> Escrituras sobre esperanza en Jesucristo

Escrituras sobre esperanza en Jesucristo

Job 27:8 Porque, ¿cuál es la esperanza del impío, por mucho que haya robado, cuando Dios le quite la vida?

9 ¿Oirá Dios su clamor cuando la tribulación venga sobre él?

10 ¿Se deleitará en el Omnipotente? ¿Invocará a Dios en todo tiempo?


Salmo 9:18 Porque no para siempre será olvidado el necesitado, ni la esperanza de los pobres perecerá perpetuamente.


Salmo 16:9 Se alegra, por tanto, mi corazón y se regocijan mis entrañas; también mi carne reposará segura.

10 Porque no dejarás mi alma en el Seol, ni permitirás que tu santo vea corrupción.

11 Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo, deleites en tu diestra para siempre.


Salmo 33:18 He aquí, el ojo de Jehová está sobre los que le temen, sobre los que esperan en su misericordia,

19 para librar sus almas de la muerte y para darles vida en tiempos de hambre.

20 Nuestra alma espera a Jehová; nuestra ayuda y nuestro escudo es él.

21 Por tanto, en él se regocijará nuestro corazón, porque en su santo nombre hemos confiado.

22 Se tu misericordia, oh Jehová, sobre nosotros, según esperamos en ti.


Salmo 38:15 Porque en ti, oh Jehová, espero; tú responderás, Jehová, Dios mío.


Salmo 42:8 De día mandará Jehová su amorosa bondad, y de noche su cántico estará conmigo, y mi oración al Dios de mi vida.

9 Y a Dios, mi roca, diré; ¿Por qué te has olvidado de mí? ¿Por qué andaré yo de duelo por la opresión del enemigo?

10 Con quebranto en mis huesos, mis enemigos me afrentan, diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios?

11 ¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios, porque aún he de alabarle, ¡mi salvación y mi Dios!


Salmo 43:4 Entonces llegaré al altar de Dios, al Dios de mi alegría y de mi gozo; y te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío.

5 ¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios, porque aún he de alabarle, ¡mi salvación y mi Dios!


Proverbios 10:28 La esperanza de los justos es alegría, pero la esperanza de los malvados perecerá.


Proverbios 13:12 La esperanza que se prolonga es tormento del corazón, mas árbol de vida es el deseo cumplido.


Proverbios 14:32 Por su maldad será arrojado el malvado, pero el justo en su propia muerte tiene esperanza.


Proverbios 19:18 Corrige a tu hijo mientras haya esperanza, mas no se altere tu alma para destruirlo.


Isaías 38:16 Oh Señor, por estas cosas viven los hombres; en todas ellas está la vida de mi espíritu, pues tú me restablecerás y harás que viva.

17 He aquí, amargura grande me sobrevino en la paz; pero a ti te agradó librar mi vida de la fosa de corrupción, porque echaste tras tus espaldas todos mis pecados.

18 Porque el Seol no te agradecerá, ni la muerte te alabará. Los que descienden a la fosa no esperarán tu verdad.


Jeremías 17:7 Bendito el hombre que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová.

8 Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echa sus raíces, y no temerá cuando venga el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se angustiará ni dejará de dar fruto.


Ezequiel 37:11 Me dijo luego: Hijo de hombre, todos estos huesos son la casa de Israel. He aquí, ellos dicen: Nuestros huesos se secaron, y pereció nuestra esperanza, y somos del todo talados.

12 Por tanto, profetiza, y diles: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo abro vuestros sepulcros, oh pueblo mío, y os haré subir de vuestras sepulturas y os traeré a la tierra de Israel.

13 Y sabréis que yo soy Jehová cuando yo abra vuestros sepulcros y os saque de vuestras sepulturas, oh pueblo mío.

14 Y pondré mi espíritu en vosotros, y viviréis; y os haré reposar en vuestra tierra; y sabréis que yo, Jehová, he hablado, y lo haré, dice Jehová.


Joel 3:15 El sol y la luna se oscurecerán, y las estrellas retraerán su resplandor.

16 Y Jehová rugirá desde Sion y dará su voz desde Jerusalén, y temblarán los cielos y la tierra; mas Jehová será el refugio de su pueblo y la fortaleza de los hijos de Israel.

17 Y conoceréis que yo soy Jehová vuestro Dios, que habito en Sion, mi santo monte; y será Jerusalén santa, y extraños no pasarán más por ella.


Hechos 2:25 Porque David dice de él: Veía al Señor siempre delante de mí; porque está a mi diestra, no seré conmovido.

26 Por lo cual mi corazón se alegró, y se gozó mi lengua; y aun mi carne descansará en esperanza,

27 porque no dejarás mi alma en el Hades, ni permitirás que tu Santo vea corrupción.

28 Me hiciste conocer los caminos de la vida; me llenarás de gozo con tu presencia.


Hechos 23:6 Entonces Pablo, sabiendo que una parte era de saduceos y la otra de fariseos, clamó en el concilio: Varones hermanos, yo soy fariseo, hijo de fariseo; acerca de la esperanza y de la resurrección de los muertos se me juzga.


Hechos 26:6 Y ahora, por la esperanza de la promesa que hizo Dios a nuestros padres, soy llamado a juicio;

7 esta es la promesa que esperan alcanzar nuestras doce tribus, sirviendo fervientemente a Dios de día y de noche. Por esta esperanza, oh rey Agripa, soy acusado por los judíos.

8 ¡Qué! ¿Se juzga entre vosotros cosa increíble que Dios resucite a los muertos?


Hechos 28:20 Así que por esta causa os he llamado para veros y hablaros, porque por la esperanza de Israel estoy sujeto con esta cadena.


Romanos 4:18 Él creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas naciones, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia.

19 Y no se debilitó en la fe ni consideró su cuerpo, ya como muerto (siendo de casi cien años), ni muerta la matriz de Sara;

20 tampoco dudó de la promesa de Dios con incredulidad; antes bien, se fortaleció en fe, dando gloria a Dios,

21 plenamente convencido de que Dios también era poderoso para hacer todo lo que había prometido.


Romanos 5:3 Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia;

4 y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza;

5 y la esperanza no avergüenza, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.


Romanos 8:16 Porque el Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios.

17 Y si hijos, también herederos; herederos de Dios, y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.

18 Porque considero que los sufrimientos de este tiempo no son dignos de ser comparados con la gloria venidera que en nosotros ha de ser manifestada.

19 Porque el anhelo profundo de la creación es el esperar la manifestación de los hijos de Dios.

20 Porque el anhelo profundo de la creación es el esperar la manifestación de los hijos de Dios.

21 porque también la creación misma será librada de la servidumbre de la corrupción a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.

22 Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una sufre dolores de parto hasta ahora.

Romanos 8:23 Y no solo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, a saber, la redención de nuestro cuerpo.

24 Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, ya no es esperanza, porque lo que se ve, ¿para qué esperarlo?

25 Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo esperamos.


Romanos 12:10 amaos los unos a los otros con caridad fraternal, prefiriéndoos con honra los unos a los otros;

11 en lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor;

12 gozosos en la esperanza; sufridos en ls tribulación; constantes en la oración;


Romanos 15:4 Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y por la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza.

5 Pero el Dios de la paciencia y de la consolación os dé entre vosotros que seáis unánimes según Cristo Jesús,

6 para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.


Romanos 15:12 Y otra vez, dice Isaías: Habrá una raíz de Isaí, y el que se levantará a regir a los gentiles; los gentiles pondrán su esperanza en él.

13 Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.


1 Corintios 9:10 ¿O lo dice expresamente por nosotros? Pues para nosotros está escrito: Porque con esperanza ha de arar el que ara; y el que trilla, con esperanza de recibir del fruto.


1 Corintios 13:13 Y ahora permanecen la fe, la esperanza y la caridad, estas tres; pero la mayor de ellas es la caridad.


1 Corintios 15:19 Si solamente en esta vida tenemos esperanza en Cristo, somos los más dignos de lástima de todos los hombres.

20 Pero ahora Cristo ha resucitado de entre los muertos; y llegó a ser primicias de los que durmieron.

21 Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos.

22 Porque así como en Adán todos mueren, así también en Cristo todos serán vivificados.


2 Corintios 1:8 Porque, hermanos, no queremos que desconozcáis la tribulación que sufrimos en Asia, pues fuimos agobiados sobremanera más allá de nuestras fuerzas, de tal manera que perdimos la esperanza de salir con vida.

9 Pero tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte, para que no confiáramos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos,

10 el que nos libró y nos libra de tan gran muerte; y en quien esperamos que aún nos librará;


Gálatas 5:5 Porque nosotros, por el Espíritu, aguardamos por la fe la esperanza de la justicia.


P>Efesios 4:3 solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.

4 Un cuerpo, y un Espíritu; como fuisteis también llamados a una misma esperanza de vuestra vocación;

5 un Señor, una fe, un bautismo,

6 un Dios y Padre de todos, quien está sobre todos, y por todos y en todos vosotros.


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Colosenses 1:23 Si en verdad permanecéis fundamentados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica a toda criatura que está debajo del cielo; del cual yo, Pablo, fui hecho ministro.

1 Tesalonicenses 5:8 Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de la fe y del amor, y con la esperanza de la salvación como yelmo.

9 Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo,


1 Timoteo 1:1 Pablo, apóstol de Jesucristo por mandato de Dios nuestro Salvador, el Señor Jesucristo, nuestra esperanza,


Tito 1:1 Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, según la fe de los escogidos de Dios, y el pleno conocimiento de la verdad que es según la piedad,

2 en la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los tiempos,


Tito 3:7 para que, justificados por su gracia, fuésemos hechos herederos según la esperanza de la vida eterna.


Hebreos 3:6 pero Cristo, como hijo fue fiel sobre la casa de Dios, cuya casa somos nosotros, si es que hasta el fin retenemos firme la confianza y la gloria de la esperanza.

7 Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz,

8 no endurezcáis vuestros corazones como en la provocación, el el día de la tentación en el desierto,


Hebreos 6:11 Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma diligencia hasta el fin, para el pleno cumplimiento de la esperanza,

12 a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.


Hebreos 6:17 Por lo cual, queriendo Dios mostrar más abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, la confirmó con un juramento,

18 para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo, los que buscamos refugio para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros;

19 la cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que penetra hasta dentro del velo;

20 donde Jesús entró por nosotros como precursor, hecho sumo sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec.


Hebreos 11:1 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.


1 Pedro 1:3 Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su gran misericordia nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de entre los muertos,

4 para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarchitable, reservada en los cielos para vosotros,

5 que sois guardados por el poder de Dios, mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.


1 Pedro 1:20 ya ordenado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor a vosotros,

21 que por medio de él creéis en Dios, quien le resucitó de entre los muertos, y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios.


1 Pedro 3:14 Pero también si alguna cosa padecéis por causa de la rectitud, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor a ellos ni seáis turbados,

15 sino santificad a Dios el señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para responder con mansedumbre y reverencia a cada uno que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros;

16 teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que difaman vuestra buena conducta en Cristo.


1 Juan 3:1 ¡Mirad cuán gran amor nos ha dado el Padre para que seamos llamados hijos de Dios! Por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.

2 Muy amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él aparezca, seremos semejantes a él, porque le veremos tal come él es.

3 Y todo aquel que tiene esta esperanza en él se purifica, así como él es puro.


2 Nefi 31:19 Y ahora bien, amados hermanos míos, después de haber entrado en esta estrecha y angosta senda, quisiera preguntar si ya quedó hecho todo. He aquí, os digo que no; porque no habéis llegado hasta aquí sino por la palabra de Cristo, con fe inquebrantable en él, confiando íntegramente en los méritos de aquel que es poderoso para salvar.

20 Por tanto, debéis seguir adelante con firmeza en Cristo, teniendo un fulgor perfecto de esperanza y amor por Dios y por todos los hombres. Por tanto, si marcháis hasta el fin, he aquí dice el Padre: Tendréis la vida eterna.

21 Y ahora bien, amados hermanos míos, esta es la senda; y no hay otro camino, ni nombre dado debajo del cielo por el cual es hombre pueda salvarse en el reino de Dios. Y ahora bien, he aquí, esta es la doctrina de Cristo, y la única y verdadera doctrina del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, que son un Dios, sin fin. Amén.


Jacob 2:18 Pero antes de buscar riquezas, buscad el reino de Dios.

19 Y después de haber logrado una esperanza en Cristo obtendréis riquezas, si las buscáis; y las buscaréis con el fin de hacer bien: para vestir al desnudo, alimentar al hambriento, libertar al cautivo y suministrar auxilio al enfermo y al afligido.


Jacob 4:3 y en esto nos regocijamos; y obramos diligentemente para grabar estas palabras sobre planchas, esperando que nuestros amados hermanos y nuestros hijos las reciban con corazones agradecidos, y las consideren para que sepan con gozo, no con pesar, ni con desprecio, lo que atañe a sus primeros padres.

4 Porque hemos escrito estas cosas para este fin, que sepan que nosotros sabíamos de Cristo y teníamos la esperanza de su gloria muchos siglos antes de su venida; y no solamente teníamos nosotros una esperanza de su gloria, sino también todos los santos profetas que vivieron antes que nosotros.


Alma 7:24 Y mirad que tengáis fe, esperanza y caridad, y entonces siempre abundaréis en buenas obras.


Alma 13:27 Y ahora bien, hermanos Y ahora bien, hermanos míos, deseo desde lo más íntimo de mi corazón, sí, con gran angustia, aun hasta el dolor, que escuchéis mis palabras, y desechéis vuestros pecados, y no demoréis el día de vuestro arrepentimiento;

28 sino que os humilléis ante el Señor, e invoquéis su santo nombre, y veléis y oréis incesantemente, para que no seáis tentados más do lo que podáis resistir, y así seáis guiados por el Santo Espíritu, volviéndoos humildes, mansos, sumisos, pacientes, llenos de amor y de toda longanimidad;

29 teniendo fe en el Señor; teniendo la esperanza de que recibiréis la vida eterna; siempre teniendo el amor de Dios en vuestros corazones para que en el postrer día seáis enaltecidos y entréis en su reposo.


Alma 32:21 Y ahora bien, como decía concerniente a la fe: La fe nos es tener un conocimiento perfecto de las cosas; de modo que si tenéis fe, tenéis esperanza en cosas que no se ven, y que son verdaderas.


Alma 34:40 Y ahora bien, amados hermanos míos, quisiera exhortaros a que tengáis paciencia, y que soportéis toda clase de aflicciones; que no vituperéis a aquellos que os desechan a causa de vuestra suma pobreza, no sea que lleguéis a ser pecadores como ellos;

41 sino que tengáis paciencia y soportéis esas congojas, con una firme esperanza de que algún día descansaréis de todas vuestras aflicciones.


Éter 12:4 de modo que los que creen en Dios pueden tener la firme esperanza de un mundo mejor, sí, aun un lugar a la diestra de Dios; y esta esperanza viene por la fe, proporciona un ancla a las almas de los hombres y los hace seguros y firmes, abundando siempre en buenas obras, siendo impulsados a glorificar a Dios.


Éter 12:28 He aquí, mostraré a los gentiles su debilidad, y les mostraré que la fe, la esperanza y la caridad conducen a mí, la fuente de toda rectitud.


Éter 12:32 Y también me acuerdo de que has dicho que tienes preparada una morada para el hombre, sí, entre las mansiones de tu Padre, en lo cual el hombre puede tener una esperanza más excelente; por tanto, el hombre debe tener esperanza, o no puede recibir una herencia en el lugar que tú has preparado..


Moroni 7:1 Y ahora yo, Moroni, escribo unas pocas de las palabras que mi padre Mormón habló concernientes a la fe, a la esperanza y a la caridad; porque de esta manera habló al pueblo, mientras les enseñaba en la sinagoga que habían construido como sitio donde adorar.

2 Y ahora yo, Mormón, os hablo a vosotros, amados hermanos míos; y es por la gracia de Dios el Padre, y nuestro Señor Jesucristo, y su santa voluntad, debido al don del llamamiento que me hizo, que se me permite hablaros en esta ocasión.

3 Por tanto, quisiera hablaros a vosotros que sois de la iglesia, que sois los pacíficos discípulos de Cristo, y que habéis logrado la esperanza necesaria mediante la cual podéis entrar en el repose del Señor, desde ahora en adelante, hasta que tengáis reposo con él en el cielo.


Moroni 7:40 Y además, amados hermanos míos, quisiera hablaros concerniente a la esperanza. ¿Cómo podéis lograr la fe, a menos que tengáis esperanza?

41 Y ¿qué es lo que habéis de esperar? He aquí, os digo que debéis tener esperanza, por medio de la expiación de Cristo y el poder de su resurrección, en que seréis levantados a vida eterna, y esto por causa de vuestra fe en él, de acuerdo con la promesa.

42 De manera que si un hombre tiene fe, es necesario que tenga esperanza; porque sin fe no puede haber esperanza.

43 Y además, he aquí os digo que el hombre no puede tener fe ni esperanza, a menos que sea manso y humilde de corazón.

44 Porque si no, su fe y su esperanza son vanas, porque nadie es aceptable a Dios sino los mansos y humildes de corazón; y si un hombre es manso y humilde de corazón, y confiesa por el poder del Espíritu Santo que Jesús es el Cristo, es menester que tenga caridad; porque si no tiene caridad, no es nada; por tanto, es necesario que tenga caridad.


Moroni 8:14 He aquí, te digo que el que supone que los niños pequeños tienen necesidad del bautismo se halla en la hiel de la amargura y en las cadenas de la iniquidad, porque no tiene fe, ni esperanza, ni caridad; por tanto, si fuere talado mientras tenga tal pensamiento, tendrá que bajar al infierno.


Moroni 8:25 Y las primicias del arrepentimiento es el bautismo; y el bautismo viene por la fe para cumplir los mandamientos; y el cumplimiento de los mandamientos trae la remisión de los pecados;

26 y la remisión de los pecados trae la mansedumbre y la humildad de corazón; y por motivo de la mansedumbre y la humildad de corazón viene la visitación del Espíritu Santo, el cual Consolador llena de esperanza y de amor perfecto, amor que perdura por la diligencia en la oración, hasta que venga el fin, cuando todos los santos morarán con Dios.


Moroni 10:19 Y quisiera exhortaros, mis amados hermanos, a que recordéis que él es el mismo ayer, hoy y para siempre, y que todos estos dones de que he hablado, que son espirituales, jamás cesarán, mientras permanezca el mundo, sino por la incredulidad de los hijos de los hombres.

20 Por tanto, debe haber fe; y si debe haber fe, también debe haber esperanza; y si debe haber esperanza, debe haber caridad también.

21 Y a menos que tengáis caridad, de ningún modo seréis salvos en el reino de Dios; ni seréis salvos en el reino de Dios si no tenéis fe; ni tampoco, si no tenéis esperanza.

22 Y si no tenéis esperanza, os hallaréis en la desesperación; y la desesperación viene por causa de la iniquidad.


D&C 4:3 De modo que, si tenéis deseos de servir a Dios, sois llamados a la obra;

4 pues he aquí, el campo blanco está ya para la siega; y he aquí, quien mete su hoz con su fuerza atesora para sí, de modo que no perece, sino que trae salvación a su alma;

5 y fe, esperanza, caridad y amor, con la mira puesta únicamente en la gloria de Dios, lo califican para la obra.


D&C 6:18 Por tanto, sé diligente; apoya fielmente a mi siervo José en cualquier circunstancia difícil en que se encontrare por causa de la palabra.

19 Amonéstalo en sus faltas y también recibe amonestación de él. Sé paciente; sé sensato; sé moderado; ten paciencia, fe, esperanza y caridad.

20 He aquí, tú eres Oliver, y te he hablado a causa de tus deseos; por tanto, atesora estas palabras en tu corazón. Sé fiel y diligente en guardar los mandamientos de Dios, y te estrecharé entre los brazos de mi amor.


D&C 18:17 He aquí, tenéis mi evangelio ante vosotros, y mi roca y mi salvación.

18 Pedid al Padre en mi nombre con fe, creyendo que recibiréis, y tendréis el Espíritu Santo, que manifiesta todas las cosas que son convenientes a los hijos de los hombres.

19 Y si no tenéis fe, esperanza y caridad, no podréis hacer nada.


D&C 42:44 Y los élderes de la iglesia, dos o más, serán llamados, y orarán por ellos y les impondrán las manos en mi nombre; y si murieren, morirán para mí; y si vivieren, vivirán para mí.

45 Viviréis juntos en amor, al grado de que lloraréis por los que mueran, y más particularmente por aquellos que no tengan la esperanza de una resurrección gloriosa.

46 Y acontecerá que los que mueran en mí no gustarán la muerte, porque les será dulce;

47 y quienes no mueran en mí, ¡ay de ellos!, porqe su muerte es amarga.


D&C 128:21 ¡Y además, la voz de Dios en la alcoba del anciano papá Whitmer, en Fayette, condado de Séneca, y en varias ocasiones y en diversos lugares, en todas las peregrinaciones y tribulaciones de esta Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días! ¡Y la voz de Miguel, el arcángel; la voz de Gabriel, de Rafael y de diversos ángeles, desde Miguel o Adán, hasta el tiempo actual, todos ellos declarando su dispensación, sus derechos, sus llaves, sus honores, su majestad y gloria, y el poder de su sacerdocio; dando línea sobre línea, precepto tras precepto; un poco aquí, y otro poco allí; consolándonos con la promesa de lo que ha de venir en lo futuro, confirmando nuestra esperanza!


D&C 138:12 Y se hallaba reunida en un lugar una compañía innumerable de los espíritus de los justos, que habían sido fieles en el testimonio de Jesús mientras vivieron en la carne,

13 y quienes habían ofrecido un sacrificio a semejanza del gran sacrificio del Hijo de Dios, y habían padecido tribulaciones en el nombre de su Redentor.

14 Todos estos habían partido de la vida terrenal, firmes en lo esperanza de una gloriosa resurrección mediante la gracia de Dios el Padre y de su Hijo Unigénito, Jesucristo.

15 Vi que estaban llenos de gozo y de alegría, y se regocijaban juntamente porque estaba próximo el día de su liberación.


Artículos de Fe 13 Creemos es ser honrados, verídicos, castos, benevolentes, virtuosos y en hacer el bien a todos los hombres; en verdad, podemos decir que seguimos la admonición de Pablo: Todo lo creemos, todo lo esperamos; hemos sufrido muchas cosas, y esperamos poder sufrir todas las cosas. Si hay algo virtuoso, o bello, o de buena reputación, o digno de alabanza, a esto aspiramos.