí para ordenar presbíteros y maestros; para declarar mi evangelio, de acuerdo con el poder del Espíritu Santo que está en vosotros, y según los llamamientos y dones de Dios a los hombres.

33 Y yo, Jesucristo, vuestro Señor y vuestro Dios, lo he hablado.

34 Estas palabras no son de hombres, ni de hombre, sino mías; por tanto, testificaréis que son de mí, y no del hombre.

35 Porque es mi voz la que os las declara; porque os son dadas por mi Espíritu, y por mi poder las podéis leer los unos a los otros; y si no fuera por mi poder, no pedríais tenerlas.

36 Por tanto, podéis testificar que habéis oído mi voz y que conocéis mis palabras.


D&C 19:15 así que, te mando que te arrepientas; arrepiéntete, no sea que te hiera con la vara de mi boca, y con mi enojo, y con mi ira, y sean tus padecimientos dolorosos; cuán dolorosos no lo sabes; cuán intensos no lo sabes; sí, cuán difíciles de aguantar no lo sabes.

16 Porque he aquí, yo, Dios, he padecido estas cosas por todos, para que no padezcan, si se arrepienten;

17 mas si no se arrepienten, tendrán que padecer así como yo;

18 padecimiento que hizo que yo, Dios, el mayor de todos, temblara a causa del dolor y sangrara por cada poro y padeciera, tanto en el cuerpo como en el espíritu, y deseara no tener que beber la amarga copa y desmayar.

19 Sin embargo, gloria sea al Padre, bebí, y acabé mis preparativos para con los hijos de los hombres.


D&C 19:22 Porque por ahora no pueden tolerar carne, sino que deben recibir leche; por tanto, no deben saber estas cosas, no sea que perezcan.


D&C 19:26 Y también te mando no codiciar tus propios bienes, sino dar liberalmente de ellos para imprimir el Libro de Mormón, el cual contiene la verdad y la palabra de Dios,

27 que es mi palabra a los gentiles, a fin de que pronto vaya a los judíos, de quienes los lamanitas son un resto, para que crean en el evangelio y no esperen más la llegada de un Mesías que ya vino.

D&C 19:28 Y además, te mando que ores vocalmente así como en tu corazón; sí, ante el mundo como también en secreto; así en público con en privado.

D&C 19:29 Y tú declararás gozosas nuevas; sí, publícalo sobre las montañas y en todo lugar alto, y entre todo pueblo que te sea permitido ver.


D&C 19:31 Y de dogmas no hablarás, sino que declararás el arrepentimiento y la fe en el Salvador, y la remisión de pecados por el bautismo y por fuego, sí, por el Espíritu Santo.


D&C 20:5 Después de habérsele manifestado verdaderamente a este primer élder que había recibido la remisión de sus pecados, de nuevo se vio envuelto en las vanidades del mundo;

6 pero después de arrepentirse y de humillarse sinceramente, mediante la fe, Dios le ministró por conducto de un santo ángel, cuyo semblante era como relámpago, y cuyos vestidos eran puros y blancos, más que cualquiera otra blancura;

7 y le dio mandamientos que lo inspiraron;

8 y le dio poder de lo alto para traducier el Libro de Mormón, por los medios preparados de antemano,

9 el cual contiene la historia de un pueblo caído, y la plenitud del evangelio de Jesucristo a los gentiles y también a los judíos;

10 el cual se dio por inspiración, y se confirma a otros por la ministración de ángeles, y por ellos se declara al mundo;

11 probando al mundo que las Santa Escrituras son verdaderas, y que Dios inspira a los hombres y los llama a su santa obra en esta edad y generación, así como en las antiguas;

12 demostrando por este medio que él es el mismo Dios ayer, hoy y para siempre. Amén.

13 Teniendo, pues, tan grandes testigos, por ellos será juzgado el mundo, sí, cuantos desde ahora en adelante lleguen a tener conocimiento de esta obra.

14 Y los que la reciban con fe, y obren con rectitud, recibirán una corona de vida eterna;

15 mas para quienes endurezcan sus corazones en la incredulidad y la rechacen, se tornará para su propia condenación.

16 Porque el Señor Dios lo ha hablado; y nosotros, los élderes da la iglesia, hemos oído y damos testimonio de las palabras de la gloriosa Majestad en las alturas, a quien sea la gloria para siempre jamás. Amén.


D&C 20:27 así como los que vinieran después y creyeran en los dones y llamamientos de Dios por el Espíritu Santo, el cual da testimonio del Padre y del Hijo;


D&C 20:37 Además, por vía de mandamiento a la iglesia concerniente a la manera del bautismo: Todos los que se humillen ante Dios, y deseen bautizarse, y vengan con corazones quebrantados y con espíritus contritos, y testifiquen ante la iglesia que se han arrepentido verdaderamente de todos sus pecados, y que están dispuestos a tomar sobre sí el nombre de Jesucristo, con la determinación de servirle hasta el fin, y verdaderamente manifiesten por sus obras que han recibido del Espíritu de Cristo para la remisión de sus pecados, serán recibidos en su iglesia por el bautismo.


D&C 20:38 El deber de los élderes, presbíteros, maestros, diáconos, y miembros de la Iglesia de Cristo: Un apóstol es un élder, y es suyo el llamamiento de bautizar;

39 y ordenar a otros élderes, presbíteros, maestros y diáconos;

40 y administrar el pan y el vino, emblemas de la carne y sangre de Cristo,

41 y confirmar por la imposición de manos a los que se bautizan en la iglesia, para que reciban el bautismo de fuego y del Espíritu Santo, de acuerdo con las Escrituras;

42 y enseñar, exponer, exhortar, bautizar y velar por la iglesia;

43 y confirmar a los miembros de la iglesia por la imposición de manos y el otorgamiento del Espíritu Santo;

44 y hacerse cargo de todas las reuniones.

45 Los élderes han de dirigir las reuniones según los guíe el Espíritu Santo, de acuerdo con los mandamientos y revelaciones de Dios.

46 El deber del presbítero es predicar, enseñar, exponer, exhortar, bautizar y administrar la santa cena,

47 y visitar la casa de todos los miembros, y exhortarlos a orar vocalmente, así como en secreto, y a cumplir con todos los deberes familiares.

48 Y también puede ordenar a otros presbíteros, maestro y diáconos.

49 Y ha de hacerse cargo de las reuniones cuando no esté presente ningún élder;

50 mas cuando esté presente un élder, solamente ha de predicar, enseñar, exponer, exhortar y bautizar,

51 y visitar la casa de todo los miembros, exhortándolos a orar vocalmente, así como en secreto, y a cumplir con todos los deberes familiares.

52 En todos estos deberes, el presbítero debe ayudar al élder, si la ocasión lo requiere.

53 En todos estos deberes, el presbítero debe ayudar al élder, si la ocasión lo requiere.

54 y cuidar de que no haya iniquidad en la iglesia, ni aspereza entre uno y otro, ni mentiras, ni difamaciones, ni calumnias;

55 y ver que los miembros de la iglesia se reúnan con frecuencia, y también ver que todos los miembros cumplan con sus deberes.

56 Y se hará cargo de las reuniones si está ausente el élder o presbítero,

57 y los diáconos le ayudarán siempre en todos sus deberes en la iglesia, si la ocasión lo requiere.

58 Pero ni los maestros ni los diáconos tienen la autoridad para bautizar, administrar la santa cena, ni imponer las manos;

59 deben, sin embargo, amonestar, exponer, exhortar, enseñar e invitar a todos a venir a Cristo.

60 Todo élder, presbítero, maestro y diácono será ordenado de acuerdo con los dones y llamamientos de Dios para él; y será ordenado por el poder del Espíritu Santo que está en aquel que lo ordena.

61 Los varios élderes que componen esta Iglesia de Cristo deben reunirse en conferencia cada tres meses, o de cuando en cuando, de conformidad con lo que determine y señale dicha conferencia;

62 y las referidas conferencias han de atender a cualquier asunto de la iglesia que fuere necesario en esa ocasión.

63 Los élderes recibirán su licencia de otros élderes, por el voto de la iglesia a la que pertenezcan, o de las conferencias.

64 Todo presbítero, maestro o diácono que fuere ordenado por un presbítero, puede pedirle un certificado en esa ocasión, el cual certificado, al presentarse a un élder, le dará el derecho de recibir una licencia que lo autorizará para desempeñar los deberes de su llamamiento, o la puede recibir de una conferencia.

65 No se ordenará a ninguna persona a oficio alguno en esta iglesia, donde exista una rama de ella debidamente organizada, sen el voto de dicha iglesia;


D&C 20:75 Conviene que la iglesia se reúna a menudo para tomar el pan y el vino en memoria del Señor Jesús;

76 y el élder o presbítero lo administrará; y de esta manera lo hará: Se arrodillará con la iglesia e invocará al Padre en solemne oración, diciendo:

D&C 20:77 Oh Dios, Padre Eterno, en el nombre de Jesucristo, tu Hijo, te pedimos que bendigas y santifiques este pan para las almas de todos los que participen de él, para que lo coman en memoria del cuerpo de tu Hijo, y testifiquen ante ti, oh Dios, Padre Eterno, que están dispuestos a tomar sobre sí nombre de tu Hijo, y a recordarle siempre, y a guardar sus mandamientos que él les ha dado, para que siempre puedan tener su Espíritu consigo, Amén.

78 La manera de administrar el vino: Tomará la copa y dirá:

D&C 20:79 Oh Dios, Padre Eterno, en el nombre de Jesucristo, tu Hijo, te pedimos que bendigas y santifiques este vino para las almas de todos los que lo beban, para que lo hagan en memoria de la sangre de tu Hijo, que por ellos se derramó; para que testifiquen ante ti, oh Dios, Padre Eterno, que siempre se acuerdan de él, para que puedan tener su Espíritu consigo. Amén.


D&C 21:1 He aquí, se llevará entre vosotros una historia; y en ella serás llamado vidente, traductor, profeta, apóstol de Jesucristo, élder de la iglesia por la voluntad de Dios el Padre, y la gracia de tu Señor Jesucristo,

2 habiendo sido inspirado por el Espíritu Santo para poner los cimientos de ella y edificarla para la fe santísima.

3 Dicha iglesia se organizó y se estableció en el año de tu Señor de mil ochocientos treinta, en el cuarto mes y en el sexto día del mes llamado abril.

4 Por tanto, vosotros, es decir, la iglesia, daréis oído a todas sus palabras y mandamientos que os dará según los reciba, andando delante de mí con toda santidad;

5 porque recibiréis su palabra con toda fe y paciencia como si viniera de mi propia boca.

6 Porque si hacéis estas cosas, las puertas del infierno no prevalecerán contra vosotros; sí, y Dios el Señor dispersará los poderes de las tinieblas de ante vosotros, y hará sacudir los cielos para vuestro bien y para la gloria de su nombre.

7 Porque, así dice Dios el Señor: Yo lo he inspirado para impulsar la causa de Sion con gran poder para hacer lo bueno, y conozco su diligencia, y he oído sus oraciones.

D&C 21:8 Sí, he visto su llanto por Sion, y haré que no llore más por ella, porque han llegado los días en que él se regocijará por la remisión de sus pecados y por la manifestación de mis bendiciones sobre sus obras.

9 Porque he aquí, bendeciré con poderosa bendición a todos los que obraren en mi viña, y creerán en sus palabras que por mi conducto le son dadas por el Consolador, el cual manifiesta que Jesús fue crucificado por hombres inicuos, por los pecados del mundo, sí, para la remisión de pecados al de corazón contrito.


D&C 22:1 He aquí, os digo que he hecho abrogar todos los convenios antiguos con respecto a esto; y este es un convenio nuevo y sempiterno, el mismo que fue desde el principio.

2 Por consiguiente, aunque un hombre se bautice cien veces, de nada le aprovecha, porque no podéis entrar pol la puerta estrecha por la ley de Moisés, ni tampoco por vuestras obras muertas.

3 Porque es a causa de vuestras obras muertas que yo he hecho que se establezcan para mí este último convenio y esta iglesia, tal como en la antigüedad.

4 Por tanto, entrad por la puerta como y he mandado, y no pretendáis aconsejar a vuestro Dios. Amén.


D&C 24:12 y en todo tiempo y en todo lugar, de día y de noche, abrirá su boca y declarará mi evangelio como con voz de trompeta. Y le daré fuerza como no se conoce entre los hombres.


D&C 25:2 Te doy una revelación concerniente a mi voluntad; y si eres fiel y andas por las sendas de la virtud delante de mí, te preservaré la vida y recibirás una herencia en Sion.


D&C 27:2 Porque he aquí, te digo que no importa lo que comáis o bebáis al tomar el sacramento, si es que lo hacéis con la mira puesta únicamente en mi gloria, recordando ante el Padre mi cuerpo que fue sacrificado por vosotros, y mi sangre que se derramó para la remisión de vuestros pecados.


D&C 27:12 y también con Pedro, Santiago y Juan, a quienes os he enviado a vosotros, por medio de los cuales os he ordenado y confirmado para ser apóstoles y testigo especiales de mi nombre, y para poseer las llaves de vuestro ministerio y de las mismas cosas que les revelé a ellos;

13 a quienes he encomendado las llaves de mi reino y una dispensación del evangelio para los últimos tiempos; y para el cumplimiento de los tiempos, en la cual juntaré en una todas las cosas, tanto las que están en el cielo, como las que están en la tierra;


D&C 28:15 Y te será indicado, desde el tiempo de tu salida hasta el de tu regreso, lo que has de hacer.

16 Y en todo tiempo abrirás tu boca para declarar mi evangelio con el son de regocijo. Amén.


D&C 29:7 Y sois llamados para efectuar el recogimiento de mis escogidos; porque estos escuchan mi voz y no endurecen su corazón.


D&C 29:43 Y así, yo, Dios el Señor, le señalé al hombre los días de su probación, para que por su muerte natural se levantara en inmortalidad a la vida eterna, sí, aun cuanto creyeren;

44 y los que no creyeren, a condenación eterna; porque no pueden ser redimidos de su caída espiritual, debido a que no se arrepienten;


D&C 31:11 Sigue tu camino, doquier que sea mi voluntad, y el Consolador te indicará lo que has de hacer y a dónde has de ir.


D&C 33:6 Y así reuniré a mis escogidos de los cuatro extremos de la tierra, sí, a cuantos crean en mí y escuchen mi voz.

7 Sí, de cierto, de cierto os digo, que el campo blanco está ya para la siega; por tanto, meted vuestras hoces, y cosechad con todo vuestro poder, mente y fuerza.

D&C 33:8 Abrid vuestra boca y será llena, y seréis como Nefi el de antaño, que salió de Jerusalén al desierto.

9 Sí, abrid vuestra boca sin cesar, y vuestras espaldas serán cargadas de gavillas, porque he aquí, estoy con vosotros.

10 Sí, abrid vuestra boca y será llena, y decid: Arrepentíos, arrepentíos y preparad la vía del Señor, y enderezad sus sendas; porque el reino de los cielos está cerca;

11 sí, arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros para la remisión de sus pecados; sí, bautizaos en el agua, y entonces vendrá el bautismo de fuego y del Espíritu Santo.

12 He aquí, de cierto, de cierto os digo, este es mi evangelio; y recordad que deberán tener fe en mí, o de ninguna manera podrán salvarse;

13 y sobre esta roca edificaré mi iglesia; sí, sobre esta roca estáis edificados, y si perseveráis, las puertas del infierno no prevalecerán contra vosotros.

14 Y recordaréis los reglamentos y los convenios de la iglesia para observarlos.

D&C 33:15 Y por la imposición de manos confirmaréis en mi iglesia a quienes tengan fe, y yo les conferiré el don del Espíritu Santo.

16 Y el Libro de Mormón y las Santas Escrituras de mí proceden para vuestra instrucción; y el poder de mi Espíritu vivifica todas las cosas.


D&C 38:1 Así dice el Señor vuestro Dios, Jesucristo, el Gran Yo Soy, el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el mismo que contempló la vasta expansión de la eternidad y todas las huestes seráficas del cielo antes que el mundo fuese hecho;

2 el mismo que conoce todas las cosas, porque todas está presentes ante mis ojos.

3 Soy el mismo que hablé, y el mundo fue hecho, y todas las cosas llegaron a existir por mí.


D&C 38:23 Pero en verdad os digo, enseñaos los unos a los otros, de acuerdo con el oficio al cual os he llamado;

24 y estime cada hombre a su hermano como a sí mismo, y ponga en práctica la virtud y la santidad delante de mí.

25 Y de nuevo os digo, estime cada hombre a su hermano como a sí mismo.


D&C 38:40 Y además, os digo que os doy el mandamiento de que todo hombre, tanto el que sea élder, presbítero, o maestro, así como también el miembro, se dedique con su fuerza, con el trabajo de sus manos, a preparar y a realizar las cosas que he mandado.

41 Y sea vuestra predicación la voz de amonestación, cada hombre a su vecino, con mansedumbre y humildad.

42 Y salid de entre los inicuos. Salvaos. Sed limpios, los que lleváis los vasos del Señor. Así sea. Amén.


D&C 39:5 Y de cierto, de cierto te digo, que el que recibe mi evangelio, me recibe a mí; y quien no recibe mi evangelio, tampoco me recibe a mí.

6 Y este es mi evangelio: Arrepentimiento y bautismo en el agua, tras lo cual viene el bautismo de fuego y del Espíritu Santo, sí, el Consolador, el cual manifiesta todas las cosas y enseña las cosas apacibles del reino.


D&C 42:6 Y saldréis por el poder de mi Espíritu, de dos en dos, predicando mi evangelio en mi nombre, alzando vuestras voces como si fuera con el son de trompeta, declarando mi palabra cual ángeles de Dios.

7 Y saldréis y bautizaréis en el agua, diciendo: Arrepentíos, arrepentíos, que el reino de los cielos se acerca.

D&C 42:8 Y desde este lugar iréis a las regiones del oeste; y done halléis a quienes os reciban, allí edificaréis mi iglesia;


D&C 42:11 Asimismo, os digo que a ninguno le será permitido salir a predicar mi evangelio ni a edificar mi iglesia, a menos que sea ordenado por alguien que tenga autoridad, y sepa la iglesia que tiene autoridad, y que ha sido debidamente ordenado por las autoridades de la iglesia.

D&C 42:12 Y además, los élderes, presbíteros y maestros de esta iglesia enseñarán los principios de mi evangelio, que se encuentran en la Biblia y en el Libro de Mormón, en el cual se halla la plenitud del evangelio.

13 Y observarán los convenios y reglamentos de la iglesia para cumplirlos, y esto es lo que enseñarán, conforme el Espíritu los dirija.

14 Y se os dará el Espíritu por la oración de fe; y si no recibís el Espíritu, no enseñaréis.

15 Y todo esto procuraréis hacer como yo he mandado en cuanto a vuestras enseñanzas, hasta que se reciba la plenitud de mis Escrituras.

16 Y al elevar vuestras voces por medio del Consolador, hablaréis y profetizaréis conforme a lo que me parezca bien;

D&C 42:17 pues he aquí, el Consolador sabe todas las cosas, y da testimonio del Padre y del Hijo.

18 Y ahora bien, he aquí, hablo a la iglesia. No matará; y el que matare no tendrá perdón ni en este mundo ni en el venidero.

19 Y nuevo digo, no matarás; as el que matare, morirá.

20 No hurtarás; el que hurte y no se arrepienta, será expulsado.

21 No mentirás; el que mienta y no se arrepienta, será expulsado.

22 Amarás a tu esposa con todo tu corazón, y te allegarás a ella y a ninguna otra.

23 Y el que mirare a una mujer para codiciarla negará la fe, y no tendrá el Espíritu; y si no se arrepiente, será expulsado.

24 No cometerás adulterio; y el que cometa adulterio y no se arrepienta, será expulsado.

25 Mas al que haya cometido adulterio, y se arrepienta de todo corazón, y lo deseche, y no lo haga más, lo has de perdonar.

26 Mas si lo hiciere otra vez, no será perdonado, sino que será expulsado.

27 No hablarás mal de tu prójimo, ni le causarás ningún daño.

28 Tú sabes que mis leyes en cuanto a estas cosas están en mis Escrituras; el que peque, y no se arrepienta, será expulsado.


D&C 42:56 Pedirás, y se darán mis Escrituras según lo que yo he indicado, y serán preservadas y protegidas;

57 y es menester que calles en cuanto a ellas, y que no las enseñes hasta que las hayas recibido en su plenitud.

58 Y te doy el mandamiento de que entonces las enseñes a todos los hombres; porque se enseñarán a todas las naciones, tribus, lenguas y pueblos.


D&C 42:61 Si pides, recibirás revelación tras revelación, conocimiento sobre conocimiento, a fin de que conozcas los misterios y las cosas apacibles, aquello que trae gozo, aquello que trae la vida eterna.


D&C 43:15 De nuevo digo, escuchad élderes de mi iglesia, a quienes he nombrado: No sois enviados para que se os enseñe, sino para enseñar a los hijos de los hombres las cosas que yo he puesto en vuestras manos por el poder de mi Espíritu;

16 y a vosotros se os enseñará de lo alto. Santificaos y seréis investidos con poder, para que impartáis como yo he hablado.


D&C 45:3 Escuchad al que es vuestro intercesor con el Padre, que aboga por vuestra causa ante él,

4 diciendo: Padre, ve los padecimientos y la muerte de aquel que no pecó, en quien to complaciste; ve la sangre de tu Hijo que fue derramada, la sangre de aquel que diste para que tú mismo fueses glorificado;

5 por tanto, Padre, perdona a estos mis hermanos que creen en mi nombre, para que vengan a mí y tengan vida sempiterna.


D&C 45:8 Vine a los míos, y los míos no me recibieron; mas a cuantos e recibieron les di el poder de hacer muchos milagros y de llegar a ser los hijos de Dios; y a los que creyeron en mi nombre les di poder para obtener la vida eterna.


D&C 45:56 Y en aquel día, cuando yo venga en mi gloria, se cumplirá la parábola que hablé acerca de las diez vírgenes.

57 Porque aquellos que son prudentes y han recibido la verdad, y han tomado al Santo Espíritu por quía, y no han sido engañados, de cierto os digo que estos no serán talados ni echados al fuego, sino que aguantarán el día.


D&C 46:8 Por tanto, cuidaos a fin de que no os engañen; y para que no seáis engañados, buscad diligentemente los mejores dones, recordando siempre para qué son dados;

9 porque de cierto os digo, que se dan para el beneficio de los que me aman y guardan todos mis mandamientos, y de los que procuran hacerlo; para que se beneficien todos los que me buscan o me piden, y que no piden señales para satisfacer sus concupiscencias.

10 Y además, de cierto os digo, quisiera que siempre recordaseis y retuvieseis en vuestras mentes cuáles son esos done que se dan a la iglesia.

D&C 46:11 Porque no a todos se da cada uno de los dones; pues hay muchos dones, y a todo hombre le es dado un don por el Espíritu de Dios.

12 A algunos les es dado uno y a otros otro, para que así todos se beneficien.

13 A algunos el Espíritu Santo da a saber que Jesucristo es el Hijo de Dios, y que fue crucificado por los pecados del mundo;

14 a otros les es dado creer en las palabras de aquellos, para que también tengan vida eterna, si continúan fieles.

15 Y además, el Espíritu Santo hace saber a algunos las diferencias de administración, conforme a lo que fuere agradable al mismo Señor, según su voluntad, acomodando sus misericordias a las condiciones de los hijos de los hombres.

16 Y además, a algunos les es dado por el Espíritu Santo discernir las diversidades de operaciones, si es que son de Dios, para que las manifestaciones del Espíritu sean dadas a todo hombre para su provecho.

17 Y además, de cierto os digo, que a algunos les es dada, por el Espíritu de Dios, la palabra de sabiduría;

18 a otros, la palabra de conocimiento, para que se instruya a todos a ser sabios y a tener conocimiento.

19 Y además, a unos les es dado tener fe para ser sanados;

20 y a otros, fe para sanar.

21 Y además, a algunos les es dado obrar milagros;

22 y a otros, profetizar;

23 y a otros, discernir espíritus.

24 Y además, a algunos les es dado hablar en lenguas;

25 y a otros, la interpretación de lenguas;

26 y todos estos dones vienen de Dios, para el beneficio de los hijos de Dios.

27 Y al obispo de la iglesia, y a cuantos Dios nombrare y ordenare para velar por la iglesia y ser sus élderes, les será concedido discernir todos esos dones, no sea que haya entre vosotros alguno que profesare tenerlos y, sin embargo, no sea de Dios.

28 Y acontecerá que el que pidiere en el Espíritu, recibirá en el Espíritu;

29 para que a algunos les sea concedido tener todos estos dones, para que haya una cabeza, a fin de que todo miembro se beneficie con ello.

30 El que pide en el Espíritu, pide según la voluntad de Dios; por tanto, es hecho conforme a lo que pide.

31 Y además, os digo que todas las cosas deben hacerse en el nombre de Cristo, cualquier cosa que hagáis en el Espíritu;

32 y habéis de dar gracias a Dios en el Espíritu por cualquier bendición con que seáis bendecidos.

33 Y debéis practicar la virtud y la santidad delante de mí constantemente. Así sea. Amén.


D&C 46:28 Y acontecerá que el que pidiere en el Espíritu, recibirá en el Espíritu;

29 para que a algunos les sea concedido tener todos estos dones, para que haya una cabeza, a fin de que todo miembro se beneficie con ello.

30 El que pide en el Espíritu, pide según la voluntad de Dios; por tanto, es hecho conforme a lo que pide.


D&C 49:15 Y además, de cierto os digo, que quien prohíbe casarse no es ordenado por Dios, porque el matrimonio lo decretó Dios para el hombre.


D&C 50:13 Por tanto, yo, el Señor, os hago esta pregunta: ¿A qué se os ordenó?

14 A predicar mi evangelio por el Espíritu, sí, el Consolador que fue enviado para enseñar la verdad.

15 Y entonces recibisteis espíritus que no pudisteis comprender, y los recibisteis como si hubieran sido de Dios; ¿y se os puede justificar en esto?

16 He aquí, vosotros mismos contestaréis esta pregunta; sin embargo, seré misericordioso con vosotros; el que de entre vosotros es débil será hecho fuerte de aquí en adelante.

17 De cierto os digo, el que es ordenado por mí y enviado a predicar la palabra de verdad por el Consolador, en el Espíritu de verdad, ¿la predica por el Espíritu de verdad o de alguna otra manera?

18 Y si es de alguna otra manera, no es de Dios.

19 Y además, el que recibe la palabra de verdad, ¿la recibe por el Espíritu de verdad o de alguna otra manera?

20 Si es de alguna otra manera, no es de Dios.

21 Por tanto, ¿cómo es que no podéis comprender y saber que el que recibe la palabra por el Espíritu de verdad, la recibe como la predica el Espíritu de verdad, la recibe como la predica el Espíritu de verdad?

22 De manera que, el que la predica y el que la recibe se comprenden el uno al otro, y ambos son edificados y se regocijan juntamente.


D&C 50:29 Y si sois purificados y limpiados de todo pecado, pediréis cuanto quisiereis en el nombre de Jesús y se cumplirá.

30 Mas sabed esto, que os será indicado lo que debéis pedir; y como sois nombrados para estar la cabeza, los espíritus se os sujetarán.


D&C 52:3 Por tanto, de cierto os digo, emprendan su viaje mis siervos José Smith, hijo, y Sidney Rigdon, en cuanto hagan los preparativos para salir de sus casas, y diríjanse a la tierra de Misuri.

4 Y si me son fieles, se les hará saber lo que han de hacer;


D&C 52:9 Y viajen desde allí, predicando la palabra por el camino, no diciendo sino las cosas escritas por los profetas y apóstoles, y lo que el Consolador les enseñe mediante la oración de fe.

10 Vayan de dos en dos, y así prediquen por el camino a toda congregación, bautizando en el agua, e imponiendo las manos a la orilla del agua.


D&C 52:40 Y recordad en todas las cosas a los pobres y a los necesitados, a los enfermos y a los afligidos, porque el que no hace estas cosas no es mi discípulo.

D&C 53:3 Toma sobre ti mi ordenación, sí, la de élder, para predicar la fe y el arrepentimiento y la remisión de pecados, según mi palabra, y la recepción del Santo Espíritu por la imposición de manos;

4 y también para ser agente de esta iglesia en el lugar que el obispo designará, de conformidad con los mandamientos que se darán más adelante.


D&C 58:21 Ninguno quebrante las leyes del país, porque quien guarda las leyes de Dios no tiene necesidad de infringir las leyes del país.


D&C 58:26 Porque he aquí, no conviene que yo mande en todas las cosa; porque el que es compelido en todo es un siervo perezoso y no sabio; por tanto, no recibe galardón alguno.

27 De cierto digo que los hombres deben estar anhelosamente consagrados a una causa buena, y hacer muchas cosas de su propia voluntad y efectuar mucha justicia;

28 porque el poder está en ellos, y en esto vienen a ser sus propios agentes. Y en tanto que los hombres hagan lo bueno, de ninguna manera perderán su recompensa.

29 Mas el que no hace nada hasta que se le mande, y recibe un mandamiento con corazón dudoso, y lo cumple desidiosamente, ya es condenado.

30 ¿Quién soy yo, que hice al hombre, dice el Señor, para tener sin culpa al que no guarda mis mandamientos?

31 ¿Quién soy yo, dice el Señor, para prometer y no cumplir?

D&C 58:32 Mando, y los hombres no obedecen; revoco, y no reciben la bendición.

33 Entonces dicen en su corazón: Esta no es la obra del Señor, porque sus promesas no se cumplen. Pero, ¡ay de tales!, porque su recompensa yace abajo, y no es de arriba.


D&C 58:42 He aquí, quien se ha arrepentido de sus pecados es perdonado; y yo, el Señor, no los recuerdo más.

43 Por esto podréis saber si un hombre se arrepiente de sus pecados: He aquí, los confesará y los abandonará.


D&C 59:12 pero recuerda que en este, el día del Señor, ofrecerás tus ofrendas y tus sacramentos al Altísimo, confesando tus pecados a tus hermanos, y ante el Señor.

13 Y en este día no harás ninguna otra cosa sino preparar tus alimentos con sencillez de corazón, a fin de que tus ayunos sean perfectos, o en otras palabras, que tu gozo sea cabal.

14 De cierto, esto es ayunar y orar, o en otras palabras, regocijarse y orar.

15 Y se hacéis estas cosas con acción de gracias, con corazones y semblantes alegres, no con mucha risa, porque esto es pecado, sino con corazones felices y semblantes alegres,


D&C 59:23 Aprended, más bien, que el que hiciere obras jutas recibirá su galardón, sí, la paz en este mundo, y la vida eterna en el mundo venidero.


D&C 60:2 mas con algunos no estoy muy complacido, porque no quieren abrir su boca, sino que esconden el talento que les he dado, a causa del temor de los hombres. ¡Ay de estos!, porque mi enojo está encendido en contra de ellos.

3 Y acontecerá que si no me son más fieles, les será quitado aun lo que tienen.


D&C 60:7 y alcen la voz en este lugar y declaren mi palabra a viva voz, sin ira ni duda, alzando manos santas sobre ellos. Porque puedo haceros santos, y os son perdonados vuestros pecados.

8 Y salgan de Saint Louis los demás, de dos en dos, y prediquen la palabra, no con prisa, entre las congregaciones de los impíos, hasta que vuelvan a las iglesias de donde vinieron.


D&C 61:2 He aquí, de cierto os dice el Señor, oh élderes de mi iglesia que os habéis congregado en este lugar, cuyos pecados ahora os son perdonados, porque yo, el Señor, perdono los pecados y soy misericordioso con aquellos que los confiesan con corazones humildes;

3 mas de cierto os digo, que no es menester que esta compañía entera de mis élderes viaje con prisa sobre las aguas, mientras los habitantes de ambos lados perecen en la incredulidad.


D&C 62:3 Sin embargo, benditos sois, porque el testimonio que habéis dado se ha escrito en el cielo para que lo vean los ángeles; y ellos se regocijan a causa de vosotros, y vuestros pecados os son perdonados.


D&C 63:9 pero he aquí, la fe no viene por las señales, mas las señales siguen a los que creen.

10 Sí, las señales vienen por la fe, no por la voluntad de los hombres, ni como les plazca, sino por la voluntad de Dios.

11 Sí, las señales vienen por la fe para producir obras poderosas, porque sin fe ningún hombre agrada a Dios; y con el que Dios está enojado, no está bien complacido; por tanto, a estos no muestra señales, sino en ira para su condenación.

12 Por tanto, yo, el Señor, no estoy complacido con los que de entre vosotros han buscado señales y prodigios para lograr la fe, y no en bien de los hombres para mi gloria.


D&C 63:16 Y de cierto os digo, como y he dicho, el que mira a una mujer para codiciarla, o si alguien comete adulterio en su corazón, no tendrá el Espíritu, sino que negará la fe y temerá.


D&C 63:41 He aquí, yo, el Señor, daré poder a mi siervo José Smith, hijo, para que pueda discernir, por medio del Espíritu, a los que han de subir a la tierra de Sion, y a aquellos de mis discípulos que permanecerán.


D&C 63:57 Y además, de cierto os digo, sean ordenados a este poder los que con mansedumbre desean en su corazón llamar a los pecadores al arrepentimiento.


D&C 67:10 Y además, de cierto os digo que es vuestro el privilegio, y os hago una promesa a vosotros los que habéis sido ordenados a este ministerio, que si os despojáis de toda envidia y temor, y os humilláis delante de mí, porque no sois suficientemente humildes, el velo se rasgará, y me veréis y sabréis que yo soy, no con la mente carnal o natural, sino con la espiritual.


D&C 68:1 Mi siervo Orson Hyde fue llamado mediante su ordenación para proclamar el evangelio sempiterno por el Espíritu del Dios viviente, de pueblo en pueblo, y de tierra en tierra, entre las congregaciones de los inicuos, en sus sinagogas, razonando con ellos y declarándoles todas las Escrituras.

D&C 68:2 Y he aquí, esta es la norma para todos los que fueron ordenados a este sacerdocio, cuya misión de que salgan les ha sido indicada;

3 y esta es la norma para ellos: Hablarán conforme los inspire el Espíritu Santo.

4 Y lo que hablen cuando sean inspirados por el Espíritu Santo será Escritura, será la voluntad del Señor, será la intención del Señor, será la palabra del Señor, será la voz del Señor y el poder de Dios para salvación.

5 He aquí, esta es la promesa del Señor a vosotros, oh mis siervos.

6 Sed de buen ánimo, pues, y no temáis, porque yo, el Señor, estoy con vosotros y os ampararé; y testificaréis de mí, sí, Jesucristo, que soy el Hijo del Dios viviente; que fui, que soy y que he de venir.


D&C 68:25 Y además, si hay padres que tengan hijos en Sion o en cualquiera de sus estacas organizadas, y no les enseñen a comprender la doctrina del arrepentimiento, de la fe en Cristo, el Hijo del Dios viviente, del bautismo y de don del Espíritu Santo por la imposición de manos, al llegar a la edad de ocho años, el pecado será sobre la cabeza de los padres.

26 Porque esta será una ley para los habitantes de Sion, o en cualquiera de sus estacas que se hayan organizado.

D&C 68:27 Y sus hijos serán bautizados para la remisión de sus pecados cuando tengan ocho años de edad, y recibirán la imposición de manos.

28 Y también enseñarán a sus hijos a orar y a andar rectamente delante del Señor.

29 Y los habitantes de Sion también observarán el día del Señor para santificarlo.

30 Y en vista de que se les manda trabajar, los habitantes de Sion también han de recordar sus tareas con toda fidelidad, porque se tendrá presente al ocioso ante el Señor.


D&C 71:1 He aquí, así os dice el Señor a vosotros, mis siervos José Smith, hijo, y Sidney Rigdon: Ciertamente ha llegado el tiempo en que es necesario y oportuno que abráis vuestra boca para proclamar mi evangelio, las cosas del reino, explicando sus misterios por medio de las Escrituras, de acuerdo con la porción del Espíritu y del poder que se os dará según mi voluntad.


D&C 75:2 Escuchad, oh vosotros que habéis presentado vuestros nombres para salir a proclamar mi evangelio y podar mi viña.

D&C 75:3 He aquí, os digo que es mi voluntad que salgáis y no demoréis, que no estéis ociosos, sino que obréis con vuestro poder,

4 alzando vuestra voz como con el son de trompeta, proclamando la verdad de acuerdo con las revelaciones y los mandamientos que os he dado.

5 Así que, si sois fieles, seréis premiados con muchas gavillas y coronados con honor, gloria, inmortalidad y vida eterna.

6 Por tanto, de cierto digo a mi siervo William E. McLellin, que revoco la comisión que le di de ir a las regiones del Este;

7 y le doy una nueva comisión y un nuevo mandamiento, en el cual yo, el Señor, lo reprendo por las murmuraciones de su corazón;

8 y pecó; no obstante, lo perdono y otra vez le digo: Ve a las regiones del Sur.

9 Y vaya con él mi siervo Luke Johnson, y proclamen las cosas que les he mandado,

10 invocando el nombre del Señor para que venga el Consolador, que les enseñará todas las cosas que les sean necesarias,

11 orando siempre para no desmayar; y si hacen esto, estaré con ellos hasta el fin.


D&C 75:19 Y en cualquier casa donde entréis y os reciban, dejad allí vuestra bendición.


D&C 75:26 Y cuanto puedan obtener lugares para sus familias y auxilio de la iglesia para ellas, no dejen de ir al mundo, bien sea al este o al oeste, al norte o al sur.

27 Pidan, y recibirán; llamen, y les será abierto; y les será revelado de lo alto, sí por el Consolador, adonde han de ir.


D&C 76:5 Porque así dice el Señor: Yo, el Señor, soy misericordioso y benigno para con los que me temen, y me deleito en honrar a los que me sirven en rectitud y en verdad hasta el fin.

6 Grande será su galardón y eterna será su gloria.

7 Y a ellos les revelaré todos los misterios, sí, todos los misterios ocultos de mi reino desde los días antiguos, y por siglos futuros, les haré saber la buena disposición de mi voluntad tocante a todas las cosas pertenecientes a mi reino.

8 Sí, aun las maravillas de la eternidad sabrán ellos, y las cosas venideras les enseñaré, sí, cosas de muchas generaciones.

9 Y su sabiduría será grande, y su entendimiento llegará hasta el cielo; y ante ellos perecerá la sabiduría de los sabios y se desvanecerá el entendimiento del prudente.

D&C 76:10 Porque por mi Espíritu los iluminaré, y por mi poder les revelaré los secretos de mi voluntad; sí, cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han llegado siquiera al corazón del hombre.


D&C 76:22 Y ahora, después de los muchos testimonios que se han dado de él, este es el testimonio, el último de todos, que nosotros damos de él: ¡Que vive!

23 Porque lo vimos, sí, a la diestra de Dios; y oímos la voz testificar que él es el Unigénito del Padre;

24 que por él, por medio de él y de él los mundos son y fueron creados, y sus habitantes son engendrados hijos e hijas para Dios.


D&C 76:40 Y este es el evangelio, las buenas nuevas, que la voz de los cielos nos testificó:

41 Que vino al mundo, sí, Jesús, para ser crucificado por el mundo y para llevar los pecados del mundo, y para santificarlo y limpiarlo de toda iniquidad;

42 para que por medio de él fuesen salvos todos aquellos a quienes el Padre había puesto en su poder y había hecho mediante él;


D&C 76:50 Y otra vez testificamos, porque vimos y oímos, y este es el testimonio del evangelio de Cristo concerniente a los que saldrán en la resurrección de los justos:

51 Estos son los que recibieron el testimonio de Jesús, y creyeron en su nombre, y fueron bautizados según la manera de su sepultura, siendo sepultados en el agua en su nombre; y esto de acuerdo con el mandamiento que él ha dado,

52 para que, guardando los mandamientos, fuesen lavados y limpiados de todos sus pecados, y recibiesen el Santo Espíritu por la imposición de las manos del que es ordenado y sellado para ejercer este poder;

53 y son quienes vencen por la fe, y son sellados por el Santo Espíritu de la promesa, que el Padre derrama sobre todos los que son justos y fieles.

D&C 76:54 Estos son los que constituyen la Iglesia del Primogénito.

55 Son aquellos en cuyas manos el Padre ha entregado todas las cosas;

56 son sacerdotes y reyes que han recibido de su plentitude y de su gloria;

57 y son sacerdotes del Altísimo, según el orden de Melquisedec, que fue según el orden de Enoc, que fue según el orden del Hijo Unigénito.

58 De modo que, como está escrito, son dioses, sí, los hijos de Dios.

59 Por consiguiente, todas las cosas son suyas, sea vida o muerte, o cosas presentes o coas futuras, todas son suyas, y ellos son de Cristo y Cristo es de Dios.

60 Y vencerán todas las cosas.


D&C 79:1 De cierto te digo, que es mi voluntad que mi siervo Jared Carter vaya otra vez a las tierras del este, de un lugar a otro, y de ciudad en ciudad, mediante el poder de la ordenación con que ha sido ordenado, para proclamar alegres nuevas de gran gozo, sí, el evangelio eterno.

2 Y enviaré sobre él al Consolador, que le enseñará la verdad y el camino que debe seguir;


D&C 80:4 Por consiguiente, declarad las cosas que habéis oído, y que ciertamente creéis y sabéis que son verdaderas.


D&C 82:8 Y además, os digo que os doy un mandamiento nuevo para que entendáis mi voluntad concerniente a vosotros;

9 o en otras palabras, os doy instrucciones en cuanto a la manera de conduciros delante de mí, a fin de que se torne para vuestra salvación.

10 Yo, el Señor, estoy obligado cuando hacéis lo que os digo; mas cuando no hacéis lo que os digo, ninguna promesa tenéis.


D&C 84:19 Y este sacerdocio mayor administra el evangelio y posee la llave de los misterios del reino, sí, la llave del conocimiento de Dios.

20 Así que, en sus ordenanzas se manifiesta el poder da la divinidad.


D&C 84:45 Porque la palabra del Señor es verdad, y lo que es verdad es luz, y lo que es luz es Espíritu, a saber, el Espíritu de Jesucristo.

46 Y el Espíritu da luz a todo hombre que viene al mundo; y el Espíritu ilumina a todo hombre en el mundo que escucha la voz del Espíritu.

47 Y todo aquel que escucha la voz del Espíritu, viene a Dios, sí, el Padre.


D&C 84:61 porque yo os perdonaré vuestros pecados con este mandamiento: Que os conservéis firmes en vuestras mentes en solemnidad y en el espíritu de oración, en dar testimonio a todo el mundo de las cosas que os son comunicadas.


D&C 84:64 por tanto, así como dije a mis apóstoles, de nuevo os digo que toda alma que crea en vuestra palabras y se bautice en el agua para lo remisión de los pecados, recibirá el Espíritu Santo.

65 Y estas señales seguirá a los que creen:

66 En mi nombre harán muchas obras maravillosas;

67 en mi nombre echarán fuera demonios;

68 en mi nombre sanarán a los enfermos;

69 en mi nombre abrirán los ojos de los ciegos y destaparán los oídos de los sordos;

70 y la lengua del mudo hablará;

71 y si alguien les administra veneno, no los dañará;

72 y la ponzoña de la serpiente no tendrá poder para hacerles daño.

73 Pero un mandamiento les doy, que no se jacten de estas cosas ni hablen de ellas ante el mundo; porque os son dadas para vuestro provecho y para salvación.

D&C 84:74 En verdad, en verdad os digo, que aquellos que no crean en vuestras palabras, ni se bauticen en el agua en mi nombre para la remisión de sus pecados, a fin de recibir el Espíritu Santo, serán condenados y no entrarán en el reino de mi Padre, donde mi Padre y yo estamos.

75 Y esta revelación y mandamiento dado a vosotros está en vigor desde esta misma hora en todo el mundo; y el evangelio es para todos los que no lo han recibido.

76 Pero de cierto os digo a todos aquellos a quienes se ha dado el reino: Es preciso que de vosotros les sea predicado a ellos, para que se arrepientan de sus obras inicuas anteriores; porque merecen ser reprochados por motive de sus corazones malos de incredulidad, así como vuestros hermano en Sion por su rebelión contra vosotros en el tiempo en que os envié.


D&C 84:85 Ni os preocupéis tampoco de antemano por lo que habéis de decir; mas atesorad constantemente en vuestras mentes las palabras de vida, y os será dado en la hora precisa la porción que le será medida a cada hombre.


D&C 84:88 Y quienes os reciban, allí estaré yo también, porque iré delante de vuestra faz. Estaré a vuestra diestra y a vuestra siniestra, y mi Espíritu estará en vuestro corazón, y mis ángeles alrededor de vosotros, para sosteneros.


D&C 85:6 Sí, así dice la voz suave y apacible que a través de todas las cosas susurra y penetra, y a menudo hace estremecer mis huesos mientras se manifiesta, diciendo:

7 Y sucederá que yo, Dios el Señor, enviaré a uno poderoso y fuerte, con el cetro de poder en su mano, revestido de luz como un manto, cuya boca hablará palabras, palabras eternas, mientras que sus entrañas serán una fuente de verdad, para poner en orden la casa de Dios y para disponer por sorteo las heredades de los santos cuyos nombres, junto con los de sus padres e hijos, estén inscritos en el libro de la ley de Dios;


D&C 86:1 De cierto, así dice el Señor a vosotros mis siervos, concerniente a la parábola del trigo y la cizaña:

2 He aquí, de cierto os digo, el campo era el mundo, y los apóstoles fueron los sembradores de la semilla;

3 y al dormirse estos, el gran perseguidor de la iglesia, el apóstata, la ramera, Babilonia, que hace que todas las naciones beban de su copa, en cuyos corazones reina el enemigo, sí, Satanás, se sienta para reinar; he aquí, este siembra la cizaña; por tanto, la cizaña ahoga el trigo y hace huir a la iglesia al desierto,


D&C 88:3 Por tanto, ahora os envío a vosotros, mis amigos, otro Consolador, el Santo Espíritu de la promesa, para que permanezca en vuestros corazones; y este otro Consolador es el mismo que prometí a mis discípulos, según se halla escrito en el testimonio de Juan.

4 Este Consolador es la promesa que os doy de vida eterna, sí, la gloria del reino celestial;


D&C 88:27 Porque a pesar de que mueren,también ellos se levantarán, cuerpos espirituales.

28 Aquellos que son de un espíritu celestial recibirán el mismo cuerpo que fue el cuerpo natural; sí, vosotros recibiréis vuestros cuerpos, y vuestra gloria será aquella por medio de la cual vuestro cuerpo sea vivificado.

29 Vosotros los que seáis vivificados por una porción de la gloria celestial, recibiréis entonces de ella, sí, una plenitud.

30 Y los que sean vivificados por una porción de la gloria terrestre, recibirán entonces de ella, sí, una plenitud.

31 Y también los que sean vivificados por una porción de la gloria telestial, recibirán entonces de ella, sí, una plenitud.

32 Y los que queden serán vivificados también; sin embargo, volverán otra vez a su propio lugar para gozar de lo que están dispuestos a recibir, porque no quisieron gozar de lo que pudieron haber recibido.


D&C 88:41 Él comprende todas las cosas, y todas las cosas están delante de él, y todas las cosas están alrededor de él; y él está sobre todas las cosas, y en todas las cosas, y por en medio de todas las cosas, y circunda todas las cosas; y todas las cosas son por él, y de él, sí, Dios, para siempre jamás.

42 Y además, de cierto os digo, él ha dado una ley a todas las cosas, mediante la cual se mueven en sus tiempos y estaciones;

43 y sus cursos son fijos, sí, los cursos de los cielos y de la tierra, que comprenden la tierra y todos los planetas.

44 Y se dan luz unos a otros en sus tiempos y estaciones, en sus minutos, en sus horas, sus días, sus semanas, sus meses y sus años. Todos estos son un año para Dios, mas no para el hombre.

45 La tierra rueda sobre sus alas, y el sol da su luz de día, y la luna da su luz de noche, y las estrellas también dan su luz, a medida que ruedan sobre sus alas en su gloria, en medio del poder de Dios.

46 ¿A qué compararé estos reinos para que comprendáis?

47 He aquí, todos estos son reinos, y el hombre que ha visto a cualquiera o al menor de ellos, ha visto a Dios obrando en su majestad y poder.


D&C 88:76 También os doy el mandamiento de perseverar en la oración y el ayuno desde ahora en adelante.

77 Y os mando que os enseñéis el uno al otro la doctrina del reino.

78 Enseñaos diligentemente, y mi gracia os acompañará, para que seáis más perfectamente instuidos en teoría, en principio, en doctrina, en la ley del evangelio, en todas las cosas que pertenecen al reino de Dios, que os conviene comprender;

79 de cosas tanto en el cielo como en la tierra, y debajo de la tierra; cosas que han sido, que son y que pronto han de acontecer; cosas que existen en el país, cosas que existen en el extranjero; las guerras y perplejidades de las naciones, y los juicios que se ciernen sobre el país; y también el conocimiento de los países y de los reinos,

80 a fin de que estéis preparados en todas las cosas, cuando de nuevo os envíe a magnificar el llamamiento al cual os he nombrado y la misión con la que os he comisionado.

D&C 88:81 He aquí, os envié para testificar y amonestar al pueblo, y conviene que todo hombre que ha sido amonestado, amoneste a su prójimo.


D&C 88:118 Y por cuanto no todos tienen fe, buscad diligentemente y enseñaos el uno al otro palabras de sabiduría; sí, buscad palabras de sabiduría de los mejores libros; buscad conocimiento, tanto por el estudio como por la fe.


D&C 88:125 Y sobre todo, vestíos, como con un manto, con el vínculo de la caridad, que es el vínculo de la perfección y de la paz.


D&C 89:1 Una PALABRA DE SABIDURÍA para el beneficio del consejo de sumos sacerdotes reunido en Kirtland, y la iglesia, y también los santos de Sion

2 --para ser enviada por vía de salutación; no por mandamiento ni restricción, sino por revelación y la palabra de sabiduría, demostrando el orden y la voluntad de Dios en la salvación temporal de todos los santo en los últimos días--

3 dada como un principio con promesa, adaptada a la capacidad del débil y del más débil de todos los santos, que son o que pueden ser llamados santos.

4 He aquí, de cierto, así os dice el Señor: Por motivo de las maldades y designios que existen y que existirán en el corazón de hombres conspiradores en los últimos días, os he amonestado y os prevengo, dándoos esta palabra de sabiduría por revelación:

5 Que si entre vosotros hay quien beba vino o bebidas fuertes, he aquí, no es bueno ni propio a los ojos de vuestro Padre, sino cuando os reunís para ofrecerle vuestros sacramentos.

6 Y he aquí, este debe ser vino, sí, vino puro de la uva de la vid, de vuestra propia hechura.

7 Y además, las bebidas fuertes no son para el vientre, sino para el lavamiento de vuestros cuerpos.

8 Y además, el tabaco no es para el cuerpo ni para el vientre, y no es bueno para el hombre, sino que es una hierba para magulladuras y para todo ganado enfermo, que se ha de usar con juicio y destreza.

9 Y además, las bebidas calientes no son para el cuerpo ni para el vientre.

10 Y además, de cierto os digo que Dios ha dispuesto toda hierba saludable para la constitución, naturaleza y uso del hombre:

11 Cada hierba en su sazón y cada fruta en su sazón; todas estas para usarse con prudencia y acción de gracias.

12 Sí, también la carne de las bestias y de las aves del cielo, yo, el Señor, he dispuesto para el uso del hombre, con acción de gracias; sin embargo, han de usare limitadamente;

13 y a mí me complace que no se usen, sino en temporadas de invierno, o de frío, o hambre.

14 Se ha dispuesto todo grano para el uso del hombre y de las bestias, como sostén de vida; no solamente para el hombre, sino para las bestias del campo, las aves del cielo y todo animal silvestre que corre o se arrastra sobre la tierra;

15 y a estos Dios los ha hecho para el uso del hombre, solo en tiempo de carestía y hambre extremada.

16 Todo grano es bueno para alimentar al hombre, así como también el fruto de la vid; lo que produce fruto, ya sea dentro de la tierra, ya sea arriba de la tierra;

17 sin embargo, el trigo para el hombre, el maíz para el buey, la avena para el caballo, el centeno para las aves, los puercos y toda bestia del campo, y la cebada para todo animal útil y para bebidas moderadas, así como también otros granos.

18 Y todos los santos que se acuerden de guardar y hacer estas cosas, rindiendo obediencia a los mandamientos, recibirán salud en el ombligo y médula en los huesos;

19 y hallarán sabiduría y grandes tesoros de conocimiento, sí, tesoros escondidos;

20 y correrán sin fatigarse, y andarán sin desmayar.

21 Y yo, el Señor, les prometo que el ángel destructor pasará de ellos, como de los hijos de Israel, y no los matará. Amén.


D&C 90:11 Porque acontecerá que en aquel día todo hombre oirá la plenitud del evangelio en su propia lengua y en su propio idioma, por conducto de los que son ordenados a este poder, mediante la administración del Consolador, derramado sobre ellos para revelar a Jesucristo.


D&C 93:19 Os digo estas palabras para que comprendáis y sepáis cómo adorar, y sepáis qué adoráis, para que vengáis al Padre en mi nombre, y en el debido tiempo recibáis de su plenitud.


D&C 93:29 También el hombre fue en el principio con Dios. La inteligencia, o sea, la luz de verdad, no fue creada ni hecha, ni tampoco lo pude ser.


D&C 95:8 Sí, de cierto os digo, os mandé edificar una casa, en la cual me propongo investir con poder de lo alto a los que he escogido;

9 porque esta es la promesa del Padre para vosotros; por tanto, os mando permanecer, así como mis apóstoles en Jerusalén.


D&C 98:5 Y la ley del país que es constitucional, que apoya ese principio de libertad en la preservación de derechos y privilegios, pertenece a toda la humanidad y es justificable ante mí.


D&C 98:11 Y os doy un mandamiento, que vosotros desechéis todo lo malo y os alleguéis a todo lo bueno, y que viváis de acuerdo con toda palabra que sale de la boca de Dios.

12 Porque él dará a los fieles línea sobre línea, precepto tras precepto; y en esto os pondré a prueba y os probaré.


D&C 100:4 Por consiguiente, yo, el Señor, os he permitido venir a este lugar; pues así me era conveniente para la salvación de almas.

5 Por tanto, de cierto os digo, alzad vuestra voz a este pueblo; expresad los pensamientos que pondré en vuestro corazón, y no seréis confundidos delante de los hombres;

6 porque os será dado en la hora, sí, en el momento preciso, lo que habéis de decir.

7 Mas os doy el mandamiento de que cualquier cosa que declaréis en mi nombre se declare con solemnidad de corazón, con el espíritu de mansedumbre, en todas las cosas.

8 Y os prometo que si hacéis esto, se derramará el Espíritu Santo para testificar de todas las cosas que habléis.


D&C 101:38 Y buscad siempre la faz del Señor, para que con paciencia retengáis vuestras almas, y tendréis vida eterna.


D&C 101:78 para que todo hombre obre en doctrina y principio pertenecientes a lo futuro, de acuerdo con el albedrío moral que yo le he dado, para que todo hombre responda por sus propios pecados en el día del juicio.


D&C 105:6 Y es necesario que mi pueblo sea disciplinado hasta que aprenda la obediencia, si es menester, por las cosas que padece.


D&C 107:99 Por tanto, aprenda todo varón su deber, así como a obrar con toda diligencia en el oficio cual fuere nombrado.

100 El que sea perezoso no será considerado digno de permanecer, y quien no aprenda su deber y no se presente aprobado, no será considerado digno de permanecer. Así sea. Amén.


D&C 109:13 y para que todas las personas que pasen por el umbral de la case del Señor sientan tu poder y se sientan constreñidas a reconocer que tú la has santificado y que es tu casa, lugar de tu santidad.

14 Y concede, Padre Santo, que todos los que adoren en esta casa aprendan palabras de sabiduría de los mejores libros, y que busquen conocimiento, tanto por el estudio como por la fe, así como tú has dicho;

15 y que crezcan en ti y reciban la plenitud del Espíritu Santo; y se organicen de acuerdo con tus leyes y se preparen pare recibir cuanto fuere necesario;


D&C 109:38 Pon sobre tus siervos el testimonio del convenio, para que al salir a proclamar tu palabra sellen la ley y preparen el corazón de tus santos para todos aquellos juicios que estás a punto de mandar en tu ira sobre los habitantes de la tierra, a causa de sus transgresiones, a fin de que tu pueblo no desmaye en el día de la tribulación.

39 Y cuando entren tus siervos en cualquier ciudad, y sus habitantes reciban su testimonio, concede tu paz y salvación a esa ciudad para que de ella recojan a los justos, y con cantos de gozo sempiterno vayan a Sion o a sus estacas, los sitios por ti designados;

40 y hasta que esto se cumpla, no permitas que tus juicios caigan sobre esa ciudad.


D&C 109:55 Acuérdate de los reyes, los principales, los nobles y los grandes de la tierra, y de todo pueblo, y de las iglesias, de todos los pobres, los necesitados y los afligidos de la tierra,

56 para que se ablanden sus corazones cuando tus siervos salgan de tu casa, oh Jehová, para dar testimonio de tu nombre; para que sus prejuicios cedan ante la verdad, y tu pueblo halle gracia ante los ojos de todos;

57 para que todos los cabos de la tierra sepan que nosotros, tus siervos, hermos oído tu voz, y que tú nos has enviado;


D&C 110:14 He aquí, ha llegado plenamente el tiempo del cual se habló por boca de Malquías, testificando que él [Elías el Profeta] sería enviado antes que viniera el día grande y terrible del Señor,

15 para hacer volver el corazón de los padres a los hijos, y el de los hijos a los padres, para que el mundo entero no fuera herido con una maldición.

16 Por tanto, se entregan en vuestras manos las llaves de esta dispensación; y por esto sabréis que el día grande y terrible del Señor está cerca, sí, a las puertas.


D&C 112:10 Sé humilde; y el Señor tu Dios te llevará de la mano y dará respuesta a tus oraciones.


D&C 112:28 Sino purificad vuestro corazón delante de mí, y entonces id por todo el mundo y predicad mi evangelio a toda criatura que no lo haya recibido;

29 y el que creyere y fuere bautizado, será salvo; y el que no creyere ni se bautizare, será condenado.


D&C 112:30 Porque a vosotros, los Doce, y a los de la Primera Presidencia, quienes son nombrados con vosotros para ser vuestros consejeros y líderes, se os ha dado el poder de este sacerdocio, para los últimos días y por última vez, en los cuales se encierra la dispensación del cumplimiento de los tiempos,


D&C 119:1 De cierto, así dice el Señor, requiero que todos sus bienes sobrantes se pongan en manos del obispo de mi iglesia en Sion,

2 para la construcción de mi casa, para poner el fundamento de Sion, para el sacerdocio y para las deudas de la Presidencia de mi iglesia.

3 Y esto será el principio del diezmo de mi pueblo.

4 Y después de esto, todos aquellos que hayan entregado este diezmo pagarán la décima parte de todo su interés anualmente; y esta les será por ley fija para siempre, para mi santo sacerdocio, dice el Señor.

5 De cierto os digo, acontecerá que todos los que se reúnan en la tierra de Sion serán diezmados de todas sus propiedades sobrantes y observarán esta ley, o no serán considerados dignos de permanecer entre vosotros.

6 Y os digo que si mi pueblo no observa esta ley para guardarla santa, ni me santifica la tierra de Sion por esta ley, a fin de que en ella se guarden mis estatutos y juicios, para que sea la más santa, he aquí, de cierto os digo, no será para vosotros una tierra de Sion.

7 Y esto servirá de norma a todas las estacas de Sion. Así sea. Amén.


D&C 120:1 De cierto, así dice el Señor, ha llegado el tiempo de que disponga de ellos un consejo integrado por la Primera Presidencia de mi iglesia, por el obispo y su consejo, y por mi sumo consejo, así como por mi propia voz dirigida a ellos, dice el Señor. Así sea. Amén.


D&C 121:34 He aquí, muchos son los llamados, y pocos los escogidos. ¿Y por qué no son escogidos?

35 Porque a tal grado han puesto su corazón en las cosas de este mundo, y aspiran tanto a los honores de los hombres, que no aprenden esta lección única:

36 Que los derechos del sacerdocio están inseparablemente unidos a los poderes del cielo, y que estos no pueden ser gobernados ni manejados sino conforme a los principios de la rectitud.

37 Es cierto que se nos pueden conferir; pero cuando intentamos encubrir nuestros pecados, o satisfacer nuestro orgullo, nuestra vana ambición, o ejercer mando, dominio o compulsión sobre las almas de los hijos de los hombres, en cualquier grado de injusticia, he aquí, los cielos se retiran, el Espíritu del Señor es ofendido, y cuando se aparta, se acabó el sacerdocio o autoridad de tal hombre.

38 He aquí, antes que se dé cuenta, queda abandonado a sí mismo para dar coces contra el aguijón, para perseguir a los santos y combatir contra Dios.

39 Hemos aprendido, por tristes experiencias, que la naturaleza y disposición de casi todos los hombres, en cuanto reciben un poco de autoridad, como ellos suponen, es comenzar inmediatamente a ejercer injusto dominio.

40 Por tanto, muchos son llamados, pero pocos son escogido.

41 Ningún poder o influencia se puede ni se debe mantener en virtud del sacerdocio, sino por persuasión, por longanimidad, benignidad, mansedumbre y por amor sincero;

42 por bondad y por conocimiento puro, lo cual engrandecerá en gran manera el alma sin hipocresía y sin malicia;

43 reprendiendo en el momento oportuno con severidad, cuando lo induzca el Espíritu Santo; y entonces demostrando mayor amor hacia el que has reprendido, no sea que te considere su enemigo;

44 para que sepa que tu fidelidad es más fuerte que los lazos de la muerte.

45 Deja también que tus entrañas se llenen de caridad para con todos los hombres, y para con los de la familia de la fe, y deja que la virtud engalane tus pensamientos incesantemente; entonces tu confianza se fortalecerá en la presencia de Dios; y la doctrina del sacerdocio destilará sobre tu alma como rocío del cielo.

46 El Espíritu Santo será tu compañero constante, y tu cetro un cetro inmutable de justicia y de verdad, y tu dominio será un dominio eterno, y sin ser compelido fluirá hacia ti para siempre jamás.


D&C 123:12 porque todavía hay muchos en la tierra, entre todas las sectas, partidos y denominaciones, que son cegados por la sutil astucia de los hombres que acechan para engañar, y no llegan a la verdad solo porque no saben dónde hallarla;

13 por lo tanto, consumamos y agotemos nuestras vidas dando a conocer todas las cosas ocultas de las tinieblas, hasta donde las sepamos; y en verdad estas se manifiestan de los cielos;

14 de manera que se debe atender a estas cosas con gran diligencia.


D&C 124:22 Edifiquen una casa en mi nombre mi siervo George, y mi siervo Lyman, y mi siervo John Snider y otros, tal como mi siervo José les muestre, en el sitio que él también les indicará.

23 Y será una casa de hospedaje, una casa en donde el forastero que venga de lejos pueda alojarse; sea, pues, una casa buena, digna de toda aceptación, para que el viajero cansado goce de salud y seguridad mientras reflexione sobre la palabra del Señor, y la piedra angular que le he señalado a Sion.

24 Esta casa será una habitación sana, si se edifica a mi nombre, y si el que sea nombrado para administrarla no permite que sea contaminada. Será santa, o el Señor vuestro Dios no morará en ella.

25 Y además, de cierto os digo, vengan desde lejos todos mis santos;

26 y enviad mensajeros veloces, sí, mensajeros escogidos, y decidles: Venid, vosotros, con todo vuestro oro, vuestra plata, vuestras piedras preiosas y todas vuestras antigüedades; y con todos aquellos que tengan conocimiento de antigüedades, que quieran venir, vengan, y traigan el boj, el abeto y el pino, junto con todos los árboles preciosos de la tierra;

27 y con hierro, cobre, bronce, cinc y todas vuestras cosas preciosas de la tierra; y edificad una casa a mi nombre, para que en ella more el Altísimo.

28 Porque no existe lugar sobre la tierra a donde él pueda venir a restaurar otra vez lo que estaba perdido para vosotros, o lo que él ha quitado, a saber, la plenitud del sacerdocio.

29 Porque no hay una pila bautismal sobre la tierra en la que mis santos puedan ser bautizados por los que han muerto,

30 porque esta ordenanza pertenece a mi casa, y no me puede ser aceptable, sino en los días de vuestra pobreza, durante los cuales no podéis edificarme una casa.

31 Pero os mando a todos vosotros, mis santos, que me edifiquéis una casa; y os concedo el tempo suficiente para que me la edifiquéis; y durante este tiempo vuestros bautismos me serán aceptables.

32 Mas he aquí, vuestros bautismos por vuestros muertos no me serán aceptables al cabo de este plazo; y si no habéis hecho estas cosas para cuando termine el plazo, seréis rechazados como iglesia, junto con vuestros muertos, dice el Señor vuestro Dios.

33 Porque de cierto os digo, vuestros bautismos por vuestros muertos no me pueden ser aceptables después que hayáis tenido el tiempo suficiente para edificarme una casa, donde corresponde la ordenanza del bautismo por los muertos, para quienes se instituyó desde antes de la fundación del mundo;

34 porque en ella se confieren las llaves del santo sacerdocio, a fin de que recibáis honra y gloria.

35 Y pasado dicho tiempo, vuestros bautismos por los muertos, efectuados por los que se encuentren esparcidos en otras partes, no me serán aceptables, dice el Señor.

36 Porque se ha decretado que en Sion, y en sus estacas, y en Jerusalén, esos sitios que he señalado como refugio, han de ser los lugares designados para vuestros bautismos por vuestros muertos.

37 Además, de cierto os digo, ¿cómo podré aceptar vuestros lavamientos, si no los efectuáis en una casa que hayáis erigido a mi nombre?

38 Porque por esta causa le mandé a Moisés que construyera un tabernáculo, para que lo llevaran consigo por el desierto, y que construyera una casa en la tierra de promisión, a fin de que se revelaran las ordenanzas que habían estado ocultas desde antes que el mundo fuese.

39 Por tanto, de cierto os digo que vuestras unciones y lavamientos, y vuestros bautismos por los muertos, y vuestras asambleas solemnes y memoriales para vuestros sacrificios por medio de los hijos de Leví, y para vuestros oráculos en vuestros lugares santísimos en donde recibís conversaciones, y vuestro estatutos y juicios, para el principio de las revelaciones y fundamento de Sion, y para la gloria, honra e investidura de todos sus habitantes, son conferidos mediante la ordenanza de mi santa casa, que a mi pueblo siempre se le manda construir a mi santo nombre.

40 Y de cierto os digo, edifíquese esta casa a mi nombre, para que en ella pueda yo revelar mis ordenanzas a mi pueblo;

41 porque me propongo revelar a mi iglesia cosas que han estado escondidas desde antes de la fundación del mundo, cosas que pertenecen a la dispensación del cumplimiento de los tiempos.

42 Y le mostraré a mi siervo José todas las cosas concernientes a esta casa, y su sacerdocio, y el sitio sobre el cual se ha de edificar.


D&C 127:4 Además, de cierto así dice el Señor: Continúe se sin cesar la obra de mi templo, así como todas las obras que os he señalado; y redoblen se vuestra diligencia, perseverancia, paciencia y obras, y de ningún modo perderéis vuestro galardón, dice el Señor de las Huestes. Y si os persiguen, así persiguieron a los profetas y a los hombres justos que fueron antes de vosotros, Para todo esto hay una recompensa en los cielos.


D&C 128:1 Conforme a lo que os comuniqué en mi carta, antes de partir de casa, que de cuando en cuando os escribiría para daros información concerniente a muchos asuntos, en esta reanudo el tema del bautismo por los muertos, porque es lo que parece ocupar mi mente e introducirse con más fuerza en mis sentimientos, desde que me persiguen mis enemigos.


D&C 128:16 Ahora, en cuanto al bautismo por los muertos, os citaré otro pasaje de Pablo, 1 Corintios, capítulo 15, versículo 29: De otro modo, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos, si en ninguna manera los muertos resucitan? ¿Por qué, pues, se bautizan por los muertos?

17 Además, en relación con este pasaje, os citaré las palabras de uno de los profetas que tenía fija su vista en la restauración del sacerdocio, las glorias que se habrían de revelar en los postreros días, y de una manera especial, en este tema, el más glorioso de todos los que pertenecen al evangelio sempiterno, a saber, el bautismo por los muertos; porque dice Malaqías en el último capítulo, versículos cinco y seis: He aquí yo os envío a Elías el Profeta antes que venga el día de Johová, grande y terrible. Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición.

18 Pude haber dado una traducción más clara de esto, pero para mi objeto tiene suficiente claridad tal como está. Basta saber, en este caso, que la tierra será herida con una maldición, a menos que entre los padres y los hijos exista un eslabón conexivo de alguna clase, tocante a algún asunto u otro; y he aquí, ¿cuál es ese asunto? Es el bautismo por los muertos. Pues sin ellos nosotros no podemos perfeccionarnos, ni ellos pueden perfeccionarse sin nosotros. Ni tampoco podemos nosotros ni ellos perfeccionarnos sin los que han fallecido en el evangelio; porque al iniciarse la dispensación del cumplimiento de los tiempos, dispensación del cumplimiento de los tiempos, dispensación que ya está comenzando, es menester que una unión entera, completa y perfecta, así como un encadenamiento de dispensaciones, llaves, poderes y glorias se realicen y sean revelados desde los días de Adán hasta el tiempo presente. Y no solo esto, sino que las cosas que jamás se han revelado desde la fundación del mundo, antes fueron escondidas de los sabios y entendidos, serán reveladas a los niños pequeños y a los de pecho en esta, la dispensación del cumplimiento de los tiempos.


D&C 130:2 Y la misma sociabilidad que existe entre nosotros aquí, existirá entre nosotros allá; pero la acompañará una gloria eterna que ahora no conocemos.


D&C 130:20 Hay una ley, irrevocablemente decretada en el cielo antes de la fundación de este mundo, sobre la cual todas las bendiciones se basan;

21 y cuando recibimos una bendición de Dios, es porque se obedece aquella ley sobre la cual se basa.

D&C 130:22 El Padre tiene un cuerpo de carne y huesos, tangible como el del hombre; así también el Hijo; pero el Espíritu Santo no tiene un cuerpo de carne y huesos, sino es un personaje de Espíritu. De no ser así, el Espíritu Santo no podría morar en nosotros.

23 El hombre puede recibir el Espíritu Santo, y este puede descender sobre él y no permanecer con él.


D&C 131:1 En la gloria celestial hay tres cielos o grados;

2 y para alcanzar el más alto, el hombre tiene que entrar en este orden del sacerdocio [es decir, el nuevo y sempiterno convenio del matrimonio];

3 y si no lo hace, no puede alcanzarlo.

4 Podrá entrar en el otro, pero ese es el límite de su reino; no puede tener aumento.

5 (17 de mayo de 1843). La palabra profética más segura significa que un hombre sepa, por revelación y el espíritu de profecía, que está sellado para vida eterna, mediante el poder del Santo Sacerdocio.

D&C 131:6 Es imposible que el hombre se salve en la ignorancia.


D&C 132:7 Y de cierto te digo que las condiciones de dicha ley son esta: Todos los convenios, contratos, vínculos, compromisos, juramentos, votos, prácticas, uniones, asociaciones o aspiraciones que no son hechos, ni concertados, ni sellados por el Santo Espíritu de la promesa, así por el tiempo como por toda la eternidad, mediante el que ha sido ungido, y eso también de la manera más santa, por revelación y mandamiento, por conducto de mi ungido, a quien he nombrado sobre la tierra para tener este poder (y he nombrado a mi siervo José para que tenga este poder en los últimos días, y nunca hay más de una persona a la vez sobre la tierra a quien se confieren este poder y las llaves de este sacerdocio), ninguna eficacia, virtud o fuerza tienen en la resurrección de los muertos, ni después; porque todo contrato que no se hace con este fin terminal cuando mueren los hombres.


D&C 132:12 Yo soy el Señor tu Dios; y te doy este mandamiento: Que ningún hombre vendrá al Padre sino por mí o por mi palabra, que es mi ley, dice el Señor.


D&C 132:18 Además, de cierto te digo que si un hombre se casa con una mujer, y hace convenio con ella por el tiempo y por toda la eternidad, y si ese convenio no se efectúa por mí ni por mi palabra, que es mi ley, ni es sellado por el Santo Espíritu de la promesa, por medio de aquel a quien he ungido y nombrado a este poder, entonces no es válido, ni está en vigor cuando salen del mundo, porque no están ligados por mí ni por mi palabra, dice el Señor; cuando estén fuera del mundo no se podrá aceptar allá, porque los ángeles y los dioses son nombrados para estar allí, porque los ángeles y los dioses son nombrados para estar allí, y no podrán pasar más allá de ellos; de modo que, no pueden heredar mi gloria, porque mi casa es una casa de orden, dice Dios el Señor.

19 Y además, de cierto te digo, si un hombre se casa con una mujer por mi palabra, la cual es mi ley, y por el nuevo y sempiterno convenio, y les es sellado por el Santo Espíritu de la promesa, por conducto del que es ungido, a quien he otorgado este poder y las llaves de este sacerdocio, y se les dice: Saldréis en la primera resurrección, y si fuere después de la primera, en la siguiente resurrección, y heredaréis tronos, reino, principados, potestades y dominios, toda altura y toda profundidad, entonces se escribirá en el Libro de la Vida del Cordero que no cometerán homicidio para derramar sangre inocente; y si cumplen mi convenio y no cometen homicidio, vertiendo sangre inocente, les será cumplido en todo cuanto mi siervo haya declarado sobre ellos, por el tiempo y por toda la eternidad; y estará en pleno vigor cuando ya no estén en el mundo; y los ángeles y los dioses que están allí les dejarán pasar a su exaltación y gloria en todas las cosas, según lo que haya sido sellado sobre su cabeza, y esta gloria será una plenitud y continuación de las simientes por siempre jamás.


D&C 132:26 De cierto, de cierto te digo, que si un hombre contrae matrimonio con una mujer conforme a mi palabra, y son sellados por el Santo Espíritu de la promesa, de acuerdo con mi precepto, y él o ella comete algún pecado o transgresión del nuevo y sempiterno convenio, cualquiera que sea, y toda clase de blasfemias, y si no cometen homicidio en el que viertan sangre inocente, todavía saldrán en la primera resurrección y entrarán en su exaltación; pero serán destruidos en la carne y entregados a los bofetones de Satanás hasta el día de la redención, dice Dios el Señor.


D&C 136:32 Aprenda sabiduría el ignorante, humillándose y suplicando al Señor su Dios, a fin de que sean abiertos sus ojos para que él vea, y sean destapados sus oídos para que oiga;

33 porque se envía mi Espíritu al mundo para iluminar a los humildes y contritos, y para la condenación de los impíos.


D&C 136:36 Porque dieron muerte a los profetas y a los que les fueron enviados; y han derramado sangre inocente, la cual clama desde la tierra contra ellos.

37 Por tanto, no os maravilléis de estas cosas, porque todavía no sois puros; no podéis soportar mi gloria todavía; pero la veréis, si sois fieles en guardar todas mis palabras que os he dado, desde los días de Adán hasta Abraham, desde Abraham hasta Moisés, desde Moisés hasta Jesús y sus apóstoles, y desde Jesús y sus apóstoles hasta José Smith, a quien llamé por conducto de mis ángeles, mis siervos ministrantes, y por mi propia voz desde los cielos, para hacer surgir mi obra;

38 cuyo fundamento él puso; y fue fiel; y lo tomé para mí.


D&C 137:1 Los cielos nos fueron abiertos, y vi el reino celestial de Dios y su gloria, mas si fue en el cuerpo o fuera del cuerpos, no puedo decirlo.

2 Vi la incomparable belleza de la puerta por la cual entrarán los herederos de ese reino, la cual era semejante a llamas circundantes de fuego;

3 también vi el refulgente trono de Dios, sobre el cual se hallaban sentados el Padre y el Hijo.

4 Vi las hermosas calles de ese reino, las cuales parecían estar pavimentadas de oro.

5 Vi a Adán, nuestro padre, y a Abraham, y a mi padre, y a mi madre, y a mi hermano Alvin, que murió hace mucho tiempo;

6 y me maravillé de que hubiese recibido una herencia en ese reino, en vista de que había salido de esta vida antes que el Señor hubiera extendido su mano para juntar a Israel por segunda vez, y no había sido bautizado para la remisión de los pecados.

7 Por lo que, me habló la voz del Señor, diciendo: Todos los que han muerto sin el conocimiento de este evangelio, quienes lo habrían recibido si se les hubiese permitido permanecer, serán herederos del reino celestial de Dios;

8 también todos aquellos que de aquí en adelante mueran sin un conocimiento de él, quienes lo habrían recibido de todo corazón, serán herederos de este reino;

D&C 137:9 pues yo, el Señor, juzgaré a todos los hombres según sus obras, según el deseo de sus corazones.

10 Y también vi que todos los niños que mueren antes de llegar a la edad de responsabilidad se salvan en el reino celestial de los cielos.


D&C 138:14 Todos estos habían partido de la vida terrenal, firmes en la esperanza de una gloriosa resurrección mediante la gracia de Dios el Padre y de su Hijo Unigénito, Jesucristo.


D&C 138:32 Así se predicó el evangelio a los que habían muerto en sus pecados, sin el conocimiento de la verdad, o en transgresión por haber rechazado a los profetas.

33 A ellos se les enseñó la fe en Dios, el arrepentimiento del pecado, el bautismo vicario para la remisión de los pecados, el don del Espíritu Santo por la imposición de las manos,

34 y todos los demás principios del evangelio que les era menester conocer, a fin de habilitarse para que fuesen juzgados en la carne según los hombres, pero vivieran en espíritu según Dios.


D&C 138:53 El profeta José Smith y mi padre Hyrum Smith, y Brigham Yong, John Taylor, Wilford Woodruff y otros espíritus selectos que fueron reservados para nacer en el cumplimiento de los tiempos, a fin de participar en la colocación del los cimientos de la gran obra de los últimos días,

54 incluso la construcción del templos y la efectuación en ellos de las ordenanzas para la redención de los muertos, también estaban en el mundo de los espíritus.

55 Observé que también ellos se hallaban entre los nobles y grandes que fueron escogidos en el principio para ser gobernantes en la Iglesia de Dios.

56 Aun antes de nacer, ellos, con muchos otros, recibieron sus primeras lecciones en el mundo de los espíritus, y fueron preparados para venir en el debido tiempo del Señor a obrar en su viña en bien de la salvación de las almas de los hombres.


D&C 138:60 Tal fue la visión de la redención de los muertos que me fue revelada, y yo doy testimonio, y sé que este testimonio es verdadero, mediante la bendición de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Así sea. Amén


Moisés 1:39 Porque, he aquí, esta es mi obra y mi gloria: Llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre.


Moisés 2:1 Y sucedió que el Señor habló a Moisés, diciendo: He aquí, te revelo lo concerniente a este cielo y a esta tierra; escribe las palabras que hablo. Soy el Principio y el Fin, el Dios Omnipotente; he creado estas cosas por medio de mi Unigénito; sí, en el principio creé los cielos y la tierra sobre la cual estás.


Moisés 3:5 y toda planta del capo antes que existiese en la tierra, y toda hierba del campo antes que creciese. Porque yo, Dios el Señor, creé espiritualmente todas las cosas de que he hablado, antes que existiesen físicamente sobre la faz de la tierra. Pues yo, Dios el Señor, no había hecho llover sobre la faz de la tierra. Y yo, Dios el Señor, había creado a todos los hijos de los hombres; y no había hombre todavía para que labrase la tierra; porque los había creado en el cielos; y aún no había carne sobre la tierra, ni en el agua, ni en el aire;


Moisés 5:4 Y Adán y Eva, su esposa, invocaron el nombre del Señor, y oyeron la voz del Señor que les hablaba en dirección del Jardín de Edén, y no lo vieron, porque se encontraban excluidos de su presencia.

5 Y les dio mandamientos de que adorasen al Señor su Dios y ofreciesen las primicias de sus rebaños como ofrenda al Señor. Y Adán fue obediente a los mandamientos del Señor.

6 Y después de muchos días, un ángel del Señor se apareció a Adán y le dijo: ¿Por qué ofreces sacrificios al Señor? Y Adán le contestó: No sé, sino que el Señor me lo mandó.

7 Entonces el ángel le habló, diciendo: Esto es una semejanza del sacrificio del Unigénito del Padre, el cual es lleno de gracia y de verdad.

8 Por consiguiente, harás todo cuanto hicieres en el nombre del Hijo, y te arrepentirás e invocarás a Dios en el nombre del Hijo para siempre jamás.

9 Y en ese día descendió sobre Adán el Espíritu Santo, que da testimonio del Padre y del Hijo, diciendo: Soy el Unigénito del Padre dese el principio, desde ahora y para siempre, para que así como has caído puedas ser redimido; y también todo el género humano, sí, cuantos quieran.

10 Y Adán bendijo a Dios en ese día y fue lleno, y empezó a profetizar concerniente a todas las familias de la tierra, diciendo: Bendito sea el nombre de Dios, pues a causa de mi transgresión se han abierto mis ojos, y tendré gozo en esta vida, y en la carne de nuevo veré a Dios.

11 Y Eva, su esposa, oyó todas estas cosas y se regocijó, diciendo: De no haber sido por nuestra transgresión, nunca habríamos tenido posteridad, ni hubiéramos conocido jamás el bien y el al, ni el gozo de nuestra redención, ni la vida eterna que Dios concede a todos los que son obedientes.

12 Y Adán y Eva bendijeron el nombre de Dios, e hicieron saber todas las cosas a sus hijos e hijas.


Moisés 5:55 Y así empezaron a prevalecer las obras de tinieblas entre todos los hijos de los hombres.

56 Y Dios maldijo la tierra con penosa maldición; y se llenó de ira contra los inicuos, contra todos los hijos de los hombres que había creado;

57 porque no querían escuchar su voz, ni creer en su Hijo Unigénito, aquel que él declaró que vendría en el meridiano de los tiempos, que fue preparado desde antes de la fundación del mundo.

58 Y así se empezó a predicar el evangelio desde el principio, siendo declarado por santos ángeles enviados de la presencia de Dios, y por su propia voz, y por el don del Espíritu Santo.

59 Y así se le confirmaron todas las cosas a Adán mediante una santa ordenanza; y se predicó el evangelio, y se proclamó un decreto de que estaría en el mundo hasta su fin; y así fue. Amén.

60 porque por el agua guardáis el el mandamiento; por el Espíritu sois justificados


Moisés 6:55 Y el Señor habló a Adán, diciendo: Por cuanto se conciben tus hijos en pecado, de igual manera, cuando empiezan a crecer, el pecado nace en sus corazones, y prueban lo amargo para saber apreciar lo bueno.

56 Y les es concedido discernir el bien del mal; de modo que, son sus propios agentes, y otra ley y mandamiento te he dado.

Moisés 6:57 Enséñalo, pues, a tus hijos, que es preciso que todos los hombres, en todas partes, se arrepientan, o de ninguna manera heredarán el reino de Dios, porque ninguna cosa inmunda puede morar allí, ni morar en su presencia; porque en el lenguaje de Adán, su nombre es Hombre de Santidad, y el nombre de su Unigénito es el Hijo del Hombre, sí, Jesucristo, un justo Juez que vendrá en el meridiano de los tiempos.

58 Por tanto, te doy el mandamiento de enseñar estas cosas sin reserva a tus hijos, diciendo:

59 Que por causa de la transgresión viene la caída, la cual trae la muerte; y como habéis nacido en el mundo mediante el agua, y la sangre, y el espíritu que yo he hecho, y así del polvo habéis llegado a ser alma viviente, así igualmente tendréis llegado a ser alma viviente, así igualmente tendréis que nacer otra vez en el reino de los cielos, del agua y del Espíritu, y ser purificados por sangre, a saber, la sangre de mi Unigénito, para que seáis santificados de todo pecado y gocéis de las palabras de vida eterna en este mundo, y la vida eterna en el mundo venidero, sí, gloria inmortal;

60 porque por el agua guardáis el mandamiento; por el Espíritu sois justificados; y por la sangre sois santificados;

Moisés 6:61 de manera que se da para que permanezca en vosotros; el testimonio del cielo; el Consolador; las cosas pacíficas de la gloria inmortal; la verdad de todas las cosas; lo que vivifica todas las cosas; lo que conoce todas las cosas y tiene todo poder de acuerdo con la sabiduría, la misericordia, verdad, justicia y juicio.

62 Y ahora bien, he aquí, ahora te digo: Este es el pan de salvación para todos los hombres, mediante la sangre de mi Unigénito, el cual vendrá en el meridiano de los tiempos.

Moisés 6:63 Y he aquí, todas las cosas tienen su semejanza, y se han creado y hecho todas las cosas para que den testimonio de mí; tanto las que son temporales, como las que son espirituales; cosas que hay arriba en los cielos, cosas que están sobre la tierra, cosas que están en la tierra y cosas que están debajo de la tierra, tanto arriba como abajo; todas las cosas testifican de mí.


Moisés 7:62 y justicia enviaré desde los cielos; y la verdad haré brotar de la tierra para testificar de mi Unigénito, de su resurrección de entre los muertos, sí, y también de la resurrección de todos los hombres; y haré que la justicia y la verdad inunden la tierra como con un diluvio, a fin de recoger a mis escogidos de las cuarto partes de la tierra a un lugar que yo prepararé, una Ciudad Santa, a fin de que mi pueblo ciña sus lomos y espere el tiempo de mi venida; porque allí estará mi tabernáculo, y se llamará Sion, una Nueva Jerusalén.


Moisés 8:19 Y el Señor ordenó a Noé según su propio orden, y le mandó que saliese a declarar su evangelio a los hijos de los hobres, tal como fue dado a Enoc.

20 Y aconteció que Noé exhortó a los hijos de los hombres a que se arrepintieran; pero no hicieron caso de sus palabras;

21 y también, después de haberlo escuchado, vinieron ante él, diciendo: He aquí, nosotros somos los hijos de Dios; ¿no hemos tomado para nosotros a las hijas de los hombres? ¿No estamos comiendo, bebiendo, y casándonos y dando en casamiento? Nuestras esposas nos dan hijos y estos son hombres poderosos, semejantes a los hombres de la antigüedad, varones de gran renombre. Y no hicieron caso de las palabras de Noé.

22 Y Dios vio que la iniquidad de los hombres se había hecho grande en la tierra; y que todo hombre se ensoberbecía con el designio de los pensamientos de su corazón, siendo continuamente perversos.

23 Y sucedió que Noé continuó su predicación al pueblo, diciendo: Escuchad y dad oído a mis palabras;

24 creed y arrepentíos de vuestros pecados y bautizaos en el nombre de Jesucristo, el Hijo de Dios, tal como nuestros padres, y recibiréis esto, las aguas vendrán sobre vosotros. Sin embargo, no escucharon.

25 Y le pesó a Noé, y se afligió su corazón de que el Señor hubiese formado al hombre sobre la tierra, y se apesadumbró su corazón.

26 Y el Señor dijo: Raeré al hombre que he creado de sobre la faz de la tierra, tanto hombre como bestia, y lo que se arrastra, y las aves del cielo, pues le pesa a Noé que yo los haya creado y hecho; y me ha invocado, porque han intentado quitarle la vida.

27 Y así Noé halló gracia ante los ojos del Señor; porque Noé fue un hombre justo y perfecto en su generación; y anduvo con Dios, así como sus tres hijos, Sem, Cam y Jafet.

28 La tierra se corrompió delante de Dios, y se llenó de violencia.

29 Y miró Dios la tierra; y he aquí, estaba corrompida, porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra.

30 Y dijo Dios a Noé: Ha llegado para mí el fin de toda carne, porque la tierra está llena de violencia; y he aquí, destruiré a toda carne de sobre la tierra.


Abraham 3:22 Y el Señor me había mostrado a mí, Abraham, las intligencias que fueron organizadas antes que existiera el mundo; y entre todas estas había muchas de las nobles y grandes;

23 y vio Dios que estas alas eran buenas, y estaba en medio de ellas, y dijo: A estos haré mis gobernantes; pues estaba entre aquellos que eran espíritus, y vio que eran buenos; y me dijo: Abraham, tú eres uno de ellos; fuiste escogido antes de nacer.

24 Y estaba entre ellos uno que era semejante a Dios, y dijo a los que se hallaban con él:Descenderemos, pues hay espacio allá, y tomaremos de estos materiales y haremos una tierra sobre la cual estos puedan morar;

25 y con esto los probaremos, para ver si harán todas las cosas que el Señor su Dios les mandare;

26 y a los que guarden su primer estado les será añadido; y aquellos que no guarden su primer estado no tendrán gloria en el mismo reino con los que guarden su primer estado; y a quienes guarden su segundo estado, les será aumentada gloria sobre su cabeza para siempre jamás.


José Smith--Historia 1:8 Durante estos días de tanta agitación, invadieron mi mente una seria reflexión y gran inquietud; pero no obstante la intensidad de mis sentimientos, que a menudo eran punzantes, me conservé apartado de todos estos grupos, aunque concurría a sus respectivas reuniones cada vez que la ocasión me lo permitía. Con el transcurso del tiempo llegué a inclinarme un tanto a la secta metodista, y sentí cierto deseo de unirme a ella, pero eran tan grandes la confusión y la contención entre las diferentes denominaciones, que era imposible que una persona tan joven como yo, y sin ninguna experiencia en cuanto a los hombres y las cosas, llegase a una determinación precisa sobre quién tenía razón y quién no.


José Smith--Historia 1:10 En medio de esta guerra de palabras y tumulto de opiniones, a menudo me decía a mí mismo: ¿Qué se puede hacer? ¿Cuál de todos estos grupos tiene razón; o están todos en error? Si uno de ellos es verdadero, ¿cuál es, y cómo podré saberlo?

José Smith--Historia 1:11 Agobiado bajo el peso de las graves dificultades que provocaban las contiendas de estos grupos religiosos, un día estaba leyendo la Espístola de Santiago, primer capítulo y quinto versículo, que dice: Y se alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, quien da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.

12 Ningún pasaje de las Escrituras jamás penetró el corazón de un hombre con más fuerza que este en esta ocasión, el mío. Pareció introducirse con inmenso poder en cada fibra de mi corazón. Lo medité repetidas veces, sabiendo que si alguien necesitaba sabiduría de Dios, esa persona era yo; porque no sabía qué hacer, y a menos que obtuviera mayor conocimiento del que hasta entonces tenía, jamás llegaría a saber; porque los maestros religiosos de las diferentes sectas entendían los mismos pasajes de las Escrituras de un modo tan distinto, que destruían toda esperanza de resolver el problema recurriendo a la Biblia.

13 Finalmente llegué a la conclusión de que tendría que permanecer en tinieblas y confusión, o de lo contrario, hacer lo que Santiago aconsejaba, esto es, recurrir a Dios. Al fin tomé la determinación de "pedir a Dios", habiendo decidido que si él daba sabiduría a quienes carecían de ella, y la impartía abundantemente y sin reprochar, yo podría intentarlo.


José Smith--Historia 1:16 Mas esforzándome con todo mi aliento por pedirle a Dios que me librara del poder de este enemigo que se había apoderado de mí, y en el momento en que estaba para hundirme en la desesperación y entregarme a la destrucción--no a una ruina imaginaria, sino al poder de un ser efectivo del mundo invisible que ejercía una fuerza tan asombrosa como yo nunca había sentido en ningún otro ser--precisamente en este momento de tan grande alarma vi una columna de luz, más brillante que el sol, directamente arriba de mi cabeza; y esta luz gradualmente descendió hasta descansar sobre mí.

17 No bien se apareció, me sentí libre del enemigo que me había sujetado. Al reposar sobre mí la luz, vi en el aire arriba de mí a dos Personajes, cuyo fulgor y gloria no admiten descripción. Uno de ellos me habló, llamándome por mi nombre, y dijo, señalando al otro: Este es mi Hijo Amado: ¡Escúchalo!

José Smith--Historia 1:18 Había sido mi objeto recurrir al Señor para saber cuál de todas las sectas era la verdadera, a fin de saber a cuál unirme. Por tanto, luego que me hube recobrado lo suficiente para poder hablar, pregunté a los Personajes que estaban en la luz arriba de mí, cuál de todas las sectas era la verdadera (porque hasta ese momento nunca se me había ocurrido pensar que todas estuvieran en error), y a cuál debía unirme.

José Smith--Historia 1:19 Se me contestó que no debía unirme a ninguna, porque todas estaban en error; y el Personaje que me habló dijo que todos sus credos eran una abominación a su vista; que todos aquellos profesores se habían pervertido; que "con sus labios me honran, pero su corazón lejos está de mí; enseñan como doctrinas los mandamientos de los hombres, teniendo apariencia de piedad, mas negando el poder de ella".


José Smith--Historia 1:27 Seguí con is ocupaciones comunes de la vida hasta el veintiuno de septiembre de mil ochocientos veintitrés, sufriendo continuamente severa persecución de toda clase de individuos, tanto religiosos como irreligiosos, por motive de que yo seguía afirmando que había visto una visión.

28 Durante el tiempo que transcurrió entre la ocasión en que vi la visión y el año mil ochocientos veintitrés--habiéndoseme prohibido unirme a las sectas religiosas del día, cualquiera que fuese, teniendo pocos años, y perseguido por aquellos que debieron haber sido mis amigos y haberme tratado con bondad; y que se mi creían engañado, debieron haber procurado de una manera apropiada y cariñosa rescatarme--me vi sujeto a toda especie de tentaciones; y, juntándome con toda clase do personas, frecuentemente cometía muchas imprudencias y manifestaba las debilidades de la juventud y las flaquezas de la naturaleza humana, lo cual, me da pena decirlo, me condujo a diversas tentaciones, ofensivas a la vista de Dios. Esta confesión no es motive pare que se me juzgue culpable de cometer pecados graves o malos, porque jamás hubo en mi naturaleza la disposición para hacer tal cosa. Pero sí fui culpable de levedad, y en ocasiones me asociaba con compañeros joviales, etc., cosa que no correspondía con la conducta que había de guardar uno que había sido llamado por Dios como yo. Mas esto no le parecerá muy extraño a cualquiera que se acuerde de mi juventud y conozca mi jovial temperamento natural.

29 Como consecuencia de estas cosas, solía sentirme censurado a causa de mis debilidades e imperfecciones. De modo que, por la noche del ya mencionado día veintiuno de septiembre, después de haberme retirado a la cama, me puse a orar, pidiéndole a Dios Todopoderoso perdón de todos mis pecados e impudencias; y también una manifestación para saber de mi condición y posición ante él; porque tenía absoluta confianza de obtener una manifestación divina, como previamente la había tenido.

30 Encontrándome así, en el acto de suplicar a Dios, vi que se aparecía una luz en mi cuarto, y que siguió aumentando hasta que la habitación quedó más iluminada que al mediodía; cuando repentinamente se apareció un personaje al lado de mi cama, de pie en el aire, porque sus pies no tocaban el suelo.

31 Llevaba puesta una túnica suelta de una blancura exquisita. Era una blancura que excedía a cuanta cosa terrenal jamás había visto yo; y no creo que exista objeto alguno en el mundo que pueda presentar tan extraordinario brillo y blancura. Sus manos estaban desnuda, y también sus brazos, un poco más arriba de las muñecas; y de igual manera sus pies, así como sus piernas, poco más arriba de los tobillos. También tenía descubiertos la cabeza y el cuello, y pude darme cuenta de que no llevaba puesta más ropa que esta túnica, porque estaba abierta de tal manera que podía verle el pecho.

32 No solo tenía su túnica esta blancura singular, sino que toda su persona era gloriosa más de lo que se puede describir, y su faz era como un vivo relámpago. El cuarto estaba sumamente iluminado, pero no con la brillantez que había en torno de su persona. Cuando lo vi por primera vez, tuve miedo; mas el temor pronto se apartó de mí.

33 Me llamó por mi nombre, y me dijo que era un mensajero enviado de la presencia de Dios, y que se llamaba Moroni; que Dios tenía una obra para mí, y que entre todas las naciones, tribus y lenguas se tomaría mi nombre para bien y para al, o sea, que se iba a hablar bien y mal de mí entre todo pueblo.

34 Dijo que se hallaba depositado un libro, escrito sobre planchas de oro, el cual daba una relación de los antiguos habitantes de este continente, así como del origen de su procedencia. También declaró que en él se encerraba la plenitud del evangelio eterno cual el Salvador lo había comunicado a os antiguos habitantes.

35 Asimismo, que junto con las planchas estaban depositadas dos piedras, en aros de plata, las cuales, aseguradas a un pectoral, formaban lo que se llamaba el Urim y Tumin; que la posesión y use de estas piedras era lo que constituía a los "videntes" en los días antiguos, o anteriores, y que Dios las había preparado para la traducción del libro.


José Smith--Historia 1:42 Por otra parte, me manifestó que cuando yo recibiera las planchas de que él había hablado--porque aún no había llegado el tiempo para obtenerlas--no habría de enseñarlas a nadie, ni el pectoral con el Urim y Tumin, sino únicamente a aquellos a quienes se me mandase que las enseñara; si lo hacía, sería destruido. Mientras hablaba conmigo acerca de las planchas, se manifestó a mi mente la visión de tal modo que pude ver el lugar donde estaban depositadas; y con tanta claridad y distinción, que reconocí el lugar cuando lo visité.

43 Después de esta comunicación, vi que la luz en el cuarto empezaba a juntarse en derredor del personaje que me había estado hablando, y así continuó hasta que el cuarto una vez más quedó a obscuras, exceptuando alrededor de su persona inmediata, cuando repentinamente vi abrirse algo como un conducto que iba directamente hasta el cielo, y él ascendió hasta desaparecer por completo, y el cuarto quedó tal como había estado antes de aparecerse esta luz celestial.

44 Me quedé reflexionando sobre la singularidad de la escena, y maravillándome grandemente de lo que me había dicho este mensajero extraordinario, cuando en medio de mi meditación, de pronto descubrí que mi cuarto empezaba a iluminarse de nuevo, y, en lo que me pareció un instante, el mismo mensajero celestial apareció una vez más al lado de mi cama.

45 Empezó, y otra vez me dijo las mismísimas cosas que me había relatado en su primera visita, sen la menor variación; después de lo cual me informó de grandes juicios que vendrían sobre la tierra, con gran desolación causada por el hambre, la espada y las pestilencias; y que esos penosos juicios vendrían sobre la tierra, con gran desolación causada por el hambre, la espada y las pestilencias; y que esos penosos juicios vendrían sobre la tierra en esta generación. Habiéndome referido estas cosas, de nuevo ascendió como lo había hecho anteriormente.

46 Ya para entonces eran tan profundas las impresiones que se me habían grabado en la mente, que el sueño había huido de mis ojos, y yacía dominado por el asombro de lo que había visto y oído. Pero cual no sería mi sorpresa al ver de nuevo al mismo mensajero al lado de mi cama, y oírlo repasar y repetir las mismas cosas que antes; y añadió una advertencia, diciéndome que Satanás procuraría tentarme (a causa de la situación indigente de la familia de mi padre) a que obtuviera las planchas con el fin de hacerme rico. Esto él me lo prohibió, y dijo que, al obtener las planchas, no debía tener presente más objeto que el de glorificar a Dios; y que ningún otro motivo había de influir en mí sino el de edificar su reino; de lo contrario, no podría obtenerlas.

47 Después de esta tercera visita, de nuevo ascendió al cielo como antes, y otra vez me quedé meditando en lo extraño de lo que acababa de experimentar; cuando casi inmediatamente después que el mensajero celestial hubo ascendido la tercera vez, cantó el gallo, y vi que estaba amaneciendo; de modo que nuestras conversaciones deben de haber durado toda aquella noche.

48 Poco después me levanté de mi cama y, como de costumbre, fui a desempeñar las faenas necesarias del día; pero al querer trabajar como en otras ocasiones, hallé que se me habían agotado a tal grado las fuerzas, que me sentía completamente incapacitado. Mi padre, que estaba trabajando cerca de mí, vio que algo me sucedía y me dijo que e fuera a casa. Partí de allí con la intención de volver a casa, pero al querer cruzar el cerco para salir del campo en que estábamos, se me acabaron completamente las fuerzas, caí inerte al suelo y por un tiempo no estuve consciente de nada.

49 Lo primero que pude recordar fue una voz que me hablaba, llamándome por i nombre. Alcé la vista y, a la altura de mi cabeza, vi al mismo mensajero, rodeado de luz como antes. Entonces me relató otra vez todo lo que me había referido la noche anterior, y me mandó ir a mi padre y hablarle acerca de la visión y los mandamientos que había recibido.

50 Obedecí; regresé a donde estaba mi padre en el campo, y le declaré todo el asunto. Me respondió que era de Dios, y me dijo que fuera e hiciera lo que el mensajero me había mandado. Salí del campo y fui al lugar donde el mensajero me había dicho que estaban depositadas las planchas; y debido a lo caridad de la visión que había visto tocante al lugar, en cuanto llegué allí, lo reconocí.

51 Cerca de la aldea de Manchester, condado de Ontario, estado de Nueva York, se levanta una colina de tamaño regular, y las más elevada de todas las de la comarca. Por el costado occidental del cerro, no lejos de la cima, debajo de una piedra de buen tamaño, yacían las planchas, depositadas en una caja de piedra. En el centro, y por la parte superior, esta piedra era gruesa y redonda, pero más delgada hacia los extremos; de manera que se podía ver la parte céntrica sobre la superficie del suelo, mientras que alrededor de la orilla estaba cubierta de tierra.

52 Habiendo quitado la tierra, conseguí una palanca que logré introducir debajo de la orilla de la piedra, y con un ligero esfuerzo la levanté. Miré dentro de la caja, y efectivamente vi allí las planchas, el Urim y Tumim y el pectoral, como lo había dicho el mensajero. La caja en que se hallaban estaba hecha de piedras, colocadas en una especie de cemento. En el fondo de la caja había dos piedras puestas transversalmente, y sobre estas descansaban las planchas y los otros objetos que las acompañaban.

53 Intenté sacarlas, pero me lo prohibió el mensajero, y de nuevo se me informó que aún no había llegado la hora de sacarlas, ni llegaría sino hasta después de cuatro años, a partir de esa fecha; pero me dijo que fuera a ese lugar precisamente un año después, y que él me esperaría allí; y que siguiera haciéndolo así hasta que llegara el momento de obtener las planchas.

54 De acuerdo con lo que se me había mandado, acudía al fin de cada año, y en cada ocasión encontraba allí al mismo mensajero, y en cada una de nuestras entrevistas recibía de él instrucciones e inteligencia concernientes a lo que el Señor iba a hacer, y cómo y de qué manera se conduciría su reino en los últimos días.

55 Debido a que las condiciones económicas de mi padre se hallaban sumamente limitadas, nos veíamos obligados a trabajar manualmente, a jornal y de otras maneras, según se presentaba la oportunidad. A veces estábamos en casa, a veces fuera de casa; y trabajando continuamente podíamos ganarnos un sostén más o menos cómodo.

56 En el año 1823 sobrevino a la familia de mi padre una aflicción muy grande con la muerte de mi hermano Alvin, el mayor de la familia. En el mes de octubre de 1825 me empleó un señor de edad llamado Josiah Stoal, del condado de Chenango, estado de Nueva York. Él había oído algo acerca de una mina de plata que los españoles habían explotado en Harmony, condado de Susquehanna, estado de Pensilvania; y antes de ocuparme ya había hecho algunas excavaciones para ver si le era posible descubrir la mina. Después que fui a vivir a la casa de él, me llevó con el resto de sus trabajadores a excavar en busca de la mina de plata, en lo cual estuve trabajando cerca de un mes sin lograr el éxito en nuestra empresa; y por fin convencí al anciano señor que dejase de excavar. Así fue como se originó el tan común rumor de que yo había sido buscador de dinero.

57 Durante el tiempo que estuve en ese trabajo, me hospedé con el señor Isaac Hale, de ese lugar. Fue allí donde por primera vez vi a mi esposa (su hija), Emma Hale. Nos casamos el 18 de enero de 1827 mientras yo todavía estaba al servicio del señor Stoal.

58 Por motivo de que continuaba afirmando que había visto una visión, la persecución me seguía acechando, y la familia del padre de mi esposa se opuso muchísimo a que nos casáramos. Por tanto, me vi obligado a llevarla a otra parte, de odo que nos fuimos y nos casamos en la case del señor Tarbill, en South Bainbridge, condado de Chenago, en Nueva York. Inmediatamente después a la casa de mi padre y con él labré la tierra esa temporada.

59 Por fin llegó el momento de obtener las planchas, el Urim y Tumim y el pectoral. El día veintidós de septiembre de mil ochocientos veintisiete, habiendo ido al fin de otro año, como de costumbre, al lugar donde estaban depositados, el mismo mensajero celestial me los entregó, con esta advertencia: que yo sería responsable de ellos; que si permitía que se extraviaran por algún descuido o negligencia mía, sería desarraigado; pero que si me esforzaba con todo mi empeño por preservarlos hasta que él (el mensajero) viniera por ellos, entonces serían protegidos.

60 Pronto supe por qué había recibido tan estrictos mandatos de guardarlos, y por qué me había dicho el mensajero que cuando yo terminara lo que se requería de mí, él vendría por ellos. Porque no bien se supo que yo los tenía, comenzaron a hacerse los más tenaces esfuerzos por privarme de ellos. Se recurrió cuanta estratagema se pudo inventar para realizar ese propósito. La persecución llegó a ser más severa y enconada que antes, y grandes números de personas andaban continuamente al acecho para quitármelos, de ser posible. Pero mediante la sabiduría de Dios permanecieron seguros en mis manos hasta que cumplí de Dios permanecieron seguros en mis manos hasta que cump'con ellos lo que se requirió de mí. Cuando el mensajero, de conformidad con el acuerdo, llegó por ellos, se los enterqué; y él los tiene a su cargo hasta el dia de hoy, dos de mayo de mil ochocientos treinta y ocho.

61 Sin embargo, la agitación continuaba, y el rumor con sus mil lenguas no cesaba de hacer circular calumnias acerca de la familia de mi padre y de mí. Si me pusiera a contar la milésima parte de ellas, llenaría varios tomos. Sin embargo, la persecución llegó a ser tan intolerable que me vi obligado a salir de Manchester y partir con mi esposa al condado de Susquehanna, estado de Pensilvania. Mientras nos preparábamos para salir--siendo muy pobres, y agobiándonos del tal manera la persecución que no había probabilidad de que se mejoras nuestra situación--en medio de nuestras aflicciones hallamos a un amigo en la persona de un caballero llamado Martin Harris, que vino a nosotros y me dio cincuenta dólares para ayudarnos a hacer nuestro viaje. El señor Harris era vecino del municipio de Palmyra, condado de Wayne, en el estado de Nueva York, y un agricultor respetable.

62 Mediante esta ayuda tan oportuna, pude llegar a mi destino en Pensilvania, e inmediatamente después de llegar allí, comencé a copiar los caracteres de las planchas. Copié un número considerable de ellos, y traduje algunos por medio del Urim y Tumim, obra que efectué entre los meses de diciembre--fecha en que llegué a la casa del padre de mi esposa--y febrero del año siguiente.

63 En este mismo mes de febrero, el antedicho señor Martin Harris vino a nuestra casa, tomó los caracteres que yo había copiado de las planchas, y con ellos partió rumbo a la ciudad de Nueva York, En cuanto a lo que aconteció, respecto de él y los caracteres, deseo referirme a su propio relato de las circunstancias, cual él me lo comunicó a su regreso, y que es el siguiente:

64 "Fui a la ciudad de Nueva York y presenté los caracteres que habían sido traducidos, así coo su traducción, al profesor Charles Anthon, célebre caballero por motivo de sus conocimientos literarios. El profesor Anthon manifestó que la traducción era correcta y más exacta que cualquiera otra que hasta entonces había visto del idioma egipcio. Luego le enseñé los que aún no estaban traducidos, y me dijo que eran egipcios, caldeos, asirios y árabes, y que eran caracteres genuinos. e dio un certificado en el cual hacía constar a los ciudadanos de Palmyra que eran auténticos, y que la traducción de los que se habían traducido también era exacta. Tomé el certificado, me lo eché en el bolsillo, y estaba para salir de la casa cuando el Sr. Anthon me llamó, y me preguntó cómo llegó a saber el joven que había planchas de oro en el lugar donde las encontró. Yo le contesté que un ángel de Dios se lo había revelado.

65 "Él entonces me dijo: 'Permítame ver el certificado'. De acuerdo con la indicación, lo saqué del bolsillo y se lo entregué; y él, tomándolo, lo hizo pedazos, diciendo que ya no había tales cosas como la ministración de ángeles, y que si yo le llevaba las planchas, él las traduciría. Yo le informé que parte de las planchas estaban selladas, y que e era prohibido llevarlas. Entonces me respondió: 'No puedo leer un libro sellado'. Salí de allí, y fui a ver al Dr. Mitchell, el cual confirmó todo lo que el profesor Anthon había dicho, respecto de los caracteres, así como del la traducción."


AF 1:3 Creemos que por la expiación de Cristo, todo el género humano puede salvarse, mediante la obediencia a las leyes y ordenanzas del Evangelio.


AF 1:5 Creemos que el hombre debe ser llamado por Dios, por profecía y la imposición de manos, por aquellos que tienen la autoridad, a fin de que pueda predicar el evangelio y administrar sus ordenanzas.


AF 1:12 Creemos en estar sujetos a los reyes, presidentes, gobernantes y magistrados; en obedecer, honrar y sostener la ley.

AF 1:13 Creemos en ser honrados, verídicos, castos, benevolentes, virtuosos y en hacer el bien a todos los hombres; en verdad, podemos decir que seguimos la admonición de Pablo: Todo lo creemos, todo lo esperamos; hemos sufrido muchas cosas, y esperamos poder sufrir todas las cosas, Si hay algo virtuoso, o bello, o de buena reputación, o digno de alabanza, a esto aspiramos.


LA FAMILIA - Una Proclamación para el Mundo

NOSOTROS, LA PRIMERA PRESIDENCIA y el Consejo de los Doce Apóstoles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, solemnemente proclamamos que el matrimonio entre el hombre y la mujer es ordenado por Dios y que la familia es fundamental en el plan del Creador para el destino eterno de Sus hijos.

TODOS LOS SERES HUMANOS, hombres y mujeres, son creados a la imagen de Dios. Cada uno es un amado hijo o hija procreado como espíritu por padres celestiales y, como tal, cada uno tiene una naturaleza y un destino divinos. El ser hombre o el ser mujer es una característica esencial de la identidad y del propósito premortales, mortales y eternos de la persona.

EN EL MUNDO PREMORTAL,hijos e hijas, procreados como espíritus, conocieron a Dios y lo adoraron como su Padre Eterno, y aceptaron Su plan por medio del cual Sus hijos podrían obtener un cuerpo físico y ganar experiencia terrenal para progresar hacia la perfección y finalmente lograr su destino divino como herederos de la vida eterna. El divino plan de felicidad permite que las relaciones familiares se perpetúen más allá del sepulcro. Las ordenanzas y los convenios sagrados disponibles en los santos templos hacen posible que las personas regresen a la presencia de Dios y que las familias sean unidas eternamente.

EL PRIMER MANDAMIENTO que Dios les dio a Adán y a Eva se relacionaba con el potencial que, como esposo y esposa, tenían de ser padres. Declaramos que el mandamiento de Dios para Sus hijos de multiplicarse y henchir la tierra permanece en vigor. También declaramos que Dios ha mandado que los sagrados poderes de la procreación han de emplearse sólo entre el hombre y la mujer legítimamente casados como esposo y esposa.

DECLARAMOS que los medios por los cuales se crea la vida mortal son divinamente establecidos. Afirmamos la santidad de la vida y su importancia en el plan eterno de Dios.

EL ESPOSO Y LA ESPOSA tienen la solemne responsabilidad de amarse y de cuidarse el uno al otro, así como a sus hijos. "herencia de Jehová sol los hijos" (Salmo 127:3). Los padres tienen el deber sagrado de criar a sus hijos con amor y rectitud, de proveer para sus necesidades físicas y espirituales, y de enseñarles a amarse y a servirse el uno al otro, a observar los mandamientos de Dios y a ser ciudadanos respetuosos de la ley dondequiera que vivan. Los esposos y las esposas, las madres y los padres, serán responsables ante Dios del cumplimiento de estas obligaciones.

LA FAMILIA es ordenada por Dios. El matrimonio entre el hombre y la mujer es esencial para Su plan eterno. Los hijos merecen nacer dentro de los lazos del matrimonio y ser criados por un padre y una madre que honran sus votos matrimoniales con completa fidelidad. la felicidad en la vida familiar tiene mayor probabilidad de lograrse cuando se basa en las enseñanzas del Señor Jesucristo. Los matrimonios y las familias que logran tener éxito se establecen y se mantienen sobre los principios de la fe, de la oración, del arrepentimiento, del perdón, del respeto, del amor, de la compasión, del trabajo y de las actividades recreativas edificantes. Por designio divino, el padre debe presidir la familia con amor y rectitud y es responsable de proveer las cosas necesarias de la vida para su familia y de proporcionarle protección. La madre es principalmente responsable del cuidado de sus hijos. En estas sagradas responsabilidades, el padre y la madre, como compañeros iguales, están obligados a ayudarse el uno al otro. La discapacidad, la muerte u otras circunstancias pueden requerir una adaptación individual. Otros familiares deben brindar apoyo cuando sea necesario.

ADVERTIMOS que las personas que violan los convenios de castidad, que maltratan o abusan de su cónyuge o de sus hijos, o que no cumplen con sus responsabilidades familiares, un día deberán responder ante Dios. Aún más, advertimos que la desintegración de la familia traerá sobre las personas, las comunidades y las naciones las calamidades predichas por los profetas antiguos y modernos.

HACEMOS UN LLAMADO a los ciudadanos responsables y a los funcionarios de gobierno de todas partes para que fomenten aquellas medidas designadas a fortalecer a la familia y a mantenerla como la unidad fundamental de la sociedad.